13.07.2015 Views

Una cita con el rey.indd-VER CORRECCIONES ... - Editorial Clie

Una cita con el rey.indd-VER CORRECCIONES ... - Editorial Clie

Una cita con el rey.indd-VER CORRECCIONES ... - Editorial Clie

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EDITORIAL CLIEM.C.E. Horeb, E.R. n.º 2.910 SE-AC/ Ramón Llull, 2008232 VILADECAVALLS (Barc<strong>el</strong>ona) ESPAÑAE-mail: libros@clie.esInternet: http:// www.clie.esUNA CITA CON EL REYIdeas para dinamizar la vida devocional© 2002 by Jo<strong>el</strong> ComiskeyPublicado originalmente <strong>con</strong> <strong>el</strong> título: AN APPOINTMENT WITH THEKING Ideas for Jump-Starting Your Devotional Life, por CHOSEN BOOKS,una división de Baker Book House Company, Grand Rapids, Michigan,49516, U.S.A. Todos los derechos reservados/All rights reservedVersión española de Edmundo Goodson© 2006 por <strong>Editorial</strong> CLIE para la edición en españolTodos los derechos reservados.Depósito legal:ISBN: 978-84-8267-503-9Impreso enPrinted in SpainClasifíquese:585 DISCIPULADO CRISTIANOCTC: 02-08-585-40Referencia: 22.46.29


«Tengo media docena de libros sobre la oración de personas muy eminentes.El tuyo los sobrepasa a todos <strong>el</strong>los. Cabeza y hombros. Aprovechable.Inspirador. Enriquecedor. Mi Biblia para la oración. Muchas gracias. Dioste ha usado poderosamente.»DICK HEUSINKVELD«Este libro no solo es bueno, sino muy bueno. ¡Buenísimo! Leí todo <strong>el</strong> libroy quedé impresionado. Me desafía, me anima, y me proporciona manerasprácticas de entrar en una r<strong>el</strong>ación más profunda <strong>con</strong> <strong>el</strong> Rey. Gracias porsembrar en este proyecto. Ruego a Dios que su pueblo lo obtenga.»SCOTT BOREN«¡No me detuve hasta que lo terminé de leer todo!»TAMMY SHAUB«Disfruté tanto <strong>el</strong> libro que decidí compartirlo en las audiciones radiales.»KURT GOFF«Lo mejor que he visto hasta ahora.»PHYLLIS Comiskey« Magnífico. Cualquiera (se podría decir, ¡todos!) que ha luchado para tenerun devocional de buena calidad en<strong>con</strong>trará que <strong>el</strong> libro d<strong>el</strong> Dr. Comiskey esuna joya. Sin <strong>con</strong>denar a nadie y en un tono afable y estimulante, Jo<strong>el</strong> nosayuda a vencer los obstáculos de nuestras oraciones privadas y lograr unavez más <strong>el</strong> entusiasmo de pasar un tiempo <strong>con</strong> <strong>el</strong> Rey.Es posible que parte d<strong>el</strong> material no sea nuevo, pero él <strong>con</strong>oce su auditorio,entiende <strong>el</strong> desánimo que sienten muchos que han probado “métodos” y hanfracasado y proporciona la motivación para probar de nuevo en un <strong>con</strong>textode gracia, crecimiento y fl exibilidad, en lugar de hacerlo bajo la ley, comoun programa y sintiéndose culpable. Jo<strong>el</strong> proporciona principios realistas yrealizables para <strong>el</strong> desarrollo de una vida de oración efi caz y lo hace <strong>con</strong> la


autoridad de las Escrituras. Usted querrá “cerrar la puerta” para estar <strong>con</strong>su Salvador mientras lee este libro.Con los ejercicios y las preguntas al fi nal de cada capítulo se <strong>con</strong>vierte enun maravilloso estudio para los grupos pequeños o una buena herramientaen las clases para nuevos <strong>con</strong>vertidos o <strong>con</strong> <strong>el</strong> equipo de líderes para avivarla vida de oración.»Rev. JONATHAN MUTCHLERIGLESIA ALIANZA FERNDALE (WA)«¡Un libro fuera de serie! Me gustó tanto <strong>el</strong> material que lo recomendé<strong>con</strong> todo entusiasmo a mi hermano menor que ha plantado una iglesiaanglicana, St. Paul Hammersmith, en Londres. Ambos somos <strong>con</strong>scientesde la necesidad de entender la importancia crítica d<strong>el</strong> tiempo devocionalpersonal y la urgente necesidad en esta área d<strong>el</strong> crecimiento cristiano.Dios te bendiga grandemente.»MARK DOWNHAM«Grandioso. Estoy emocionado por ver <strong>el</strong> interés que tu libro está creando.¡F<strong>el</strong>i<strong>cita</strong>ciones!»DAN BAKER«Gracias por <strong>el</strong> libro. Mi esposa lo está leyendo y le encanta. Dice que esparecido al de otro autor que <strong>el</strong>la ha leído, pero más fácil y más práctico.»JIM EGLI


A KEVIN STRONG,UN AMIGO COMPROMETIDOEN TIEMPOS DE ALEGRÍA Y DE AD<strong>VER</strong>SIDAD.


ÍNDICERe<strong>con</strong>ocimientos ..................................................................... 11Introducción ............................................................................. 13SECCIÓN I PASOS PRÁCTICOS PARA UN TIEMPO DEVOCIONAL DIARIOCapítulo 1: ¿Por qué debo hacerlo?........................................ 23Capítulo 2: ¿De qué se trata todo esto?.................................. 33Capítulo 3: ¿Cuándo es mi <strong>cita</strong>? ............................................. 41Capítulo 4: ¿Importa realmente cuánto tiempo? ..................... 53Capítulo 5: ¿Dijo realmente «cierra la puerta»? ...................... 61Capítulo 6: ¿Jugando al es<strong>con</strong>dite? ....................................... .73SECCIÓN II: LAS DISCIPLINAS DE UN TIEMPO DEVOCIONALCapítulo 7: La lectura de la palabra de Dios .......................... . 87Capítulo 8: La meditación ....................................................... .97Capítulo 9: La adoración ........................................................ .111Capítulo 10: La <strong>con</strong>fesión ........................................................121


Capítulo 11: ¡Escuchen! ......................................................... 129Capítulo 12: La oración ......................................................... 141Capítulo 13: La intercesión .................................................... 153Capítulo 14: La guerra espiritual ........................................... 163Capítulo 15: La llenura d<strong>el</strong> espíritu ........................................ 171Capítulo 16: El ayuno ............................................................ 181Capítulo 17: Guarde un diario ............................................... 191Capítulo 18: adiós, adiós, dulce hora de oración ................. 199<strong>Una</strong> palabra fi nal: una gran nube de testigo ......................... 201Notas fi nales .......................................................................... 205Índice ...................................................................................... 211


RECONOCIMIENTOAunque mi nombre figura sólo en la tapa d<strong>el</strong> libro, variaspersonas merecen un re<strong>con</strong>ocimiento especial. Yoquiero agradecer a:• Mi esposa, C<strong>el</strong>yce, por hacer <strong>el</strong> tiempo que <strong>el</strong>la no teníapara leer, editar y dar sugerencias para mejorar este libro.• Mi madre, Phyllis Comiskey, que me ayudó para ver la necesidadde mejorar <strong>el</strong> tono y <strong>el</strong> fl ujo d<strong>el</strong> libro.• Mi amigo íntimo, Kevin Strong, que se ofreció voluntariamentepara leer, criticar y perfeccionar este libro.• La escritora Susana Titus Osborne, que realizó la crítica d<strong>el</strong>manuscrito y me ofreció su <strong>con</strong>sejo profesional.• Rach<strong>el</strong> Boers, que hábilmente editó y pulió <strong>el</strong> libro hastaadquirir su formato fi nal.• Jane Campb<strong>el</strong>l, que brindó un exc<strong>el</strong>ente liderazgo y persistenciaen la guía de este libro desde la fase de la ideahasta su impresión.11


INTRODUCCIÓNUn día un hombre perturbado de nombre Juan Salasabrió nerviosamente la puerta de mi ofi cina: «Heprobado de todo», dijo él bruscamente, «He sidoadicto al alcohol y a las drogas, y además he probado un parde r<strong>el</strong>igiones. Ahora mi esposa quiere dejarme. ¿Qué puedehacer por mí?».Raramente he sido testigo de tanta desesperación en todos misaños de <strong>con</strong>sejería. Siendo uno de los pastores en la Iglesia ElBatán en Quito, Ecuador, había a<strong>con</strong>sejado a muchas personasnecesitadas, pero Juan era diferente. Era evidente que estabadesesperado y había llegado al fi nal de sus recursos. «Yo séque ha estado buscando respuestas <strong>con</strong> toda sinceridad», ledije, «pero sólo Jesucristo puede llenar <strong>el</strong> vacío en su corazón».Mientras lo guié en oración para recibir a Jesucristo, la urgenciaen la voz de Juan fi nalmente terminó en alivio.Ese día Dios tomó <strong>el</strong> <strong>con</strong>trol de Juan, y llegó a ser una nuevacreación. Estaba radiante y <strong>el</strong> gozo inundó su vida. Antes de irse, lea<strong>con</strong>sejé a Juan que pasara un tiempo todos los días <strong>con</strong> Dios.En la clase de los nuevos c<strong>rey</strong>entes a la tarde siguiente, Juanme <strong>con</strong>tó cómo se había despertado temprano en la mañana y<strong>el</strong> tiempo que había pasado <strong>con</strong> su nuevo amigo, Jesús. Juanempezó un mod<strong>el</strong>o de pasar un tiempo todos los días a solas<strong>con</strong> Dios que revolucionó su vida y lo transformó en un cristianodinámico. A través de los años, mientras veía <strong>el</strong> crecimiento de13


UNA CITA CON EL REYJuan, noté <strong>el</strong> poder de Dios en su ministerio, en la renovación desu matrimonio y en la prosperidad de su trabajo.Juan todavía tenía su porción de difi cultades. Los problemaspasados de su matrimonio lo afligían, y cambiar su restaurantea una nueva ubicación requería un gran compromiso fi nanciero.Sin embargo, la bendición de Dios lo seguía dondequiera que éliba. Dios estaba agrandando <strong>el</strong> territorio de Juan, y otros lonotaron.Era evidente que <strong>el</strong> Padre c<strong>el</strong>estial estaba premiando a Juanpor pasar ese tiempo a solas <strong>con</strong> Él. Las palabras de Cristo seestaban haciendo realidad ante mis ojos: «Pero tú, cuando ores,entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está ensecreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará»(Mateo 6:6).Años después, tuve la oportunidad de demostrar la r<strong>el</strong>aciónentre <strong>el</strong> tiempo devocional y la bendición de Dios. Para graduarmey obtener mi doctorado, realicé una encuesta de 700 líderesde grupos pequeños en ocho países alrededor d<strong>el</strong> mundo. Yoquería determinar por qué ciertos líderes de los grupos pequeñostenían más éxito que otros en <strong>el</strong> crecimiento y multiplicación desus grupos. Quedé sorprendido cuando descubrí que <strong>el</strong> éxitode un líder no tenía nada que ver <strong>con</strong> la personalidad, <strong>el</strong> niv<strong>el</strong>social, educación o dones espirituales; tenía que ver totalmente<strong>con</strong> <strong>el</strong> tiempo que pasaban <strong>con</strong> Dios. El tiempo pasado en suhora devocional figuraba en forma <strong>con</strong>sistente como <strong>el</strong> factor másimportante en mi estudio.Yo no esperaba en<strong>con</strong>trar esta r<strong>el</strong>ación. Pensaba que descubriríaotras razones más naturales y humanas que explicaran <strong>el</strong>éxito en <strong>el</strong> ministerio. Sin embargo, la r<strong>el</strong>ación es lógica. Durante<strong>el</strong> tiempo devocional que pasamos a solas <strong>con</strong> <strong>el</strong> Dios vivo,escuchamos la voz de Dios y recibimos su sabiduría. Es obvio,14


I N T R O D U C C I Ó Nentonces, que los cristianos llenos d<strong>el</strong> Espíritu, moviéndose bajola guía de Dios, tendrán un acertado sentido de guía y liderazgo.Dios les <strong>con</strong>cede <strong>el</strong> éxito.Por supuesto, este éxito no está limitado a los líderes de los grupospequeños. Esta misma guía personal está al alcance de todos.Dios desea recompensarnos y hacernos más efi caces en nuestrotrabajo, <strong>con</strong> nuestras familias, en nuestros estudios y en nuestrasr<strong>el</strong>aciones interpersonales. El Padre, que nos ve en nuestro tiempodevocional diario, lo recompensará públicamente.Por supuesto, <strong>el</strong> mejor premio de todos es la comunión <strong>con</strong> <strong>el</strong>Dios vivo y poder <strong>con</strong>ocerle mejor. Éste debe ser nuestro blancomás importante y nuestra principal meta. Cuanto mayor sea <strong>el</strong>tiempo que pasamos <strong>con</strong> Dios, tanto más llegaremos a ser como Él.LO HE INTENTADO, PERO...Para muchos, <strong>el</strong> tiempo devocional no es una aventura emocionantede <strong>con</strong>ocer al Dios vivo; más bien, es más parecido acuando comemos hígado, asistimos a una reunión obligatoria d<strong>el</strong>a junta o cuando sacamos la basura. «Lo haré por la pura fuerzade mi voluntad –nada más.» Un amigo mío me dijo en ciertaoportunidad:Mi problema en <strong>el</strong> pasado ha sido la sequedad... noun tiempo cordial <strong>con</strong> <strong>el</strong> Señor; no, en lugar de esoha sido tan solo <strong>el</strong> cumplimiento de una rutina. Yocumplía <strong>con</strong> mis devociones como un deber porquepensaba que era lo correcto. Yo quería recibir algo deDios. Ahora yo quiero estar <strong>con</strong> él, comunicándome<strong>con</strong> él, «tocando» a mi Padre.15


UNA CITA CON EL REYEn alguna oportunidad todos hemos sentido la «sequedad» <strong>con</strong>respecto a pasar un tiempo <strong>con</strong> Dios. Para los que sienten quetienen una lucha <strong>con</strong>tinua y muy poco éxito, tienen que afrontara menuda la frustración. Es posible, por ejemplo, que alguien lehaya dicho que no es realmente un cristiano si no tiene un tiempodevocional. Si así fuera, más que un d<strong>el</strong>eite, <strong>el</strong> pasar un tiempo<strong>con</strong> Dios llega a ser una carga para aliviar la culpa.Existen otras razones para no procurar un tiempo devocional.Quizás simplemente no esté <strong>con</strong>vencido que un tiempo devocionaldiario sea de verdad importante –es un pensamiento lindo, yquizás algo bueno, pero no indispensable. Cuando <strong>el</strong> trabajo, lafamilia y otras actividades externas compiten por nuestra atención,<strong>el</strong> tiempo devocional tiende a tomar un lugar secundario.Es posible que usted <strong>con</strong>sidere que <strong>el</strong> tiempo devocionalsea algo demasiado rutinario. A menudo una persona me dice:«Cuando tenga un impulso para buscar al Señor lo haré, pero silo realizo como una práctica en forma periódica me parece demasiadoritualista y no lo sufi cientemente espontáneo». Jaime, uníntimo amigo mío, me dijo: «Yo sé que debería tener un tiempodevocional en forma periódica, pero estaba esperando sentirlobien para empezar». Los que lo sienten de esta manera no ven<strong>el</strong> valor de las disciplinas cristianas que forman hábitos.O quizás usted es un cristiano recién <strong>con</strong>vertido que nuncaoyó hablar de un tiempo devocional diario. Cuando Chad recibióa Jesús en su vida hace varios meses, él quería un andar másprofundo <strong>con</strong> Dios pero no sabía cómo <strong>con</strong>seguirlo. Aunque leíala Palabra de Dios esporádicamente y oraba, le faltaba <strong>el</strong> poderdiario para vivir una vida cristiana victoriosa. Según lo descubrióChad y muchos otros, la victoria en Cristo depende de pasar untiempo <strong>con</strong> Dios todos los días.16


I N T R O D U C C I Ó NMI EXPERIENCIANo soy un escritor pasivo <strong>con</strong> respecto al tema d<strong>el</strong> tiempo devocional.Sé que hay una r<strong>el</strong>ación directa entre mi propio éxito yfracaso y mi tiempo devocional <strong>con</strong> Dios. Cuando le digo a Dios:«Estoy demasiado ocupado hoy. Tengo demasiado para hacer.Después me ocuparé de esto», luego al fi nal d<strong>el</strong> día, después denunca haber en<strong>con</strong>trado <strong>el</strong> tiempo, comprendo qué día frustrante,estéril y <strong>con</strong>flictivo había tenido. Sin mi tiempo <strong>con</strong> Dios, atravieso <strong>el</strong>día torpemente sin la guía d<strong>el</strong> Espíritu por las dificultades de la vida.Yo pasé por uno de esos períodos en 1996 mientras vivía enPasadena, California, asistiendo al Seminario Teológico Fuller.Durante un período que resultaba ser particularmente muy agitadome sentí totalmente justificado de pasar por alto mis devocionalesdiarios. Yo decía: «Dios, tú sabes <strong>el</strong> escaso tiempo que tengo porrazón d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> curso. Lo cierto es que no tengo tiempo parami devocional diario».Con un plazo de tiempo muy ajustado de alguna forma logrécompletar un trabajo importante sobre la historia de la iglesia y loentregué a tiempo. Cuando me lo devolvieron, sin embargo, estabamarcado por todas partes <strong>con</strong> tinta roja, <strong>con</strong> las correccionesd<strong>el</strong> profesor: lo tuve que rehacer completamente.En ese momento, Dios me habló. «Jo<strong>el</strong>», me dijo, «yo soy <strong>el</strong>que te dará la sabiduría. Aun cuando estés sumamente ocupado,búscame primero y yo te daré <strong>el</strong> éxito».«De acuerdo, Dios», le dije. «Yo te obedeceré. Pasaré <strong>el</strong> tiempoque corresponde <strong>con</strong>tigo en medio de todas mis tareas. Simplementerecuerda que tendré aun menos tiempo para completar <strong>el</strong>siguiente trabajo.»Yo estaba a punto de descubrir que diezmando mi tiempo <strong>con</strong>Dios me ayudaría a hacer un mejor uso d<strong>el</strong> tiempo que tenía.17


UNA CITA CON EL REYDios fue fi <strong>el</strong>. Mis trabajos empezaron a regresar a mí <strong>con</strong> comentariosalentadores, aunque yo no había pasado tanto tiempopara escribirlos.Es posible que su experiencia no tenga nada que ver <strong>con</strong>escribir tareas, sin embargo, <strong>el</strong> principio sigue siendo <strong>el</strong> mismo:Mientras usted se compromete a pasar un tiempo <strong>con</strong> Dios, Élbendecirá su vida y le ayudará a hacer buen uso de su tiempo.He llegado a creer que la disciplina espiritual más importanteen la vida cristiana es mantener periódicamente un tiempodevocional –un tiempo para hablar <strong>con</strong> Dios y permitirle a Dioshablarle a usted; un tiempo para leer la Palabra y recibir alimentopara su alma.Mi tiempo devocional me proporciona una oportunidad para unchequeo diario, un tiempo para expresar mis inquietudes y preocupaciones.Allí es donde recibo los planes para <strong>el</strong> futuro y <strong>el</strong> gozoque fortalece mi alma. Es mi oportunidad de hablar directamente<strong>con</strong> Aqu<strong>el</strong> que me ama, que me escogió antes de la creación d<strong>el</strong>universo y que está tan cerca como <strong>el</strong> aire que respiro.QUÉ PUEDE ESPERAR DE ESTE LIBROEste libro le enseñará cómo pasar un tiempo de calidad <strong>con</strong>Dios todos los días, refrescando su alma y preparándolo para <strong>el</strong>día que tiene por d<strong>el</strong>ante.Este libro no es un libro devocional clásico (una guía diariapara sus devocionales); más bien, es una guía para ayudarle adesarrollar y mantener su propio tiempo devocional dinámico. Cadacapítulo le proporcionará las sugerencias prácticas sobre la maneracómo experimentar a Dios más plenamente. Mi meta es ayudarlea entender <strong>el</strong> porqué y <strong>el</strong> cómo de pasar un tiempo <strong>con</strong> Dios.18


I N T R O D U C C I Ó NMi esperanza es que usted sea estimulado y emocionado depasar <strong>el</strong> tiempo devocional diario <strong>con</strong> <strong>el</strong> Dios vivo. Es posibleque tome un tiempo para hacerlo un hábito, pero pronto notarála bendición de Dios en su vida. Sea fi <strong>el</strong> y Dios mismo quitará losobstáculos de la aridez y hará llover una fresca unción sobre sualma. Su tiempo devocional llegará a ser muy pronto un d<strong>el</strong>eite,<strong>el</strong> mejor momento de su día.19


SECCIÓN IPASOS PRÁCTICOS PARATENER UN TIEMPODEVOCIONAL DIARIO


CAPÍTULO 1¿POR QUÉ DEBO HACERLO?Amediados de la década de 1980 planté una iglesiaen <strong>el</strong> centro de la ciudad de Long Beach, California.Envidiaba la iglesia pentecostal que parecía estarllena todas las noches de la semana. Mi iglesia se estaba reuniendoen mi casa.<strong>Una</strong> obrera de la misión de rescate de nombre Jane pasó <strong>el</strong>verano ayudando a plantar esta iglesia en <strong>el</strong> centro de la ciudad.«Jane», le comenté un día, «necesitamos tener más cultos. Piensoque ése es <strong>el</strong> secreto para tener una iglesia exitosa como la queestá a unas cuadras de aquí en esta misma calle».Jane movió su cabeza en dis<strong>con</strong>formidad y <strong>con</strong>testó: «Jo<strong>el</strong>,estas personas no necesitan más reuniones. Lo que <strong>el</strong>los realmentenecesitan es aprender cómo alimentarse <strong>el</strong>los mismos de laPalabra de Dios. ¿Qué sería lo mejor: proporcionarles <strong>el</strong> alimentopor <strong>el</strong> resto de sus vidas o enseñarles cómo trabajar para que<strong>el</strong>los mismos se puedan alimentar?».Intenté defenderme, pero me quedé sin palabras. Yo sabíaque <strong>el</strong>la tenía razón. Me había olvidado que la ocupación <strong>con</strong> lasmuchas actividades de la iglesia nunca llegarían a reemplazarlas necesidades personales y espirituales de los miembros de laiglesia. Mi primera vocación como plantador de la iglesia no erahacer que las personas dependan de mí a través de numerososcultos de adoración. Yo debía enseñarles cómo alimentarse paramantener una r<strong>el</strong>ación dinámica <strong>con</strong> Jesucristo.23


UNA CITA CON EL REYEL PAN COTIDIANONo hay duda alguna que la combinación de la adoración, lapredicación poderosa y la íntima comunión que se encuentracuando se asiste a la iglesia profundizan nuestra r<strong>el</strong>ación <strong>con</strong>Cristo. Pero <strong>el</strong> impacto es temporal; necesitamos mayor cantidadde alimento espiritual adicional para ayudarnos a enfrentar losdesafíos diarios de nuestras vidas.Cuando Dios proporcionó <strong>el</strong> pan d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o (<strong>el</strong> maná) para supueblo, los isra<strong>el</strong>itas, Él les ordenó que lo recogieran diariamenteo de lo <strong>con</strong>trario se echaría a perder. El maná recogido en <strong>el</strong> díasólo alcanzaba para ese día. Nosotros también necesitamos <strong>el</strong>alimento espiritual diario para enfrentar los desafíos particularesque cada día trae. Jesús dijo: «Basta a cada día su propio mal»(Mateo 6:34). La bendición y la unción de ayer no le prepararánpara enfrentar los cuidados, las pruebas y preocupaciones dehoy. Usted necesita la nutrición fresca de Jesús hoy.Yo <strong>con</strong>fi eso que no siempre creí en la importancia de hacerque mi tiempo devocional fuera una actividad diaria. A veces,cuando estaba demasiado ocupado, yo decía: «Estoy demasiadoocupado hoy, Dios; mañana pasaré más tiempo en <strong>el</strong> devocional».Yo no entendía cuánto necesitaba <strong>el</strong> alimento fresco ese día –ytambién <strong>el</strong> siguiente.Aunque Dios usará la predicación d<strong>el</strong> domingo por la mañana(o de la noche) para alimentarle, transformarle y animarle, nose detenga allí. Pase tiempo <strong>con</strong> él todos los días. Mientras sealimenta de la Palabra escrita de Dios, escucha su voz y recib<strong>el</strong>a llenura d<strong>el</strong> Espíritu, usted se sentirá renovado y estimulado aservir a Dios más efi cazmente.24


CAPÍTULO 1 ¿POR QUÉ DEBO HACERLO?NOSOTROS LE AMAMOS A ÉL PORQUEÉL NOS AMÓ PRIMEROConstantemente quedo asombrado por <strong>el</strong> amor sincero quemis tres hijas me brindan. «Papá, solo queremos estar <strong>con</strong>tigo»,me dicen <strong>con</strong>stantemente. Ellas no lo hacen para cumplir un rito opara realizar un buen trabajo; actúan en base a un deseo naturalque Dios ha puesto dentro de <strong>el</strong>las.Así también, pasar un tiempo todos los días <strong>con</strong> Dios no es unacto meritorio para hacernos dignos d<strong>el</strong>ante de Él. No lo hacemospara mostrarnos aprobados d<strong>el</strong>ante de Dios, para ofrecerle otrabuena obra. Más bien, nuestros tiempos devocionales son unarespuesta a su amor. Porque Jesús nos ama y nos ha justificadopor su sangre, deseamos pasar tiempo <strong>con</strong> Él y <strong>con</strong>ocerlo másíntimamente. Anh<strong>el</strong>amos estar <strong>con</strong> Él –no porque tengamos quehacerlo, sino porque queremos hacerlo.A. W. Tozer, un líder espiritual d<strong>el</strong> siglo XX, dice: «Buscamos aDios porque Él ha puesto en nosotros deseos de dar <strong>con</strong> Él». 1 Lagracia de Dios hace nacer en nosotros un deseo de pasar tiempo<strong>con</strong> él. Simplemente respondemos a su amor y deseamos entraren su presencia.--------------------------------------------------------------------------------Solo la Gracia• El mensaje de la reforma protestante es que nosotros somosjustificados por Jesucristo y no por las buenas obras.• No tenemos nuestro tiempo devocional para ser aceptadosd<strong>el</strong>ante de Dios, sino porque ya somos aceptados por Diosy naturalmente queremos <strong>con</strong>ocerlo mejor.---------------------------------------------------------------------------------25


UNA CITA CON EL REYHenry Ward Beecher, un clérigo norteamericano y oradorpopular d<strong>el</strong> siglo XIX, r<strong>el</strong>ató un incidente sobre un obrero en lagranja de su padre en Litchfi <strong>el</strong>d, Connecticut:Él tenía un pequeño cuarto y en una esquina yo teníauna cuna pequeña; cuando yo era un muchacho mequedaba acostado allí y pensaba <strong>con</strong> cuánto entusiasmoél se ocupaba en sus devociones. Era una cosaperiódica. Primero él leía <strong>el</strong> Nuevo Testamento, casisin darse cuenta que yo estaba en <strong>el</strong> cuarto. Despuésalternadamente oraba, cantaba y se reía. ¡Yo nuncavi que alguien disfrutara así de la Biblia! Pero quierodejar registrado que su oración causó una profundaimpresión en mí. Nunca se me ocurrió pensar si susacciones eran apropiadas o no. Yo sólo pensaba:«¡Cuánto lo disfruta ese hombre!». Obtuve de él másde una idea de lo deseable de la oración gozosa quenunca aprendí de mi madre o mi padre. Él me llevó aver que debe haber verdadera alegría desbordante yacción de gracias en todo <strong>el</strong>lo. 2Pídale a Dios que haga que su tiempo devocional sea un d<strong>el</strong>eite.Él quiere quitar la carga pesada de «chequear <strong>el</strong> paso d<strong>el</strong> tiempo».Aunque podría resultar difícil al principio, Dios desea hacer que sutiempo devocional sea la parte que más disfruta de su día.DIOS DESEA PASAR TIEMPO CON SUS HIJOS¿Sabía usted que Dios quiere pasar tiempo <strong>con</strong> usted muchomás de lo que usted quiere pasar <strong>con</strong> Él? Tan a menudo nos26


CAPÍTULO 1 ¿POR QUÉ DEBO HACERLO?imaginamos que pasar tiempo <strong>con</strong> Dios es un trabajo para realizar.Para muchos, lamentablemente, es como levantar una cargapesada al trono de la gracia para agradar a un Dios enfadado.Debe saber que la Biblia pinta un cuadro diferente. Vemos aun Dios que ama a Sus hijos y anh<strong>el</strong>a estar <strong>con</strong> <strong>el</strong>los. David dijo:«¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán grandees la suma de <strong>el</strong>los! Si los enumero, se multiplican más que laarena. Yo despierto y aún estoy <strong>con</strong>tigo» (Salmos 139:17-18).Dios está pensando en usted todo <strong>el</strong> tiempo. Henry Blackaby,un predicador bautista que escribió <strong>el</strong> libro best-s<strong>el</strong>ler «MiExperiencia <strong>con</strong> Dios», dice: «Dios Mismo persigue una r<strong>el</strong>aciónde amor <strong>con</strong> usted. Él es <strong>el</strong> que toma la iniciativa para traerlo aeste tipo de r<strong>el</strong>ación. Él lo creó para una r<strong>el</strong>ación de amor <strong>con</strong>Él. Ése es <strong>el</strong> mismo propósito de sus vidas». 3 Dios anh<strong>el</strong>a pasartiempo <strong>con</strong> usted más de lo que usted puede imaginar. En realidad,Dios desea pasar tiempo <strong>con</strong> usted tanto que aun ahora Élestá preparando su eternidad, en la que usted pasará <strong>el</strong> tiempoininterrumpido <strong>con</strong> Él (Juan 14:2).Y no piense que Dios sólo quiere disfrutarlo cuando usted esfuerte y capaz. No, Dios entiende exactamente dónde está en cualquiermomento. Él disfruta de usted en cualquier fase precisa desu desarrollo. Me ha gustado pasar tiempo <strong>con</strong> mis hijas en cadaetapa de sus vidas. Ch<strong>el</strong>sea, nuestra hija menor, dice las cosasmás listas y puede acurrucarse de una manera como solo puedehacerlo una niña de cinco años. Yo disfruto de Sara, nuestra hijamayor, de una manera diferente. Conversamos de varios asuntosque están muy por encima de las posibilidades de Ch<strong>el</strong>sea. Puedocomunicarme mucho mejor <strong>con</strong> nuestra hija que está entre ambas,Nicole, a través de los juegos y de los deportes.27


UNA CITA CON EL REY---------------------------------------------------------------------------------Las señales que nos advierten d<strong>el</strong> agotamiento• Falta de gozo combinado <strong>con</strong> una depresión de bajo niv<strong>el</strong>o crónica mientras seguimos sumamente ocupados.• Sentimientos de tibieza hacia Dios que son <strong>con</strong>stantementesofocados.---------------------------------------------------------------------------------Permita que Dios lo disfrute. Él lo escogió antes de la creaciónd<strong>el</strong> mundo y después lo llamó para entrar en una r<strong>el</strong>ación de amor<strong>con</strong> usted. Dios desea desarrollar esa r<strong>el</strong>ación de amor <strong>con</strong> usted.Él desea reunirse <strong>con</strong> usted en su tiempo devocional diario.TOME SU TIEMPO PARA SER SANTOA menudo la gente dice: «Quizá <strong>el</strong> año que viene yo puedapasar un tiempo <strong>con</strong> Dios como quisiera. Ahora mismo estoy sobrecargadode trabajo». ¡Los estudios recientes indican que losnorteamericanos cumplen los horarios de trabajo más extensosen <strong>el</strong> mundo industrializado –casi 2000 horas por año! Entre 1977y 1997, <strong>el</strong> promedio de trabajo por semana entre los empleadosy obreros norteamericanos se extendió de 43 a 47 horas.Durante los mismos años, <strong>el</strong> número de obreros que hacían 50 omás horas por semana saltó d<strong>el</strong> 24 al 37%.Hace apenas una década, se horrorizaban los norteamericanos<strong>con</strong> los hábitos de trabajo de los japoneses. Ahora, segúnun reciente informe de la Organización Internacional d<strong>el</strong> Trabajo,Estados Unidos ha superado a Japón para llegar a ser la naciónque más trabaja en <strong>el</strong> mundo. 4 Un obrero norteamericano prome-28


CAPÍTULO 1 ¿POR QUÉ DEBO HACERLO?dio trabaja ocho semanas más por año que un obrero promediode Europa occidental, y <strong>el</strong> mismo informe dice que los norteamericanoscorren <strong>el</strong> riesgo de quedar agotados.Trabajar mucho no está mal; <strong>el</strong> problema está en quedarfundidos por trabajar demasiado. Cuando trabajamos mucho sinque <strong>el</strong> gozo y la paz de Dios <strong>con</strong>trolen nuestras vidas, creamosun estrés y una preocupación que terminan por agotarnos y haceque tengamos una <strong>con</strong>ducta disfuncional.---------------------------------------------------------------------------------La ecuación inversa• Dando prioridad al tiempo que pasa <strong>con</strong> Dios le ayudará alograr más durante <strong>el</strong> día.---------------------------------------------------------------------------------Mencioné en la introducción cómo Dios me mostró cómo, aldarle <strong>el</strong> diezmo de mi tiempo a Él me ayudaba a hacer un mejoruso d<strong>el</strong> resto de mi tiempo. Si se pasa un tiempo <strong>con</strong> Dios serecibe una paz sobrenatural y un gozo que lo acompañarán a lolargo d<strong>el</strong> día. Esta paz y gozo le permitirán trabajar intensamentey aumentará su productividad mientras evita <strong>el</strong> agotamiento resultante.Como dijo Nehemías: «El gozo d<strong>el</strong> SEÑOR es vuestrafortaleza» (Nehemías 8:10).Cuando se dé cuenta de cuán desesperadamente necesita laplenitud de Dios, usted querrá tomar tiempo para en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> Éltodos los días. Comprenda, sin embargo, que hallar ese tiempo noserá fácil. El himno Toma tiempo para ser santo expresa la parte másdifícil <strong>con</strong> respecto a pasar un tiempo <strong>con</strong> Dios. Lo más probablees que nunca en<strong>con</strong>tremos tiempo; tendremos que tomarlo d<strong>el</strong>as otras demandas que se acumulan y que nos presionan. PabloCedar, un re<strong>con</strong>ocido pastor y líder cristiano <strong>con</strong>fesó lo siguiente:29


UNA CITA CON EL REYYo estaba dando <strong>cita</strong>s para cada persona y cadaevento que eran importantes en mi vida... Comprendíque raramente o nunca fijaba una <strong>cita</strong> <strong>con</strong> Dios. Esere<strong>con</strong>ocimiento transformó mi programa y mi vida deoración. Empecé a separar un tiempo para estar asolas <strong>con</strong> Dios todos los días. Es más, cuando comprouna agenda nueva para mis <strong>cita</strong>s, siempre establezcomi <strong>cita</strong> periódica <strong>con</strong> Dios primero... 6Puede estar seguro de que las necesidades urgentes llenaránsu agenda y estropearán su iniciativa de pasar tiempo <strong>con</strong> Diosa menos que usted haga sus planes por ad<strong>el</strong>antado –a menosque usted haga que su reunión <strong>con</strong> Él sea la <strong>cita</strong> más vital de sudía. Las palabras de Cristo nos aseguran: «Mas buscad primeramente<strong>el</strong> reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os seránañadidas» (Mateo 6:33).RESUMEN DEL CAPÍTULO• Necesitamos pasar un tiempo diario <strong>con</strong> Dios para recibir<strong>el</strong> alimento espiritual en forma periódica.• Tener este tiempo devocional no es una manera de ganarnuestra salvación o méritos; es <strong>el</strong> resultado de responderal Dios que nos ama.• Los tiempos devocionales agradan al corazón de Dios dándoleuna oportunidad para pasar tiempo <strong>con</strong> nosotros.• Nadie tiene un tiempo «extra». Tenemos que destinar untiempo para estar en la presencia de Dios.30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!