Misiones Agustinianas nº 61.qxp - agustinos de la provincia del ...

PANAMÁMISIÓN AGUSTINIANAO ÑOPOrano, aprovechamos para enseñar demanera más individualizada a niños conretraso escolar. Zaira es una de ellas.Nació en un mal año: la cosecha era escasa,así que sufrió una desnutrición quele impidió un desarrollo neuronal normal.Lo más sangrante es que la situaciónde Zaira no es un caso excepcional.Nacen muchos niños en años donde laescasez de alimentos es grande.LA RESIDENCIA-HOGARDE ESTUDIANTESLa residencia es un hogar para los jóvenescuyas viviendas se encuentranlejos del Llano donde tienen oportunidadde estudiar. En ella vive JoseAntonio, que quiere ser médico, aunquea veces las fuerzas le fallan y piensaque es imposible conseguirlo: tieneque trabajar, su abuela ya no puede seguirhaciéndolo por los dos, es demasiadomayor. También encontramos aSilverio y a Yuke, que llegaron al Llano(ubicado entre montañas) huyendo delas pandillas de “latin king” de sus ciudades.Silverio tiene pinta de siux, esferoz, y está llenito de inquietudes, devez en cuando te sorprende con preguntascomo: ¿de dónde nace la confianza?,o ¿por qué es dura la vida? Pordentro yo me hacía otra pregunta: ¿deNiños ngöbe en la biblioteca.qué vida hablas Silverio, de la tuya o dela mía? Hervin y Rosendo son dos hermanosindígenas de una zona muyabrupta y de difícil acceso. En ciertaocasión su abuelo bajó al Centro deSalud de Llano Ñopo formando partede un grupo de hombres que se turnabanal enfermo en parihuelas. Trasocho horas andando llegaron al Llano,donde conoció la existencia de la residenciade estudiantes Padre Moisés.Este gran hombre de mente abierta yganas de vivir contagió su ilusión a dosde sus nietos: Hervin y Rosendo.Hervin quiere estudiar Historia y descubrirsi es cierto lo que les dicen en laescuela: el oro de Panamá se lo llevóColón. Yo no sé que responderle cuandome dice: ¿ese oro lo tenéis vosotrosClara? ¿Dónde lo tenéis guardado? Nocoincide lo que les cuentan en la escuelacon su experiencia vital. Ellos conocena un grupo de españoles que lesquiere y les ayuda.Los ngöbe son pobres y quizá incultos,pero no tontos. Ellos saben. Sabencuando viene tormenta fuerte y tienenque irse corriendo a casa o esperar refugiadosporque ya no llegan, la quebradasubirá tanto que no podrán atravesarla yles llevará la corriente. Saben cuandollega el carro que vende comida, lo escuchanmucho antes que pueda intuirsealgún ruido en nuestras inexpertas orejas.Saben que sus hijos mueren dehambre y de enfermedades. Saben quepueden confiar en las monjas Lauras,que llevan ayudando en el Llano treintaaños. Saben que la presencia del padreagustino pone orden entre el caos.Saben que la convivencia con Marina yGuillermo es una bendición.Ante ciertas injusticias se preguntan sila vida tiene sentido, si ese rayo de esperanzaque atisban hoy iluminará algúndía todo el valle.Yo sigo siendo Clara, tengo veintiochoaños y me siguen apasionando mis clasesde baile y la Pedriza. Pero irremediablementealgo ha cambiado en mí.Cada día doy gracias a Dios por mi vida,por la vida de Marina y Guille, porla vida del pueblo ngöbe que tanto meha enseñado. Hoy, desde aquí no puedoayudar a construir una fuente pero sipuedo escribir este artículo con la esperanzade dar a conocer la vida de unLlano que proclama a gritos su existenciay sus ganas de saber y de VIVIR,pero de VIVIR con mayúsculas.Zaira aprendiendo a escribir.CLARA5