42 Carlos Valenzuelaansiedades, angustias, fobias, fantasías, duelos, resentimientos,odios, relación familiar, situación laboral, actividades intelectuales,físicas, etcétera.B. La manera como refiere las diferentes sensaciones y malestaresde su enfermedad.C. El grado de tolerancia a las distintas temperaturas, a la humedad,a las tormentas, a los cambios de tiempo o de estación.D. Las características de su sueño y de su despertar, la posicióndurante el sueño, los sueños y las pesadillas, el sonambulismo,la necesidad de tener luz para dormir y la existencia de bruxismodurante el sueño (rechinar de dientes).E. La alimentación, con todas sus preferencias, aversiones e intolerancias.F. Las características de su transpiración según su localización,circunstancias y horarios.G. Los aspectos de su sexualidad.En síntesis, se trata de reunir el conjunto de signos y síntomasque caracterizan mejor al enfermo y su circunstancia.El diagnóstico de enfermedad se efectúa siguiendo los mismoscriterios clínicos y la rutina de laboratorio de la medicinaconvencional.El diagnóstico por el iris, que se suele relacionar con la homeopatía,es totalmente ajeno a ella, y de poco interés real dado queno justifica prescindir de ningún análisis o radiografía, pues el irispuede aportar sólo una relativa presunción diagnóstica. Como,por otra parte, nada aporta al diagnóstico de individualidad, noes utilizado habitualmente por los homeópatas unicistas.El hecho de que los homeópatas complejistas, frecuentementeiriólogos, no consideren las características individuales, constituyeuna simplificación que, aunque errónea, concuerda con su técnicade no recetar un remedio único, sino un conjunto de remedios.
Homeopatía unicista43El diagnóstico por el iris conduce a recetar la parte del enfermosupuestamente afectada, pero nunca su totalidad como persona.Es razonable que resulte difícil comprender la necesidad deefectuar un diagnóstico de enfermedad y otro de persona, por loque proponemos al lector un ejemplo esclarecedor. Supongamosque concurren a la consulta dos enfermos cuyo diagnóstico deenfermedad es asma. El remedio homeopático no será el mismopara el paciente de cuyo interrogatorio surja que es temeroso,desea estar acompañado y es sensible a los cambios atmosféricos,que para el paciente que no es temeroso, prefiere estar solo y nole afectan los cambios atmosféricos. Se trata en principio de dospersonas bien diferentes que padecen la misma enfermedad, peroque a los fines de su curación definitiva necesitan remedios distintos,aunque su diagnóstico clínico sea el mismo.La diferencia esencial entre la consulta homeopática y la tradicionalno se encuentra, por consiguiente, en el diagnóstico de laenfermedad, sino en la necesidad que tiene el médico homeópatade conocer la persona del enfermo.