Pablo Bauzá, pianista “nO RECUERDO MI INFANCIA SIN PIANO” 10 Rubén González Cuando alguien dice: “¡Un argentino!”, lo primero que nos viene a la cabeza es: labia, conquista y seducción. Así es Pablo Daniel Bauzá, un argentino “españolizado” con pareja castellana e hijo albaceteño. Este pianista, de San Nicolás de los Arroyos, municipio a 70 kilómetros de Rosario, llegó a España hace 9 años para formar una familia y seguir trabajando en su gran pasión, la música.
¿Cuándo comenzaste a sentir la llamada del noble arte de la música? Desde pequeño, siempre tuve debilidad por el piano. Me regalaron uno “chiquito” y no me separaba de él jamás. ¿A qué edad comenzaste a estudiar piano? Ni lo recuerdo. De hecho, no recuerdo mi infancia sin piano. Cuando mis amigos iban a jugar al fútbol, yo me quedaba en casa estudiando notas y acordes. ¿Qué parte del mundo? Yo pertenecí a una banda argentina llamada “Rescate”. Su estilo, aún vigente, es de rock cristiano. Yo era el teclista y nos fue muy bien hace unos años, hicimos giras en 22 países y he vivido cosas realmente lindas gracias a la música. No imagino la vida sin ella. Algo tuvo que llamarte la atención de España… Sí, conocí a Raquel, mi pareja. Y así fue como este argentino se quedó acá en Albacete (risas). En una de las giras quedé completamente eclipsado por ella, jamás me había sucedido algo tan fuerte. Y además tienes un hijo que apunta las maneras artísticas de su padre Bueno, no soy el mejor ejemplo para que se fijen en mí (risas). No, en serio, me llena mucho ver cómo mi pequeño Caleb siente la llamada de la música. Me recuerda a mí con su edad. Él siempre me ve liado al piano, con la guitarra, etc. ¿Con qué instrumento empieza a coquetear? Le encanta la guitarra, es un loco que lleva el ritmo en la sangre. Parece que haya nacido para eso, se me cae la baba con mi bebé. Ahora estás en una de las orquestas más importantes de España, la Miami Show. ¿Qué tal la gira de verano? Fue increíble, una auténtica pasada. Sobre todo porque la calidad humana de la banda es lo mejor que tenemos, como músicos somos muy malos y yo el primero (risas). ¿Continúas para la próxima temporada? Sí, ya cerré el trato con Baviera Producciones y renové otro año más. Algunos compañeros han decidido emprender otros interesantes y bonitos proyectos. Me da pena que nos separemos, pero la música es un camino que se debe trotar con felicidad allá donde te llame. ¿Algún proyecto fuera de la Miami? Sí, estoy con unos chicos de Valencia que han sacado un disco y van a empezar una gira prometedora. Quieren que vaya con ellos y harán una gira en Sudamérica. ¿Qué es lo más duro de estar lejos de tu querida Argentina? La familia. No ver a mis padres y a mis hermanos es durísimo. Hace dos meses vinieron acá para conocer al bebé, pero llevaba 5 años sin verlos. Los billetes son caros y el tiempo para descansar allí es escaso, siempre estoy trabajando. ¿Qué consejo le darías a alguien que empieza en la música? Que la haga desde el corazón y dedique su alma a cantarle al mundo. No hay mejor forma de desahogarse que la música, es el sentimiento más noble y puro que puede existir desde mi punto de vista. Es imposible aburrirse si estás cerca de Pablo. El joven teclista argentino de Miami Show posee una habilidad innata para hacer reír con solo pronunciar una palabra. Sus conocimientos musicales son extraordinarios y su vida ha girado en torno al espectáculo desde que era un niño. Podría decirse que aprendió música antes que a caminar o hablar, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta su trote por más de 20 países. El teclado, fiel compañero de Pablo, es casi tan inseparable del argentino como el mate (y su termo de 5 litros). Ha formado parte de numerosos grupos de renombre y también ha sido galardonado con varios premios. Entre esas formaciones destacan, entre otras, “Rescate”. Además, tiene una amplia experiencia en el mundo de las orquestas, no solo como teclista, sino como director. Ahora, en Miami Show, aporta toda su veteranía musical para completar un puzle donde las piezas encajan a la perfección. 11