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imanes aferrándose a cada movimiento mío. Tragué saliva discretamente e intenté<br />
ignorar la danza nerviosa de mi estómago. No podía captar exactamente qué, pero algo<br />
en Patch no estaba bien. Algo en él no era normal. Algo no era... seguro.<br />
- Perdón por colgar. - Dijo Patch viniendo a mi lado - La cobertura no es genial aquí abajo.<br />
Sí, claro.<br />
Con un giro de cabeza, Patch les indicó a los demás que se fueran. Hubo un silencio<br />
incómodo antes de que nadie se moviera. El primer tío en marcharse me golpeó el<br />
hombro al pasar. Retrocedí un paso para recuperar el equilibrio y alcé la vista justo a<br />
tiempo para recibir las frías miradas de los otros dos jugadores mientras se iban.<br />
Genial. No era culpa mía el que Patch fuera mi compañero.<br />
- ¿Bola ocho? - Le pregunté alzando las cejas e intentando sonar completamente segura<br />
de mí misma, de mi entorno. Tal vez él tuviera razón y el Arcade de Bo no fuera mi tipo<br />
de sitio. Eso no quería decir que fuera a salir disparada hacia las puertas - ¿Cómo están<br />
de altas las apuestas?<br />
Su sonrisa se amplió. Esta vez estaba bastante segura de que se estaba burlando de mí.<br />
- No jugamos por dinero.<br />
Dejé mi bolso en el borde de la mesa.<br />
- Qué mal. Iba a apostar todo lo que tengo en tu contra. - Levanté mi trabajo, dos líneas<br />
ya completas - Unas pocas preguntas rápidas y me voy.<br />
- ¿Cretino? - Patch leyó en voz alta, apoyándose en su palo de billar - ¿Cáncer de<br />
pulmón? ¿Se supone que eso es profético?<br />
Abaniqué el trabajo en el aire.<br />
- Asumo que contribuyes a la atmósfera. ¿Cuántos puros por noche? ¿Uno? ¿Dos?<br />
- No fumo. - Sonaba sincero, pero no me lo tragué.<br />
- Mm-hmm. - Dije colocando el papel entre la bola ocho y la morada lisa.<br />
Empujé accidentalmente la morada lisa al escribir Definitivamente puros en la línea tres.<br />
- Estás estropeando el juego. - Dijo Patch, todavía sonriendo.<br />
Lo miré a los ojos y no pude evitar igualar su sonrisa ―brevemente.<br />
- Espero que no en tu favor. ¿Tu mayor sueño?<br />
Estaba orgullosa de ésa porque sabía que le bajaría los humos. Requería reflexionar.<br />
- Besarte.<br />
- Eso no es gracioso. - Dije, sosteniéndole la mirada, agradecida por no haber<br />
tartamudeado.<br />
- No, pero te hizo ruborizar.<br />
Me impulsé sobre el lateral de la mesa, tratando de parecer imperturbable mientras lo<br />
hacía. Crucé las piernas, usando la rodilla como tablero de escritura.<br />
- ¿Trabajas?<br />
- Limpio mesas en el Borderline. El mejor mexicano en la ciudad.<br />
- ¿Religión?<br />
No pareció sorprendido por la pregunta, pero tampoco pareció entusiasmado por ella.<br />
- Creí que habías dicho unas pocas preguntas rápidas. Ya estás en la número cuatro.<br />
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