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El día escolar casi se había acabado, solo quedaba biología y me dirigí a la<br />
clase después de que hiciera una parada rápida en mi casillero para cambiar los<br />
libros. Vee y yo llegamos antes que Patch, ella se deslizó en su silla vacía y buscó en su<br />
mochila, sacando una caja de Hot Tamales.<br />
- “Por aquí va una fruta roja,” ella dijo, ofreciéndome la caja.<br />
- “Déjame adivinar… ¿La canela es una fruta?” Alejé la caja.<br />
- “Tampoco almorzaste,” dijo Vee, frunciendo el entrecejo.<br />
- “No tengo hambre.”<br />
- “Mentirosa. Siempre tienes hambre. ¿Esto tiene que ver con Patch? ¿No piensas que él<br />
de verdad te esta acosando, verdad? Porque anoche solo estaba bromeando con todo<br />
ese asunto en la biblioteca.”<br />
Comencé a masajearme circularmente las sienes. El sordo dolor que tomó por residencia<br />
mis ojos aumentó por la mención de Patch. “Patch es lo menos que me preocupa,” dije.<br />
Eso no era exactamente cierto.<br />
- “Mi asiento, si no te molesta.”<br />
Vee y yo miramos simultáneamente al sonido de la voz de Patch.<br />
El sonó lo suficientemente simpático, pero siguió observando a Vee mientras colgaba su<br />
mochila en su hombro y parecía que ella no se podía mover lo suficientemente rápido<br />
porque él movió su brazo hacia el lado, invitándola a que se saliera del medio.<br />
- “Luciendo bien, como siempre,” él me dijo mientras se sentaba en su silla. Se<br />
recostó en ella, extendiendo sus piernas. Sabía que era alto, pero nunca me había puesto<br />
a medirlo. Ahora, mirando sus piernas, supuse que él medía más de seis pies. Quizá seis y<br />
una pulgada.<br />
- “Gracias,” respondí sin pensar e inmediatamente quise retirar lo dicho.<br />
¿Gracias? De todas las cosas que pude haber dicho, ‘gracias’ era la peor. No quería que<br />
Patch pensara que me gustaban sus cumplidos. Porque no me gustaban…la mayor parte<br />
de ellos. No se necesitaba mucha percepción para darme cuenta que él era problemático<br />
y ya tenía demasiados problemas en mi vida. No tenía necesidad de invitar más. Quizá si<br />
lo ignoraba, eventualmente él dejaría de intentar iniciar conversaciones y entonces<br />
podríamos sentarnos uno al lado del<br />
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