21.03.2016 Views

[ Donde hubo muerte, hoy hay vida ]

Un espacio emblemático de la historia argentina, en el que se ha logrado sembrar vida allí donde hubo horror. Este libro narra la historia de la ESMA y las actividades que actualmente se realizan en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado y a la lucha de más de 30 años por la búsqueda de la verdad y la justicia.


Un espacio emblemático de la historia argentina, en el que se ha logrado sembrar vida allí donde hubo horror.
Este libro narra la historia de la ESMA y las actividades que actualmente se realizan en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado y a la lucha de más de 30 años por la búsqueda de la verdad y la justicia.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el cual había sido llevado fuera del CCD ESMA vigilado por suboficiales del Grupo de<br />

Tareas de la Armada. “El Nariz”, como lo conocían sus compañeros de militancia y familia,<br />

escribió una carta muy detallada que denunciaba lo que sucedía al interior de<br />

la ESMA, cómo funcionaba, quiénes eran algunos de sus responsables, quiénes eran<br />

algunos de los secuestrados, etcétera, además de relatar hechos que habían conmovido<br />

a la sociedad, como el secuestro del “grupo de la Santa Cruz”[5].<br />

Luego de varios meses de vivir clandestinamente con su familia, “El Nariz” fue fusilado<br />

por el Ejército el 4 de octubre de 1978. Su cuerpo sin <strong>vida</strong> y acribillado fue expuesto<br />

ante los secuestrados que permanecían en cautiverio en el CCD ESMA como<br />

modo de amenaza al que intentara algo similar. La denuncia de Horacio Maggio fue<br />

enviada a los principales dignatarios de la Iglesia, a la dirigencia política en su totalidad<br />

y a todos los medios de comunicación de la Argentina. Sin embargo, ningún<br />

medio periodístico en nuestro país lo hizo público. En cambio, sí lo difundieron corresponsales<br />

en el país de la agencia norteamericana Asociated Press y del diario<br />

francés Le Monde. El único medio en la Argentina que hizo alusión a la denuncia de<br />

Maggio fue la revista La Semana, pero para descalificarlo y desmentirlo.<br />

La visita de la CIDH<br />

Las denuncias en el extranjero fueron la única vía posible para dar conocimiento<br />

sobre lo que sucedía en nuestro país y pedir por los desaparecidos. Además de las<br />

investigaciones y denuncias de los organismos de DDHH, otros secuestrados del CCD<br />

ESMA pudieron dar sus testimonios ante distintas instancias fuera de nuestro país<br />

durante el periodo de la dictadura[6]. Hacia fines de 1978 se preparaba la llegada<br />

de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a nuestro país. La visita se<br />

concretó en septiembre de 1979 y contempló las visitas oculares a aquellas dependencias<br />

que, como la ESMA, habían sido denunciados como centros clandestinos de<br />

detención. Esta fue la instancia en que pudieron realizarse denuncias en el territorio<br />

nacional, sobre todo por parte de los familiares de los desaparecidos. La publicación<br />

del exhaustivo informe que recorrió el mundo fue prohibido en la Argentina, al que<br />

solo pudo ingresar de forma clandestina gracias a las acciones de distintos integrantes<br />

de organismos de DDHH. > 1977<br />

[6] Así a la denuncia de Maggio le siguieron los testimonios de Jaime Dri ante el Alto Comisionado de Refugiados y la División<br />

de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra, el 18 de septiembre de 1978; las declaraciones de<br />

Nilda Orazi, en Ginebra días previos a la de París el 20 de septiembre de 1979, auspiciada por el COSOFAM y la Comisión de<br />

Familiares de Desaparecidos Franceses.<br />

Comienzan a reunirse las Madres de Plaza de Mayo.<br />

El 30 de abril realizan su primera marcha.<br />

[7] No era la primera vez que se trataba de ocultar pruebas de la acti<strong>vida</strong>d represiva. En 1978 por ejemplo, un periodista<br />

inglés, del Time de London, realizó una visita al Casino de Oficiales. Preparándose para ello, los represores ocultaron a varios<br />

detenidos desaparecidos en distintas dependencias fuera del predio, y algunos otros fueron disfrazados con uniformes de<br />

policía y “ocultados” en los dormitorios de los Oficiales del Casino. Además realizaron diversas modificaciones en los espacios<br />

donde asiduamente ubicaban a los secuestrados.<br />

21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!