DESDE LA CALLE

Reportaje ■ ■ ■
de esos técnicos está también la de hacer una labor
pedagógica con las personas de los departamentos
con los que mantienen ese primer contacto. “A veces
la gente en las empresas toma decisiones sin plantearse
otra forma de hacer las cosas”, explica Beatriz.
“Simplemente porque nadie les ha contado que se
pueden hacer de otra manera. Desde el programa Incopora
les contamos que hay gente preparada para
trabajar... y que tienen muchas ganas”.
Beatriz insiste en esa predisposición que caracteriza
a la mayoría de los candidatos con los que Incorpora
ha trabajado a lo largo de sus 10 años de vida. “Lo
que más valoran las empresas de la gente que llega
de Incorpora son las ganas y la motivación.” Y el contagio
de esa actitud, agrega. Un valor añadido que
los distingue: al fin y al cabo, las tareas se pueden
aprender en el puesto de trabajo pero las ganas… conviene
traerlas puestas de casa.
En el caso de las personas que se han incorporado desde
RAIS Fundación, las empresas contratantes coinciden
en que se trata de empleados con un alto nivel
de compromiso y con una gran capacidad para aprovechar
las segundas oportunidades, explica Susana Moreno-Fernández,
Técnica de Intermediación Laboral
de RAIS, quien destaca los esfuerzos extra que tienen
que hacer algunos hasta llegar a su puesto de trabajo
y recuerda una anécdota que ilustra a la perfección
su enorme sentido de la responsabilidad: “Una empresa,
por ejemplo, quedó muy sorprendida cuando una persona
que había contratado a través de Incorpora, se
retrasó un día debido al transporte público y llamó con
una angustia poco frecuente”.
Susana deja claro, sin embargo, que estos no son más
que anécdotas concretas y características detectadas,
pero que se han dado casos de todo tipo y prefiere
huir de generalizaciones y estereotipos.
“No siempre sale bien -confirma también Beatriz-, pero
sí en el 98% de los casos. Y si sale mal lo importante
es entender por qué y qué ha pasado.”
¿Qué pasos se dan en un proceso de incorporación?
En primer lugar, como decíamos, las empresas son
contactadas por el técnico de intermediación laboral
que Incorpora asigna a cada entidad social participante
del programa.
Cuando una empresa potencialmente contratante lanza
una oferta de empleo y cree que podría encajar con
el perfil de las personas de esa entidad, llama al técnico
de Incorpora y este estudia si alguna de las personas
de su entidad es adecuada como candidata al
puesto. En caso afirmativo, le contacta y, si la persona
quiere formar parte del proceso de selección, la entidad
envía su CV a la empresa y esta puede solicitar
una entrevista de trabajo.
No siempre hay suerte. La primera entrevista de Eric
se torció. “No salió -recuerda tímido-. Estaba un poco
nervioso”.
Pero unos meses después, en agosto de 2015, Susana
le llamó de nuevo para decirle que había una vacante
para cubrir un puesto de limpieza que podría
interesarle y que, si quería, podrían concertarle una
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