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La noche sin fin y otros relatos

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Después de todo, pensaba, era mejor ser partícipe que simple víctima de la avanzada de<br />

la temible armada fiel al patriarca Anglaenon, Señor de Feddertown. Se decía que usualmente<br />

azotaban poblaciones lejanas y dejaban pueblos más desolados de lo que ya estaban, en busca de<br />

milicianos del cuerpo civil. Debido a esto no era raro que en las casas se sobreviviera contra enfermedades,<br />

hambre y tiros.<br />

Pero, por suerte, el camino que recorría no tenía ninguna cabaña habitada. El pueblo más<br />

cercano estaba a dos horas a caballo, un factor favorable más que negativo. Con ritmo seguro el<br />

hombre recorría el sendero apreciando cómo la vegetación se apoderaba del terreno y devoraba los<br />

últimos restos de un asentamiento que un día allí fue habitado. A pesar de la seguridad de su marcha,<br />

lo inquietaba la tranquilidad del lugar. Esto lo dejaba expectante a emboscadas enemigas, que<br />

eran comunes en senderos solitarios, o de ladrones al asecho. Un temor débil a las leyendas con las<br />

que había tenido contacto también lo invadía.<br />

Entrada la tarde, Heinrich decidió darse un descanso vespertino. El camino, según había<br />

escuchado, no era tan largo si se recorría a marcha segura, por lo que comió y bebió confiado,<br />

descansó un poco, y siguió pensando en los misterios que rodeaban el lugar. Pronto su atención se<br />

vio atraída por el mensaje que iba en su bolsa, sacó el paquete que le habían dado, ojeó el sello que<br />

usaba el líder miliciano liberalista y <strong>sin</strong>tió el deseo de leer el motivo por el que arriesgaba su vida,<br />

pero un lejano fuego de sonido de cañones lo interrumpió.<br />

Se levantó agradeciendo que se escucharan lo más lejos posible del lugar donde se encontraba.<br />

Guardó el paquete y continuó su marcha por el sendero ambientado por un nublado atardecer.<br />

Con el sol escondiéndose, el emisario ingresó al olvidado cementerio que el admirable<br />

Wigmund le había mencionado. En el lugar se distinguía unas cuántas tumbas a un lado y al otro<br />

∞ 23 ∞

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