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Tras una década de éxitos al
convertir nombres populares del
cine, la televisión y los videjuegos
en aventuras gráficas point &
clic, hay que admitir que Telltale
Games está en un momento dulce.
Cuando parecía que la licencia
de Batman ya no podía dar más
de sí, que Gotham City había sido
exprimida hasta la extenuación, el
equipo estadounidense ha hecho
otra versión del caballero oscuro
tan esencial como las demás.
En Batman: Realm of Shadows,
enlazamos por el punto de la
historia en el que Harvey Dent
aun no se ha convertido en Dos
Caras y es más bien Bruce Wayne
el que tiene que luchar contra la
duplicidad de personalidades. No
sirve como excusa para negar
responsabilidades de lo que
ocurra, aquí eres Batman y eres
Bruce, dos trajes pero un solo
personaje.
La forma de contarlo es brutal
desde el minuto uno, algo que
ya hemos visto en sus versiones
de The Walking Dead. La escena
inicial deja bien claro que va
a ir a por todas para llamar tu
atención. Como Batman, no se
anda con rodeos, al menos no
es esta batalla temprana contra
Catwoman, que nos recuerda a
aquella escena mítica de Blade
2 de Blade vs Nomak. Los dos
superhéroes convencen en primer
lugar por su personaje, sus trajes
no son más que sus herramientas
de trabajo (aunque sean tan
teatreros).
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