FUENTE ÁLAMO, La caricia del tiempo FUENTE ... - Eddie Saeta S.A.

Poco más se puede decir acerca del argumento de Fuente Álamo, la caricia del
tiempo ya que la mirada discreta y sencilla de la cámara ante la propia vida del pueblo
define la esencia argumental que conforma esta película:
MARIA una mujer de 86 años se levanta al amanecer y se prepara un café con
leche. PEDRO un tractorista del campo se despide de ROSA, su mujer, y recorre con
su tractor los paisajes manchegos mientras el sol despunta en el horizonte.
Lentamente el pueblo va despertando y los sonidos matutinos se van
incorporando, como protagonistas indiscutibles a la hora de definir el tiempo y el ritmo
tranquilo de esas primeras horas.
Las campanas de la iglesia suenan marcando las nueve y las chicas de la
fábrica de zapatos entran a trabajar: Mª ISABEL, SONIA, MILA y LA LEO, cuatro
amigas inseparables que rondan los 20 años, trabajan cada día en la dura tarea de
hacer zapatos.
Más tarde, hacia las 11 de la mañana, un grupo de niños cuyas edades están
entre los 9 y los 13 años, deciden, mientras se entretienen comiendo pipas, ir a
bañarse a la balsa del Tollo aunque saben que está prohibido.
Allí, disfrutando del baño, hablan de la fiesta de los gazpachos, una verbena
tradicional que esa misma noche tendrá lugar en el pueblo.
Mientras tanto, en el campo, bajo el sol del verano, cuando ya son casi las 12,
PEDRO, el tractorista se encuentra con GUILLERMO el pastor y ambos mantienen
una conversación acerca del tiempo; los dos, con su especial humor y siempre con
una sonrisa en sus rostros hablan de la sequía, de las ovejas y de los gazpachos
manchegos, plato típico que ROSA, la mujer de PEDRO, cocinará horas más tarde en
la ya citada fiesta de los gazpachos.
Así, combinándose en paralelo y definiéndose a través de la luz y de los
sonidos, los protagonistas corales, que forman esta sencilla y cuidada coreografía de
momentos de la vida de un pueblo, avanzan con sensibilidad hasta que cae la noche,
momento en el que la música empieza a escucharse lejana sobre el pueblo iluminado
de pequeñas farolas. Protegidos por la oscuridad, los niños se cuelan en la verbena.
Mientras tanto MARIA, sentada en el sillón de su comedor recibe la llamada de su
nieto y emocionada pregunta por sus estudios, por sus padres y por su trabajo.
Finalmente LOS CRONOPIOS un grupo de rock de Fuente Álamo ameniza los
últimos compases de la fiesta nocturna animado por los niños y los jóvenes del pueblo
mientras PEDRO, ROSA y otras gentes del lugar preparan los típicos gazpachos
manchegos entre numerosas y pequeñas hogueras de leña.
Así, Fuente Álamo. La caricia del tiempo muestra el claro devenir del tiempo desde lo
cotidiano, como si la vida estuviese reflejada sobre un mar en completa calma,
transparente y cristalino, tranquilo y sincero, mecido únicamente y sólo a momentos
por ligeras brisas, suaves y pasajeras, que nos van transportando sin mayores
pretensiones, de un instante a otro, para componer, en definitiva, un día lleno de vida.
El guión y su estructura
EL PROYECTO
El autor comienza a escribir el guión en 1995, planteándose como premisa inicial y
básica rodar en el pueblo de Fuente Álamo (Albacete) con personajes reales de un
entorno conocido y controlado.