FUENTE ÁLAMO, La caricia del tiempo FUENTE ... - Eddie Saeta S.A.

Con ese planteamiento crea una estructura lineal y concreta definida por el paso de un
día en este pueblo, introduciendo, a su vez, un elemento sencillo, cotidiano y creíble
que permita tener, desde un principio, una meta para avanzar: en este caso, un baile
tradicional en la plaza del pueblo que tendrá lugar por la noche y en el que actuará un
grupo de rock llamado LOS CRONOPIOS.
Introduce en el guión los personajes que aparecen, marcando un contraste de edades
y por tanto de actitudes, ideas y objetivos y se va moviendo la historia a través de
secuencias paralelas, siempre cotidianas, entre los diversos personajes.
Cada acción cotidiana permite crear un paso de tiempo que va definiendo y marcando
el transcurrir de un día en el pueblo. De esta manera, por ejemplo, Pedro al amanecer,
sale de casa, se despide de su mujer y pone en marcha su tractor alejándose del
pueblo. Seguidamente María, con sus 86 años, abre la persiana de su habitación,
recién levantada y, en camisón, saluda a sus canarios y se prepara el café. Mila, Leo,
Sonia y Mª Isabel bajan en coche por una calle hacia la fábrica de zapatos para iniciar
su trabajo. Entre tanto, en el campanario, ya suenan las campanadas que marcan las
9:00 h. y la plaza empieza a adquirir la vida que le da ese peculiar aspecto matutino...
Todo este trabajo se recrea posteriormente, con un cuidado impecable en las horas de
rodaje realizado muy concienzudamente por Marc Cistaré en la fotografía y por
Verónica Font en el sonido, que deciden conjuntamente rodar casi siempre en las
horas reales en relación con la ubicación de cada una de las tomas en el montaje final
de la película. Así, los sonidos y la luz conforman un paso de tiempo muy cuidado y
realista para terminar definiendo de forma casi imperceptible el transcurrir de un día
entero, desde el amanecer hasta la noche.
Para muchas de las secuencias en que aparecen personas, se intenta incluir siempre
una acción concreta y definida, sencilla y mecánica, que haga que las personas
tengan una cierta parte de sus sentidos ocupados en dicha tarea, para que de esta
manera se distancien y despreocupen de las cámaras: así, los niños y las niñas
mientras hablan están comiendo pipas, partiendo y comiéndose una sandía o
arreglando sus bicicletas, saltando un muro, … María, la mujer de 86 años, limpia sus
canarios, se prepara el café o está comiendo junto a sus hermanos; las chicas de la
fábrica trabajan en sus máquinas de coser, cuelgan los carteles que anuncian el
concierto, hablan mientras están comiendo, … y Pedro, conduce su tractor, saca y
parte la panceta y el queso o bebe del porrón, cuando almuerza con el pastor…
LA ELECCIÓN DE LOS PERSONAJES
El pueblo de Fuente Álamo no puede ser considerado una elección a la hora de
escribir el guión, puesto que, en realidad, es más bien una causa.
De la misma forma, todos los personajes que aparecen son la causa por la que este
guión se escribe y son la energía que impulsa a Pablo García a escribir todas y cada