ABONO

En sus Scherzos, Chopin supo desplegar un inmenso
esplendor pianístico, irrefrenable audacia y su
especial poesía sonora, esa equilibrada mezcla de
heroica pujanza y subyugante ternura que caracteriza
el devenir de diseños melódicos
de conciertos de Vivaldi para violín. El Concierto
Italiano, en Fa Mayor, se publicó en 1735 en Leipzig
como parte del segundo volumen del Clavier-Übung
(Ejercicios para Teclado) bajo el título completo de
Concerto nach italiänischem Gusto (Concierto según
el gusto italiano), que deja perfectamente clara su
intención. Dos movimientos rápidos, plenos de vigor
y vitalidad, que exploran con brillantez texturas
contrastantes, enmarcan un expresivo Andante en el
que una extensa y muy ornamentada línea melódica
aparece sostenida por un acompañamiento impasible.
Si bien a partir de Beethoven el Scherzo comenzó
a integrarse activamente en las grandes formas
musicales (sinfonía, sonata, cuarteto), es sin duda el
genial compositor y pianista polaco Frédéric Chopin
quien, primero, detectó las posibilidades que ofrecía
ese marco estructural para volcar en él contenido
suficiente como para proponer Scherzos no sólo
como partes de un todo orgánico, sino también
como unidades autónomas, aunque dotándolas de
dimensiones y añadiéndoles tanta imaginería que las
piezas independientes que creó con esa denominación
tienen bastante poco que ver con el scherzo de una
sinfonía. Los cuatro Scherzos chopinianos fueron
escritos a lo largo de unos once años. El primero había
sido compuesto en 1831; el segundo data de 1837;
comenzó el tercero en Mallorca en enero de 1839,
terminándolo en París al año siguiente; el último es de
1842. Cuatro fulgurantes Prestos –Presto con fuoco los
scherzos impares− de ritmo ternario, que se cuentan
entre sus obras más energéticas y arrebatadoras; los
tres primeros en tono menor, fogosos y de hálito
trágico; el cuarto luminoso y más delicado en un
celestial Mi Mayor. En ellos supo desplegar un inmenso
esplendor pianístico, irrefrenable audacia y su especial
poesía sonora, esa equilibrada mezcla de heroica
pujanza y subyugante ternura que caracteriza el
devenir de diseños melódicos y de encadenamientos
armónicos que le otorgan tan particular atractivo.
Abono Verde | 17