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La Pasion de Cristo por Elena G White (Version Modernizada)

Amplifica este libro sobre los acontecimientos de la vida de Cristo, culminante en su Pasión. Al mismo tiempo, profundiza en la verdadera pasión de Jesus – su amor por el pueblo y su misión a la humanidad. Se comprende Su abnegación que desemboca en el sacrificio de su propia vida, mientras la oposición la más vehemente, cruel, persistente y sobrehumana le persiguió de la cuna a la cruz. En suma, La Pasión de Cristo, abunda de detalles de la vida más singular y ejemplar de Jesucristo de Nazaret.

Amplifica este libro sobre los acontecimientos de la vida de Cristo, culminante en su Pasión. Al mismo tiempo, profundiza en la verdadera pasión de Jesus – su amor por el pueblo y su misión a la humanidad. Se comprende Su abnegación que desemboca en el sacrificio de su propia vida, mientras la oposición la más vehemente, cruel, persistente y sobrehumana le persiguió de la cuna a la cruz. En suma, La Pasión de Cristo, abunda de detalles de la vida más singular y ejemplar de Jesucristo de Nazaret.

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implacable, ni siquiera aparentaba conformarse a sus requerimientos, 251 sino que seguía a<strong>de</strong>lante,<br />

observando el sábado según la ley <strong>de</strong> Dios. Cierto sábado, mientras el Salvador y sus discípulos<br />

volvían <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> culto, pasaron <strong>por</strong> un sembrado que estaba madurando. Jesús había continuado<br />

su obra hasta hora avanzada, y mientras pasaba <strong>por</strong> los campos, los discípulos empezaron a juntar<br />

espigas y a comer los granos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> restregarlos en las manos. En cualquier otro día, este acto<br />

no habría provocado comentario, <strong>por</strong>que el que pasaba <strong>por</strong> un sembrado, un huerto, o una viña,<br />

tenía plena libertad para recoger lo que <strong>de</strong>seara comer.* Pero el hacer esto en sábado era tenido<br />

<strong>por</strong> un acto <strong>de</strong> profanación. No sólo al juntar el grano se lo segaba, sino que al restregarlo en las<br />

manos se lo trillaba, y así, en opinión <strong>de</strong> los rabinos había en ello un doble <strong>de</strong>lito. Inmediatamente<br />

los espías se quejaron a Jesús diciendo: "He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en<br />

sábado."<br />

Cuando se le acusó <strong>de</strong> violar el sábado en Betesda, Jesús se <strong>de</strong>fendió afirmando su condición <strong>de</strong><br />

Hijo <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>clarando que él obraba en armonía con el Padre. Ahora que se atacaba a sus<br />

discípulos, él citó a sus acusadores ejemplos <strong>de</strong>l Antiguo Testamento, actos verificados en sábado<br />

<strong>por</strong> quienes estaban en el servicio <strong>de</strong> Dios. Los maestros judíos se jactaban <strong>de</strong> su conocimiento <strong>de</strong><br />

las Escrituras, y la respuesta <strong>de</strong> <strong>Cristo</strong> implicaba una reprensión <strong>por</strong> su ignorancia <strong>de</strong> los sagrados<br />

escritos. "¿Ni aun esto habéis leído --dijo,-- qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con<br />

él estaban; cómo entró en la casa <strong>de</strong> Dios, y tomó los panes <strong>de</strong> la proposición, y comió, . . . Los<br />

cuales no era lícito comer, sino a solos los sacerdotes?" "También les dijo: El sábado <strong>por</strong> causa <strong>de</strong>l<br />

hombre es hecho; no el<br />

hombre <strong>por</strong> causa <strong>de</strong>l sábado." " ¿No habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los<br />

sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está<br />

aquí." "El Hijo <strong>de</strong>l hombre es Señor aun <strong>de</strong>l sábado.'* Si estaba bien que David satisficiese su<br />

hambre comiendo el pan que había sido apartado para un uso santo, entonces estaba bien que los<br />

discípulos supliesen su necesidad recogiendo granos en las horas sagradas <strong>de</strong>l sábado. A<strong>de</strong>más,<br />

los sacerdotes 252 <strong>de</strong>l templo realizaban el sábado una labor más intensa que en otros días. En<br />

asuntos seculares, la misma labor habría sido pecaminosa; pero la obra <strong>de</strong> los sacerdotes se hacía<br />

en el servicio <strong>de</strong> Dios. Ellos cumplían los ritos que señalaban el po<strong>de</strong>r Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> <strong>Cristo</strong>, y su<br />

labor estaba en armonía con el objeto <strong>de</strong>l sábado. Pero ahora, <strong>Cristo</strong> mismo había venido. Los<br />

discípulos, al hacer la obra <strong>de</strong> <strong>Cristo</strong>, estaban sirviendo a Dios y era correcto hacer en sábado lo<br />

que era necesario para el cumplimiento <strong>de</strong> esta obra. <strong>Cristo</strong> quería enseñar a sus discípulos y a sus<br />

enemigos que el servicio <strong>de</strong> Dios está antes que cualquier otra cosa. El objeto <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Dios<br />

en este mundo es la re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong>l hombre; <strong>por</strong> lo tanto, lo que es necesario hacer en sábado en<br />

cumplimiento <strong>de</strong> esta obra, está <strong>de</strong> acuerdo con la ley <strong>de</strong>l sábado. Jesús coronó luego su argumento<br />

<strong>de</strong>clarándose "Señor <strong>de</strong>l sábado," es <strong>de</strong>cir un Ser <strong>por</strong> encima <strong>de</strong> toda duda y <strong>de</strong> toda ley. Este Juez<br />

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