DÍAS DE TEATRO

Viernes 16 de setiembre de 2016
TRAYECTORIAS
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VASOS COMUNICANTES
El TUSM se presenta en colegios, parroquias,
asilos, hospicios, clínicas. “Tenemos un
proyecto para niños con problemas de
conducta; tenemos alumnos de diferentes
carreras que canalizan los pedidos en sus
trabajos. Algunas de nuestras actrices
trabajan en hospitales, en el Poder Judicial. La
universidad debe estar donde están los niños,
que no son el futuro sino el presente. El teatro
y el arte comunican y la proyección social nos
interesa mucho”, refiere Cáceres. Otro de los
proyectos es incorporar al TUSM a jóvenes que
hacen arte callejero. “Insertarlos en el teatro o
hacer que postulen a San Marcos”.
Ricardo Blume, Carlos Gassols
y Edgar Guillén, entre
otros. Época importante en
la participarían profesores
y actores que marcaron el
teatro peruano. Pero Ugarte
Chamorro también crearía
la biblioteca de teatro más
grande del Perú y América
Latina. Esa colección puede
apreciarse en la actualidad
en la Biblioteca España de las
Artes, ubicada en la Casona de
San Marcos.
EL RETORNO
En los últimos años, aunque
funcionaba, el teatro no tuvo
un espacio exclusivo para
producir, crear y mostrar sus
espectáculos. “En la casona
del Parque Universitario solo
teníamos una oicina. Por ser
actor y por haberlo visitado
antes, sabía que existía el local
de Lampa, pero que no pertenecía
al elenco desde hace
ocho años”, reiere Cáceres,
quien recuerda que cuando
ensayaban en la casona, se iltraban
sonidos de marineras
y tuntunas. “Necesitábamos
un espacio donde desarrollarnos”,
subraya.
Existía una necesidad de
un espacio propio; en la casona
compartían los lugares
de ensayo con otros elencos.
Pero, además, el local histórico
era símbolo del teatro
peruano y latinoamericano.
Y el espacio era perfecto para
el desarrollo artístico. Está
ubicado frente a un paradero
del Metropolitano, una ventaja
notable sobre la casona: las rejas
del Parque Universitario se
cierran a las 7:00 de la noche.
Desde que se inició en la
gestión, Cáceres quería regresar
a los orígenes del TUSM,
cuando estaba formado por
universitarios sanmarquinos.
“En años anteriores, el peso
del elenco eran los mismos
directores y sus actores foráneos.
El director actuaba,
el actor joven trabajaba con
una persona de renombre y
aprendía; la prensa y las autoridades
estaban felices”, dice.
Sin embargo, ese no era
el objetivo del teatro universitario,
y menos en San
Marcos. “Empecé a formar a
los actores. A mi primera convocatoria
hecha en la Ciudad
Universitaria, llegaron 25 jóvenes,
comencé de cero con
ellos. Era junio, el primer montaje
lo hicimos en diciembre”,
recuerda.
Eran estudiantes a los que
les gustaba el teatro, venidos
de diferentes escuelas y facultades:
Arte, Rehabilitación
Física, Medicina, Biología,
Comunicación Social y Antropología.
En esta primera
vez ingresaron 25 alumnos y
quedaron 12, ocho mujeres y
cuatro hombres. Con ellos se
presentó la obra La excepción
y la regla, de Bertolt Brecht.
“Empezamos a trabajar
montajes en fechas que conmemorasen
la problemática
social, como el Día de la No
Violencia contra la Mujer y
similares. A los jóvenes les interesan
las situaciones donde
están inmersos, nuestro trabajo
apunta hacia eso. Hemos
formado 45 estudiantes y 25
nuevos ingresaron este año”,
explica el director.
Cada taller se orienta al
montaje de una obra de teatro,
pues el proyecto de escuela
aún no es sostenible por el
horario de los aspirantes a
actores, los que tienen clases
en las mañana y las tardes. Por
ello, para el estreno de este
domingo, habrá jornada completa
ese día. Esta adecuación
a los horarios ha permitido,
desde hace cuatro años, estrenar
un promedio de seis
obras anuales.
“No tengo iltro de actores.
Como son universitarios,
creo que todos son artistas.
El teatro es la vida; el ser humano,
los valores. La técnica
es cómo hacer las cosas y el
teatro universitario se desarrolla
como la vida diaria:
haciendo las cosas mal o bien,
fortaleciéndose, estudiando,
investigando”.
Pero el universitario tiene
un sello propio. “El sanmarquino
es un actor muy inteligente,
leído, pluricultural, no
un técnico. He dirigido actores
técnicos, hacen su trabajo y se
van, no analizan más. En cambio,
el sanmarquino viene con
un bagaje cultural exquisito
porque enfrenta la problemática
de la obra en sí como suya,
porque vive el país”, subraya.
Algunos han decidido ser
actores profesionales: ocho
alumnos han ingresado a la
Escuela Nacional Superior de
Arte Dramático (ENSAD). “Me
interesaba que fueran sanmarquinos
porque el TUSM
no tenía sostenibilidad; además,
en el Perú escasean los
dramaturgos. Tenemos buen
teatro, pero comercial; tenemos
obras estupendas, pero
no es teatro peruano”, añade
Cáceres. Por ello, el director
anuncia que este año todo es
creación sanmarquina: escribe
él o los alumnos. Y seguirán
apostando por autores peruanos,
en una línea coherente
con la herencia y la identidad
sanmarquinas.