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La violencia en un ring teatral<br />

La actriz y bailarina italiana Vera Dalla Pasqua entrega<br />

un trabajo minucioso y sensible en "¿Te duele?", una<br />

obra en cartel en Buenos Aires don<strong>de</strong> encarna a una<br />

mujer presa <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> la violencia. Está<br />

ambientada en un ring <strong>de</strong> boxeo.<br />

Domingo 23 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2016ETCEL DIARIO DE LA REPUBLICA 25<br />

15<br />

Ediciones lleva la feria <strong>de</strong>l Libro <strong>de</strong> Santo<br />

Tomé, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el jueves se <strong>de</strong>sarrolla en<br />

la localidad santafesina. Estarán Miriam<br />

Lewin y El Chango Spasiuk.<br />

"MARTHA STUTZ", DEL GRUPO TEATRAL DEMIURGOS<br />

La inocencia rota en un<br />

caso <strong>de</strong> hace 78 años<br />

MARTHA EN EL PAÍS DE LAS PESADILLAS. LA VÍCTIMA DIALOGA CON UN PERIODISTA QUE SIGUIÓ SU CASO.<br />

A sala llena, un grupo<br />

teatral hizo su <strong>de</strong>but<br />

con una obra difícil,<br />

tensa y llena <strong>de</strong><br />

dobles sentidos.<br />

SAN LUIS CAPITAL<br />

Redacción<br />

redaccion@eldiario<strong>de</strong>larepublica.com<br />

A<br />

ntes <strong>de</strong> las 21 <strong>de</strong>l viernes,<br />

el Centro Cultural “José<br />

La Vía” estaba repleto.<br />

Una larga fila fuera <strong>de</strong>l<br />

lugar y algunas personas que se<br />

quedaron sin entradas ya anticipaban<br />

el éxito <strong>de</strong>l estreno <strong>de</strong>l grupo<br />

teatral Demiurgos. El <strong>de</strong>but<br />

fue con “Martha Stutz”, una adaptación<br />

<strong>de</strong>l guión <strong>de</strong> Javier Daulte,<br />

basada en una historia real.<br />

Una vez abierto el auditorio, el<br />

público se acomodó y ocupó todas<br />

las butacas enfrente al escenario<br />

sobre el que había seis sillas y algo<br />

<strong>de</strong> ropa.<br />

El espectáculo comenzó cuando<br />

sobre en el fondo <strong>de</strong>l escenario<br />

se proyectó el título <strong>de</strong> la obra y<br />

los ocho actores, Rosario Finelli,<br />

Marcela Lepez, Rocío Suárez,<br />

Hernán Duarte, Can<strong>de</strong>la Midlell,<br />

Diego Arce, Norma Báez y Cristina<br />

Paez Dobalo, se ubicaron uno<br />

a la par <strong>de</strong> otro.<br />

Los personajes se dirigieron al<br />

público <strong>de</strong> a uno y anunciaron su<br />

propia historia sobre el caso que<br />

conmovió a la sociedad cordobesa<br />

en 1938 cuando Martha Stutz, <strong>de</strong><br />

nueve años, salió a comprar revis-<br />

tas y nunca regresó.<br />

La obra es una especie <strong>de</strong> juicio<br />

don<strong>de</strong> habrá voces acusadoras,<br />

responsables anónimos y culpables<br />

sin pruebas.<br />

La puesta en escena se fue dando<br />

con un ritmo voraz don<strong>de</strong> todos<br />

eran posibles culpables y el<br />

público un actor más, evaluador,<br />

examinador y juez.<br />

Dos ayudantes conducen la acción<br />

y aunque se <strong>de</strong>stacan todos<br />

los personajes, la linealidad siempre<br />

está puesta en Hernán Duarte,<br />

en el personaje <strong>de</strong>l ingeniero<br />

Antonio Suárez Zavala, el único<br />

acusado y un ciudadano ejemplar,<br />

según <strong>de</strong>scribieron algunos testigos<br />

en aquella época. Junto con<br />

SEGUNDA<br />

FUNCIÓN<br />

La obra repetirá función<br />

hoy a partir <strong>de</strong> las 20 en<br />

el Centro Cultural "José<br />

La Vía".<br />

Las entradas anticipadas<br />

pue<strong>de</strong>n conseguirse a<br />

80 pesos, en puerta a<br />

100.<br />

esa inocencia que juró hasta bajo<br />

tortura, se <strong>de</strong>scubrió que solía frecuentar<br />

prostitutas.<br />

Martita, interpretada <strong>por</strong> Finelli,<br />

es un personaje central <strong>de</strong> la<br />

obra y representa la ausencia que<br />

está siempre presente. En una niña<br />

inteligente que juega a las muñecas,<br />

como casi todas las nenas<br />

a esa edad.<br />

Luego, aparece otro posible culpable,<br />

Carmen Barrientos, una<br />

mujer que ejercía la medicina sin<br />

licencia y que había sido acusada<br />

MARINA BALBO<br />

<strong>de</strong> tener la niña en su casa durante<br />

una semana hasta que murió, algo<br />

que nunca pudo probarse.<br />

El aparato <strong>de</strong> justicia intentará<br />

<strong>por</strong> todos los medios señalar al<br />

responsable, pero en <strong>de</strong>finitiva<br />

nunca lo logrará. Entre la búsqueda<br />

<strong>de</strong>l culpable, sin cuerpo <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>lito y sin pruebas, aparece una<br />

simbología directa con el cuento<br />

más famoso <strong>de</strong> Lewis Caroll, “Alicia<br />

en el país <strong>de</strong> las maravillas”.<br />

Casualmente el autor realizó inquietantes<br />

fotografías a <strong>de</strong>cenas<br />

<strong>de</strong> niñas, entre ellas a la propia<br />

Alicia.<br />

Las ilustraciones <strong>de</strong>l cuento fueron<br />

proyectados en el negro fondo<br />

<strong>de</strong>l escenario mientras la inocencia<br />

<strong>de</strong> Martha dialogará con Antonio,<br />

quien <strong>de</strong>muestra enamorarse<br />

<strong>de</strong> la niña <strong>por</strong> un simple roce <strong>de</strong> su<br />

pequeña mano sobre su mejilla.<br />

Las confesiones <strong>de</strong>l ingeniero<br />

transformaron en ese momento<br />

la compasión inicial <strong>de</strong>l público<br />

<strong>por</strong> Zavala en odio profundo.<br />

Las especulaciones volverán al<br />

resto <strong>de</strong> los posibles responsables<br />

y construirán más problemáticas.<br />

Las voces que conducen la<br />

obra se volverán más sonoras y<br />

también se multiplicarán.<br />

El final <strong>de</strong> la pieza pondrá al<br />

público en una situación tan tensa<br />

que querrá intervenir en ese<br />

abismo que ya sabe cómo terminará.<br />

“Martha Stutz” habla <strong>de</strong> una<br />

niña que <strong>de</strong>sapareció, como tantas<br />

otras en el país. Se conjetura<br />

que fue abusada, asesinada, rota;<br />

lo cierto es que Martita nunca<br />

apareció. Tampoco el responsable.<br />

El verda<strong>de</strong>ro cambio<br />

No po<strong>de</strong>mos cambiar a nadie,<br />

<strong>por</strong> mucho que lo intentemos.<br />

El cambio siempre<br />

comienza <strong>por</strong> uno mismo. Y<br />

una <strong>de</strong> las características que<br />

necesitamos <strong>de</strong>sarrollar es el<br />

autodominio, es <strong>de</strong>cir la capacidad<br />

que nos permite consi<strong>de</strong>rar<br />

todo el contexto <strong>de</strong> una<br />

situación sin ser dominados<br />

<strong>por</strong> emociones negativas.<br />

Quien posee autodominio<br />

elige siempre lo mejor <strong>por</strong>que<br />

no reacciona emocionalmente,<br />

sino que es capaz <strong>de</strong> pensar<br />

antes <strong>de</strong> actuar. Vivimos<br />

en un mundo que carece <strong>de</strong><br />

esta cualidad. Es así que muchos<br />

expresan: “Yo digo todo<br />

lo que pienso, no tengo pelos<br />

en la lengua”, y no saben que<br />

tal actitud no es en absoluto<br />

pru<strong>de</strong>nte.<br />

Tener dominio <strong>de</strong> nosotros<br />

mismos nos permite ver<br />

con mayor claridad y elegir<br />

lo más conveniente, negociar<br />

con eficacia y saber cuándo<br />

ce<strong>de</strong>r y cuándo no. También<br />

nos brinda la posibilidad <strong>de</strong><br />

ser más felices, pues tenemos<br />

menos problemas interpersonales,<br />

ya sea en la familia o en<br />

el lugar <strong>de</strong> trabajo o <strong>de</strong> estudio.<br />

Mucha gente, que es incapaz<br />

<strong>de</strong> mirar hacia a<strong>de</strong>ntro, cree<br />

que el problema está afuera,<br />

en el otro o en vaya a saber<br />

quién; pero en realidad se encuentra<br />

en su interior. Necesitamos<br />

atrevernos a tener a<br />

menudo una mirada introspectiva<br />

y ser muy honestos<br />

en cuanto a lo que encontramos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros.<br />

En ocasiones, las personas<br />

que han tenido la o<strong>por</strong>tunidad<br />

<strong>de</strong> estudiar y llegar a la universidad,<br />

que uno admira <strong>por</strong><br />

su capacidad en algún área, no<br />

saben empatizar con la gente<br />

y arman vínculos tóxicos que<br />

no a<strong>por</strong>tan nada a su vida.<br />

De manera que conocimiento<br />

intelectual nunca es sinónimo<br />

<strong>de</strong> autoconocimiento ni<br />

autodominio. Sólo cuando nos<br />

<strong>de</strong>cidimos a cambiar aquello<br />

que necesitamos cambiar,<br />

po<strong>de</strong>mos enfrentar cualquier<br />

situación, <strong>por</strong> complicada que<br />

parezca.<br />

Por ejemplo, si no encontramos<br />

la pareja que tanto<br />

<strong>de</strong>seamos, po<strong>de</strong>mos aceptar<br />

que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> sólo <strong>de</strong>l afuera,<br />

<strong>de</strong> que “ya no hay hombres<br />

ni mujeres” (como dicen algunos),<br />

sino <strong>de</strong> lo que estamos<br />

haciendo, <strong>de</strong> si nos estamos<br />

moviendo lo suficiente para<br />

provocar lo que buscamos. Y<br />

lo mismo con cualquier otra<br />

área en nuestra vida que no<br />

esté funcionando como esperamos.<br />

Dicho reconocimiento nos<br />

permite amigarnos con el<br />

mundo y, lo que es mejor, generar<br />

nuevas o<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s<br />

para que las cosas empiecen a<br />

cambiar.<br />

Asimismo necesitamos<br />

apren<strong>de</strong>r a festejar cuando al<br />

otro le va bien. Mucha gente<br />

siente celos, o envidia, <strong>de</strong> los<br />

logros ajenos. Pero celebrar<br />

lo bueno que le suce<strong>de</strong> a un<br />

compañero <strong>de</strong> trabajo o <strong>de</strong><br />

escuela, a un amigo, e incluso<br />

a un <strong>de</strong>sconocido, atrae todo<br />

lo bueno que pue<strong>de</strong> venir a<br />

nuestra vida.<br />

¿Sos capaz <strong>de</strong> alegrarte <strong>por</strong><br />

el éxito <strong>de</strong> alguien más? Recordá<br />

que lo semejante atrae<br />

lo semejante.<br />

Nada resulta más atractivo<br />

que una persona humil<strong>de</strong>.<br />

Pero humildad no tiene nada<br />

que ver con pobreza, como<br />

muchos creen, sino con estar<br />

abiertos a apren<strong>de</strong>r <strong>por</strong> la convicción<br />

<strong>de</strong> que no lo sabemos<br />

todo.<br />

La persona orgullosa, en<br />

cambio, suele terminar sola,<br />

pues se niega a aceptar que el<br />

verda<strong>de</strong>ro cambio comienza<br />

<strong>por</strong> ella misma. Fuimos creados<br />

para gobernarnos a nosotros<br />

mismos y así crecer y<br />

avanzar.<br />

Si tenés alguna inquietud,<br />

podés escribirme a Bernardorespon<strong>de</strong>@gmail.com

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