T.P. BOLIVIA.

Desde su emancipación, Bolivia se sumergió en un estado crónico de revoluciones y guerras
civiles. Los primeros 50 años de la República se caracterizaron por la inestabilidad política y
por amenazas externas que ponían en riesgo su independencia, soberanía e integridad
territorial.
En 1825, el Imperio del Brasil invadió el oriente del país, pero luego, ya que no tenían interés
en el territorio, los brasileños vuelven a su país.
Posteriormente, se produce la invasión de tropas peruanas de 1828, lideradas por Agustín
Gamarra y cuyo objetivo principal era forzar la salida de las tropas de la Gran Colombia.
Después de la inestabilidad política, en 1829, fue nombrado presidente Andrés de Santa
Cruz, convirtiéndose en el principal organizador del Estado boliviano, y además ordenador e
instructor del Ejército Boliviano. La efectividad del reformado ejército quedó en evidencia
cuando el presidente del Perú solicita ayuda a Santa Cruz para recuperar el poder político y
territorial de su país. Las tropas bolivianas obtienen victoria en su ayuda, y el presidente
peruano, a cambio de la ayuda militar, accede a formar la Confederación Perú-Boliviana que
se inicia en 1837.