La luna miedosa

aventuras hasta encontrar aquel tesoro
que un mapa, hallado en un viejo
baúl, le indicaba.
Para que la jornada fuera completa,
sus padres después los llevaron a dar
un paseo por el río montados en una
barca de remos. ¡Fue fantástico! Manuel
imaginaba que surcaban un río perdido
en el Amazonas y que de repente aparecía
una canoa con indios de una tribu
de los que vivían por aquellas tierras y
los dejaban visitar su poblado. Cuando
se lo contó a Mario, éste le dijo que tenía
demasiada imaginación, que cómo
se podían surgir tantas fantasías de su
cabeza si a los lados del río sólo se veían
bloques de pisos y gente paseando.
Entonces Manuel le contestó:
–¿Tú no sabes que con la imaginación
se puede viajar a cualquier sitio?
¡Me encanta irme a lugares que no
conozco? ¿A ti no?
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