You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La iglesia “se gasta”<br />
Por Antonio Hual<strong>de</strong><br />
Hace un par <strong>de</strong> veranos fui testigo <strong>de</strong> cómo se lleva a cabo el reparto<br />
<strong>de</strong> ayuda humanitaria en Etiopía. ONG como Médicos <strong>de</strong>l Mundo<br />
y organismos como Naciones Unidas están presentes y, sobre<br />
todo los primeros, llevan a cabo una gran <strong>la</strong>bor. Pero quien realmente da <strong>la</strong><br />
cara por los más necesitados es <strong>la</strong> Iglesia. Hay mucha que vive literalmente<br />
en <strong>la</strong> calle, prácticamente <strong>de</strong>snuda y sin esperanza alguna. Lo <strong>de</strong> comer a<br />
diario es una aventura; “el resto” —higiene, socializar— pue<strong>de</strong> esperar. Y<br />
pobre, nunca mejor dicho, <strong>de</strong>l que esté enfermo. Es ahí, sin embargo, don<strong>de</strong><br />
intervienen congregaciones como <strong>la</strong>s Misioneras <strong>de</strong> <strong>la</strong> Caridad que, fieles<br />
a su fundadora, Madre Teresa <strong>de</strong> Calcuta, cuidan y atien<strong>de</strong>n a quienes no<br />
tienen a nadie. Son el<strong>la</strong>s <strong>la</strong>s encargadas <strong>de</strong> repartir el grano y el aceite que<br />
Estados Unidos envía como ayuda humanitaria —nadie da tanto; que lo<br />
tengan presentes los que <strong>de</strong>monizan todo lo que viene <strong>de</strong> Norteamérica—<br />
convirtiéndose así en el principal sustento <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> familias.<br />
Afortunadamente, España es el primer mundo y no vive esas<br />
situaciones, aunque <strong>la</strong> crisis —que aún no se ha ido, conviene<br />
recordarlo— está haciendo que cada vez más gente lo pase peor.<br />
De un tiempo a esta parte, parroquias y comedores sociales están<br />
<strong>de</strong>sbordados, y los bancos <strong>de</strong> alimentos han <strong>de</strong> hacer frente a una<br />
<strong>de</strong>manda cada vez mayor. Por contra, y pese a que cada año son<br />
más quienes marcan <strong>la</strong> casil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia en el IRPF, <strong>la</strong> Iglesia ha<br />
ido viendo cómo <strong>la</strong> aportación económica <strong>de</strong>l Estado disminuía<br />
ejercicio tras ejercicio.<br />
En 2010, por ejemplo, cuando <strong>la</strong> crisis estaba en pleno apogeo,<br />
<strong>la</strong> aportación estatal a <strong>la</strong> Iglesia fue <strong>de</strong> 248 millones <strong>de</strong> euros,<br />
por 310 —sin contar cursos <strong>de</strong> formación, mariscadas o clubs<br />
<strong>de</strong> alterne— a los sindicatos-. Hay que <strong>de</strong>cir, a<strong>de</strong>más, que en <strong>la</strong>s<br />
primeras cifras no se incluyen ni centros <strong>de</strong> apoyo a drogo<strong>de</strong>pendientes<br />
y marginados, ni albergues ni pisos <strong>de</strong> acogida, ni centros<br />
<strong>de</strong> otro tipo que también lleva <strong>la</strong> Iglesia… y que suponen, en<br />
consecuencia, que el Estado —o sea, todos— se lo ahorre.<br />
Sin embargo, <strong>la</strong> ayuda va más allá <strong>de</strong> lo meramente económico.<br />
Muchas parroquias se han convertido en verda<strong>de</strong>ros crisoles<br />
sociales don<strong>de</strong> se facilitan alojamientos, libros <strong>de</strong> texto y servicios<br />
<strong>de</strong> guar<strong>de</strong>ría. O algo tan importante como un interlocutor<br />
con quién po<strong>de</strong>r hab<strong>la</strong>r y compartir todas esas preocupaciones<br />
que se ciernen hoy sobre tanta gente. Se ha llegado a acuñar un<br />
nuevo concepto, el <strong>de</strong> “pobre vergonzante”. Se trata <strong>de</strong> personas<br />
mayores que ven cómo con su exigua pensión han <strong>de</strong> mantener<br />
a hijos o nietos en paro, sin po<strong>de</strong>r llegar a fin <strong>de</strong> mes. Gente que<br />
nunca ha tenido que pedir, y ahora ha <strong>de</strong> hacerlo, acuciados por<br />
<strong>la</strong> necesidad o, en ocasiones, una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>de</strong>sahucio. Y no van a<br />
<strong>la</strong> se<strong>de</strong> <strong>de</strong> UGT o CCOO, no; van a <strong>la</strong>s parroquias. Porque no es<br />
lo importante lo que gasta <strong>la</strong> Iglesia; es que <strong>la</strong> Iglesia “se gasta” en<br />
lo que <strong>de</strong> verdad importa.<br />
Ahora que se acerca Navidad, el consumismo se dispara aún<br />
más. Por si no era bastante el tostón <strong>de</strong> Halloween, hemos tenido<br />
que importar también <strong>la</strong> cosa esa <strong>de</strong>l B<strong>la</strong>ck Friday, cuya única motivación<br />
es gastar por gastar. Habrá quien en estas fechas no tenga<br />
qué llevar a <strong>la</strong> mesa, ni pueda escribir una carta muy <strong>la</strong>rga a los<br />
Reyes Magos. Pero, pese a los intentos <strong>de</strong> algunos por <strong>de</strong>svirtuar<br />
el Adviento y lo que significa, <strong>la</strong> Iglesia estará ahí. Y no sólo para<br />
<strong>la</strong> asistencia material, que también, sino para recordar a los cristianos<br />
que en un tiempo <strong>de</strong> esperanza como es el corriente, toca<br />
amar al prójimo dándonos lo primero nosotros mismos. Ese es el<br />
mejor gasto que po<strong>de</strong>mos hacer esta Navidad.<br />
II<br />
www.elimparcial.es