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DERECHOS HUMANOS

Informe-Anual-INDH-2016

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SEGURIDAD DEMOCRÁTICA Y <strong>DERECHOS</strong> <strong>HUMANOS</strong><br />

ANTECEDENTES<br />

Este apartado se focalizará en tres ámbitos de la seguridad<br />

ciudadana democrática que preocupan al INDH. En primer<br />

lugar, el referido a la política criminal y la “agenda corta antidelincuencia”<br />

aprobada el 2016; en segundo lugar, la persistencia<br />

de denuncias de violaciones de derechos humanos<br />

cometidas por funcionarios de Carabineros de Chile; y, por<br />

último, la persistente situación de violencia en el marco del<br />

confl icto intercultural en las regiones de Biobío y La Araucanía.<br />

Si bien estos tres ámbitos de problemas tienen causas<br />

diferentes y, por tanto, los diagnósticos y las soluciones<br />

deben atender a consideraciones distintas, forman parte de<br />

manera conjunta del debate acerca de la seguridad ciudadana<br />

en el país y que el INDH considera urgente abordar<br />

desde una perspectiva de derechos humanos.<br />

La importancia de la seguridad ciudadana en un Estado de<br />

derecho dice relación tanto con las condiciones para el ejercicio<br />

del derecho a la libertad y a la seguridad personal<br />

como con el ambiente propicio para la convivencia pacífi ca<br />

entre las personas. Respecto de la relación entre seguridad<br />

ciudadana, Estado de derecho y democracia, un informe de<br />

PNUD-OEA plantea: “En primer lugar, la inseguridad ciudadana<br />

y el temor deterioran el apoyo a las instituciones democráticas<br />

y permiten que afl oren expresiones autoritarias<br />

largamente arraigadas en la cultura política de la región (…).<br />

En segundo lugar, en contextos donde hay una alta tasa de<br />

homicidios –así como organizaciones armadas de guerrilleros<br />

o de narcotrafi cantes– las fuerzas policiales y crecientemente<br />

las fuerzas armadas tienden a asumir roles protagónicos,<br />

que las pueden llevar a ganar espacios de autonomía<br />

indebidos frente a los poderes civiles y democráticos (…).<br />

La tercera repercusión (…) es la creciente tendencia de la<br />

ciudadanía de algunos países a desertar de los mecanismos<br />

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públicos de seguridad y justicia, cuya activación se considera<br />

inútil o contraproducente para enfrentar la inseguridad. Esa<br />

deserción puede tomar varios caminos, que van desde la renuencia<br />

de la población a denunciar los hechos delictivos, el<br />

encierro en barrios privados y la proliferación de empresas<br />

de seguridad privada hasta, en los peores casos, la entronización<br />

del linchamiento y la consagración de la llamada ‘justicia<br />

por mano propia’ (es decir, de la venganza privada) como<br />

métodos de último recurso para combatir la delincuencia”<br />

(PNUD-OEA, pág. 186).<br />

Concerniente a esto último, por ejemplo, en la última Encuesta<br />

Nacional de Derechos Humanos desarrollada por el<br />

INDH (2015), 43,5% se manifestó de acuerdo con que “las<br />

personas castiguen a presuntos delincuentes (desnudando,<br />

golpeando o insultando), como sucede con las denominadas<br />

‘detenciones ciudadanas’ ocurridas en el último tiempo”.<br />

La aproximación del INDH a los problemas de criminalidad<br />

y violencia se basa en el paradigma de la seguridad ciudadana<br />

democrática y no en el de la seguridad nacional 1 . Este<br />

enfoque supone la implementación de políticas cuyo centro<br />

1 El INDH no utiliza el concepto de “seguridad humana” para el abordaje<br />

de los problemas de seguridad democrática por entender que su<br />

amplitud no facilita la conceptualización del fenómeno. Al respecto, la<br />

Comisión IDH indica: “En los últimos años, los aportes de la academia<br />

y de los organismos internacionales especializados han permitido un<br />

acercamiento más certero al concepto de seguridad ciudadana, diferenciándolo<br />

también del concepto de ‘seguridad humana’, construido<br />

en los últimos quince años a partir, fundamentalmente, de las elaboraciones<br />

realizadas en el ámbito del Programa de las Na ciones Unidas<br />

para el Desarrollo. Este último se refiere específicamente a ‘uno<br />

de los medios o condiciones para el desarrollo humano, el que a su<br />

vez se define como el proceso que permite ampliar las opciones de<br />

los individuos...[que] van desde el disfrute de una vida prolongada y<br />

saludable, el acceso al conocimiento y a los recursos necesarios para<br />

lograr un nivel de vida decente, hasta el goce de las libertades políticas,<br />

económicas y sociales’ . En este cuadro, la seguridad ciudadana aparece<br />

estrictamente solo como una de las dimensiones de la seguridad humana”<br />

(CIDH, Informe sobre Seguridad ciudadana y derechos humanos,<br />

2009: párr. 22 del Marco conceptual: la seguridad ciudadana).

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