estadonación desvinculados económicas económicos

que la propiedad se posee en común, no hay ninguna reclamación de una persona o grupo sobre
otro, y las mujeres viven entre su parentela así como en sus propias familias. Cuando el modo
comunal conduce al modo de producción del “parentesco corporativo”, hermanas y esposas se
separan en dos roles productivos. Las hermanas comparten la propiedad de los recursos de su linaje,
pero se retiran de la explotación. Las esposas trabajando dentro de los confines del linaje del
marido, son productoras, pero no propietarias. Es la separación de las mujeres de la propiedad de su
propia producción lo que da a los hombres el poder sobre ellas. El modelo de Sacks está sujeto a
algunas críticas, principalmente que no existen pruebas de una etapa universal de igualitarismo en la
evolución de las culturas.
Gailey sostiene que la estratificación sexual y la estratificación de clase son paralelas en tre sí, pero
derivadas de dinámicas diferentes. La formación del estado es un proceso continuo, que conduce a
la disminución progresiva del estatus y la autoridad de la mujer.
10. ¿Cuales son las principales aportaciones de la corriente posmoderna a la antropología
política y cuales sus principales debilidades?
Sin lugar a dudas la gran aportación del posmodernismo a la antropología es la reconceptualización
del concepto de poder a través de las visiones de Gramsci, Bourdieu y Foucault. Este hecho
permitió no solo una revisión de los textos etnográficos, sino abrir nuevas vías de investigación.
Al mismo tiempo, el posmodernismo aportó una crítica reflexiva acerca del propio etnocentrismo de
los etnógrafos, sus posiciones dentro de las sociedades que estudiaban y sobre el punto de vista
desde el cual observaban. El posmodernismo ha señalado el poder inherente al conocimiento
mismo, y a las maneras en que el poder penetra en instituciones anteriormente consideradas
neutrales.
Los problemas se inician con los criterios para determinar la verdad o la falsedad, o para
proporcionar un argumento convincente en el caso de que esta última resulte demasiado evidente.
El argumento vencedor es el que evoca mejor, el que nos da una sensación mejor de lo que se está
describiendo. Ya que la meta no es la generalización sino la especificación, no la verdad, sino la
interpretación, ese criterio es perfectamente legítimo.
En la antropología tradicional, en la que el autor es en parte invisible, la interpretación tendía a
basarse en datos y metodología. En esta escritura, la autoridad implícita del argumento reside en la
acumulación y el análisis sistemático de datos y en el uso del método científico; si estos se dejan de
lado, entonces todo el peso del argumento recae sobre el autor. Sin embargo, esta autoridad del
autor es lo que rechazan los posmodernistas. El estilo autorreferencial soluciona el problema de
permitir al lector entrar en la construcción del texto, al tiempo que amplifica el de darle
prácticamente toda la autoridad al autor. Si la cultura, el habitus, el discurso,... son en gran parte
inconscientes la voz subalterna puede ser una evidencia, pero apenas se explica así misma. Estamos
de nuevo ante la autoridad del autor y la cuestión de por qué debemos aceptar esa interpretación
particular.
El problema del posmodernismo surge cuando se afirma que es la única aproximación válida y que
reemplaza cualquier tentativa de una antropología científica que intente probar o elaborar una teoría
general. Este rechazo cósmico transforma al posmodernismo en el tipo de meta-narrativa que
intenta rechazar.