Gaceta Aniversario DEH 2013

Gaceta
Departamento de
Ecología Humana
Decimoquinto
Aniversario
02.10.2013
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional - Unidad Mérida

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Introducción
Directorio
Dr. Romeo de Coss Gómez
Director, Cinvestav-Merida
decoss@mda.cinvestav.mx
Dr. Omar Zapata Pérez
Secretario Académico
ozapata@mda.cinvestav.mx
Dra. Julia Elena Fraga Berdugo
Jefa del Departamento
jfraga@mda.cinvestav.mx
Dra. María Dolores Cervera
Montejano
Coordinadora Académica
lola@mda.cinvestav.mx
Sra. Leonor Chablé Santos
Asistente secretarial a la
investigación, jefatura
leonorc@mda.cinvestav.mx
M.M. Celeste Vorrat Domínguez
Asistente secretarial a la
investigación, jefatura
cvorrath@mda.cinvestav.mx
Sra. Dalila Góngora Solís
Asistente secretarial a la
investigación, coordinación
académica
coordinaeh@mda.cinvestav.mx
Diseño y edición
Ligia Uc Vázquez
ligiauc@mda.cinvestav.mx
Rocío Saide Albornoz
saide@mda.cinvestav.mx
José Luis Febles Patrón
febles@mda.cinvestav.mx
Rosa María Méndez González
rmmg@mda.cinvestav.mx
Diseño de logo de 15 aniversario
Raúl Palma Saide
Maquetación
Miguel Angel Cetina Muñoz
miguelcetina@hotmail.com
Contenido
Introducción
El Departamento de Ecología Humana
El trabajo de campo como laboratorio
de Ecología Humana
El posgrado
Los egresados
Los estudiantes actuales
Agradecimientos
La gaceta, que se emite por motivo del XV Aniversario del Departamento de Ecología
Humana, tiene como objetivo general transmitir desde la voz del personal que compone el
departamento y de los estudiantes del programa de posgrado, el intrincado trabajo científico
que se ha venido realizando desde su creación.
Los profesores, auxiliares, técnicos y estudiantes, reflejan el significado de la formación en
este campo del conocimiento. Podríamos resumir que el contenido de esta edición, es la
estrecha e irrompible relación de la especie humana con los diferentes ecosistemas que
la albergan; ambos, especie humana y ecosistemas, van transformándose en un continuo
escenario de la cotidianeidad donde el tiempo y el espacio se fusionan en prácticas culturales.
La formación en Ecología Humana en el Departamento, es sin duda un trabajo colectivo no
siempre valorado, sin embargo, con la visión de profesores y autoridades, hemos abierto un
horizonte inter y multidisciplinario para abordar los fenómenos socioambientales a través de
nuestro programa de maestría.
La meta de esta primera gaceta es ir construyendo entre todos, el devenir de una ecología
humana que permita formar “escuela de pensamiento”, como ya lo atestigua el contenido de
la misma. Es de interés conocer el por qué los 61 egresados de la maestría, que ingresaron
como biólogos, antropólogos, oceanólogos, arquitectos, educadores, ingenieros, químicos,
psicólogos, licenciados en turismo, comunicadores sociales y nutriólogos ¿Qué valor le
dieron al optar por convertirse en ecólogos humanos?
No cabe duda que todos estos estudiantes abrieron su propio horizonte científico,
convivieron con personas de diferentes oficios y lugares, encadenaron resultados, y
lograron armar una plataforma con multiples visiones y perspectivas de ecología humana.
El contenido de esta gaceta deja respuestas, a la interrogante ya que la columna vertebral
de este Departamento es el valioso recurso humano que permanece y emigra para
retroalimentarnos con una visión transformadora del quehacer científico multidisciplinario;
el recurso humano confluye en nuestro enorme laboratorio natural del departamento: la
práctica científica que llamamos trabajo de campo; en él privilegiamos el primer paso del
orden científico que es la observación minuciosa y el análisis de diversas unidades como
serían una colonia urbana, un pueblo tradicional, un campo sembrado, un taller de bordado,
un casco de hacienda que ha sido transformado en experiencia turística, una tripulación en
altamar, un área natural protegida, un campo de avistamiento de aves, un vivero, un hogar
multifuncional, un hotel de cinco estrellas, un campo de futbol para observar en él no un
partido sino un comportamiento de actores y múltiples interesados, una ceremonia maya,
un anillo de cenotes, una fiesta patronal, una cooperativa pesquera, una escuela poblada de
niños, un autobús de migrantes, la vida cotidiana de los mayas del nuevo katún, cooperativas
turísticas, grupos de cazadores, parvadas de murciélagos, abejas polinizadoras, unidades
ganaderas, gremios y cofradías de herencia hispana, y sobre todo, personas reales, tangibles
en un mundo simbólico, cognitivo y material, que sustraen del suelo, del mar y del subsuelo,
agua, maíz, flora y fauna, y tantos recursos naturales y humanos de esta península provisora,
que hemos estudiado desde diferentes ángulos y perspectivas que en conjunto llamamos
ecología humana.* (Julia Fraga, profesora del departamento de ecología humana).
(*fragmento grabado en voz para el material audiovisual anexo).

El Departamento de Ecología Humana
3
Misión
Contribuir de manera destacada, como único departamento de investigación y formación de
recursos humanos de postgrado en México en ecología humana, al desarrollo de la sociedad
a través del estudio de lasinteracciones entre ecosistemas, sistemas socioculturales y
biología humana y la formación de recursos humanos de alto nivel en esta área, atendiendo
problemas en México y en la cuenca del Caribe.
Foto: Luis Arias
Visión
Ser en 2021, uno de los departamentos líderes a nivel internacional en la educación de
postgrado y la generación de conocimiento científico de frontera en ecología humana y
ciencias ambientales, con una creciente contribución visible a la solución de problemas de
la relación naturaleza-sociedad e impacto sobre la sociedad y la cultura en la cuenca del
Caribe. Para 2021 nuestros programas educativos estarán formando recursos humanos en
ecología humana a nivel postgrado de alta calidad, gracias a una activa promoción de esos
programas, que permitan atraer y seleccionar a los mejores estudiantes posibles, elevar la
matrícula y dar un cuidadoso, estricto y cercano seguimiento a cada estudiante.
Líneas de generación aplicada del conocimiento
Uso social de los ecosistemas:
Se enfoca al estudio de las formas sociales de apropiación, práctica y simbólica, de la
naturaleza y su impacto sobre ecosistemas y recursos naturales.
• Cultura y recursos naturales
• Sociedad y recursos naturales
Estado biológico de poblaciones y ambiente:
Se enfoca al estudio del impacto de las formas sociales de apropiación de la naturaleza sobre
los cuerpos humanos, incluyendo procesos de crecimiento y desarrollo, salud y enfermedad
y características fisiológicas y morfológicas
• Crecimiento y desarrollo humano como indicadores de condiciones de vida
• Ecotoxicología y salud humana
Personal Académico
13 investigadores
7 laboratorios
2 grupos de investigación
4 cuatro cuerpos academicos
10 investigadores en el área
Uso social de los ecosistemas:
Cultura y recursos naturales (5)
Sociedad y recursos naturales (5)
4 investigadores en el área
Estado biológico de poblaciones y
ambiente:
Crecimiento y desarrollo humano
como indicadores de condiciones
de vida (3)
Ecotoxicología y salud humana (1)
*Más de un investigador combina
ambas líneas.
Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana
El Programa de Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana tiene por
objetivo formar profesionales capacitados para identificar, investigar y resolver problemas
relacionados con la forma en que las sociedades humanas conciben, usan y afectan el
ambiente, incluyendo sus respuestas a cambios en tal ambiente a los niveles biológico, social
y cultural.
Personal de Apoyo
Auxiliares de investigación: 11
Técnico en investigación: 1
Asistentes secretariales a la
investigación: 3

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Presentación de la Dra. Dolores Cervera
en el XV Aniversario del Departamento de
Ecología Humana el 2 de octubre de 2013.
En el presidium Dr. Federico Dickinson, Dra.
Dolores Cervera, Dra. Julia Fraga y Dr. Omar
Zapata. Foto: Miguel Cetina
Profesores actuales del DEH. 17 de septiembre de 2013
Coordinadores Académicos
Director de la Unidad en la clausura del
evento de 15 aniversario.
Foto: Miguel Cetina
1998 Dra. Ana García Silberman
1999-2001 Dr. Federico Horacio Dickinson Bannack
2001 Dra. Betty Faust Wammack
2002-2003 Dr. Federico Horacio Dickinson Bannack
2003-2004 Salvador Montiel Ortega
2004 Dra. Betty Faust Wammack
2004-2005 Dra. María Teresa Castillo Burguete
2005-2007 Dra. Julia Elena Fraga Berdugo
2007 Dr. Federico Horacio Dickinson Bannack
2007-2008 Dra. María Teresa Castillo Burguete
2008 Dra. Betty Faust Wammack
2008-2009 Dr. Heriberto Emilio Cuanalo de la Cerda
2009-2013 Dra. María Dolores Cervera Montejano
Jefes de departamento
Presentación del Dr. Federico Dickinson
en el XV Aniversario del Departamento de
Ecología Humana el 2 de octubre de 2013.
Foto: Miguel Cetina
1998 al 2000 Dra. Ana García Silberman
2000 al 2003 Dra. María Dolores Cervera Montejano
2003 al 2011 Dr. Federico Horacio Dickinson Bannack
2011- Dra. Julia Elena Fraga Berdugo

Reflexiones
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“Estar colaborando en la Coordinación Académica del Departamento de Ecología Humana
ha sido para mi de mucha satisfacción y aprendizaje, el ver pasar a cada generación de
estudiantes y poder ser el enlace para todos los trámites que realizan me resulta muy
gratificante, a pesar de estar entre solicitudes de becas, comisiones y ¡tanto archivo! ...no
cabe duda que para mi el trabajo es una bendición. Hoy por hoy puedo decir que me siento
agradecida y con orgullo digo ser parte del personal de este Departamento, que me albergó
después de estar 6 años en la biblioteca... ¡que vengan muchos años mas!.”
Dalila Góngora Solís
Asistente secretarial a la investigación, Coordinación Académica
“El pertenecer al Departamento de Ecología Humana ha significado en mi vida crecimiento
profesional, superación personal y orgullo de formar parte de esta gran comunidad que es
Ecología Humana”.
Foto: Miguel Cetina
“Específicamente el
departamento de Ecología
Humana han sido y seguirán
siendo uno de los pilares más
importantes de mi vida”
Martha Chan Lugo, secretaria
del DEH de 1984 a 2011
Leonor Esther Chablé Santos
Asistente secretarial a la investigación, Jefatura
El trabajo de campo como laboratorio
de Ecología Humana
“El trabajo de campo es el laboratorio natural de la Ecología Humana en virtud de que es
esencial para la observación y análisis de la relación humana con nuestro ambiente, es el
lugar de confirmación y rechazo de las hipótesis teóricas. En las estancias de trabajo de
campo con comunidades de campesinos, pescadores, cazadores, ganaderos y hasta con
habitantes de las ciudades cosmopolitas, los ecólogos humanos somos estudiantes ávidos
de entender la apropiación y adaptación de los grupos humanos a su entorno. Así entonces
las entrevistas, encuestas, observaciones y datos de campo registrados son clave para ir
conformando la imagen del fenómeno estudiado.”
Luis Arias Reyes
Auxiliar de Investigación. Departamento de Ecología Humana
“Trabajo de campo. Oportunidad para canalizar la inquietud de traspasar los límites
impuestos por la formación disciplinaria. Perplejidad, alegría y amplitud de visión por la
complejidad del conocimiento in situ sobre la relación sociedad-naturaleza.”
María Dolores Viga de Alva. Auxiliar de Investigación. Departamento de Ecología Humana
Foto: Miguel Cetina
“Ecología Humana es la
visión holística de la relación
compleja sociedad naturaleza,
es el estudio de una totalidad
estructurada históricamente
con una dinámica propia, que
opera a diferentes niveles,
que es abierta, disipativa y
auto organizativa, en donde es
necesario conocer sus niveles
de umbral, su fragilidad,
vulnerabilidad y resilencia
ante cambios o perturbaciones
tanto internas como externas y
que marcan su desarrollo en el
tiempo”
Dr. Eduardo Batllori
Sampedro, profesor del DEH
con licencia

6
Actividades turísticas en el cenote
Yaxbakaltún, Homún, Yucatán.
Foto: Almira Hoogesteyn Reul
…una ventana…
“En el trabajo de campo me han sucedido cosas de todo tipo: chuscas, desagradables,
interesantes, alegres, tristes, etc. He conocido personas de varios tipos. El trabajo de campo
ha sido una ventana que me ha permitido conocer a la gente un poco más. He estado en
situaciones muy particulares, en abanicos que van de la riqueza a la pobreza extrema, de la
humildad a la soberbia, etc. Brevemente quiero compartirles algo de lo bueno que me ha
ocurrido. Éramos dos los que estábamos realizando trabajo de campo en una investigación
en el Puerto de Progreso con familias de pescadores; la cita que nos habían dado era a
eso del medio día, cuando el sol cae a plomo. Ni modo, las citas son a la hora que los
encuestados dicen. Algo muy bueno fue que nos estaban esperando en su casa (los que
alguna vez han hecho encuestas saben lo alegre que nos pone el que alguien acceda a la
entrevista). Aplicamos la encuesta, hicimos antropometría a la familia completa e incluso el
señor pescador nos platicó alegremente de cómo le había ido en “su viaje” de 15 días en el
mar; una vez que nos disponíamos a retirarnos, el señor le dijo a su esposa ¡ya terminamos!,
y la señora salió con dos pescados recién fritos, tortillas y dos refrescos fríos. Como nunca
nos había ocurrido algo así, nos apenaba y no sabíamos qué hacer, finalmente los tomamos
y les dijimos con palabras y gestos lo gentil que eran de su parte. Nos retiramos alegres no
solo por nuestro trabajo terminado, ni los pescados, sino por la acción de estas personas
hacia nosotros; estábamos a una cuadra de la playa, así que allá fuimos a comerlos. Desde
esa ocasión no he vuelto a comer pescado igual (pero en otros lugares he probado otras
cosas), seguro es porque no he regresado al puerto a aplicar encuestas.”
Armando Rojas Castillo
Auxiliar de Investigación Departamento de Ecología Humana
“La experiencia vivida en
trabajo de campo como parte
del Laboratorio de Antropología
Marítima y Costera, con base
en prácticas y herramientas
que ofrece la antropología
visual, me han permitido
contribuir a identificar,
registrar y salvaguardar
en soporte audiovisual el
conocimiento tradicional,
que es patrimonio de las
comunidades en península de
Yucatán. Dicho conocimiento
es relativo a las diversas formas
de relación y apropiación del
hombre con el medio y los
recursos respectivamente, ya
sea, terrestre, marítimo, con
especies de flora y fauna y con
el hombre mismo.”
Rocío Saide Albornoz
Auxiliar de Investigación
Departamento de Ecología
Humana
Considero que todo el trabajo de campo que he realizado está dentro de la Ecología Humana,
ya que trata de aspectos que abordan las interacciones de las poblaciones en sus entornos
ecológicos; enumeraré algunas de mis actividades para ilustrarlo:
En la localidad de Pich, Campeche, con la asesoría de un yerbatero del pueblo, recolectamos
plantas medicinales y por medio de entrevistas recopilamos información sobre ellas:
nombre común, nombre en maya, para qué se usaba, cómo. Esta investigación se adscribía
a la Etnobotánica.
En varias escuelas y hospitales de las localidades de Yucatán, incluyendo Mérida, participé en
un proyecto de investigación sobre antropología física, que consistía en realizar mediciones
antropométricas, entrevistas socioeconómicas y pruebas de aptitud física.
En comunidades costeras del estado, colaboré en una investigación de evaluación de daños
que causó el huracán Isidoro. Y Particularmente en la comunidad de San Felipe, con los
pobladores impulsamos la conformación de un Área Marina Protegida.
En un proyecto sobre migración y turismo, en el municipio de Sotuta, entrevisté a jóvenes
estudiantes para conocer sus condiciones de vida y sus expectativas de trabajo. Y en la
localidad de Chemuyil, en Quintana Roo, apliqué entrevistas a la población para conocer sus
condiciones socioeconómicas y sus lugares de origen.
Dentro del proyecto de investigación sobre Etnoteorías Parentales en dos entornos ecológicos,
en el oriente del estado, realizamos un censo de población, entrevistas socioeconómicas, y
entrevistas sobre enseñanza y aprendizaje.
Rodolfo Olguín Castillo
Auxiliar de Investigación Departamento de Ecología Humana

Reflexiones sobre el trabajo de campo
7
El trabajo de campo como parte del proceso de investigación ha sido una de las etapas más
importantes y enriquecedoras que he tenido en el Departamento de Ecología Humana. Los
investigadores con los que he trabajado me han dado la oportunidad de desarrollarme y
de incrementar mi aprendizaje sobre el trabajo que se realiza aquí en el Departamento. En
algunos proyectos he tenido la oportunidad de trabajar con las madres de familia y sus hijos,
evaluando su estado de salud y nutrición, partiendo de la premisa de que esta situación es
consecuencia de la forma en la que las poblaciones humanas se relacionan con la naturaleza,
así como de la forma de apropiación y distribución de los recursos.
Recuerdo con gusto, la participación entusiasta de las señoras en el proyecto de “Alerta
temprana”, el cual se desarrollo en Río Lagartos, Las Coloradas, El Cuyo, Loche, San Francisco,
San Juan del Río y Yalsihom. En tres localidades de este proyecto, se capacitó a las señoras
para que detectaran el estado de nutrición en el cual se encontraban sus hijos, mediante
una cinta braquial de tres colores, que ellas mismas aprendieron a elaborar. En una de las
localidades, hicieron las gestiones correspondientes para que se les permitiera trabajar el
terreno de la mujer, en el que sembraron diversas frutas y hortalizas.
En el proyecto “Comparación de la atención del parto”, en el que se compararon la atención
hospitalaria vs la atención tradicional, tuve la oportunidad de trabajar con parteras
tradicionales de diversas localidades del estado. Las parteras, personas cariñosas y amables,
me compartieron muchos de sus saberes. Las admiro por su gran sabiduría, sencillez y
humanismo que poseen.
Cuando participé en el “Atlas de Procesos Territoriales” me percaté que los problemas de
Ecología Humana se podían visualizar y representar espacialmente. Esta forma de análisis
muestra una perspectiva muy diferente de cómo abordar y tratar las relaciones sociedadnaturaleza.
En los proyectos de “Temperamento Infantil” y “etnoteorías parentales”, que se desarrollaron
en las comunidades de Popolá y de Kiní, aprendí aspectos específicos del entendimiento de
los niños y la forma como las madres de familia perciben el crecimiento y desarrollo de
sus hijos. Fue algo novedoso para mí, y tuve oportunidad de aprender muchos conceptos y
teorías.
Por otro lado, también tuve la oportunidad de trabajar en el proyecto “Xcau” enfocado a
determinar metales pesados en aves; un indicador que muestra de manera indirecta que la
contaminación hallada en las aves, refleja cómo las poblaciones humanas están afectando el
ambiente, situación que repercute no sólo en las aves sino también en los seres humanos.
En este proyecto aprendí nuevas técnicas y metodologías, que fueron muy estimulantes y
enriquecedoras.
Un aspecto muy importante que no quiero dejar de mencionar es, el privilegio que he tenido
de trabajar con las compañeras contratadas por proyecto, de origen maya, con las cuales he
compartido momentos muy agradables y he aprendido el manejo sencillo y humilde de sus
grandes conocimientos. Espero que no me falte mencionar a ninguna de ellas, a la cuales
les tengo un gran respeto y cariño: Mucuy Kak, Nidia, Rosi, Lucía, Licie, Reynalda, Yolanda,
Bertha y Vianey.
Finalmente, quiero resaltar que estoy muy contenta de trabajar en este Departamento de
Ecología Humana, siempre he realizado mi trabajo con mucho gusto y pasión y de manera
comprometida.
Licie tomando medidas antropométricas en
El Cuyo, Yucatán. Foto: Rosa María Méndez
…desarrollo de programas
comunitarios…
He compartido con madres de
familia el desarrollo programas
comunitarios, encaminados a
mejorar las condiciones de salud
y de nutrición de los niños.
Recuerdo el proyecto de “Interacción
madre-hijo” en el cual
participaron mujeres de Xaya
y de Yotolín; eran mujeres muy
participativas y comprometidas.
En este proyecto tuvimos
una estrecha comunicación con
las parteras; con las mujeres de
Xaya nos tocó vivir la entrada
de la televisión a las comunidades,
lo cual fue todo un acontecimiento,
nos sentamos con las
señoras a disfrutar y comentar
este suceso. Como parte del
Programa de Intervención Comunitaria
de este proyecto, se
organizó un grupo de mujeres
para urdido de hamacas; durante
un tiempo funcionó muy
bien, el problema que enfrentamos
fue que no siempre se
tenía la venta segura en el mercado.
Rosa María Méndez González
Auxiliar de Investigación Departamento de Ecología Humana

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Viviendas en la periferia de San Felipe,
Yucatán. Foto: Rosa María Méndez
Grupo de Señoras de Popolá con Yolanda y Reynalda. Foto: Rosa María Méndez
“Como parte de proyectos de investigación que se han desarrollado en el Departamento he
participado en diversos trabajos de campo, tales como: el estudio etnográfico de viviendas
de zonas urbanas y rurales de Yucatán para conocer las condiciones habitacionales de los
diferentes grupos socioeconómicos; observación de comunidades rurales y urbanas con
la finalidad de percibir las condiciones de la infraestructura y servicios, indagación de las
cualidades formales y ambientales de los asentamientos humanos, y aplicación de encuestas
a nivel individual y familiar de las actividades de recreación, estado de salud, alimentación
y condición migratoria.
Venta de comida en la vaquería de Rio
Lagartos. Foto: Rocío Saide
En mi experiencia personal, el contacto directo con la realidad de la vida cotidiana de las
personas y de los entornos que se tiene en el trabajo de campo, que es indispensable para
contar con datos estadísticos que den sustento a las investigaciones, también proveen una
sensibilización para orientar los proyectos de investigación hacia el bienestar y el desarrollo
de los individuos y de las comunidades.”
Susana Pérez Medina
Auxiliar de Investigación Departamento de Ecología Humana
…un acercamiento a la realidad…
“Al hablar de Ecología Humana, se está hablando sobre el lugar donde el hombre desarrolla
su ciclo biológico, esté en el lugar que esté. Pero al mismo tiempo estamos hablando de cómo
el ambiente responde a las actividades que el hombre desarrolla en su ciclo, es así que la
diversidad de acciones que competen al hombre son realizadas por elementos que destinan
su misión a estudiar una pequeña parte de lo que conforma el universo para alcanzar el
objetivo común que es el bienestar del hombre mismo. Visto de esta forma, el trabajo de
campo constituye un paso importante para alcanzar el (o los) objetivo (s) propuesto (s) y que
permite tener un acercamiento a la realidad que a su vez propiciará el desarrollo espacios
óptimos para mejorar las condiciones de vida en un sentido amplio”.
Reforestación comunitaria de manglar en
Chabihau. Foto: Héctor Rodríguez
Ernesto Ochoa Estrada
Auxiliar de Investigación. Departamento de Ecología Humana.

…algunos laboratorios de campo…
“Como biólogo he tenido la experiencia de trabajar en algunos laboratorios de campo: los
humedales costeros (ciénagas, manglares y petenes), los cenotes, las selvas secundarias y
los ambientes urbanizados de Yucatán. En un tiempo obteniendo datos de la temperatura,
la profundidad y la salinidad del agua, el crecimiento y la sobrevivencia de plántulas de
mangle; más tarde, colaborando en programas comunitarios de reforestación de manglar.
Actualmente, participo en la colecta y el análisis de muestras de agua de los cenotes, en
el registro de parámetros morfométricos de aves, y en el procesamiento de muestras de
sangre y plumas; labores relacionadas con proyectos de investigación sobre el impacto de
las actividades humanas en la salud ambiental.
Además de los objetivos particulares del trabajo de campo, como la toma de datos físicos,
químicos o biológicos, la perspectiva sistémica de la ecología humana me ha permitido
integrar algunos aspectos ambientales, sociales y culturales, para tener una mejor
comprensión de las relaciones funcionales que existen entre ellos. Esto contribuye a tener
un panorama más completo de la realidad y realizar acciones adecuadas para el manejo y la
conservación de los recursos naturales.
9
El estudio de la problemática campesina
requiere la visita a los sitios de producción.
Foto: Luis Arias
La convivencia con las personas, me enseñó la importancia y el valor que tienen para ellos
los manglares y otros ecosistemas, tuve la oportunidad de apoyarlos con herramientas
técnicas para obtener un mayor éxito en sus prácticas de reforestación. Algunos sitios son
actualmente refugios de vegetación en pleno desarrollo, con los beneficios ecológicos,
sociales y económicos que potencialmente representan.
El trabajo de campo relacionado con la salud ambiental, me ha permitido conocer la
calidad del agua subterránea y la contaminación por metales pesados en organismos vivos,
información de base para futuros procesos de educación, regulación y protección ambiental.”
José Luis Febles Patrón
Auxiliar de Investigación. Departamento de Ecología Humana
Niña de Chabihau, durante la reforestación
comunitaria de manglar.
Foto: José Luis Febles
Monitoreo de la contaminación usando aves como indicadoras. Foto: Almira Hoogesteyn

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El posgrado
Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana (MEH)
Salón de estudiantes. Foto: Ma. Teresa
Castillo Burguete
Graduados: 61
Inscritos: 22
De otros estados: 30
El Programa de Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana tiene por
objetivo formar profesionales capacitados para identificar, investigar y resolver problemas
relacionados con la forma en que las sociedades humanas conciben, usan y afectan el
ambiente, incluyendo sus respuestas a cambios en tal ambiente a los niveles biológico, social
y cultural. Se contemplan dos áreas de investigación:
• Uso social de los ecosistemas
• Estado biológico de las poblaciones y medio ambiente.
El propósito de la maestría es responder a la demanda que se tiene de profesionales que,
con espíritu crítico y sensibilidad, sean capaces de enfrentar los problemas de las relaciones
entre la sociedad y el ambiente y contribuir a su solución.
De otros países: 3
Alumnos de la generación 2011-2013
grabando un video dirigido a los niños sobre
la contaminación ambiental. Foto: José Luis
Febles

Los egresados
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Las prácticas de campo
A través de las diferentes generaciones de estudiantes de la Maestría en Ecología Humana
del CINVESTAV-IPN Unidad Mérida, se han desarrollado prácticas de campo en comunidades
costeras tanto de Yucatán como de Campeche y Quintana Roo. El objetivo de las prácticas, es
que durante dos semanas, los alumnos desarrollen una investigación que les permita aplicar
los conocimientos adquiridos durante sus dos primeros cuatrimestres. Se busca identificar
y proponer la resolución de problemas de ecología humana de la comunidad, considerando
el valor y la conservación de la diversidad biológica y cultural inmersa en la relación entre la
sociedad y la naturaleza. Se realizan recorridos de campo junto con los productores locales
en su entorno, reconociendo los ecosistemas locales y su aprovechamiento comunitario.
Una actividad importante es la convivencia con familias de la localidad donde los alumnos,
participan en las actividades productivas y sociales. Se ensayan técnicas para la obtención
de datos como la entrevista y la encuesta. Al final de la práctica se elabora un reporte de
investigación que es presentado a la comunidad para posteriormente dejar una copia escrita
a las autoridades locales para su consulta por sus pobladores y trabajadores de instituciones
y ONG’s que desarrollan trabajos en la zona.
Práctica de campo en los Petenes de
Campeche de los alumnos egresados de
la generación 2008-2010; de izquierda a
derecha: Dr. Salvador Montiel, Mayra Vera,
Yaván Ruano, Mariana Rodríguez, Oswaldo
Huchim, Mauricio Hernández, Natalí Pech y
Miguel Cetina.
Julia Fraga Berdugo y Luis M. Arias Reyes
A picar piedra…
“Es la frase que viene a mi memoria cuando recuerdo mi decisión de estudiar la MEH.
Asertivas palabras del Maestro Castañares durante mi entrevista de postulación como
estudiante de la tercera generación: - Ana, ¿estás dispuesta a picar piedra? – y yo le contesté
convencida que sí. No me equivoqué en mi respuesta, aunque en ese momento no me
percaté que duraría tantos años picando piedra. Hoy día, veo con satisfacción que esta
labor es de muchas personas más, en nuestro país y en todo el mundo, es como un virus
propagándose. En la última década, fácilmente se ha triplicado el número de estudios e
investigaciones que incorporan diferentes disciplinas, reconociendo que se deben de
formular hipótesis y resolver problemas desde una multidisciplina, nosotros le llamamos
Ecología Humana. Así que, si, seguimos picando piedra…”
Mujeres pescadoras en San Felipe. Estudios
de género en una comunidad costera.
Foto: Ana Gavaldón
Ana Gavaldón Hoshiko
Generación 2002-2004
“En lo personal durante la MEH encontré amigos y amigas que afortunadamente aún
conservo. El proceso me hizo una persona más abierta a ver las cosas desde perspectivas
distintas a la mía.
En lo profesional, el posgrado fue mi primer contacto serio con un proceso investigación.
La ecología humana me ha ayudado a entender la naturaleza multifactorial de las causas de
los problemas que más me interesan, pero de manera más importante, me ha ayudado a
descubrir a qué me quiero dedicar en mi vida profesional.”
Hugo Azcorra Pérez
Generación 2005-2007

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Entrevistando a madres de familia en
comunidades de Los Petenes, Campeche.
Foto: Luis Arias
“Como licenciada en educación,
la MEH me permitió ver que
la educación va más allá de
la escuela, ya que involucra
procesos ecológicos, socioeconómicos
y de la biología
humana. Transformó mi visión,
ahora veo de manera holística
los procesos educativos.”
Arely Paredes-Chi
Generación 2004 – 2006
“La MEH contribuyó en
diversos aspectos de mi vida
y preparación. En primer
lugar, me regaló una gran
familia, reconocida por
profesores y compañeros de
generación, cuyos vínculos han
permanecido aún después de
haber egresado del CINVESTAV.
En el aspecto académico, la
MEH me dio la oportunidad
de integrar diversos saberes y
herramientas para acercarme
y abordar el estudio de
nuestra compleja realidad
socioambiental, lo que ha
enriquecido mi trabajo
académico.”
Dra. María Esther Ayala
Arcipreste.
Primera Generación. Primera
egresada
“Descubrí la Convocatoria para la Maestría en Ecología Humana (MEH) en un momento
muy especial en mi vida. Gracias a la convivencia con Rita, una perrita malix meridana, me
había hecho vegana un tiempo atrás. Estaba muy interesada en el tema ambiental y sentía
que debía darle un giro a mi quehacer profesional, marcado por las ciencias sociales. Me
presenté a la Convocatoria y, después de una suerte de batalla administrativa, el apoyo de
la Dra. Julia Fraga me permitió sumarme a las clases un mes después de su inicio formal.
Para ese momento ya debía haber presentado cuatro ensayos para el curso del Dr. Salvador
Montiel. Esas no eran las únicas tareas represadas que tenía. Así, en mi primer mes de clases
literalmente me sumí en un universo nuevo. Este fue el comienzo de un recorrido que me
permitió conocer muchas cosas y preguntarme otras tantas. Recuerdo, por ejemplo, cuando
entendí la razón detrás de la adoración al sol profesada por nuestros antecesores.
¡La energía! ¡Claro! Tanta información desagregada, ahora cobraba sentido. Del proyecto
de investigación que presenté inicialmente no quedó nada. En su lugar, la Dra. Almira
Hoogesteijn me propuso trabajar sobre productos de limpieza. Este tema de tesis me acercó
a la química y la toxicología: todo lo que hacemos tiene una consecuencia que va más allá
de nuestro entorno inmediato. Debo admitir que las clases de toxicología a mbiental me
dejaban siempre un sabor agridulce: ¡Tanto daño que hemos hecho! ¡Y tantas cosas que
estamos a tiempo de cambiar! El “Cinves” y el “H” pronto se convirtieron en el lugar donde
pasaba la mayor parte del tiempo, incluidos los sábados y domingos durante los cuales el
Dr. Steven Rothenberg amablemente contestaba todas mis preguntas sobre modelación
estadística.
El ingreso a la MEH no sólo representó un gran aprendizaje en el terreno académico. Hice
grandes amigos, Alba y David, de la misma generación, y Roberto, de la siguiente. Ellos,
sumados a la solidaridad y la alegría de Dalila y Paty, al humor de don Justo y a los árboles
que nos proveían no sólo de sombra a la hora del café, sino de guayabas y aguacates cuando
el hambre apremiaba, hacen que mi paso por la MEH sea una época que recuerdo con
inmensa gratitud y cariño. Esta gratitud se extiende a CONACYT y a México. Un país que me
acogió y del cual me convertí en orgullosa ciudadana.”
Ruth Magnolia Martínez Peña
ruthmmp@hotmail.com
La MEH…abrió un abanico de posibilidades…
“En mi experiencia como estudiante y egresada de la maestría en ecología humana, pude
darme cuenta de cómo cuando las personas reciben una formación completa, disfrutando
del aprendizaje producido en un ambiente de cordialidad y profesionalismo, dicho aprendizaje
se integra a un nivel mucho mayor. La MEH ha tenido grandes repercusiones en mi vida
y formación académica pues no solamente me ayudó a fortalecer mis raíces mayas durante
las prácticas de campo y trabajos en las comunidades, sino que también abrió un abanico de
posibilidades para compartir experiencias y puntos de vista con otros estudiantes, trabajar
en equipo, intercambiar ideas con otros investigadores e instituciones a nivel internacional.
En general, la experiencia fue en extremo enriquecedora y fértil en relación a mi investigación
sobre la interacción entre los agentes humanos y la naturaleza, fortaleciendo el papel
de la sociedad maya en los actuales debates políticos y científicos sobre el medioambiente.
Actualmente como estudiante del programa doctoral “Environment&Society” del Centro Rachel
Carson, y como miembro del Grupo de Investigación Human-Environment Relations de
la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, en Alemania, me siento con los conocimientos,
habilidades y aptitudes necesarias para brindar mi mejor actuación en el campo de la
academia internacional y competir en el mercado laboral actual.”
Yolanda López Maldonado
Generación 2009-2011

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…Los egresados
La participación de estudiantes y maestros en actividades campesinas se convierte en convivencia. Foto: Luis Arias
“Decidí aventurarme en la Maestría en Ecología Humana cuando al terminar mi tesis de
licenciatura en arqueología, me di cuenta que para entender los patrones de distribución
residenciales de los antiguos mayas en las zonas rurales debía comprender cómo funcionaba
la milpa y cómo el medio ambiente y el aprovechamiento de los recursos moldeaba ésta.
Cuando estuve dentro del programa me di cuenta que todo lo aprendido daba para mucho
más. En mi caso pude entender condicionantes biológicas que creen patrones conductuales
que a su vez se traducen en patrones espaciales tras conductas repetitivas. Conocí la verdadera
riqueza de la milpa, su ciencia, su composición, su significado étnico y supernatural, pude
distinguir con claridad los paisajes ecológicos degradados, vi una relación clara entre ésta
y las poblaciones que perseguía a través de sus vestigios materiales. También fue aquí mi
primera incursión al uso de los sistemas de información geográfica para mis investigaciones,
herramienta en la que me he especializado y que ahora se ha vuelvo fundamental en mi
carrera y trabajo y con la que he desarrollado mi investigación doctoral y que me abrió las
puertas hacia la investigación arqueológica basada en tecnología de punta, pero armada
con los conocimientos teóricos que me dio la maestría. Pero más allá de la dimensión
arqueológica donde la Ecología Humana me dio mucho más de lo que esperaba, llamó mi
atención hacia las comunidades del presente. Cómo esta nueva dimensión no sólo registra y
describe sino que aplica en un contexto dinámico salvaguardando y rescatando la tecnología
local antigua con la milpa mejorada, los cultivos antiguos y las variedades locales del maíz,
empoderando a las mujeres a través del aprovechamiento de los recursos, al construcción
de palafitos como una solución ecológica y autosustentable para resistir los embates de
los huracanes y las inundaciones, el rescate del conocimiento étnico del uso de la plantas
mayas, en fin. Mil y una visiones de mis compañeros y de los investigadores sobre lo que
la Ecología Humana puede hacer, sensibilizando a aquellos que procedían de las ciencias
duras y volviendo más cuantitavos a quienes procedíamos de las ciencias sociales. Una
experiencia altamente enriquecedora al ser grupos inter y multidiscplinarios con exigencias
y formación de alta exigencia y excelencia. Agradezco mucho el rigor con que se nos evaluaba
en todos los sentidos. Agradezco mucho la experiencia de haber pertenecido al DEH de
CINVESTAV-IPN Mérida que definitivamente dejó una huella profunda en mi formación y en
mi desempeño como investigadora y como profesional. Agradezco que ahora, aunque lejos
cuento con amigos, compañeros y colegas inolvidables y entrañables, todos ellos grandes
personas, mujeres, hombres y grandes investigadores. Destaco el trabajo del Dr. Federico
Dickinson, como coordinador del departamento siempre atento, siempre presto a ayudar
y solucionar al igual que la Dra. Tere Castillo; Dr. Heriberto Cuanalo y Dr. Eduardo Batllori S,
parte de mi comité tutoral junto con la Dra. Betty Faust, el apoyo de las Doctoras Ana García
y Julia Fraga y de las y los auxiliares de investigación y apoyo como Ing. Ligia, así como de las
chicas maravillosas de las administración Sras. Dalila, Leo y Martha, en fin. Mis compañeros:
Alejandro, Perla, Elías y Arely y mucha gente más. Muchos nombres poco espacio.”
Guadalupe Zetina Gutiérrez
Generación 2004-2006
“La MEH me ofreció una posibilidad
diferente de llevar mi vida
profesional y personal. Descubrí
habilidades en mí que no
sabía que poseía, aprendí a desarrollar
actitudes hacia otros
académicos, colegas y gente involucrada
en el trabajo de tesis.
Adquirí una formación integral
en la que la maestría no sólo
me dio un título profesional,
que ahora me abre las puertas
en el ámbito laboral, sino que
puedo integrar experiencias,
conocimientos, habilidades, actitudes,
valores a mi vida personal.
Me siento capacitada para
tomar decisiones al desarrollar
habilidades como investigadora,
lo cual ha influido positivamente
en mí, en mi familia y
entorno social más cercano.”
Argely Salazar Pastrana
Generación 2010- 2012
“La maestría en ciencias en la
especialidad de ecología humana
del Cinvestav, me dejó
muchas experiencias gratas a lo
largo de dos años de continua
y cercana interacción con compañeros
del aula y profesores
del programa. No obstante y
sin temor a equivocarme, la experiencia
más memorable fue
conocer e interactuar con colegas
formados en disciplinas diferentes
a las ciencias sociales.
La maestría me mostró que es
posible el trabajo interdisciplinario
cuando se lleva de manera
profesional y se crea sinergia
entre los y las involucrados. “
Amada Rubio Herrera
Generación 2007 – 2009

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El estudio de la problemática campesina
requiere la visita a los sitios de producción.
Foto: Luis Arias
…perspectiva ecológica
en mi profesión…
“Para mí fue el volver después
de un tiempo considerable
a la actividad académica,
lo cual agradezco mucho al
departamento de Ecología
Humana, pues me dio la
oportunidad de continuar con
la perspectiva ecológica en mi
profesión, que siempre me
ha interesado y más aún con
la Ecología Humana. Esto me
ha permitido interactuar en
proyectos con profesionales
de varias disciplinas de
Humanidades y comprender
mucho más sus puntos de vista,
así como poder externar mi
perspectiva desde la Ecología
Humana, la cual no es del todo
conocida en las Instituciones
de trabajo, a pesar que existe
desde hace mucho tiempo.
Gracias a mis compañeros de
generación por esos momentos
inolvidables de compañerismo,
así como gracias a todo el
personal del Departamento de
Ecología Humana, directivos,
profesores, auxiliares de
investigación, y demás personal
que hicieron posible el tiempo
que estuve cursando la
maestría en el CINVESTAV.”
Rocío Rendis Ruz
Generación: 1998-2000
…la Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana
cumple esta misión…
“Desde hace unos años, me interesó y preocupó la noción de que el hombre es sujeto y
objeto de las transformaciones que hace a su entorno. Sin embargo, mi formación no era
suficiente para en primer lugar, entender la cuestión, y en segundo, ocuparme de ella.
Dada la situación crítica del empobrecimiento socio-ambiental en México, creo que los
posgrados que aborden este tipo de tópicos deben ir más allá del entendimiento, y proveer
a los egresados los medios metodológicos que les permitan ocuparse de la problemática
para actuar en beneficio del bienestar general, esto es, el bienestar de los hombres y del
ambiente. Considero que la Maestría en Ciencias en la especialidad de Ecología Humana
cumple esta misión.
Como recién egresada de la Maestría confío ser capaz de apropiarme de los elementos
fundamentales que componen una realidad socio-ambiental y junto con otros profesionales,
caracterizar, explicar e incluso modificar esa realidad.”
Remedios Nava Díaz
Generación 2011-2013
…me permitió confirmar, con rigor teórico, y con método, que las
fronteras entre las ciencias “duras” y las sociales son artificiales…
“Cuando, durante una de las sesiones de inducción a la Maestría, la Dra. Dolores Cervera –
Lola, de cariño – aseveró que “la ecología humana trata de todo…y de nada”, dije para mis
adentros que había llegado al lugar correcto. En efecto, había ingresado a un espacio de
reflexión en el que todo tema era terreno franco, y ninguna aproximación resultaba anatema.
De alguna manera, esto se parecía a lo que había estado buscando durante los años
anteriores, en mi participación en diversas labores relacionadas con la gestión ambiental:
todo quehacer humano acontece en el paisaje, y conocer la interacciones que esto entraña,
contribuye a proponer vías más saludables y menos conflictivas para emprender estos
quehaceres.
Si bien es cierto que, hasta que ingresé a la maestría en ecología humana, esta aproximación
al trabajo había descansado únicamente en el sentido común y en los recuerdos escolásticos
de la ecología clásica de los años setenta, mis esfuerzos carecían tanto de método como de
conocimiento de causa.
Así las cosas, la maestría cambió mi vida de dos maneras: por una parte, me permitió
confirmar con rigor teórico y con método, que las fronteras entre las ciencias duras y las
sociales, son “artificiales”, y que tienen más que ver con el ejercicio del poder y el acceso a
presupuestos limitados, que a la validez de los métodos y los fundamentos conceptuales.
Por otra parte, me permitió comprender que podemos formarnos como pontífices entre
diversos espacios de las ciencias y entre saberes diferentes, si aprendemos a otorgar a
cada cual la validez que aporta su historia, la construcción de su particular cosmovisión y la
interacción – históricamente determinada – con su paisaje concreto.
Mi abuela decía, con cierto dejo de desprecio, “¡Déjate ya de pontificar!”, como queriendo
decir “no seas pedante, o pretencioso”. Si algo aprendí a lo largo de mi trayecto por la
maestría en ecología humana, es que mi abuela estaba equivocada: se vale pontificar, no en
el sentido de sentar cátedra o de presumir un saber supremo, sino en el sentido de tender
puentes entre saberes distintos, y dar a estos puentes el sentido real de asentarse sobre
expresiones territoriales concretas. Creo que hoy, así, me enfrento con mi entorno – y con
mi trabajo – de una manera nueva.”
Rafael Robles de Benito
Generación: 2002-2004

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Toma de muestra para el estudio de la calidad del agua en el cenote Tzá Itzá, Tecoh, Yucatán.
Foto: Almira Hoogesteyn
…el doctorado…
“Los conocimientos adquiridos en la maestría me ayudaron a abrirme camino al siguiente
paso, el doctorado; algunas de las herramientas básicas aprendidas a lo largo de la maestría
las sigo aplicando aún, y algunas otras me han ayudado a comprender y adquirir nuevos
conocimientos. La maestría definitivamente me ayudó a superar ese miedo que muchos
tenemos de exponer nuestra labor y nuestras ideas ante una audiencia, lo cual es una parte
fundamental dentro del quehacer de la investigación.”
Ina López Falfán
Generación 2005-2007
… la ecología humana es prácticamente un lienzo en blanco…
“No me fue difícil decidir que quería hacer la maestría en ecología humana, mi tendencia
a moverme en las fronteras disciplinarias tuvo como conclusión lógica buscar un espacio
académico que me permitiera explorarlas. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que no
hay otro campo en la ciencia más interdisciplinario que este. Un poco por su historia y un poco
por su falta de paradigmas y marcos teóricos definidos, la ecología humana es prácticamente
un lienzo en blanco el cual tiene como única condición plasmar los dos elementos contenidos
en su nombre: la interacción entre el ser humano y su entorno ecológico. No es una tarea
fácil el ser un alumno en esta rama de la ciencia que no pertenece exclusivamente ni a las
ciencias sociales ni a las ciencias naturales, aquí se aprende un poco de ambas a la vez, aquí
no hay fórmulas ni mapas de rutas que indiquen el camino a seguir. Por eso cuando alguien
me pregunta lo que me dejó mi paso por esta maestría, mi respuesta es: me quitó el miedo
a seguir caminos desdibujados y me dio a conocer un gran número de herramientas útiles
para seguir explorando las causas y consecuencias de su objeto de estudio.”
Esmeralda G. Urquiza Haas
Generación 2002-2004
“La constante interacción con
los profesores del posgrado
durante los seminarios de
tesis, me permitieron explorar
aspectos de mi trabajo que
necesariamente tendrían que
ser vistos con un diferente
enfoque para poder hacer un
análisis integral. Es así como
comprendo que muchos de
los problemas de investigación
necesitan ser abordados
desde diferentes perspectivas
e ir enriqueciéndose con el
trabajo interdisciplinario. La
formación en el posgrado de
EH me permitió ver más allá de
los resultados obtenidos en la
tesis, tan es así, que continúo
estudiando el tema ahora en
el doctorado incorporando
otra disciplina para poder dar
explicaciones a las interrogantes
que se me presentan. Algo que
me ha quedado claro durante
los dos años que trabajé con
mi directora de tesis, es que la
pasión por la investigación y la
generación de conocimientos,
pueden traducirse en la
aplicación de medidas que
permita n soluciones para
la problemática que las
comunidades enfrentan en la
actualidad.”
Oswaldo Huchim Lara
Generación 2008-2010
Trabajo de campo de Oswaldo Huchim con
buzos de Río Lagartos

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“Llegué a estudiar al Cinvestav
porque es una institución
reconocida en investigación y
yo deseaba formarme en esta
línea de trabajo. Escogí Ecología
Humana porque me pareció
que eran los conocimiento que
complementaban mi quehacer
profesional. Me resultó
interesante el enfoque de
tomar en cuenta tanto aspectos
sociales como ambientales
y la interacción entre ellos.
El enfoque multidisciplinario
también me resultó muy
atractivo.”
Mariana González Abundes
Generación 2012-2014
Muestreo de agua en los cenotes de Cuzamá. Foto: Horacio Beristain
“Llegué a Ecología Humana
con la idea de realizar una
investigación integral del
tema de migración y salud.
Desde el inicio de la maestría
y hasta este primer año, esta
idea ha sido posible con los
cursos, las prácticas y las
diferentes oportunidades para
transformar el conocimiento
que la maestría ofrece.”
Teresa de Jesús Chan Mex
Generación 2012-2014
Los estudiantes actuales
“En el transcurrir de la Maestría en Ecología Humana, he logrado entender que los seres
humanos somos causa y consecuencia de los cambios en nuestro entorno a lo largo de
generaciones. Por lo anterior, creo que es clave que desarrollemos una efectiva cultura
de participación para dar solución a los retos socio-ambientales a los que nos estamos
enfrentando.”
Horacio Beristain Navarro
Generación 2012-2014
“Soy Bióloga y decidí estudiar la Maestría en Ecología Humana porque mi profesión no era
suficiente para explicar y entender aspectos y procesos relacionados con mi área. La Ecología
Humana me dio las herramientas para poder hacerlo, me obligó a cuestionar mis ideas y
fortalecerme en el área laboral. Además, sin buscarlo, me permitió entender mi historia
personal de crecimiento. Estoy contenta y satisfecha de haber tomado esta ruta desde hace
dos años; en unos meses mi travesía terminará, pero con la certeza de ver y analizar las cosas
desde una perspectiva que integre la visión con la que inicialmente me formé y con aquella
que salí al estudiar la maestría en Ecología Humana. ¡Muchas felicidades por su aniversario!”
Maricarmen Uc Keb
Generación 2011-2013
Generación 2013-2015.
Foto: Fabiola Echeverría

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… formarme en una especialidad cuyo enfoque incluyera el binomio sociedad-ambiente.
“A partir del reconocimiento de que factores sociales subyacen en muchos problemas ambientales que enfrentamos, decidí formarme
en una especialidad cuyo enfoque incluyera el binomio sociedad-ambiente.
La Ecología Humana permite justamente, abordar diversos problemas ambientales desde una perspectiva multidisciplinaria,
incorporando la esfera social como un punto fundamental para la comprensión del complejo entramado de interacciones detrás de la
problemática ambiental.
La necesidad de emplear este tipo de enfoques, es cada vez más reconocida en el ámbito académico y político a nivel global, dado que
permite la aproximación integral requerida para enfrentar los diversos conflictos socio-ambientales del mundo actual.
La experiencia formativa en Ecología Humana constituye un desafío profesional fascinante, ya que por un lado, nos pone de cara
a múltiples y diversas disciplinas, y, por otro, nos involucra en una experiencia reveladora al estudiar diferentes realidades. Esto
finalmente, contribuye a que los estudiantes concibamos una visión amplia y enriquecida para el necesario estudio de los conflictos
socio-ambientales.”
Malena Oliva
Generación 2011-2013
Visión de la ecología humana, según la generación 2013-2015.
Foto: Arturo Victoria

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Agradecimientos
Esta gaceta fue posible gracias a la contribución de cada uno de los profesores, estudiantes,
auxiliares de investigación, técnica y secretarias de la Jefatura y Coordinación Académica. Se
contó con el apoyo del Director Dr. Romeo de Coss Gómez y del Secretario Académico Dr.
Omar Zapata Pérez.
De particular importancia resulta conocer los saberes transmitidos por nuestros compañeros
de trabajo, que plasmaron en sus testimonios el significado de la ecología humana como
campo laboral y científico. Agradecemos profundamente la valiosa participación de: Luis
Arias Reyes, María Dolores Viga de Alva, Ernesto Ochoa Estrada, José Luis Febles Patrón,
Armando Rojas Castillo, Rodolfo Olguín Castillo, Rocío Saide Albornoz, Susana Pérez Medina
y Rosa María Méndez González.
Esta gaceta de aniversario también cuenta con la valiosa aportación de los egresados de
la maestría en ecología humana que nos expresaron su visión y sus experiencias, por eso
agradecemos a: María Esther Ayala Arcipestre, Arely Paredes Chi, Ruth Magnolia Martínez
Peña, Hugo Azcorra Pérez, Guadalupe Zetina Gutiérrez, Argely Salazar Pastrana, Amanda
Rubio Herrera, Remedios Nava Díaz, Ina López Falfán, Rafael Robles de Benito, Rocío Rendis
Ruz, Yolanda López Maldonado y Esmeralda G. Urquiza Haas.
Agradecemos a los estudiantes actualmente inscritos, que nos compartieron su interés y el
por qué de su elección de este programa de posgrado: Teresa de Jesús Chan Mex, Horacio
Beristain Navarro, Maricarmen Uc Keb, Mariana González Abundes, Malena Oliva, Octavio
López Martínez. Marcela Jiménez Moreno, Daniel Isaías Ancona Cobá, Arturo Ismael Victoria
Pérez, David Adolfo Gómez Durán, Violeta Amapola Nava Galindo y Romel David Moo Aldana,
generación 2013-2015 quienes aportaron su visión de ecología humana.
También es importante expresar nuestra gratitud hacia los profesores del Departamento,
que enriquecieron con sus comentarios la realización de esta gaceta.
Apreciamos el interés del personal que gustosamente compartió sus fotografías de trabajo
de campo: Dra. Almira Hoogesteyn Reul, Dra. María Teresa Castillo Burguete, José Luis Febles
Patrón, Luis Arias Reyes, Susana Pérez Medina, Rosa María Méndez González y Rocío Saide
Albornoz.
A quienes apoyaron con la edición y revisión de la gaceta: Ligia Uc Vázquez, Rocío Saide
Albornoz, José Luis Febles Patrón, Luis Arias Reyes, Rosa María Méndez González. A Miguel
Cetina Muñoz por la edición final y la impresión, y a Rocío Saide Albornoz por la elaboración
del guión del material audiovisual.

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Al personal secretarial, miembros importantes de este Departamento: Dalila Góngora Solís,
Leonor Esther Chablé Santos, y a Martha Chan Lugo ex-secretaria del departamento.
De manera especial:
A Valentina y Karla Iglesias Bemúdez, por la grabación de voz del guión del audiovisual anexo,
que tan amable y profesionalmente realizaron.
A Raúl Palma Saide por contribuir con el diseño del logo, y por su apoyo en el diseño y
producción del cartel conmemorativo. (El logotipo de esta gaceta es una alusión a la práctica
y a la disciplina de la Ecología Humana. No es un logotipo departamental).
Y a la Dra. Julia Elena Fraga Berdugo, Jefa del Departamento, por su iniciativa de publicar
esta gaceta, que muestra parte del trabajo que se realiza en el Departamento de Ecología
Humana.
Autoridades de la Unidad Mérida y profesores del DEH en la celebración del XV aniversario. Foto: Miguel Cetina

Departamento de Ecología Humana 2013
Foto: Jose Luis Jaramillo
Profesores:
Dra. María Teresa Castillo Burguete
Dra. María Dolores Cervera Montejano
Dr. Heriberto Emilio Cuanalo de la Cerda
Dr. Sudip Datta Banik
Dr. Federico Horacio Dickinson Bannack
Dr. Lane F. Fargher
Dra. Julia Elena Fraga Berdugo
Dra. Ana García Silberman
Dra. Jenny Anne Glikman
Dra. Almira Lydia Hoogesteyn Reul
Dr. Carlos Ibarra Cerdeña
Dr. Salvador Montiel Ortega
Dr. Miguel A. Munguía-Rosas
Dr. Eduardo Batllori Sampedro (con licencia temporal).
Técnica y Auxiliares:
Fabiola Echeverría Ramos
Luis Arias Reyes
José Luis Febles Patrón
Rosa María Méndez González
Ernesto Ochoa Estrada
Rodolfo Olguín Castillo
Susana Pérez Medina
Armando Rojas Castillo
Rocío Saide Albornoz
Ligia del Carmen Uc Vázquez
Graciela Valentín Sánchez
Dolores Viga de Alva
Secretarias:
Leonor Esther Chablé Santos
Dalila Góngora Solís
Celeste Vorrath Domínguez
http://www.ecologiahumana.mda.cinvestav.mx/
CINVESTAV. Unidad Mérida
Km 6 Antigua Carretera a Progreso
Mérida, Yucatán 97310, México
http://www.mda.cinvestav.mx/
Jefatura
+52 (999) 942-9400 ext. 2303
leonorc@mda.cinvestav.mx
Coordinación Académica
+52 (999) 942-9400, ext. 2368
coordinaeh@mda.cinvestav.mx