El Libro de Omitir

[El Libro de Omitir]
// Ricardo Andrés Pabón

[El Libro de Cerrar]
[El Libro de Omitir] ..................................................................................... 1
[Prólogo al No-Lector] ............................................................................. 3
....................................................................................................... 15
[Ilusión de Sentido] ............................................................................... 17
[Imagina] ....................................................................................................... 18
[Invitación a la Fuga] ........................................................................... 25
[Vademécum]................................................................................................... 27
[La Antimúsica o la Máquina de Enmascarar Sonidos] .............. 34
[Hombre Tridimensional] ......................................................................... 43
[El Universo] .............................................................................................. 44
[Matemáticas Cotidianas] .......................................................................... 52
[Para una Ciencia de la Lluvia] ....................................................... 55
[En Reversa o en el Espejo del Tiempo] ........................................ 75
{Яɘvɘɿƨɒ} ....................................................................................................... 75
[Un profesional Despierta] ................................................................ 102
[Mirando al techo, |11:11, t ++] ................................................... 114
[Cinema Sinestesia] ............................................................................... 121
[Mi Ventana Está Más Cerca] .............................................................. 123
[Blablabla]................................................................................................. 125
[Anamnesis]................................................................................................. 133
[Para Lipomena] ........................................................................................ 149
[Una Decisión] .......................................................................................... 152
[El Libro de Abrir] ................................................................................... 156

Void Setup (0)
[Prólogo al No-Lector]
{Quizá debamos aprender que lo imperfecto
es otra forma de la perfección:
la forma que la perfección asume
para poder ser amada.}
Roberto Juarroz
//*No sé si me complacería saber que lees esto,
tampoco sé muy bien lo que digo, pero estarás
bien sin estas palabras. Hoy es un hecho que no
existes, aunque podrías… La historia de la que
no hablaré, porque no viene al caso, aunque es
muy urgente… no obstante, insondable. Hay que
comprender que al igual que mi perro hay un nolector
en aquella ventana, árboles y piedras no
lectoras, lluvia que no responde.
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Nadie es el principal ausente en este relato en
el que a algún subalterno que de forma
antinatural no existirá y no ha podido nacer, no
le suceden eventualidades, mientras casi nada
pasa en un parque, desde luego, esto sugiere que
nadie le hable discretamente, lo salude y se
despida, nadie y quién, sin embargo, ya han ido
a muchas veredas. Se podrá objetar que es el autor
el único lector, algo obvio, e inclusive, que
habrá, algún día, un lector potencial, cuyas
probabilidades aumenten al crecer este relato,
pero pudo ser que alguien ya escribió este texto,
u otro que según su experiencia lo escribiría, o
el vigilante con sus datos|.
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En todo caso aquel lector hipotético debería
abandonar su intención, pues carece de sentido
el leer palabras y palabras así no más, palabras
de nadie: son imperfectas, sobre todo en este
modo de hablar, como una cena que no se
descompone, o un animal que no se transforma en
tierra ni aire, y así no son las cosas. Puede
incluso suceder que alguna trama de palabras se
quede repitiendo, un programa o pensamientos
interconectados, una máquina de reciclaje
intelectual que recoja estas que van quedando
aquí escritas, o tal vez, dos personas en una
tarde aburrida hablan y se baten cada uno
infantilmente contra los límites del lenguaje en
un pequeño juego de palabras sin sentido frente
al mar. O también, un lector inquilino, dentro
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de un libro que se instruye a sí mismo, un
anfitrión de inteligencia artificial: lo cual
puede ser, desde luego, desconcertante, pero eso
está más allá de los límites de lo que puede
conocer quien imprime, cuyo porvenir ya se
redujo, por cierto, viene del caos y el bullicio.
Hay una solución tardía, si llegase a suceder
algún leedor, pues que abandone inmediatamente su
lectura, y que desistiese de todo intento de
continuar leyendo una utopía, porque cómo así que
nada o nadie se usa en el sentido de algo y
también en el sentido de nada.
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Si eres fanático de la dicotomía bien-mal: y esa
cadena de irracionalidades que enloquece a las
multitudes, si amas la vida sin pensar en ella,
este es un libro de cerrar, puede provocar
frustración si piensas en la utilidad de una
certeza como eje de todo lo que se vende, también
deberías cerrarlo. No obstante, cerrar es empezar
a presionar desde afuera como lo hace el viento:
cerrarle una puerta, además, es contribuir a
empujar más fuerte desde adentro mismo.
Entonces, lees este libro antifáctico,
contrafáctico, tal vez podrías imaginar que pesa
varias docenas de kilobytes de información sin
dimensión, propiedad magnética sin volumen ni
masa, que podría pesar en el tiempo y en el
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espacio como gramos en palabras de dos
dimensiones de tinta. Este libro, que debería ser
leído sin luz (tal como se ha conciliado el sueño)
debe poder relampaguear en la memoria, con ritmo
si es compañero del viento, debe poder ser
escrito sin el digitador (duerme). Es un libro
imposible, un libro que abre-cierra, imferpecto.
*//
Define
{El agujero no es en realidad una propiedad de la superficie, sino del espacio que la
rodea. Por, ejemplo, si alguien se encontraba como en su casa sobre un flotador o una
rosquilla, jamás se le ocurriría pensar que su mundo tiene un agujero. Por ello, me contó,
los matemáticos han dividió todos los objetos en clases en función de cuántos agujeros
tienen. Y a estas clases las llaman géneros. Me quedé boquiabierto Según esto un botón
del pantalón con tres agujeros tiene géneros tres, y una bola tiene género cero. En
cambio, si contemplan su propio cuerpo como un tubo, como propuso Lichtenberg,
según esta lógica pertenece a la primera de estas clases. Reflexiones del señor Z}
Se habla de nada... es decir, ‘No-esa’
protuberancia deliberada en los huecos de los
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olsillos, y su importancia en el aparato
digestivo, no-eso que cubre cuando se aprieta la
mano para pelear, nubes de electrones que nunca
se tocan realmente, a pesar de estar lleno de
fuerzas este campo, su función vacía es,
inclusive, más importante; pues forma, función y
materia son inútiles sin un vacío donde poder
moverse, topológicamente somos un tubo, el
espacio no es propiedad de una superficie, pero
hay un espacio que se satura en el sexo e inventa
su órgano.
El contorno ausente de un texto perdido que decía
algo importante no es esto que escribo en un
intento por recuperar el sentido de lo que se
escapa sin reparos en el disco duro y en la vida.
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No obstante, lo imposible es acaso más real y
consiste en consumir las posibilidades, gastar
las posibilidades le da la forma a un imposible,
infinitas maneras como no se dice la nada.
Ignorar al silencio para dejar que no suene.
//Cubo de Necker
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Pero ¿Lo imposible es una cosa? ¿Lo fue alguna
vez, lo será? ¿Salta de la nada y se cuela de
vuelta? Algo se sumerge o se pierde cuando emerge
otra dimensión, y dormir… ha tomado lo soluble e
indisoluble, aquello verosímil e incoherente y lo
ha unido punto por punto hasta lo desconocido en
la incertidumbre emitida por la percepción ¿Pero
puede realmente existir? La naturaleza parece ser
muy consistente consigo misma, ella no tiene
paradojas en su trama. La verdad aquí, entonces,
debe ser un tipo de orden «Duermo cuando respiro
ó respiro cuando duermo» y cualquier respuesta
señala la dirección hacia los sistemas llamados
REALIDAD.
11

Es irrelevante, el hambre demuestra informalmente
lo real.
Despertar.
La lógica de los sueños admite, sin embargo,
contradicciones «Duermo y voy al cine» y eso es
estar en dos lugares, también en dos sensaciones
temporales antagónicas ¿En qué dirección corre el
tiempo en los sueños, se devuelve hacia el sueño
de los ojos abiertos, hay tiempo? y, ¿En el tiempo
donde aumenta el caos? ¿Quién define lo que es
caos, en qué nivel? Puedes sobrevivir o salir de
un sueño en el que mueres, no obstante. Pero ¿No
he solapado lo imposible dentro esos fenómenos?
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¿No he aceptado como existentes ya demasiados
objetos que no pueden ser en sí?
Es una ficción.
Las mentiras están hechas de tiempo, las verdades
también: dos aspectos de la duración. La verdad
se dirige hacia el pasado para sustentarse, allí
se hace certeza y se proyecta al encuentro de un
futuro, expectante. O se hace verosímil y se
pierde en las huellas de la historia, se asemeja
ahora a la mentira, tienen la misma estructura,
simpatía o antipatía. La fantasía dura instantes
en el presente, pero la verdad se abre paso
rompiendo condiciones endebles.
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Sueño con tener un reloj que me dé las horas en
braille, que hormiguee las horas en mi mano (como
si se hubiese quedado dormida ella también) el
cosquilleo particular de las 5 de la mañana puede
sugerirme pasajes de la literatura que me hagan
pensar en que debería despertarme y escribir en
mi computador braille sin tener que abrir los
ojos, tantos trabajos postergados obnubilan.
No sé si estas palabras puedan ser leídas sin
luz, son textones redactados en un lugar donde
el kilovatio hora no cuesta nada, sin importar
los amperios un sol viene a lumiar en la mente
como fosfeno cálido, las ideas tienen
temperatura, construyo baterías imaginarias de la
fiebre. O sin sol, pero en un cuarto blanco y
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vacío. No sé si pueda ser leído sin aire, pero
en el caso de haber sido repetido o de repetirse
se hará necesario que el libro cierre.
Var {}
[Dormido y Despierto]
Serendipia, casualidad, coincidencias,
caoincidencia, momentos irracionales, apofenia;
es decir, generalizar rápidamente ante los
fenómenos aleatorios imprevistos, pareidolia. En
sincronicidad con el tiempo subjetivo ¿Indicando
qué? ¿Qué pistas? ¿Qué intenciones? No, demasiado
teleológico. Pero un nombre insiste en
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eproducirse, tres personas conectadas a través
de una pequeña acción a través de la distancia,
un sueño compartido, desear, odio, una llamada,
entrelazamiento (¿Cuántico?), una sugerencia
real e improbable, contacto; una sensación
extasiante en ese momento, ilusión incontable
para los sentidos, hierve la masa de procesos
químicos, inconmensurable suceso mental,
sorpresa, un virus que modifica estas palabras,
algo dramático cuando puede, copias, el olvido.
Quedan signos para pensar, la consideración de
aquel pensamiento entre los recuerdos, de ese
pensamiento ante la nada, ante el dinero, sin
más, serendipias, su improbabilidad, no obstante,
una lotería. El azar no tiene memoria.
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[Ilusión de Sentido]
Construir un universo es simular un orden, pero
es instaurar un universo de desorden, tal vez una
clase de desorden. Crear un género es hacer un
tipo de desorden y tal vez algo de orden. Hacer
todo el desorden es hacer algún tipo de orden
como los ojos de los huracanes. Hacer un sólo y
mínimo tipo de desorden es esperar por un solo y
singular orden, pero, más desorden. No hacer
también desordena.
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[Imagina]
Imagina que los callejones de la mente son
callejones de un mundo: de lo inacabadamente
grande y de lo inacabadamente pequeño.
Imagínate que los callejones no son algo en sí
sino por su relación con las demás calles: lo
artificialmente naturante, la naturaleza
naturando: El ADN tiene polaridad | estática |
transistor. Imagina que la naturaleza come de la
naturaleza naturante, pero no teme ni odia su
alimento. Tan virtual se sucede nuestra posición
en el mundo que nunca tocamos los espejismos, la
luna nos persigue a todos a la vez y el punto de
fuga en el horizonte se acerca y aleja
caprichosamente.
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Piensa en algo diferente.
Piensa en que al hablar caminas por los
callejones de la mente y que ese caminar
transforma la calle y la ciudad, modifica tu
vuelo.
De ahí que haga falta un salto cuantitativo para
echar de menos la realidad pensante de una
máquina, pero sobre todo cualitativo: que sea
algo más que sintaxis, sin considerar su lugar,
su sentido ¿Dónde estás? Responder esa pregunta
no es tener solamente unas coordenadas.
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Piensa que al escribir también sucede algo
similar… piensa que estás pensando en ello, que
es un bucle que se retroalimenta. Pero hay que
esparcir el bucle hacia afuera, hablar con los
demás.
Piensa que no es simple lo aparentemente
primigenio, como los colores imaginarios en los
callejones de olvido e inextricables entre los
demás sentidos, y todos emergen o interactúan en
disposición. Piensa que hay callejones, que a
pesar de no tener salida terminas en otros
lugares: defectos.
Piensa que la mente es un compuesto trazado
arbitrariamente como las calles, los ojos son
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apenas unos lentes y aun así ves con ellos (tienes
una imagen frontal, ves no obstante con los
circuitos trazados por las neuronas), piensa que
es inasible imaginar lo que subyace, o intenta
hacerte con una imagen que explique el estar
subiendo las escaleras ¿Cómo se suben? y
tropezar.
Piensa en la singularidad, piensa en la ‘imagen’
que se haría un ciego de su propio cuerpo, piensa
qué podría imaginar si aprende la sensación de
un punto y sus relaciones en el espacio, una
pelota que se devuelve.
Piensa que eres el camino caminando por los
callejones (algunos caminos prescinden de ti)
21

muchas veces al igual que los trazados de los
parques se crean otras vías como caminos en un
bosque, unas veces mencionando palabras otras
prestando atención a la latencia de la mirada:
algo como la forma que adquiere el agua modulada
por la música, piensa que no te encuentras,
sientes la angustia, callejones sin salidas,
calma.
Piensa en la música, ahí vienen las emociones a
reverberar en los órganos y la cadencia de la
poesía, sabes que puede ser percibida como
atribulada, pero piensas simplemente que estás
desmontando el número de ideas, dejas de pensar,
reduces las oscilaciones para que encajen mejor
las ideas largas. Abandona el tono del
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pensamiento ¿Qué hay? ¿Qué queda fuera de un
nombre, mi nombre y mis recuerdos atándose y
desatándose en este relato? Un animal que imagina
imaginándose.
Este es el presente, discreto, aquí no hay nada,
pero digo nada en un sentido mínimo, negatividad
que entra en conflicto con el hecho de que sigo
siendo no solo algo, sino una voluntad además ¿Y
al fin, cuando sea nada, seré auténticamente
nada, sin nadie quien le mire? Seré nadie, pero
aun así no sería nada propiamente y, sin embargo,
sería poco menos que eso con respecto a lo que
había sido. Resiste el vértigo del golpe contra
un muro desdoblado en el sentido. Lo que hay
23

detrás parece la existencia, exuberante en el
planeta, latiendo, vibrando. Resiste.
Respira...
...Mecanismo esencial en el lenguaje de máquina
de la mente y el cuerpo, hay en sus conflictos
desaires, en sus bifurcaciones una escisión de
la mente, más trabajo, algo despersonalizado. La
consciencia es solo un estado más. Duerme, no hay
fusibles para esto.
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[Invitación a la Fuga]
Hay escaleras eléctricas para entrar al mundo de
valores, hay ascensores para evitar el cansancio
y precisos relojes que todavía aceleran lo real
y, miden el trabajo para rendir exponencialmente
con las obligaciones; hay helados, malteadas y
pollo frito a lado y lado de los pasillos; hay
porno en las librerías, delicioso y suculento
porno amateur en las fachadas y en los rostros.
Quizás hay salidas, pero no son mecánicas, el
abandono parece sugerir algo: ¡Sálgase como
pueda!
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Hay un lejano pasillo que no se puede recorrer a
pie y reproduce las formas de los laberintos, un
terreno desbrozado, infértil y aún de carácter
privado. Todo es automático para entrar, pero
jamás para salir. No hay salidas digitales, ni
hologramas o portales, todas las salidas son
análogas y requieren un trabajo infinito, sin
embargo, hay dispensadores de sed para la sed.
Nadie puede salir en representación de... ni
estar apoderado para salir en lugar de... No
basta con cerrar los ojos, no alcanza con pintar
la salida. Es insuficiente la invitación a la
fuga.
Memory load lot:2046
26

[Vademécum]
{Astroënteritis Severa}
Los síntomas de este estado tan particular de la
mente abarcan: una sensación en el paciente de
inconmensurabilidad de su existencia en el
universo, es decir, ante lo uno o la
multiplicidad incontable y su relación con el
individuo, la provisionalidad, o imaginerías de
este tipo. Debido tal vez a la mala deglución de
los fenómenos celestes cuya farmacopea alucinante
puede desencadenar emesis, gastralgia, punzadas
nerviosas en el estómago, alucinaciones
astrológicas, sesgos supersticiosos
(maldiciones, bendiciones); asimismo,
27

verborragia y logorrea, dos palabras marrones
para nombrar el río de sentido que se desborda:
El paciente T. escribe lo siguiente:
Siempre han ganado sugerir caos pero que es sin duda
podredumbre de la herradura más tersa y amable de gatos
y hambre no confundido con la nostalgia de haber acalorado
un amante en cigarrillo para nada mojado entre la nube
jersefaga entusiasta de porcino nubarrón cuyo primo nació
dentro del alma por devenir al no escuchar el sonido del
alambre en los oídos que murmuraban sin poner demasiado
adjetivo ni eses pues lo que se dijo fue terminante no
voltajiaban sino peces que o morirían y no vinieron jamás
pudieron no haber sido sino que habría puesto su dedo en
ella pero el fuego sin mirar las galaxias supercúmulos
Corona Boreal amurallada Gran Atractor y sin elogios y sin
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forma alguna de conectar algo con algo ahora estoy pero ella
sin que diga algo siempre diciendo siempre refulgiendo
siempre que han estado sentados acá hartos del robot que
correrá para siempre el túnel que no abre sino que no lleva
a no ningún-ningún lugar por qué dejarme llevar dice él
pero que no son perros son caminos que no ladran: no ¡No!
Dicen… que sin sentidos que te llevan sin tutear pero con
interés de citar grandes autores que no hacen deportes pues
ha dependido de las circunstancias del pasado pues sino
estuvieran vibrando que es encontrándote a ti misma que no
existe él pues muchas hembras sin haber vomitado al macho
falológicamente hablando que ya no pueden ¡por dios! ¡Oh
yeah! cuyo padre perfumado casi en un carro que que que
que que tartamudeaba porque sin dejar de pensar que es
ahora el pánico del vómito un pensamiento del alcohol
sujeto a las paredes de la cerveza puesta sobre la espuma de
los dientes parlotea que no puede controlar una sonrisa no
determinada sino inconsecuentemente y duele no
demasiado solo una parte hipolocalizada del espejo del
29

hambre telescópica del doctor pero a ti también se te perdió
entre 45 y Venezuela según los trabajos de los búnkers y las
trincheras
En general, el consumo o exposición excesiva a
galaxias descomunales, supercúmulos o
imaginerías como las del GRAN ATRACTOR de súpercúmulos
es la causa más recurrente, no
necesariamente fatalista, de origen posiblemente
psicológico al somatizar interpretaciones
sesgadas, desastrosas. Según la jurisprudencia
local la evasión de consumo es perjudicial para
la democracia.
La paciente H. Sandoval describe así su
sensación:
30

(…) siento como si mi mano se desocupara de los nervios, un
pedazo de madera seca y llena de arena. Como si mi cuerpo se
vaciara hacia la nada, entumecido, se fue… ha desaparecido, sin
relación con los demás miembros, como sin materia, ni carne o
voluntad, unido a mí en una continuidad en apariencia imposible,
pero como si no estuviera ahí
la.galaxia.de.puntos.picantes.y.chispeantes.mi.mano.se.due
rme.y.me.despierta en la noche (…)
La experiencia de la ‘nada’ en este sentido
parece un defecto entre los microcircuitos y los
macrocirtuitos que procesan la información
química y eléctrica proveniente de los nervios
‘desconectados’, en un estado en el que
31

interactúa la experiencia del cuerpo y de uno
mismo.
Tratamiento:
Pilotos y astronautas recomiendan mirar a tierra,
respirar profundamente, detener la respiración e
imaginar que se descalza: sentir la hierba,
sinestesia local. No hay cura ni respuesta
satisfactoria a la pregunta que desencadena la
crisis. En casos graves, se debe realizar
astroenterostomía para reconectar las galaxias,
esta vez, de astrocitos y oligodendrocitos del
32

sistema nervioso que provoca la astralgiaglosalgia.
O, en última instancia, se recomienda
la aplicación de choques electro-convulsivos para
reconectar, según la plasticidad del paciente,
las sinapsis astrosas (pre y post-sinápticas)
potenciales de acción erráticos, secuelas. Debido
probablemente a la somatización o, predisposición
genética. Criticastros, poetastros, medicastros
han dudado de la eficacia de los tratamientos, e
inclusive de que sea realmente una enfermedad.
Las estadísticas sugieren continuar revisando la
literatura al respecto.
33

[La Antimúsica o la Máquina de Enmascarar
Sonidos]
La antimúsica es tocada por bandas de antimúsicos
para acallar la música que consideran no-música,
es extraña la batalla de la música y su
antagonista porque todo vibra, hay zumbidos en
la piel, todo Bum Bum Bum Bum cantan, se mueven
y resuenan, pero nada ‘suena’, un la se encuentra
con un antilá y los antisoles con los soles y,
nada. Ecos de las batallas suelen quedar
atrapados en los teatros. Pulsos supersónicos
estallan sobre el mar, los fonones subsónicos se
desprenden al fin como calor o en altas
frecuencias como cacofonía futurista. Una
34

asimetría en la violencia del volumen diría quién
manda más, enfrenamientos colosales derivan en
movimientos análogos a los terremotos.
[Estruendo Vibrante]
Los antiritmos y las antimelódicas líneas caen
al piso sin estridencia como sonido de arena o
arena de sonido, vecinos sinestésicos se quejan
del sabor seco de un Sol grave, también de un
agridulce verde bemol Re agudo cuando empiezan
las batallas. Compiten… otras frases solo se
congelan en gotas brillantes de alta frecuencia
con la forma del armónico en sus protuberancias
de agua:
35

1, 2, 3, 4, 5 armónicos…
Pero ¿Cómo explicarlo?
● ✢ ✻ ❋ ✺ algo así
O en los días más bonitos con forma de tetraedros,
estrellas de mar, como octágonos gruesos que
vienen y van sobre su eje, transportando energía
hasta desintegrarse como ruido blanco o gris en
la cuidad. En ocasiones, las sillas levitan,
tanto es el volumen y campo de la antimúsica: se
sabe que si ésta se emite en máquinas colosales
la lluvia se detiene en sus nudos y vibra.
36

El espacio que proyecta el encuentro de la
música-antimúsica, es decir, la sensación
espacial, parece surgir de las auras e
interferencias de los amplificadores de la
estupidez. Los transeúntes afónicos por gritar se
pierden en un vacío tridimensional guiados por
la textura o la presión, terminan desorientados
entre las chispas estroboscópicas y efluvios
monoaurales o estereofónicos de los instrumentos
de madera y silicio destellar desde tantos
lugares para construir una imagen de la
profundidad de sus casas, calles y ciudades,
tantas proyecciones desencadenan un vértigo
extraño al pasar.
37

Se sabe que la anti-música ha sido usada para
cimbrear e inclusive descomponer un antitriángulo
mediante ondas aserradas o según la voluntad del
usuario, queda deshaciéndose en ejes forjados en
tres no-puntos o antipuntos, que es aburrido y
oscila, antiparalelamente al campo, orientado
cada vez en el mismo sentido de lo que señala la
no-música.
El nombre dual de la luz o un sustantivo
cualquiera puede llamar cuanto quiera, escribir
como pueda, pero sin respuesta, ese es un
privilegio espontáneo reservado para las notas
que resuenan a pesar de la distancia en el
continuo de su expresión. Por eso vibran
cálidamente los bolsillos de los poetas, resuenan
38

en el vientre de sus amantes, sus nudos y
distensiones. Por eso bailan, rasgan con la
guitarra versos emanados de un fruto alucinógeno
y transparente como el hambre, bebiendo hojas y
pastillas procesadoras de imágenes.
La oquedad inalámbrica de las funciones en los
sintetizadores que le dan la antiforma a la
antimúsica son matrices de ecuaciones complejas
y logarítmicas que rompen el silencio para volver
a él. Propagadas en el vacío su energía recorre
los cables como un primer acontecimiento del
mundo: átono, digital y mate, una arista del
absurdo que sea agrieta imperceptible,
inenarrable: las palabras se retienen en el
profundo eco de los espacios, no pueden irse,
39

forman esferas o pelotas que rebotan de izquierda
a derecha en la mente de los vecinos.
Suelen pensar, sin embargo, que la música no se
propaga en el vacío, sin haber escuchado la
música de la tensión y distensión de la
consciencia, el ruido del silencio, los grillos
y sus compases de cien centenas. La música es un
fractal de tiempo, lo ordena vez a vez en niveles
emergentes de vibración, frecuencia, ritmo,
cadencia, Beats por minuto, años por el tono de
los siglos.
La música puede llegar a entenderse como una
secuencia de instantes, pero no es instantánea,
40

por eso el sonido no caduca, sí su
interpretación.
Entre tantas interferencias y máscaras los
pájaros trinan ante el gran antimusicalizador.
Los loros hablan, imitan algo que en las mañanas
verdes de domingo daría la impresión de ser
escuchado en la ciudad, que es el gran
antimusicalizador: enmascara todo el espectro de
sonidos, todo lo que entonarían los toches, el
sirirí o los cucaracheros, los monos y el
silencio de los venados, la glosolalia melodiosa
en la bañera.
Pero el silencio te señalaría, mostraría que
estás ahí.
41

El antimusicalizador se quita las gafas para
escuchar mejor y sube el volumen para alejar el
olor acre de la electricidad. Iberu, EL GRAN
ANTIMUSICALIZADOR tiene demasiada potencia,
teravatios para trabajar, pero, además, mucho
poder, poder fastidiar, pronunciarse, imponer.
Puede llegar a tratarse simplemente de acallar
un grito en medio de la avenida, en la ventana
de un gran edificio, o la armonía de dos pájaros
que improvisan, un algo que había que decir y,
aunque llegue a ser pronunciado no se escuche…
no se oiga, no hablen, no toquen su música los
músicos.
42

[Hombre Tridimensional]
A veces, uno tiene la sensación de que aún un
cuerpo en un ataúd no es realmente diferente de
nuestro cuerpo que aún vive, es decir, que aquel
se halla todavía radicado entre las mismas leyes
y condiciones, pero a ese que se le ha quebrado
una de las formas de lo verosímil y queda con un
gesto pretensiosamente falso, practicando su
técnica de apnea infinita, mal adherido al mundo,
virtual pues no trasciende, deja de valer por sí
como pretende toda vida, a diferencia de los
billetes que se reparten los comerciantes, por
ejemplo.
43

No es como si algo se le sumara después de la
muerte, en cambio, descuelga como casi todo de
un imposible, como si se hubiera perdido una ley
o una fuerza fundamental en sí misma, ha venido
a menos en las raras operaciones del universo,
donde ahora, solo suma restar.
[El Universo]
Vivo en la casa de un dodecaedro que no es lo
mismo que vivir en un dodecaedro por casa. Vivo
aquí hace un buen rato, hace calor, de este lado
sólo tengo una ventana pero empezó siendo una
casa normal con vecinos a un lado, al otro, abajo
pero no arriba; ahora se les ve cambiar el piso,
las paredes, el techo en diagonal, hacia un lado,
44

para el otro, y, desde todos los ángulos, con
martillo, porra, cincel tanto y tan fuerte que
no sé cómo es que sigue en pie este dodecaedro o
si todavía conserva su estilo, tal vez ya aumentó
sus lados y vivimos en un hiperdodecaedro-120,
en la cuarta dimensión, alejándonos del infinito
por el centro. Me preocupa que con las nuevas
obras las cañerías ahora desagüen hacia arriba;
yo vivo arriba, eso creo… había llegado a esa
conclusión hace rato.
A veces tengo la impresión de que las aristas se
han subdividido y escucho por más que no quiero
multiplicarse las discusiones de los vecinos, la
vida es dura y para nada contemplativa, entonces
solo pienso que vivo en un dodecaedro, que es
45

ideal y que describe bien porqué 12 balcones se
observan bien sin terminar de agradarse. Tal vez
sea eso que dicen que uno vive es en una casa que
tiene 11 dimensiones, unas cuerdas ideales en el
universo de teóricos. Un dodecaedro más grande
sobre otro más grande, eso es todo, un
quiliágono, debe ser algo así. Yo no cambio el
piso, me da igual… me preocupa más el árbol de
mango que planté porque va a tener que coger para
algún lado: va a crecer y las raíces se acomodan
a buscar agua y le va a dañar el tanque al vecino,
igual no me deja dormir.
En las noches más oscuras yo no sé los perros a
qué le ladran, tal vez al centro que entre las
cuerdas expele un olor industrial, fuerte y
46

prepotente, o no sé si le ladran al eco, o solo
ladran por ladrar. Varias veces ha venido un gato
a pedir comida, tiene que ser el mismo y es
blanco, se demora bastante en llegar después de
darle vueltas al dodecaedro, no podría hacerlo
si fuese una esfera, no tendría como agarrarse,
le quedaría difícil, por no decir imposible.
Ver un pájaro rojo esta mañana siguió confirmando
(o tal vez sea solo una creencia) según las
observaciones que todos los gatos son blancos.
En las noticias un abanderado de rojo es abatido
induciendo a pensar que todos los abanderados
azules son buenos, o que todo se reduce a
banderas; como dos opuestos que nunca se tocan
ni se entremezclan, dos partes de un mojón en un
47

universo de tantas fuerzas. La confianza en un
razonamiento de este tipo aumenta con cada nueva
observación que encaja en el marco mental que he
elaborado. Si la realidad pudiera ser editada,
como en una pantalla, por ejemplo, si el ofrecer
imágenes que transcurren en la mente no es sesgo
sino una ilusión del movimiento, una ilusión del
tiempo, de lo real o de la red emergente de
energía y pensamiento.
Un amigo me dice que esto es solo producto de mi
creencia que aumenta con cada nueva aparición del
gato y que parece encajar en el marco mental que
he creado (si no miente, también ha visto solo
gatos blancos) pero y si apareciese un gato
negro, uno gris… un gato rojo sugeriría que todos
48

los cuervos son azules, eso parece claro. Sólo
hay un gato blanco, una anomalía de cola blanca
que bate su gato, una copia de sí mismo cada
mañana y tienta el aire, un anciano ha vertido
de nuevo el aroma del chocolate caliente en el
laberinto del bloque en el que se encuentra mi
casa; en algún codo de espirales cuadradas
incongruentes, las calles adelgazan a dos perros,
una anciana espera en su mecedora, creo que el
anciano solo lo calienta para oler o recordar,
jamás lo he visto beber una sola taza de
chocolate, sí un pan con queso, agarra su
bicicleta y se va a trabajar, a reparar el
dodecaedro.
49

Lo único bueno de vivir en un dodecaedro es que
a veces se viene al piso alguna ventana y aparecen
unos ojos amarillos o negros pero desnudos que
intentan cubrirse ambas bocas, yo no puedo dejar
de mirarlas de par en par, pero ellas dejan de
saludarme, miran indignadas mi falta de vergüenza
o cortesía al resarcir el asunto con tirar abajo
las persianas de mi ventana en igualdad de
condiciones. Igual no teníamos nada de qué
hablar, me digo. Pudimos haber discutido los
cimientos del dodecaedro, del hecho de haber
venido horadándolo como termitas recientemente,
igual tampoco hay espacio en mi parte del
dodecaedro para seguir creciendo si se instalaba
a vivir conmigo, y en un segundo de descuido, una
50

gota y ¡Taz! No, no hay más espacio en este
dodecaedro.
51

[Matemáticas Cotidianas]
Las proyecciones de los seres conocidos en los
sueños no obstante no desaparecen per se, o por
sí mismos u otras causas. Su muerte un tanto
indescifrable pues desaparece su caótico dialogo
hacia la nada, tal vez, lo único que emerge de
la nada sea el caos, su desaparición consiste en
la donación de todo lo que viene a decir, su sola
presencia es energía inútil para en esa
sorprendente forma de sumar que tiene la vida
(cuando come de la vida misma); de sumar lo que
bebe y dice, pero a la postre restando y restando
hasta lo irreversible, en algo que ya no se puede
sumar en sí, sino en otro que lo sueña, y será
su muerte en la vida de algo más, despiertas y
52

todo se omite en el eterno postergar de lo que
va siendo rápidamente olvidado.
{}
El proceso de morir es todo un cálculo
infinitesimal tal vez del tipo 1/0, o inclusive
una resta dimensional, el sujeto en cuestión
pierde la dimensión del tiempo, posteriormente
sus dimensiones espaciales en donde da lo mismo
morir a la izquierda o a la derecha, aunque aquí
no da lo mismo morir arriba que abajo.
Las sumas de la vida son también desconcertantes
puede ser que 1+1 sea cuando menos tres (sin el
uso del condón tiene múltiples soluciones) aunque
53

con suerte sigan siendo los mismos dos, o aun con
gemelos.
Si duermo, la matemática es irrelevante, si soy
consciente que duermo lo mejor es no ponerse a
sumar, pero sospecho que son cuentas erráticas:
dormir cuatro horas es a veces como dormir 5
minutos, y dormir 5 minutos después de la 5 de
la mañana es como haber dormido una hora.
Las emociones hacen sumas en la guitarra,
terceras mayores y menores, tiempo e intervalos
de la mente. El ritmo no solo ordena el tiempo
sino también es orden en el espacio.
54

[Para una Ciencia de la Lluvia]
{Raro llorar y soñar años (Juan Giraldo)}
Llevábamos mucho tiempo sin agua, los niños
anhelaban la lluvia, los campesinos también. Le
gritaron al viento, que trajera agua… les dio por
imitarla, quienes pudieron se enredaron en besos
que pronto se secaban, unos los acumulamos en
representaciones, otros en faenas o simulacros
amorosos; también, en posturas acrobáticas o
extenuantes para sudar, goteó lo suficiente para
pasar el año, pero quedó nuevamente la sal en la
piel y en la tierra, pero ¿cuál es la causa?
¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil
ocasionar un tornado en Texas? Se preguntaba
Lorenz al estudiar el clima.
55

A veces, alguien simplemente se movía para imitar
al universo o al viento, para imitar el devenir:
hacer así con los pies y repetir, hacer asá,
limpiarse, decir cosas relevantes. Qué
importancia… cierro los ojos y veo a un
pensamiento que se esparce como una raíz y un
recuerdo como la lluvia… uh este verano es una
larga espera sin frutos, pero con raíces que
crujen, el calor y el tiempo deformándose no
podría decir si el calor por el tiempo o el tiempo
por el calor, crecen las flores de madera en el
bosque seco, las gotas siempre encuentran el
camino más largo para caer, me digo. Las hojas
secas son la estructura de la luz, el crujir de
las hojas secas es el sonido de la luz.
56

Sólo los tontos y los locos contestan las
preguntas infinitas sobre lo que sucede alrededor
del sol, por eso ya no estudio matemáticas ni
ciencia, tampoco cuento las gotas de lluvia, y
estoy ciego ante las metáforas y los proverbios,
no me fijo en la dirección del viento o la
temperatura, ni la distingo de los demás
fenómenos. Después de la última borrasca quedaba
todavía un poema en tiempos de necesidad: el
sabor del agua es el agua que se piensa en
nosotros / es insípida si no es sabia / sabe si
es dulce pero también si es amarga: emerge una
humedad pungente entre tus piernas.
Las casualidades son el combustible de lo
imposible, son los palíndromos del lenguaje de
57

la mente, de simetría extraña y arbitraria,
irreverente o inesperada «¡Lameculos: eso luce
mal!». Una frase que se lee igual al derecho y
al revés, como una pirámide de números
palíndromos
1 2 =1
11 2 =121
111 2 =12321
1111 2 =1234321
11111 2 =123454321
111111 2 =12345654321
1111111 2 =1234567654321
11111111 2 =123456787654321
111111111 2 = 12345678987654321
58

25840 2 + 43776 2 = 2584043776
12 × 42 = 24 × 21
Los libros están hechos de páginas de azúcar para
vacas, β-glucosa. ¿Para qué sirven los
palíndromos? La vida es un lenguaje y ella
también los usa, simetría que corta y pega, los
seres vivos se defienden con palíndromos de los
virus (extraña cadena de ADN que no está viva ni
muerta), la vida es un lenguaje, un libro por
analogía, por lo tanto, se puede leer al derecho
o al revés.
Pero llegar a comprender unas matemáticas tan
frías que me dirigía hacía el fatalismo. El día
59

de mi nacimiento no se insensibilizaba de mi
futuro, pero si las pequeñas causas tuvieran
grandes consecuencias... Esa mariposa que
aleteaba majestuosamente contra el viento
mientras atravesabas los campos en tu bicicleta
quizás fuera la causa de esta sequía, o tal vez
solo la mitad de una verdad, el azar afecta la
dirección de nuestros destinos. L: si un solo
aletear de las alas de una mariposa puede generar
un huracán, lo mismo es cierto para los aleteos
previos y posteriores de la misma mariposa, así
como el aletear de millones mariposas.
Se dirá que es algo muy trivial, una colección
fútil de rarezas, pero tiene que ver con algo más
profundo, estructuras que están presentes en la
60

naturaleza o en el interior del cuerpo como en
las Secuencias Palindrómicas de ácidos nucleicos,
es decir, una secuencia que se lee igual en una
dirección o en la otra, es posible que esas
moléculas tengan un apareamiento perfecto y se
plieguen sobre sí mismas, en un bucle, un
Uroboro:
//Tomado de Wikipedia
61

Bah! Coincidencias darle una respuesta a las
coincidencias conlleva conclusiones difusas, en
sueños… ¿Qué ‘pronunciamiento’ o diagnóstico
puede hacer la ciencia sobre las coincidencias?
a pesar de que llegan a ocurrir, las ciencias
parecen no poder sino encogerse de hombros para
hablar sobre los acontecimientos singulares, o
nombrar correlaciones absurdas.
Pero se puede utilizar el Método Serendípico para
encontrar vacunas, Böhr soñó la estructura del
átomo… pero no se puede hacer ciencia de algo
cuyo sentido es tan subjetivo, y si una
coincidencia tiene un vínculo de necesidad con
quien la recibe, la penicilina, un mensaje justo
en ese momento. Mmmm ¿Qué ley general…? Un
62

insecto quedó pegado en el papel precisamente en
la palabra quedó, ironía y ya, el azar no tiene
memoria. Si el azar no la tiene las coincidencias
no son nada, ni pensamientos o sentimientos sin
recuerdos, sin éstos es un día cualquiera donde
los hechos son hechos, sin relatos ni
consecuencias.
Creí comprenderlo, pero entonces llegué tarde a
una casualidad, al encuentro de un extraño
presentimiento, de una acomodación especial de
eventos: una coincidencia de algo que parecía no
poderse evitar, un abandono hacia lo irracional,
ó el amor es solo yuxtaposición… coincidir
‘casualmente’ bajo la lluvia, entremezclar el
olor, la ropa y los pensamientos. Pero ahora solo
63

parece una coincidencia que perdió el ritmo, y
todo el mundo sabe que una coincidencia no es
sino un diagnóstico pobre y místico o
supersticioso de la realidad.
¿Por qué este momento y no otro? ¿Por qué ahora
y no después? ¿Por qué aquí y no allá? Quizás el
origen sea una casualidad, un accidente, un
comienzo entre muchos. Pero al tiempo no se le
hace preguntas, a la lluvia tampoco, pero tenía
en mí esa premonición de que algo iba a pasar,
además, había visto nubes acumularse primero bien
arriba, páginas enteras de cirros con ortografía
y puntuación sobre el cielo añil. Pero el rodillo
del horizonte seca las nubes, cirros de papel se
desenredan en humo, se ordenan o se rasgan.
64

Luego, se transformó en una precognición de
relámpagos cálidos hasta formar vórtices
imparables, revolucionar este centro rompiendo el
aire que respiraba. Tenía observaciones previas
al respecto, lentamente los cúmulos cirrosos
bajaron hasta no dejar ver el sol en un tránsito
que duró meses. Una nube solitaria cruzó el
cielo, todos pensábamos que era una alucinación
colectiva, una nube sola es como una palabra
sola, su esencia es atraer, es estar en relación
con otras nubes, arreboles o vórtices, y llover
con tremolina.
¿Por qué a veces parece que sólo cuando recién
uno ve por primera vez un nombre, un símbolo, o
una persona entonces se lo encuentra o lo
65

econoce en cualquier lado más que antes? sobre
todo porque nunca lo había visto… menos aún
nombrado, tal vez igual andaba merodeando por ahí
y el nombre ahora lo ubica entre lo
indiferenciado, pero más bien se sentía como si
hubiera pasado desapercibido todo este tiempo.
Una primera casualidad intuyó ver palabras en los
sonidos, casualidad que no ha hecho sino
intensificarse, también anularse. A veces,
alguien pronuncia una palabra… un nombre, una
señal, algún día abro el diccionario al azar y
pasa que estas palabras empiezan a aparecer en
repeticiones muy frecuentes, a relacionarse…
justo esa palabra, símbolo, imagen ¿Qué las hace
significativas?
66

Un instante es el universo que consta de una sola
vez. No íbamos tan rápido, todo llovía, nos
miramos, me hizo espacio bajo su paraguas, nos
volvimos a mirar, nos mordimos los labios, no
dijimos nada…
Pero no, cómo era
Cuando no te conocía
Pasabas por la calle:
Nos mirábamos.
Y no me veías al verme
Y no te veía al verte
Ahora atraviesas la avenida
67

Y aunque no quieras puedes verme
Entre todos, cuando miras a la multitud
Nuevamente me desconoces
Y te desconozco: por habernos conocido.
¿Cuánto tiempo nos vimos?
Hoy es incómodo.
Y podemos empezar a dejar de mirarnos
De olvido se va a olvidar.
Ah… que conmovedor, y tonto también. L: si el
aleteo de una mariposa puede desatar un huracán
puede ser también decisivo para impedirlo. En
fin, pero aquel día me sentí como si estuviera
68

esperando otra casualidad, el leve llamado de un
deja-vú, como si algo bueno fuera a suceder.
Nadie y alguien se esperan sin encontrarse. Por
eso, como por destino, yo la había visto comprar
un parasol amarillo, perderlo y, hoy, uno
anaranjado (son como las sombrillas: un bien
público, me dije) bajo un cielo lleno de nimbos
muy oscuros. Todo era claro y distinto: tenía que
terminar de trabajar una hora antes, olvidar a
propósito mi paraguas, bajar las escaleras con
algún afán, esperar el bus emulando un falso
aburrimiento. Yo sé que parece un acto
premeditado, como fabricando la suerte, pero como
le digo era una CASUALIDAD, tenía la forma de una
casualidad, a propósito ¿cuánto dura
semánticamente una casualidad? Era al menos una
69

intuición con la que dejaría de pensar en una
nueva ciencia de la lluvia, en algún punto fue
perfecto, pero sin tiempo, asíncrono, y no estuve
despierto para demostrar un tema que ahora parece
fútil e inexorable. Fue por andar pensando, que
la lluvia es incontable, o que su predicción
requeriría de un modelado matemático y
computacional que aprehenda el caos o algo
cuántico con mucho por mejorar, cerré los ojos y
me pregunté si se vería brillante o mate al
golpear el techo del paradero, me puse a divagar…
que el color del sonido de la lluvia son las
cuentas de la mente ante lo inconmensurable, y
me quedé dormido. Soñé.
70

Las nubes son los escombros de los ríos, salen a
flote de la corriente con sus formas tan
diversas, pareidolias… replicando objetos que
también flotan
después de una inundación:
doseles, sillas, peces, animales ¿Deseos…? El
azar tiene maneras extrañas de automatizar el
ritmo de lo que sigue en la vida, las canciones
que vendrán, no cualquiera… o, mejor dicho, esas
canciones ‘cualesquiera’ y ‘al azar’ que se
atraen, se amplifican, entrelazan, y eso es así,
para armonizar o destruir. Todo parece un símbolo
de lo que es fortuna y desdicha para unos y otros.
Mientras {
Mis pies se congelaban, la vejiga se me infló
hasta palpitar en algo que en mi mente se tradujo
en un fluido caliente sobre mis pies que estaba
71

tan fríos, caminaba a tientas en la noche
buscando el baño, escampamos en el paradero,
apretujados como aquella vez, un simple y tímido
fluir, después con la intensidad de un gesto
amable hasta mis dedos, calor. Afuera estaría
lloviendo… pero yo estaba montado sobre unos
labios que se dejaban abundantes y no quise
despertar, su pubis tibio, cremoso y elástico
}
en fin… ¿Qué habrá pensado? “la verdad no hubo
conexión, o muy poca, lo recuerdo poco…” que
fría, lo sé… L: al pasar de los años las pequeñas
modificaciones no aumentan ni disminuyen la
frecuencia de los fenómenos climáticos como los
72

huracanes… … lo único que pueden cambiar es el
orden en el que estos se producen.
Para cuando desperté, sin lluvia, las plantas ya
se habían henchido, el barro con el que se
fabrican los mangos y otras semillas aún
reventaban impacientes, haces de luz se colaban
por entre nubes disueltas; tanto frío arrojó
grises sobre los colores, el suelo desprendía ese
aroma marrón tan particular, aguor de tierra, de
esporas que van reventando, los arbustos exudaban
un aceite cítrico y amarillo. El parasol, ahora
sombrilla anaranjada, fue olvidado como en un
sueño y recostado sobre la banca en este
paradero, me refregué los ojos. Un pensamiento
se trepó por las paredes como la vida se trepa
73

de todo después de una larga sequía, en seguida,
cae congelado y lo recojo como metáforas de
hielo.
Así estuve sentado horas viendo romper los
truenos, asíncronos también el color y el sonido,
para demostrar que no existen estas falsas
coincidencias, no sé si las casualidades, a veces
sorprende, pero no el destino entre dos
desconocidos sin lazo alguno más que un amor
incompleto de olores, un deseo sin memoria. En
el semáforo dos autos coordinan su imprudencia
azar-paralelo-sincronizado. No pensar en esto
otra vez, me dije, ni en recoger la sombrilla,
ni devolverla mañana… volver a contar los hilos
del viento: para una nueva ciencia de la lluvia.
74

[En Reversa o en el Espejo del Tiempo]
{Яɘvɘɿƨɒ}
Presentas una palabra ante el espejo, presentarla
es ya una inversión.
.ƨévɘɿ lɒ y oʜɔɘɿɘb lɒ omƨim ol ɒɿub qilɔoɘbiv
lɘ omoɔ lɒƚ ɘup oɿƚƨiǫɘɿ nu ɘb nóiƨuli ɒl nɒb
ƨon (ɘɿdmuƚƨoɔ ɿoq) ɒiɿomɘm ɒl y ɘƚnɘm ɒ⅃
.oqmɘiƚ lɘb ƨɘnoiɔɔɘɿib ƨɒl ɘb ɒqɒm nU
Si vuelven en el tiempo verán una imagen del
progreso:
75

Inventarán o tallarán la rueda de la idea
espontánea del triángulo o del cubo hasta el
quiliágono, la suma de los ángulos del planeta
lentamente sumará 180°, llano en el espacio, las
líneas curvas de la gravedad se templarán en una
línea recta, anomalía. Si el universo corriera
al revés no es verdad que todo ocurriría de una
vez y por todas, habría tiempo. Pero podría ser
que se omitieran algunas partes: se crea entropía
o caos de la nada, así parece que no todo el
universo alcanza para converger en un punto
infinitamente denso sino en la dispersión sin
identidad de las partículas. Los frutos cayeron
de la tierra y ahora vuelan hacia ella, una taza
que se habría quebrado pierde todas sus partes
que se dispersan en el entorno como calor o
76

movimiento, la ilusión de la restauración se
recrea ante los ojos.
Después me pareció observar algo muy extraño, el
piso se hundía y en algunas partes la realidad
se desaceleraba, tal vez habíamos aprendido a
vivir en un mundo muchísimo más acelerado y se
hicieron necesarias pastillas que aumentaran la
cantidad de sensaciones que podíamos interpretar
conscientemente. Pasó una brisa fría que
congelare todo y parecía lo mismo que sin tiempo,
todo organizado y sólido, crecieron cubos de
hielo en un vaso de agua que había olvidado,
aunque desamarrándose los individuos entre sí,
los pasos se hacían más suaves, leves... La
costumbre o el modo como opera la mente tal vez
77

nos haya hecho creer que la información se
conserva y no desaparece en la mente o en
cualquier registro. El tiempo sin movimiento
parecía no tener sentido, y sería obvio que no
podría ser consciente si todo se estuviese
devolviendo.
Tal vez la simetría en los procesos de la
realidad, la rutina y la costumbre me hacían
sospechar que el tiempo se devolvería a unas
condiciones elementales, pero esta
desaceleración no me había permitido distinguir
si el mundo avanzaba o retrocedía: todo era lo
mismo, una secuencia que parecía conservar todo
lo ya ocurrido, sospeché que las heridas no se
curarían del todo, nuevamente… retroceder hacia
78

el pasado es o era ir en paralelo con el futuro,
parte de lo que fue mi yo de hace 15 años se
habrán evaporado en la órbita, era como despertar
a la realidad de un sueño muy verosímil, caer en
la secuencia invertida del tiempo, o de mi
memoria en un extraño delirio o alucinación.
Habría una versión del futuro, casi el contorno
de un recuerdo que ya existirá: la muerte. Hay
otras versiones: una que ya existió (antes de
nacer). Pero no importa cuán cerca esté del
pasado, el futuro aún el más lejano está más cerca
por naturaleza.
Pero define real. Abandona la razón, en un sueño
el sentido del tiempo se devolvía hacia el
79

despertar. El tiempo tiene otra orientación al
dormir. Abandona la razón. Los objetos ahora
vuelan anti-gravitacionalmente, era una
conjetura para dar respuesta a un tiempo que se
rebobinaba. O, se devolvía la consciencia, los
recuerdos en la consciencia. Se siente en los
accidentes que el tiempo avanza más lentamente
{flashback}, más percepciones-recuerdos en una
misma cantidad de tiempo, recuerdos perdidos
resurgen, desinhibición, incertidumbre:
velocidad del fenómeno perceptivo oscilante.
Desde luego cuando miramos a este pasado
avanzamos hacia el futuro contemplando su recién
nuevo recuerdo, más o menos familiar, no
obstante, diferente.
80

Volver en el tiempo es imposible, me decía, se
puede simular, imitar el retroceso. Para viajar
al futuro basta con esperar 5 segundos para haber
llegado cinco segundos más tarde. Aunque no tenga
recuerdos el mimo podía imitar el retroceso,
actuar devuelve el tiempo, sí es una ilusión,
pero en la mente todo son patrones concordantes
de interacción, para la física cantidad de
energía o entropía que disminuye.
Pero era una secuencia claramente imposible y,
si estuviéramos dentro de un sistema de realidad
virtual muy inmersivo cuyas condiciones propician
el placer o la disonancia cognitiva. Paranoias...
81

¿Cómo sabes si esta ‘película’ llamada realidad
está proyectada retrocediendo o avanzando? Los
abuelos parecen no poder con el peso de su cuerpo,
sin embargo, las bacterias parecen morir sin
imitar los quebrantos del tiempo, y del encuentro
de protoplasmas maduros e inclusive, ahora
encanecidos, surge un nuevo ser, un NUEVO
acontecimiento: otra mente. ¿Cómo puede una
reacción, un proceso crear un sabor o un olor
fresco, nuevo? ¡Una vida! Una comida caliente y
fresca, un libro… es decir, si su materia lleva
millones y millones de años estando aquí.
En fin, las cosas volvían ¿el silencio de estas
cosas?… ¿Qué dirección tiene el tiempo en un
sueño, tiene una dirección semántica (aprendida
82

empíricamente) emulada evolutivamente? El tiempo
‘real’ en un sistema electrónico coordinado
mundialmente está diferido, rodajas de
simultaneidad con leves retrasos, paquetes de
bits de ahora que dependen del medio,
entrelazamiento. Con dificultad se ve llegar el
pasado del cosmos a través del cielo. El tiempo
que guarda un videoclip es un segmento de tiempo
que pudiera no parecerse al TIEMPO si este se
devolviera, es decir, el tiempo que guarda un
video es elástico, cuenta lo mismo al derecho,
al revés y es un archivo que retrocede fielmente
aquel tiempo oscilante: pero este video y el
computador que lo aloja están sometidos al
devenir, a dispersarse en el ambiente (y si esa
dispersión fuese el estado más ordenado posible)
83

queda sacar copias y copias, que buscan la
representación invariante de ese tiempo.
Al igual que en los cines el modo de proyectar
la realidad, comúnmente, se pasa en el sentido
en el que aumenta el caos. Por la cantidad
(energía) de movimiento que describe un objeto y
que gastaría en sus rebotes, por ejemplo,
recuperando energía y acelerando de la nada,
sabemos si la película está siendo proyectada en
el sentido del tiempo o no, por ejemplo, esa
pelota por qué recupera fuerza de la nada y se
sube tan libremente al techo del edificio, las
ecuaciones de la física parecen no distinguir el
pasado del futuro pues son reversibles, tal vez
84

son lo mismo nuestros sistemas de representación
y cálculo.
En tal caso, pensaba había que inventar un
lenguaje para un tiempo que se devolviese, con
ingenuidad oir que los verbos ya no darán cuenta
de las acciones o la reacciones, ni podrán
señalar con certeza la des-ocasión de un suceso,
los verbos transitivos expresarán sin lástima que
Julieta ama a Manuel y que era asimétrico ese
flujo (o condicionado, ej. si llueve entonces
abro la sombrilla, mas no porque abra la
sombrilla llueve) se lee de derecha a izquierda
si Sara ama a José si solo si José la ama, su
casa y carro también. Un artilugio lingüístico
antigramatical o antimnemónico podría ser
85

inventado como respuesta a la des-composición de
las palabras que vinieron a sugerir nuevos
sentidos. A pesar de que la historia siempre se
repite, volvemos al pasado sin habernos percatado
de ello. Algunos gerundios no alcanzan a separar
adecuadamente el umbral entre dos acciones
simultáneas y en el orden regresivo se vuelven
asincrónicos.
Suelo alucinar con los recuerdos, me sucedía a
menudo en las tardes de canícula, y suelo
desconocer si está sucediendo lo que ya vi, ser
zurdo tal vez suele darme la impresión de que el
mundo, la ciudad no está hecha a disposición o
‘al derecho’, refundí la sensación del tiempo.
Pero lo que me hacía sospechar que el tiempo se
86

devolvía fue ver al mimo otra vez y perder en una
esquina su maquillaje con cada gesto,
naturalizado en sus gestos transparentes de una
mujer desvistiéndose sin pudor.
Ansioso por el hecho de que al escribir los
paréntesis que antes encerraban ahora excluían
sin parar, su comportamiento ilógico me hizo
desvariar días enteros. El pasado se devolvía,
pero no tal cual había ocurrido.
Este tema una mezcla de semántica y futilidad
que, no obstante, tendrían que resolver los
juzgados, pues habría sido necesario llevar un
registro meticuloso de la memoria dispersa del
universo, pero esta tiene que ser borrada para
87

que otro universo pueda surgir. Los archivos
judiciales no decodificaron los rastros de lo
real sino en un 50% de los casos, en uno no se
pudo aclarar como un niño pudo arrojar a su padre
del subibaja. Pero ¿Cuál fue la causa?
Victimarios podrían ser inocentes, legal y
formalmente inocentes, en este sentido del tiempo
un victimario que se transforma en víctima es un
escenario posible, de hecho, ocurre con mucha
frecuencia en el sistema donde la entropía
aumenta con el tiempo, y el calor de la memoria
se desprende a borbotones de las chimeneas
industriales…
Será fácil decir que reconstruye quien destruye,
pero la vida une: el sexo es grave y ordena
88

(también desordena, fluctúa) pero amar es
imposible si el tiempo se devuelve, para la vida
sexuada sería separación, desunión (se devuelve
la progresión) aunque al fin sabríamos si tenemos
infinitos abuelos siguiendo la proyección
geométrica. El sentido del tiempo le da contexto
al sentido coloquial, pero se entiende como
sinestesia el preguntar si tenemos tiempo para
hablar, el sentido del tiempo es igual aprendido
por la mente-cerebro: la costumbre.
El presente siempre está atrayendo un poco al
futuro ¿Ha habido más pasado que futuro habrá?
¿Cuánto tiempo vimos al tiempo? Tal vez solo lo
vimos en una fracción pequeña y contable del
tiempo incesante o silentes entre las cosas
89

inanimadas, El tiempo se queda sin forma a través
de la eternidad, la asimetría final crearía o
revelaría una anomalía en el principio, el
desbalance se mostraría en la generación de otro
universo.
Otro día pude ver como los haces de luz se
volvieron en partes como polvo de tetraedros
macizos viajando en chorros, vacíos… pero los
colores, los colores parecían ser producidos por
sus tamaños, retrocedían y viajaban a diferentes
velocidades. Los huevos del desayuno en el sartén
empezaron a unirse y a perder calor, entraron en
sus cascarones y pronuncié palabras
incomprensibles. La consciencia no es sino
memoria cuando el tiempo se devuelve. El tiempo
90

caía aparatosamente con la luz, con los colores,
en ángulo por las paredes. Rebotando sobre el
piso, resoplando los espejos, entraron en una
caja pero regresaron al revés.
Solía pensar que hay dos tipos de fenómenos que
ocurren en el mundo: unos reparables (elásticos,
reversibles) lineales como andar en bicicleta,
jugar en el parque, saltar; pero otros no
(irreversibles) una herida, el juego de una
lotería, un accidente, amar. Los accidentes y las
reacciones son asimétricos. Reacciones
reversibles o irreversibles, termodinámica,
fenómenos o trabajo irrecuperable. De los
reversibles imaginaba: un accidente que retrocede
vuelve a jugar sus cartas aleatoriamente, por
91

ejemplo, se estrella de una forma diferente, todo
esto volvía a verse: era normal, el paraíso de
lo normal.
Al ritmo en que retrocede, la música se echa a
perder en el tiempo, sólo los palíndromos
musicales sobreviven, producto de un trivial
aburrimiento conservan su interpretación… Y esto
se deja ver así, del efecto a la causa: porque
croa un sapo des-piso. La poesía desacelerándose
soportará la implosión de los objetos, ahora sí,
parecerá llevar una metáfora de hielo sobre dos
de las dimensiones de un papel que es todo lo que
podíamos llevar a la casa, precarios poemas
bidimensionales, que se doblan en los bolsillos,
que se borran y que se pierden en servilletas,
92

cada uno en su planeta: invisibles de perfil,
imperceptibles, sin compasión, con las manos
vacías. Pero no crea todo lo que le digo, esto
tal vez se deba a mi condición… padezco una fuerte
ceguera, puedo ver a las cosas, pero las veo más
claramente con los signos. Puedo sentir el eterno
presente, pero lo comprendo a través del pasado.
Para una fotografía del progreso: hacia adelante
va el universo pero adelante no es una magnitud
física igual que izquierda o derecha, igual que
el progreso solo tenemos una costumbre de
sensación: se había inventado lo complejo para
llegar a lo simple, la memoria repasará o
recitará todas las operaciones aritméticas y las
funciones ya
sucedidas, pensar era mover,
93

programar era memoria. Serán cambios bruscos si
son desaceleraciones, una reacción sin proceso
como la sublimación en los bordes de una poesía
industrial. El tiempo y la realidad derivarán al
absurdo. El planeta se hará plano y se doblará
sobre sí mismo. No será como devolver una
secuencia pues la secuencia que retrocedía
también dará la vuelta como este texto, será la
reversión en las cosas mismas que habría que ver
en cámara rápida. ¿Cómo recuperar la fuga?
Incertidumbre ¿para qué?. Hay incertidumbre en
los hechos pasados, palimpsestos de la idea de
justicia, algo no termina de explicar lo que
deshace el retroceso. Soy tiempo y miro al
Tiempo, dos ritmos que se encuentran en ciertas
cadencias. ¿Cómo se vería el mundo si fueran
94

limpiadas las ventanas de la percepción? Sin
percepción no habría puntos de fuga.
Soñé que las palabras se iban esparciendo hasta
que la mecánica del mundo se desgastó, los puntos
se me convertían en comas. Soplaron mágicamente
con fuelles la fotosíntesis, pero igual se iba
el calor del sol, hicieron rituales para
apaciguar su dios y, emparedaron, aplomaron dos
veces el vacío del campo para que no se cayera.
Y montaron en hombros las casas.
Rompe un vaso. Algo hizo posible que
ralentizaramos el pasado, no el presente, eso lo
hace sin escrúpulos el dinero. La cámara me hizo
saltar hacia otros ritmos de vida, otras imágenes
95

que no se detienen necesariamente en el segundo,
sino con días, meses, años. Latencia de la
mirada, vibración de la cuerda, grabación, todo
es velocidad // Estroboscopio, mente, fenómeno
oscilatorio, mente oscilante (potenciales de
acción), proteínas, incertidumbre de realidad
‘real’: vivo en una nube de posibilidades donde
el objeto y su forma en sí no depende tanto de
su materia sino de cuánto tiempo percibo el
objeto, tanto más las personas, y, como ese
tiempo es dispuesto en relación con otro estado
temporal. Ambos se vacían.
Los registros como las filmaciones o la memoria
digital nos proveen de la ilusión del tiempo y
también de su retroceso, y que en apariencia
96

estos momentos se conservan. (se destruye el
volumen)
El verbo con el que habría empezado lo real
invertirá el devenir en orden. Las reacciones
químicas serán inverosímiles, retrocediendo
instante a instante por una brecha sin causa:
serán imposibles en un tiempo que no se mueve
igual al de su pasado, excepto las reacciones
oscilantes. Sólo las bicicletas podrán hacer
reversible su trayecto, pero sus pilotos podrán
hacerse más jóvenes, no caben en el espacio.
Verbos que serán determinados por adverbios,
rápidamente o lentamente, por ejemplo, el orden
aleatorio e invertido de las acciones conllevará
a la creación de acciones sin sujetos ¿Quién des-
97

llueve tanto? Hasta un primer acontecimiento:
atono, callado, imposible, sin color.
Imperceptible auténticamente inenarrable.
El tiempo seguía reaprehendiéndose
aparatosamente de los relojes, y el tiempo sigue
sacudiéndose las manecillas y zafándose de la
pared hasta rodar por las escaleras. El reloj que
rueda por las escaleras y que cae aparatosamente
sin un ritmo constante, imita otro tiempo o tal
vez ahora a la música. Tum Tururúm — — Tum Tum —
¡Taz! Las palabras siguen imitando al tiempo y
su modo de hablar al rodar por las escaleras. El
tiempo se sacude y lo que comienza termina, para
darle paso a otro pulso. Para la noche la entropía
del reloj y la habitación disminuyó
98

considerablemente, otro reloj comenzó a recuperar
sus partes extrayéndola de los muebles, las
paredes y el polvo.
Curiosamente, antes de caer dormido sentí que el
recuerdo del tiempo una vez más empezó a
devolverse como hasta los 8 bits, hasta los
cartuchos de videojuegos, mi rostro perdía
información al azar en el espejo. Una propaganda
electoral se descuadernaba dejando entrever
fotogramas subliminales después de las noticias,
efectos estroboscópicos, elementos clave para la
seguridad de la consciencia. El tiempo se
devuelve hacia un universo cuadrático, tengo mi
máquina china de jugar y voy hacia un sol
cuadrado. En un planeta como rombo y todo de olas
99

cuadradas y agitadas. Azotado por tormentas de
bordes afilados, un viento veloz y cuadrado cuyos
vértices me picaban en la piel. Se hablaba
literalmente, con palabras y sentidos aserrados
que giran para prolongar el vuelo: otros usaban
la elipsis sin dar a entender que lo no dicho era
exuberante, unos más barrocos e hiperbólicos
alardeaban en las plazas: tanto exagerar era
solucionado por sabias parábolas que
representaban los errores, una herejía decir que
la sinestesia se había vuelto geométrica, que el
arroz me sabía a triángulos los lunes, que se
gruñe en endecasílabos, un hombre deduce la rueda
primero de un octágono... Un quiliágono, un
cuadrado de infinitos lados en espirales
congruentes y rectas. Fue noticia entonces que
100

un texto fue hallado y estaba escrito en hojas
infinitamente delgadas, y solo por tener un
infinito número de ellas era un libro, del tamaño
y del grosor de las palabras, yo solo pensaba que
era un libro que había sido tomado de forma
equivocada.
En ese universo, al viajar en el tiempo, el
progreso muy complejo en mi país, es un absurdo.
Un principio acausal: se empieza por cualquier
lado, doble contabilidad de infinita
infraestructura. Se siembran flores por semillas,
del progreso a la inocencia. Lo desplegado,
híbrido y estéril de una teoría fertiliza los
campos.
101

[Un profesional Despierta]
{Sindicato del sueño}
Los profesionales que han aprobado el concurso
de méritos para entrar a LA INSTITUCIÓN se deben
enfrentar ¿cara a cara? Con un Estado invisible,
un poder que fluye misteriosamente. Y cuyo rostro
no es exactamente el de una dictadura pero
tampoco de una democracia. Es burocracia y ante
la norma, la ley y el agente solo queda pelear o
agachar la cabeza: ambas posturas obtienen los
mismos resultados: esperas, retórica,
protocolos, garantías endebles, una burocracia en
aumento, en ocasiones abuso de poder. En fin, una
102

larga espera que devora los lustros tan rápido
como el capital o la tradición que lo erige.
Las filas son insoportables se ha visto el caso
en el que los estudiantes ahora aspirantes ante
el Magisterio han perdido completamente el
cabello o ya tienen algunas canas. En el proceso
prolongan exámenes tediosos de aptitud,
conocimiento, salud, psicología. En apariencia se
diría calidad… en realidad solo es cantidad de
burocracia que aumenta para cubrir sus propias
necesidades internas, más papeles que llenar.
Se puede leer en un folio cualquiera de Los
Requisitos “abra el protocolo de admisión en la
página 274 y verifique su situación en la base
103

de datos general para que obtenga el código que
lo acredite como habilitado para presentarse los
días de preselección y así asistir a las
respectivas evaluaciones a que haya a lugar”
Algo muy diferente, sin embargo, escuché de la
operadora, de la secretaría en el Bunker
Burocrático 106. Al preguntarme por mi precaria
situación laboral: PROFESIONAL EN LITERATURA… resumen
ulterior de la inutilidad, indica menos de un
digito en el producto interno bruto del país.
—¡Un escritor! Hace décadas no se veía uno, qué
oficio… puro ocio. Aquí se hacen negocios, esto
es dinero, productividad. — Decía una
104

secretaria muy atareada en su ritmo de vida ¿Me
permite su tarjeta profesional? —
—No tengo, y sé sembrar mi comida pero no hay
tierra sin dueño—
¿Cómo no? Hay que sacarle tres copias ampliadas
al 150%,
al diploma, en medio magnético,
adjuntar carta o certificado donde conste el
número del bloque, folio y carpeta donde se
encuentra en físico el diploma. No olvide las
estampillas, debe también usted joven, aclarar su
situación bélico-militar ante su país. Objeciones
de consciencia en el piso 15, fondo a la derecha,
pregunte por Rosa.
105

— Pero no tengo tarjeta profesional... Me
pregunto cómo será el organigrama de los
procedimientos burocráticos, deben ser números
complejos que se pierden y se proyectan en la
cuarta dimensión. O agujeros de gusano que se
cuelan entre el procedimiento A y el C o H. No,
eso sería una oda a la falsa complejidad. —
— Pero no tengo tarjeta profesional… —
Pero… su título dice Profesional en Estudios
Literarios.
— Sí… pero no dan tarjeta profesional. —
106

De todas formas, aquí no trae la ubicación física
del diploma, ni el número de la carpeta y el
folio, debidamente sellado por el Ministerio de
Educación y Adiestramiento, Enseñar la
Indefensión...
La información nunca es clara (a pesar de que
siempre se remite a LA NORMA) las instrucciones
emanan de tantas fuentes autorizadas que nadie
sabe con certeza cuál es exactamente el proceso,
ni si aún se hace parte de él, si alguna vez lo
hizo.
Grupos de exégesis e interpretación se
reúnen en sesión permanente para descifrar el
código aleatorio de las fechas y las condiciones
reales del trabajo, leerlo, no obstante, es
difícil pues dialogan a velocidades sorprendentes
107

y uno se puede dar por bien servido al dar por
casualidad con la respuesta al hacer una captura
de pantalla.
—Mire señor, tiene que traer los papeles como le
digo, imagínese usted los casos particulares,
habría que consultar códigos, jurisprudencia y
posiblemente la Constitución en su última versión
1007.0989.093.09. Eso sin contar con la
regulación interna de cada dependencia. —
Sé que sucede lo mismo en los hospitales, el
resultado es generalmente la muerte o
incapacidad. Afortunadamente mi cuerpo ha sanado
bien hasta ahora. Pero estoy cansado o aburrido,
tengo hambre, el aburrimiento es la religión del
108

sistema y practicarla puede empeorar la condición
cardiovascular. La sangre de la
institucionalización empieza a correr por las
venas de los servidores y va desproporcionando
el pensamiento, el envejecimiento se hace
prematuro. Se espera la llegada de medidores de
cortisol para apalear los diagnósticos pobres y
superficiales inspirados en estadísticas
maquilladas.
Un día para mi sorpresa me fue consignada, mes a
mes, la suma de un sueldo básico devengado (¿Qué
se adapta realmente al devenir?) sin saber
siquiera si pertenecía o no al gremio, tal vez
no debí haber pedido la ayuda de aquel hombre en
la fila y ahora sin querer hago parte de una
109

organización fantasma que obtiene los recursos
del estado, a pesar de que la cifra se
incrementaba mes a mes acudí al Sótano
Burocrático # 32 para devolver el dinero, allí
me fueron leídos los derechos, fui puesto contra
la pared por desfalco a la nación, el policía
sonreía orgullosamente, hasta que al fin lo
encontramos dijo, casi se me escapa yo miraba de
un lado para otro, pues la arbitrariedad de todo
esto me hizo pensar en un mal chiste, insistí en
que venía a devolver un dinero que me fue enviado
sin haber estado laborando (todavía), a lo cual
el policía respondió que de todas formas me iban
a encontrar, fuera a donde fuera allí me iban a
conseguir, yo miraba mis zapatos e insistí, vengo
a devolver el dinero.
110

¿No desea esa cantidad como préstamo? me
respondieron en la ventanilla, lo podemos ofrecer
al 5 % anual, mejor de lo que podrá obtener en
cualquier otro banco. ¡No! insistí. Es un
contrasentido todo, murmuré.
Una vez finalizado el examen se espera
pacientemente que los computadores programados
con determinada obsolecencia, pedagogía
políticamente correcta, cierta epistemología de
la confusión o disonancia cognitiva. Allí los
sistemas informáticos se retroalimentan con
programas de la burocracia pasada, según se dice…
para controlar mejor los procesos de calidad y
mejora continua, se deben alimentar las máquinas
111

con bucles integrales de bioretroalimentación,
esto es, de datos y procesos ancestrales
‘Honorables’. Sospecho que los datos son vendidos
para facilitar el proceso de análisis exhaustivo.
Será el Status Quo ó Estratus Quo lo que aumente.
Lo que sí aumenta es el caos ordenado fila por
fila, alineado a presión: la entropía silenciosa
del gas social ante presiones y temperaturas tan
altas. Más de lo mismo, de siempre, de lo que ha
habido es de lo que habrá.
Hay un koan, que recordaba mucho en esos
momentos: Shuzan puso a la vista su cayado y dijo
Si llamas a esto un corto cayado, te opones a su
realidad. Si no lo llamas un corto cayado,
112

ignoras los hechos. Entonces ¿Cómo tendrías que
llamarlo?
Siempre me ha dejado mucho que pensar ese koan,
pienso en muchos temas y casi todos derivan en
paradojas o contradicciones. Sin embargo, parece
como si con las palabras arriesgáramos algo de
la realidad, ver es crear un mundo. Pero el
bullicio ante la excesiva demora despierta mi
atención y todo queda en una paja mental.
Señor, señor ya llegó la Notificación. Queda
faltando la Posesión, y posteriormente la
Posesión en Firme. Hay que ir a la oficina de
recepción de firmas, lea el diagrama de flujo y
firme donde haya lugar.
113

[Mirando al techo, |11:11, t ++]
En general, aumentan los especialistas,
especialista del neocortex, en literatura
anglosajona, en filosofía de la mente.
La información y la técnica son cada vez más
abundantes, insondables para sujetos singulares
cuya experiencia ha de consolidarse, repetición
y productividad: es necesario aprovecharlo
mientras sea útil. O que se prescinda de su
inutilidad.
No hay una teoría del todo, aunque sea todo lo
que estudia la teoría, hay partes y sus
engranajes combinados sin fin previsible. Esas
partes unidas no son un todo.
114

Hay sistemas de pensamiento con consistencia
interna, lógicamente viables, aunque incompletos
e inacabados. Compelidos a la creación y
regeneración de un futuro siempre desconocido,
hay presente.
Hay pensamientos inconsistentes y cuya validez es
probada por una sociedad altamente corruptora de
las propias normas con que se ha erguido,
restituyéndolas de cuando en vez según se liberen
tensiones masivas mediante medios de
comunicación, falsas catarsis, vagas epifanías,
castigos a los reos, cárceles hacinadas: esto es
apenas lo que descuella del problema que es
borrado ilusoriamente, la tranquilidad se
restaura en el entretenimiento. ¡Salud!
115

Pero vine sin ser una persona y aun siendo una
persona se puede dejar de serlo, la muerte nos
despersonaliza, otra vez, una vez más.
Transforma la máscara sobre la máscara y no la
comprende, ni la hace signo de nada, la máscara
es devuelta o robada.
(Este es probablemente un texto inconsistente, da
igual la lógica es sólo una estructura, afuera
la vida es tanto eso como tantas otras cosas).
Utopía y distopía todo el tiempo, agentes y caos,
liberación y condena, interna y externa,
apasionamiento por alguien y desapasionamiento
por ese alguien, misterio-desconocimientoconocimiento…
Hay programas,
116

Bultos de pensamientos, objetos de datos y formas
de vida inmersivas, se interconectan y se
sumergen entre el poder o la desidia. Hay una
naturaleza que es constantemente plastificada (en
tantos sentidos como pueda implicar la palabra).
Hay debates en torno a estos temas
(inenarrables), el significado de la existencia
sigue siendo palabras que devoran las actitudes
y las actitudes que devoran las palabras:
palabras que devoran palabras.
Hay apatía y estupidez, suele no admitirse
variaciones en el pensamiento en sociedades
conservadoras; en sociedades relativamente
liberales se hace competencia de parias en
evolución.
117

Los eremitas contemplan un horizonte que se
acerca.
En especial, los generalistas son pocos y pronto
decaen sus tácticas individuales de supervivencia
cultural, en un mar de contenidos de difícil
síntesis, en una sociedad donde el análisis
construye la base de la civilización (sus
productos son datos que amañan las estadísticas).
La comprensión de lo humano que está llamado a
la cooperación en general (si es que hay humano
y no solamente especie) sigue llevando individuos
sobrestimulados o aletargados, transportándose
como vectores de un caos que como pienso ahora
se hace muy difícil de sintetizar.
118

Parece una estrategia retórica inmovilizar al
individuo exhibiendo sus contradicciones en el
terreno de la ética, un individuo además en un
dilema ético suele estar inmóvil. Se busca unidad
e identidad en mi ciudadanía, es el trato. El
tejido de las acciones engendraría su porvenir.
Si no puede ser persuadido entonces será
manipulado por otras vías, sino, se le echará
mierda en la cara para que, como en la política
mundial se vea que efectivamente todos estamos
untados de mierda. No se ofenda, es una palabra
fuerte, pero es poco comparado con la realidad.
Hay lo bello, aún, es inverosímil. Y hay lo bello
que se regodea en sí, en el placer puro de sus
sentidos y hay belleza espontánea en el paisaje:
promesa de tierras raras, minería y recursos que
119

servirán para inundar una población en expansión,
asimismo, los residuos se incrementan. La especie
ha inventado una nueva categoría metafísica,
además del dinero, en este universo en el que se
da forma el vivir. A saber, la basura, lo
residual, pero todo es de todo en el reciclaje
universal de las estrellas.
Lo bello carece de definición cultural ortodoxa,
mucho menos individual: puede ser valor de
cambio, valor agregado al producto, espasmo de
los sentidos, perfección matemática, simetría,
proporción aurea, un poema, una metáfora.
Las teorías de los generalistas son endebles y
falibles. Esta es una aproximación general, es
una paradoja: es la era de las paradojas. Es un
cliché, algunas paradojas tendrán resolución,
120

otras serán impracticables y algunas más se
romperían por la intensidad de las fuerzas.
Oponer es un verbo inútil entre tantas fuerzas.
[Cinema Sinestesia]
Para ver un color no es suficiente con tocar el
recuerdo del color, aunque en el sueño solamente
se toque una memoria del color. Tampoco rascarse
los parpados para prender fosfenos y estornudar.
Para que un color pueda ser visto tiene que estar
proyectado (o proyectándose) a mitad de camino
entre los ojos y los cromóforos de los objetos
y, a medio camino entre el objeto y el color que
refleja (longitud de onda), también entre los
121

circuitos de la mente y los Quantos de luz. El
astigmatismo incendia la luna entre las montañas.
Para que el color pueda ser percibido tiene que
estar a medio camino ente los ojos y el cerebro,
y tiene que estar reflejado o proyectado a medio
camino y al revés: entre la retina los nervios.
Y la imagen, entre la imagen mental y su idea que
también está a medio camino, los colores no
existen en sí mismos, sé que un vecino se quitaba
las gafas para oír mejor, tocaba los discos para
pintar con más claridad, apagaba la luz para
escuchar con más color. Iba de lo grave a lo
oscuro y lo mate a lo brillante. Besaba a una
mujer para que roja le hirviera la mente y la
piel.
122

[Mi Ventana Está Más Cerca]
Es desconcertante que no pueda ver más allá del
horizonte curvo de la tierra que, después de
todo, no está más lejos que la luna, pero no tan
lejos como las estrellas, y, sin embargo, las
veo. La infinita espuma del espacio está más
cerca que la ciudad detrás de las montañas,
Júpiter está más cerca que pasar unas vacaciones
en una playa de una isla remota, estos edificios
están más cerca que el horizonte, sólo ésta
ventana queda más cerca de un infinito real.
123

Ganamos la luz en una noche que cada vez cede su
ausencia en un cuerpo mitad astro mitad planeta,
no era cierto aquello del ocaso del mundo, sino
más bien, su aburrido pero intenso voltaje
alternando constantemente sobre la ciudad,
violeta, rojo, malva o anaranjado, es como estar
en una extensión del día. Pero perdimos las luces
del infinito, sobreponer a la lumbre este
alumbramiento.
124

If ()
[Blablabla]
{…}
Los pensamientos vuelven a lumiar en la mente,
potenciales de acción de los entrelazamientos
químicos, sinapsis, descargas mínimas de energía
(milivoltios) ‘proyectan’ una imagen de luz en
la consciencia como si fuera ese fenómeno en sí,
aunque eso suena a falacia, se necesitaría de un
hombresito que interpretara esa proyección, pero
igual se trata de un aspecto del
electromagnetismo (aunque también pudiera ser la
sensación discreta de la codificación del cerebro
respecto del impulso que la modula, como una
125

llamada al color en un circuito, sinergia) es
decir, de luz propiamente dicha.
Rastros electromagnéticos de estas imágenes
pueden desprenderse al ser el resultado de
oscilaciones y reacciones químicas que
intercambian electrones, iones, o cadenas de
moléculas. Por ejemplo, en los hospitales, con
suerte, los positrones con carga opuesta e
idéntica masa chocan contra los electrones
remanentes de las sinapsis en tu cabeza y ¡Pum!
La resonancia magnética afecta los átomos de
hidrogeno del cuerpo tomándolo como a un imán al
cual se le cambian sus orientaciones (spin) con
el campo que genera la máquina que con suerte
tendrá el hospital. Coimas aparte, te entregan
una imagen digital (codificada además según
126

programas y lenguajes artificiales
arbitrariamente creados para tal propósito, en su
modo más básico: un lenguaje binario) del
pensamiento.
Queda una cuestión en el aire ¿Emergencia o
interacción? Ego-Usuario, un estado más,
meditación, respiración: lenguaje de máquinafunciones
primarias que no requieren metabolismo.
Oxidación.
Pero de la misma manera que accedemos a la música
en tanto modulación digital y no análoga, esto
es, la comprendemos como una onda codificada en
un sistema de coordenadas, en lugar de cambios
de presión Pero y en la mente ¿es esa Luz, fosfeno
o recuerdo una propiedad emergente de la luz, una
copia fría de su información?
127

En el cerebro el paso de información cambia el
sistema, su estructura, su bioquímica. El calor
de una luciérnaga y de un lucero. Baterías
imaginarias en la memoria. La temperatura tiene
sentido, tiene temperatura el pensamiento, tiene
temperatura una idea, anomalías.
Estoy aburrido y no puedo dormir. Las imágenes
fulguran en mi mente como en un incendio, pero
la pura introspección puede mostrar como simples
fenómenos
que deben estar compuestos; por
ejemplo, el color, la luz, la realidad, el bagaje
de sentido del lenguaje; la sensación de un
acontecimiento inusual.
Pero no hay nada hay en sí sino en relación con,
no un alma en la mente, me digo al encender una
vela y ver que su luz no interfiere con la luz
128

de la bombilla para crear una sombra ¿Por qué no
me había fijado en esto? la ‘sombra’ de la vela,
por su parte, no se está quemando, solo se
perciben diferentes intensidades de
transparencia.
¿Dónde está la sombra, el ruido, la opacidad o
interferencia en el orden de nanómetros del
objeto que imagino en el nivel donde ocurre la
consciencia? ¿Es efecto de qué, además de mi
imagen mental? ¿Qué fluctúa después del
pensamiento? El fuego que quema y la energía que
arde; es calor y energía que se consumen: se
oxidan las células, quedan radicales libres, que
buscan ser reparados.
Tal vez solo sea una red, un conectoma y sus
propiedades sinérgicas. La sombra de un color que
129

no existe, un sol rosado, marrón o ultravioleta.
Es desde luego una imagen que no existe sino en
mi mente, en los abismos de las condiciones, una
errata de procedimientos e instrucciones.
El pensamiento devuelve el tiempo, disminuye la
entropía en forma de condiciones, saca del
desorden partes de su interés para reordenarlo.
Reordena el calor y el frío, discrimina el orden
y el desorden en una nevera o estufa. Pero también
es entropía, superpuesta a la materia como
información: satélites se ponen en órbita, se
evaporan de un planeta relativamente frío, del
que no habrían podido escapar sino con estos
gestos del pensamiento-refrigerador.
La trama de funciones de ideas que me reconocen
(recurrencia) no es una máquina de movimiento
130

perpetuo. Estoy cansado. Desde aquí escucho el
mundo, el radio despertador crece con una melodía
lejana y profunda, también reproches y consejos.
¿Cuánto cuesta el kilovatio hora en un sueño? En
esta sequía… Cuesta un desayuno al menos, agua y
aire. No hay nada en la nevera, solo un bombillo.
Pero la luz de esos 100 vatios que ahora imagino
en una masa que descarga solo milivoltios, o que
la luz de 6000 kelvin de temperatura como la luz
del sol, o fosfenos de habitaciones infinitas y
blancas en una trama inextricable del conectoma:
de interacciones eléctricas, neurotransmisores.
La realidad es un sueño coordinado. Ese sueño en
la trama de la vida es un individuo, un estado
funcional entre tantos. Cuando su energía se
consuma en un sueño mayor, que a veces parece una
131

oma pesada, entonces el cuerpo adquiere la
temperatura del ambiente, ya no intercambia nada,
morir es entrar en un equilibrio termodinámico
me lo dijo un amigo que comía arroces agrios, se
acabó, el sueño se dispersa en este otro sueño
que le proveía energía. Toda la masa de la que
estoy hecho no alcanza para brillar como el sol
y, sin embargo ¡Como brilla!
No hay una máquina tan eficiente como una que,
sencillamente, no funciona, me recuesto y mi
máxima eficiencia radica en no consumir tanta
energía para un imposible (lo imposible está
hecho de defenestrar lo posible). No es que soñar
no cueste nada, es que lo que hay en el sueño no
cuesta nada, sea oro o papel moneda, pigmentos
132

índigos o añil y sobra por todas partes.
Blablabla…
¡Error
Else (1)
[Anamnesis]
— Recuerdas aquel día de agosto, ¿cómo fue? —
Recuerdo que fue un día sublime, quise
preservarlo para siempre, pero paulatinamente se
ha ido borrando. Creo que siempre he tenido una
buena memoria, tal vez sea una obsesión o tal vez
casi no hablo y presto más atención a mi
133

alrededor, elijo observar, aunque olvido
fácilmente los nombres. Parece que entiendo al
presente a través del pasado, es como estar
ciego.
—[Interesante, responde a lo que no se le
pregunta] ¿Por eso bebías? —
Supongo… alfombrada es la sombra bajo el árbol
del olvido, y, aun así, recuerdo… aunque tal vez
ya todos los recuerdos se han falseado, o
rellenado de otros recuerdos de alguien más,
posiblemente ya ni son míos. Sin embargo, queda
esa sensación que interpreta la vida. Por eso
bebo una bocanada de antimemoria, una pastilla
para la imaginación y otra para pensar.
134

—¿Cómo fue ese día? —
Algo importante al recordar es quedar montado en
el mundo que era ese momento, esa forma de sentir,
de percibir, de comprender que tenía aquel
momento en particular. Esa brisa en una noche
triste que refrescaba mi rostro de la tristeza,
esa canción que sonaba a lo lejos, esos árboles
moviéndose como entendiendo la situación también,
recibiendo su fuerza y soltándola en forma de
viento para que pueda recordar esto los días de
brisa. Por eso es que hay recuerdos que ya no se
pueden recordar sino hasta que vuelven a ocurrir.
Mientras recuerdo, soy todo lo que recuerdo.
135

—¿Por qué recuerda? ¿Para qué recordar tanto,
exhaustivamente? —
El azar no tiene memoria. Pero no todo lo que
sucede en el mundo es azaroso, sin memoria la
ética y la moral parecen no ser nada, obrar ‘bien’
o ‘mal’ es indistinguible, irrelevante en la
naturaleza, ya es un contrasentido vivir de este
contrato social. Mi intención se ha dispersado
con el tiempo, una vez uno conoce algo nuevo, un
matiz de un color produce una cierta sensación
de placer, emoción, de novedad, un recién nuevo
recuerdo brillante, lleno de detalles. ¿Pero
cuánto dura un recuerdo? ¿Dura el intervalo de
136

tiempo cronológico en el que ha sucedido? Un
recuerdo de 20 hertzios...
—¿Cómo saberlo? Lo que quiero decir es que la
mente también se encierra en bucles de
nostalgia ¿No? ¿Por qué vienen a su mente esos
recuerdos? —
¿Pero cuánto dura el sentido de ese recuerdo? ¿Es
esa duración una emoción? ¿Son más largos los
recuerdos tristes que los alegres? Los momentos
felices parece que se pasan volando y es poco lo
que uno recuerda sino una sensación de plenitud
a través de las horas y las horas, unos besos,
cocinar y así… semanas. Aunque es discutible, que
137

sé yo… no puedo hablar por todo el mundo, la
experiencia humana es inconmensurable. Pero la
nostalgia… esa palabra me gustaba, días mejores…
en los que se podía vivir. Andar recordando es
como crear un mundo que más o menos se comporta
como un fractal, pero en mí cada llamado vuelve
asimétricos los hechos, las imágenes. Cada
apelación a un recuerdo querido llama mundos que
son similares pero cada pregunta, cada
reminiscencia trae un nuevo recuerdo de ese
mundo, cuanto más se recuerde menos se vive. A
menos que se recuerde lo esencial, el presente
es reconocible a través de la experiencia, de lo
más básico, lo que se asume, un color, una forma,
estructura, incluso las promesas parecen
expresarse en términos de lo que ha ocurrido, por
138

eso el fututo puede sorprendernos, además de que
el presente no es lineal. Nostalgia, sufrir es
insistir en una alarma que ya se ha apagado en
la piel, la alarma misma solo era una señal, una
indicación. ¿Qué es lo esencial de todo esto?
—Y si lo tiene tan claro ¿Por qué estamos teniendo
esta conversación? La identidad no es algo
estable, cada relato de su vida lo construye a
usted un ser diferente. Lo que te permite
interpretar el mundo tal vez sea esencial o
funcional como usted lo llama, pero lo humano
suele ser vivido de otra manera. —
139

Ah, en un momento pensé en algo espiritual, el
miedo nos hace volcar hacia lo desconocido,
pero es solo miedo. La vida es brutal.
— ¿No cree haya algo esencial, espiritual? —
¿Es el primer paso de una desintoxicación? No,
no creo que haya algo metafísico, solo
desconocimiento, incertidumbre. Es una paja
mental pensar en eso, pero pragmáticamente debe
haber alguna identidad, una máscara con la cual
intercambiar sentidos válidos, comportamientos
adecuados. Con muchos menos recuerdos tal vez
sería yo mismo, sin pensar en esto demasiado tal
vez sea yo mismo. Aunque pensándolo bien, sin
140

memoria no hay mucho sentido y todo resbala hacia
el automatismo.
—Pero el orden de las cosas, en su casa, su
perro, la sociedad no lo olvida, no aún en esa
lógica suya. —
Supongo… mire hace unos días pensaba que se
podría hacer un reloj que midiera el tiempo
proporcionalmente, como la notación musical, pero
con las emociones, una nostalgia es como una
redonda y vale como por cuatro corcheas de
alegría, la mañana duró una nostalgia, tres
suspiros, una alegría.
141

—Está desvariando otra vez, se resiste ¿Por qué
una alegría no puede valer por cuatro nostalgias?
Todo depende del eje desde donde decida nombrar,
juzgar el mundo. —
Sí lo sé, me pareció natural pensar que los
recuerdos nostálgicos o aburridos parecen duran
más en el tiempo que los felices. Aunque puede
ser que haya personas felices o cuya vitalidad
les permita recordar más o percibir que el tiempo
ha durado, ha captado tantos detalles en esos
momentos, tal vez ni son momentos, sino una
continuidad.
—¿Ha leído Funes el Memorioso? —
142

Sí, pero esa es una memoria absoluta, imposible.
Alguna vez pensé en si era posible una memoria
así, más que eidética. Pero es que el mismo
proceso de recordar es un foco, una perspectiva,
además, es atención del tiempo, las palomas ya
echan vuelo cuando uno apenas si percibe el
accidente, recordar la realidad en términos
absolutos es imposible. Para seguir recordando
además también hay que olvidar, olvidar es
irreversible, olvidar produce calor. Supongo que
se puede hacer una matemática, un algoritmo al
respecto. Narrar todo el hecho. ¿es posible eso?
Tendría que haber igual cantidad de pasado y
futuro, que sé yo...
143

—[Noto que le gusta pensar en esas cosas, le
brilla un poco la mirada…] Pero volvamos ¿Para
qué recordar? Es decir, hay un nudo en usted, un
bucle que no se cierra nunca. —
Hay un hombre que recuerda, le place recordar.
Recuerda por juego que quiere recordar y a partir
de ahora lo que irá sucediendo. Ha empezado a
caminar desde la calle f y se dirige hacia su
casa. Escuchando música, recorriendo la acera
siguiendo el ritmo con sus pasos. Pero la
atención se diluye, entonces ¿Recuerdas cuando
dijiste que recordarías en el trayecto el
trayecto, incesantemente? Sí, recuerdo. Recuerdo
que salí de mi casa, estaba feliz, era un día muy
agradable, sentía cierta sensación de libertad,
144

me pareció que podía captar cada cosa, objeto,
color, textura, cada árbol era digno de ser
recordado, hacer un acopio de instantes para
cuando un día no pudiera tener un buen recuerdo,
o todo se hubieran entristecido con los años, las
dificultades, y envejecer y que todo cambia.
—Está desvariando nuevamente. La memoria no está
hecha para eso, sólo para recordar lo esencial,
lo básico del mensaje o el paisaje, el sentido
general, la anécdota, muchas escenas cambian aun
siendo testigo, muchísimos detalles desaparecen,
pero eso no importa, es parte esencial de la vida
poder olvidar. —
145

Siempre me han llamado la atención los bucles,
dibujarlos en la espalda de alguien. También
varios en mi cuerpo, atractores que se desordenan
sino me afeito, levógiros sabe... soy zurdo
¿Casualidad? Quilaridad. Hay otros bucles en mi
mente: pero estos que le cuento son de mi memoria.
Algo se quedó devolviendo en mí es verdad,
repitiendo para mí, tanto nos ata lo deseado como
lo temido. Parecía suficiente la forma del
recorrido, parecía esencial recordar cada calle,
cada curva cada desvío. Así también los árboles,
las aceras, los diminutos detalles de la tierra,
el insecto ácido que se bebió mi ojo mientras
andaba en bicicleta y me hacía pensar que todo
era una boca. Todo lo útil y todo lo inútil, cada
tramo anteriormente visitado ¿Cuántas veces has
146

doblado por estas calles Renato? Y se hacía más
exuberante el recién nuevo recuerdo de hoy.
Personas, accidentes, dramas, felicidades
corriendo paralelamente como una marca de agua.
Un segundo accedía un último, un último-último
recuerdo, y se convertía en otro, el presente no
es memoria, pero rápidamente se precipitaba al
acopio de imágenes, abultándose la espontaneidad.
Duró unas canciones como duran los cubos de
azúcar al disolverse en el agua.
—Pero ¿Por qué evade su realidad, puede
simplemente prestar más atención? —
El contexto, es importante, el contexto… tal vez
los recuerdos al fin terminen achicándose en los
147

ancianos que envejecen para siempre en las
ventanas, en parte porque el mundo que conocimos
va paulatinamente desapareciendo, y la marca de
agua ya no concuerda ¿Cómo no querer volver?
recordar la sensación del jugo de naranja que
tomé esta mañana perfectamente ácido y dulce, la
vida es brutal y cruel pero entonces así un jugo
y pan y parece que vale la pena, lo sé… hay que
fluir, entro en el tiempo siempre y cada vez a
través del presente, no obstante, sin los
recuerdos del pasado ¿Cómo podría comprender lo
cotidiano? las verdades con que camino, los
recuerdos del futuro (predicciones), las promesas
y las premociones son trazos atrevidos del
pasado, por eso cuando suceden de otra manera no
148

los habíamos recordado tan bien. Tal vez vuelvan
más rachas de dolor.
— A propósito de recuerdos, ayer olvidó su
memoria USB—
Y eso parece el auténtico olvido ¿No es así…?
— Estás de pelea con la palabra muerte. —
[Para Lipomena]
{Yo no sabía que vendrías,
Nunca lo pensé,
149

Tampoco sabía que sería una noche,
Ni que cabría en mis manos,
Ni que se quedaría:
Sin siquiera saber cómo llegó.
Yo no sé qué hacer con la felicidad
Cuando viene y se demora más
De lo que dura una calada,
Una pastilla, un cubo de azúcar.
No sé si arrojarla por la ventana,
No sé si se equivocó de ventana,
No sé por qué está fuera de mí,
No sabía que pudiera estar dentro de mí,
Que sea cálida una noche tan fría y fatal,
Como fueron frías y fatales las noches.
150

Y así… tan afuera.
Tan afuera de mí que se parece a usted.
No debería parecerse a nadie,
Ni profetizar como en un deja-vù
La estela de cosas que la afirman,
Con esa maquinita de sonidos
Que van prendiendo motores en las esquinas de
la cama,
Con las luces de los carros atravesar las
retículas
De las persianas, sus sombras color sepia, su
cadera.
Yo no sé qué hacer con la felicidad:
Animal sutil y escurridizo,
151

Ser imaginario,
Sin ropa y con su primer signo de luz.
Yo no sabía que iba a venir,
Me habría rehusado a venir.}
[Una Decisión]
Sentarse en un parque, llegar a él después de
haberse internado en el bosque seco, unos cuantos
chulos fueron escépticos y rodearon el cielo
celeste vigilando mi viaje, las iguanas, los
samanes y la timidez en el dosel dejan a travesar
una estructura ausente entre ellos, hebras de
152

luz, intensidades se prenden y se apagan en
dispersiones redondas y cuadradas que se
difractan y caen al suelo, o en ese otro árbol,
o de esas otras ramas color azul o tallos
transparentes donde se cuela el sol a través de
la canopia, vandalismo incoloro
¡Que calor! Sudo a chorros y el sol arde,
achucharra el peladero de los árboles que no
lograron resistir el verano y las raíces
expuestas de las ramas son ahora forma no más,
¡Fibonacci Señora! Entonces ¿Para qué riega las
plantas? Una de las tantas estructuras del
espacio, que no se rompe ni se seca en un día tan
aburrido y caluroso, la tierra reseca, repelado
todo, hasta las lagartijas quisieran volar por
153

sobre el suelo mientras huyen de agujero en
agujero, en el parque garabateo estos signos, una
mujer busca la sombra, me sonríe como un vaso de
agua, sonrío, me pide un poco de espacio y se
descalza, alivia sus pies cansados de la arena,
el sol y la resequedad del viento, los acaricia
con indulgencia: hacen bien su trabajo, son
bonitos, saca un frasco y lo vierte en ellos, yo
pienso en el tiempo y pienso que no debería pensar
más en él, el tiempo no se va a volver, no va a
romperse la realidad de repente, no va a fluir
el tiempo al revés, ni de nuevo al derecho, ni
otra vez al revés, no bajaré una cremallera del
espacio tiempo para salir, ni podré entender así
el PORQUÉ. Porque así los que hacemos todo al revés
pareceríamos por fin imitar bien el devenir. Ella
154

insiste en frotar tranquilamente sus pies hasta
volverlos a terciopelo como los días en los que
no trabajas, una estructura que se reafirma en
la piel como una planta que saborea el agua, dos
personas se insultan, nunca había escuchado
tantas palabras soeces tan largas y que parecían
encajar bien sin repetirse, el viejo insulta, que
normal… ayer sonaron unos disparos, el perro
ladró, da igual como siempre. La realidad no se
rompe, ¿Qué hora es? Le falta algo a las
casualidades para llenarse de pleno, le falta una
decisión, lo postergado y lo impostergable llaman
a la puerta, la vida.
155

[El Libro de Abrir]
Escojo la ignorancia
Es mejor paga
Más inteligente emocionalmente.
También desear sin más a quien te desea
Sin tantas precauciones, amar.
Domesticarnos como dos perros callejeros
Saber a qué hora debo salir y regresar
Batir la cola cuando vuelvas,
Ladrar la perfidia por la ventana y olvidar
Reconocer en el crepúsculo tan solo el fin de
un jornal
Escogería desaprender:
Perder la curiosidad en un jardín,
Ante un destello de luz
156

Que se presente como un animal primigenio
En una noche destilada
Ante un libro que quisieras abrir
Pero no puedes, o no debes, porque es infinito.
El viejo poeta decía que no descubriera nada
Porque nada no se vuelve a cubrir.
Mejor ser amigo y sirviente en una casa de bien
No más palabras, ni argumentos:
Ejercicios nimios de escepticismo
subdesarrollado.
No más expresiones raras, diccionarios,
enciclopedias,
Libros infinitos que citan otros libros que se
remontan
A bibliotecas enteras.
Dejar de preguntar en los laboratorios las
157

causas,
Ese imprudente lugar donde el alcohol se usa
como medicina
Y todo huele antisépticamente bien, de un olor
metálico o blanco.
Dejar de asistir también al lugar donde el
alcohol es veneno:
Todo era cuestión de dosis, se decía.
No más poemas donde tamizar las emociones
Para entender
¿Entender qué?
Que todo es sufrimiento y que deberías respirar
mejor para aliviarlo: día a día, en el bus,
ante los hospitales, en las banquetas de los
parques, por el reloj engranado en mis
entrañas
158

Mostrarse como horas largas en la piel de los
otros.
Escojo no tener tiempo para pensar
Omitir mi destino, o las casualidades
triviales
Al fin las palabras siempre se pierden en el
mar de intenciones
Mejor que los sueños se descalabren con
desparpajo
Después de haber sido agitados en la cama,
Ahora los veo romperse, rotos... rompiéndose.
Es verdad que no duele, ya estoy despierto.
Descanso un poco al verlos así:
Trabajo incansado,
159

Energía que ahora debe fluir entre lo
irreversible.
Que difícil pero que alivio.
Debes poder perdonarlos
Ojalá te perdonen a ti también
Con este sencillo ejercicio:
Debes aprender de la ignorancia.
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