Boletín ALUMNI N° 14 - diciembre 2016

GERENCIA ALUMNI
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software más difundido y conocido. Sin embargo,
existen otros similares a muy bien precio en los
Wilson´s y Azangaro´s de Lima.
Otros recursos más sutiles y sofisticados,
a la mano del usurpador, son el mal uso del
“parafraseo” modificando las ideas ajenas con
“nuestras” palabras, ahorrándonos la cita o dándole
un elegante giro para reforzar los argumentos. Otro
mal uso, no idóneo pero efectivo, es la distorsión
del pensamiento crítico - que bien utilizado- nos
evita caer en errores, falacias o contradicciones.
Talvez los calificativos de falta de
inspiración, exceso de pereza o “pillería” sean
punta de un iceberg, y que no veamos que
quienes practican el plagio estén infestados
por la Criptomnesia. Enfermedad, sumamente
contagiosa y extendida, y que recién analizamos
su etiología por el grave síndrome detectado.
La Criptomnesia, también denominada
como el autoplagio mental, es una enfermedad
por la cual nuestro cerebro se autoengaña y
asume propiedad de los pensamientos ajenos
en forma inconsciente. Según García Navas,
(2015) “el término fue acuñado por el psicólogo
Theodore Flournoy, y de acuerdo con el
Diario Británico de Psiquiatría, criptomnesia
significa la existencia de recuerdos ocultos
en la conciencia. Es decir, que la persona no
sabe que los tiene y no recuerda de donde los
obtuvo o se generaron”.
Apreciado el plagio en términos
terapéuticos es recomendable seguir
explorando - con científica rigurosidad - estas
misteriosas entelequias mentales, ya que una
enfermedad no puede ser juzgada con las
duras leyes del hurto intelectual.