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PEÑA NIETO 1MX
“El contraste es notable entre Villa y Zapata, el primero sombrío y con ojos febriles, sentado en una
especie de trono-silla quién iconográficamente es el presidente de México... Un simple gesto de
burla, a su lado el caudillo del sur, Zapata con un ilustre desprecio por las autoridades oficiales... A
derecha uno de los jefes zapatistas Otilio Montaño. A la izquierda de Villa, llevando en la mano una
máscara colonial, Tomás Urbina, uno de sus primeros compañeros de la gesta revolucionaria”.
La literatura también se ha ocupado de analizar a este icono de
poder, el célebre escritor Martín Luis Guzmán en su obra El águila y
la serpiente reproduce una famosa anécdota del momento en el que
los revolucionarios llegaron a encontrar la silla, narrada por el General
Eufemio Zapata (hermano de Emiliano), quien dijo:
“Desde que estoy aquí, vengo a ver esta silla todos los días, para irme acostumbrando. Porque
figúrense nomás: antes había creído que la silla presidencial era una silla de monta” 4 .
Más cercano a nuestro tiempos; en ese no tan lejano año 2020,
Carlos Fuentes nos pone en una realidad futura muy parecida a la
actual, en donde vemos que a través de diferentes personajes; que en
el fondo de nosotros mismo se nos hacen conocidos, y pues sin duda
Carlos Fuentes es el mejor narrando fantasías que rayan en la realidad.
Estructurada en forma de cartas, la obra de Carlos Fuentes sitúa
a su novela en México del futuro, en donde ninguna de las situaciones
es distante de nuestra actual realidad: hay una enorme dependencia
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Guzmán Martín Luis, El águila y la serpiente, Compañía ibero-americana de publicaciones, 1928.
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