El realismo social de Mike Leigh
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> <strong>realismo</strong> <strong>social</strong> <strong>de</strong> <strong>Mike</strong> <strong>Leigh</strong><br />
Este 2011 se cumplen 40 años en los que <strong>Mike</strong> <strong>Leigh</strong> ha trazado una línea <strong>de</strong><br />
quehacer fílmico <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l género <strong>de</strong>l <strong>realismo</strong> <strong>social</strong> imbricado en el Free<br />
Cinema británico, que ha tenido en nombres como Humphrey Jennings, Lindsay<br />
An<strong>de</strong>rson o Ken Loach a sus principales referentes.<br />
Sin la poética <strong>de</strong> An<strong>de</strong>rson ni el naturalismo <strong>de</strong> Loach, <strong>Leigh</strong> ha forjado una<br />
narrativa propia cuyos motivos tienen que ver con personajes marginales<br />
enmarcados en ambientes frecuentemente hostiles o <strong>de</strong> <strong>de</strong>sasosiego, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
una óptica casi siempre reivindicativa. Su pulso ha sido, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio, firme: en<br />
los créditos iniciales <strong>de</strong> Bleak Moments (1971) advierte que “Cualquier<br />
semejanza entre los personajes <strong>de</strong> esta cinta y personas vivas o muertas en el<br />
mundo real, es completamente intencional”.<br />
Esta <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios fue sentidamente puesta en práctica en las poco<br />
conocidas Grown-Ups (1980), comedia negra basada en las diferencias <strong>de</strong> clase<br />
<strong>de</strong> los protagonistas, y High Hopes (1988), que usando el mismo esquema, nos<br />
revela a un <strong>Leigh</strong> como arquitecto <strong>de</strong> personajes meticulosamente pensados y<br />
<strong>de</strong> manera más notable, a un director capaz <strong>de</strong> simpatizar con ellos.<br />
<strong>Leigh</strong> como cronista taciturno<br />
Mas su nombre permanecería relativamente <strong>de</strong>sconocido hasta su producción<br />
<strong>de</strong> 1993, Naked: inmediato festín para la cinefilia mundial que se ganó el<br />
máximo galardón <strong>de</strong> Cannes por su brillante guión, estilizada narrativa y la<br />
intensa actuación <strong>de</strong> David Thewlis como Johnny, un vago elocuente a modo <strong>de</strong><br />
anti-héroe que procura su trance <strong>de</strong> misantropía auto<strong>de</strong>structiva en los años<br />
inmediatos a más <strong>de</strong> una década <strong>de</strong> feroz thatcherismo.<br />
Un necesario y violento corte <strong>de</strong> caja, Naked causó polémica, más por la<br />
misoginia extrema <strong>de</strong> Johnny que por su odisea en el Londres <strong>de</strong> la miseria
espiritual y económica <strong>de</strong> aquella época. Tal vez a ello se <strong>de</strong>ba que en las<br />
realizaciones posteriores <strong>de</strong> <strong>Leigh</strong> es notoria una intención por repensar su<br />
mirada sobre la mujer.<br />
Reivindicaciones feministas<br />
No es usual que un hombre se asuma públicamente como feminista, pero <strong>Mike</strong><br />
<strong>Leigh</strong> lo hizo en 2008. En películas como Secrets and Lies (1996) y Vera Drake<br />
(2004) <strong>de</strong>jó constancia <strong>de</strong> su preocupación por elaborar representaciones<br />
totalmente alejadas <strong>de</strong> la fantasía masculina. Su mirada crítica otorga capacidad<br />
<strong>de</strong> agencia a sus personajes femeninos, no sólo en las historias realistas <strong>de</strong> su<br />
día a día, ni en sus resoluciones satisfactorias y verosímiles, sino en la libertad<br />
<strong>de</strong> improvisación con que contaban sus actrices para, en lo espontáneo <strong>de</strong>l<br />
momento, explorar sus propias experiencias y dotar a sus personajes <strong>de</strong> mayor<br />
hondura.<br />
Vejez, consuelo, felicidad<br />
Alejado completamente <strong>de</strong>l esquema fatalista y <strong>de</strong>sencantado <strong>de</strong> Naked o <strong>de</strong><br />
otros tantos personajes neuróticos, la más reciente obra <strong>de</strong> <strong>Leigh</strong>, Another Year<br />
(2010), nos muestra a un director <strong>de</strong>sinteresado en ocultar el afecto que siente<br />
por sus personajes principales, y los dota <strong>de</strong> una sustanciosa dosis <strong>de</strong> ternura y<br />
estabilidad: Tom y Gerri son una pareja cuya larga trayectoria sentimental es<br />
como un roble al que se acu<strong>de</strong> buscando sombra y protección, y eso es<br />
exactamente lo que hacen amigos y familiares a lo largo <strong>de</strong> las cuatro<br />
estaciones <strong>de</strong>l año.<br />
En una más <strong>de</strong> sus viñetas <strong>de</strong> época tan acertadas, es <strong>de</strong>stacable que <strong>Leigh</strong><br />
coloque al hijo <strong>de</strong> la pareja, Joe, como un joven abogado con rumbo y futuro<br />
incierto, o a Mary, la amiga “solterona” y solitaria como personajes cuya queda<br />
ansiedad encuentra consuelo en esta pareja casi anciana, símbolo <strong>de</strong> armonía y<br />
un másti al cual aferrarse en lo que pasa la tormenta.
Lo polémico ahora sería la representación, en pleno 2010, <strong>de</strong> una pareja tan<br />
convencional como ésta, pero al mismo tiempo significa nuevos bríos para un<br />
director que, rozando los 70 años, sabiamente consulta en el diccionario<br />
“optimismo”, palabra nada gratuita para alguien <strong>de</strong>dicado a construir una<br />
filmografía que ha atendido inteligentemente y sin adornos las problemáticas<br />
<strong>social</strong>es complejas que se han suscitado en la Inglaterra <strong>de</strong> los últimos cuarenta<br />
años.