CONDENADO POR DESCONFIADO - TIRSO DE MOLINA

TIRSO DE MOLINA
CONDENADO POR DESCONFIADO
y ya que pobre me ha visto,
se recogió a buen vivir.
Enrico:
¿Qué se busca en esta casa,
hidalgos?
Lidora:
Celia:
Lisandro:
Octavio:
Lidora:
Celia:
(Aparte) Muy como discreta hizo.
A buen tiempo habéis llegado;
que a un papel que me han escrito.
A un tiempo se han de escribir
vuestros papeles y el mío.
(A Lidora) Da a todos tinta y papel.
¡Bravo ingenio!
Peregrino.
Aquí está tinta y papel.
Escríbid, pues.
Lisandro:
Enrico:
Lisandro:
Enrico:
Octavio:
Enrico:
Nada buscamos;
estaba abierta, y entramos.
¿Conóceme?
Aquesto pasa.
Pues váyanse noramala,
que, voto a Dios, si me enojo...;
no me haga, Celia, del ojo.
¿Qué locura a aquesta iguala?
Que los arrojen en el mar,
aunque está lejos de aquí.
Lisandro:
Ya escribimos.
Celia:
(Aparte a Enrico) Mi bien, por amor de mí.
Celia:
Lisandro:
Tú me dices que a una mujer que se casó...
Aqueso digo.
Enrico:
¿Tú te atreves a llegar?
Apártate, voto a Dios,
que te dé una bofetada.
Celia:
Y tú a la que te dejó
después que no fuiste rico.
Octavio:
Si el estar aquí os enfada,
ya nos iremos los dos.
Octavio:
Celia:
Así es verdad.
Y yo aquí
le respondo a Severino.
(Escriben y salen Galván y Enrico con espada y broquel)
Lisandro:
Enrico:
¿Sois pariente, o sois hermano
de aquesta señora?
Soy el diablo.
© Pehuén Editores, 2001
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