03.04.2017 Views

Redes sociales

2ouMokZ

2ouMokZ

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Redes</strong><br />

<strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios<br />

Guía para entender<br />

las alianzas entre<br />

políticos y ciudadanos<br />

en la era digital


<strong>Redes</strong><br />

<strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios<br />

Guía para entender<br />

las alianzas entre políticos<br />

y ciudadanos en la<br />

era digital


Presentación<br />

El Observatorio Económico Legislativo de CEDICE Libertad, comprometido en<br />

brindar herramientas para fortalecer la libertad y la democracia, promover el<br />

diálogo y potenciar la información y la comunicación de funcionarios públicos,<br />

ha creado esta guía para el buen manejo de las redes <strong>sociales</strong>, con la aspiración<br />

de conseguir una mejor interacción de estos con los ciudadanos.<br />

En las redes <strong>sociales</strong>, el usuario es el verdadero protagonista. Este criterio es<br />

común para decisores públicos y ciudadanos, es el eje para que todos participemos<br />

activamente en los asuntos políticos, para que el valor dialógico de las<br />

redes, ayude a fortalecer nuestro sistema democrático.<br />

Esperamos que esta guía sea útil para todos los servidores públicos, no solo<br />

los legisladores, sino para aquellos que deseen estar en contacto, informar y<br />

rendir cuentas de sus acciones a la sociedad que los eligió y que, por tanto,<br />

puede monitorearlos y apoyarlos con igual interés y compromiso.<br />

Agradecemos a Luis Carlos Díaz, comunicador social, experto en estos temas,<br />

su dedicación para que este instrumento sea un aporte innovador para construir<br />

más y mejor democracia en esta era digital.<br />

El Equipo del Observatorio Económico Legislativo<br />

2<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

3<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Contenido<br />

5 Introducción<br />

7 Capítulo 1: Estamos conectados<br />

7 A qué llamamos Web 2.0<br />

8 ¿Por qué lo 2.0 se quedó viejo?<br />

9 Espacios digitales hoy<br />

9 Retos comunicacionales<br />

11 Infraestructura digital venezolana<br />

13 Capítulo 2: Qué necesita un parlamentario en redes<br />

13 Rendición de cuentas<br />

13 Identidad y reputación digital<br />

15 Páginas personales y blogs<br />

16 Cuentas en Twitter<br />

17 Buenas prácticas para políticos en Twitter<br />

20 Presencia en Facebook<br />

23 ¿Se necesitan otras redes?<br />

25 Cómo crear una estrategia para redes<br />

26 Conformar un equipo<br />

27 Capítulo 3: Privacidad y seguridad antiespionaje<br />

27 Textos cifrados<br />

27 Llamadas cifradas<br />

27 Videollamadas cifradas<br />

27 Correos seguros<br />

28 Conexiones seguras<br />

30 Capítulo 4: Qué necesita un infociudadano<br />

para seguir a sus diputados<br />

30 Monitoreo<br />

30 Adopción<br />

30 Campañas de incidencia pública<br />

4<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

5<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Introducción<br />

Los políticos que asumen cargos de representación popular no solo tienen la<br />

tarea de ejercer su rol; en la era digital deben asumir el compromiso de gobernar<br />

entendiendo las lógicas de las redes, es decir, la lógica de sus electores.<br />

El entorno de trabajo ha cambiado y los ejercicios cotidianos para el político<br />

como rendir cuentas, consultar, informar su agenda y entrar en contacto con<br />

sus electores, encuentran en las plataformas digitales un espacio con nuevas<br />

posibilidades. El reto no es sobrecargarse de trabajo agregando tareas, sino<br />

fortalecer las relaciones <strong>sociales</strong> de su ejercicio público.<br />

Más allá de la novedad y la fascinación por los aparatos electrónicos y lo entretenido<br />

que es entrar en redes, los políticos y los ciudadanos preocupados por<br />

el ejercicio de lo público pueden crear nuevas alianzas y modos productivos de<br />

fortalecer el tejido social. Al final, se refuerza la contraloría sobre los funcionarios,<br />

que es una de las cosas más sanas que le puede pasar a la democracia,<br />

y los ciudadanos construyen vínculos reales con quienes toman decisiones.<br />

Este manual apuntará maneras de comprender el fenómeno digital, las herramientas<br />

más sencillas de usar en la actualidad, y, debido a su rápida obsolescencia,<br />

brindaremos criterios de uso para que puedan migrar rápidamente a<br />

las nuevas plataformas conservando la esencia del parlamentario en redes y<br />

sus enormes posibilidades.<br />

Capítulo 1<br />

Estamos conectados<br />

En la actualidad no se discute la importancia de las plataformas digitales para<br />

el ejercicio político porque ya son parte de la cotidianidad de los servidores<br />

públicos y de un amplio sector de la ciudadanía. Aunque persisten muchísimas<br />

brechas, hay consenso en que la tecnología no es una moda sino una evolución<br />

natural en las interacciones <strong>sociales</strong>. Por más rápido que avance todo y<br />

por más cambios que se solapen, la realidad es que Internet, las redes <strong>sociales</strong><br />

y los dispositivos móviles han transformado la manera en la que nos comunicamos<br />

y estamos presentes en el espacio público.<br />

Por esa razón es clave entender qué podemos hacer en este contexto y con<br />

cuáles criterios diseñamos estrategias de uso de redes <strong>sociales</strong> que fortalezcan<br />

el desempeño de los políticos en gestión.<br />

A qué llamamos Web 2.0<br />

Internet vivió un cambio importante en la década pasada, cuando numerosas<br />

compañías decidieron cambiar su modelo de negocios para ofrecer plataformas<br />

en lugar de contenidos. La diferencia reside en que el poder de generación<br />

de contenidos quedaba en manos de los usuarios, y el rol de estos espacios<br />

digitales era el mantenimiento, usabilidad, diseño y estabilidad. Por eso, la<br />

noción de 2.0 está vinculada a pensar Internet como una plataforma en la que<br />

las personas suben contenidos de forma sencilla y gratuita. Antes de ese modelo,<br />

para publicar contenidos en Internet era necesario tener:<br />

· Un dominio: una URL, la dirección web donde iba a estar ese contenido<br />

· Un servidor: en inglés es hosting, y se refiere al equipo y la porción de memoria<br />

donde van a residir los contenidos, el cual permanecerá encendido y accesible<br />

permanentemente.<br />

· Un informático y un diseñador: que pudiesen encargarse de construir, en<br />

lenguaje HTML, la página web requerida para mostrar los contenidos.<br />

6<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Las tres cosas exigen tener presupuesto y conocimientos, así que se limitaba<br />

el uso de Internet a pocos productores de contenidos, y el resto solo debía<br />

conformarse con ser visitante y lector de sitios web. Con la llegada de la Web<br />

2.0, ese modelo tradicional no ha muerto, porque igual se necesitan páginas<br />

web de campaña, de partido y de muchas cosas, pero los ciudadanos también<br />

7<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


pueden tener espacios digitales alojados en plataformas de terceros que les<br />

facilitan de forma gratuita su servicio. Alguien con blogs, cuentas en Twitter,<br />

Facebook, Instagram, LinkedIN, y miles más, no está pagando por su dominio<br />

el servidor, ni necesita saber de códigos HTML para publicar contenidos variados<br />

(texto, audio, video, imágenes, presentaciones).<br />

Espacios digitales hoy<br />

Hasta ahora, los políticos están dispersos en distintas plataformas buscando<br />

mayor conexión y cercanía con los ciudadanos, sin embargo, debemos diferenciar<br />

de una vez tres ámbitos de acción digital que exigen su propia lógica,<br />

planificación y ejecución.<br />

· Internet pública: es la accesible desde buscadores, con direcciones web<br />

que pueden ser visitadas desde cualquier navegador sin mayores limitaciones.<br />

Básicamente está alimentada por páginas web (personales, institucionales,<br />

de medios, etc.), blogs y plataformas abiertas como YouTube o la Wikipedia.<br />

Para influir allí es clave el posicionamiento de contenidos y palabras clave.<br />

· Internet restringida: es accesible por los usuarios que tienen cuenta en esa<br />

plataforma. Sus direcciones son accesibles, pero los niveles de participación<br />

dependen del registro de usuarios y su presencia dentro de esa red. No es necesariamente<br />

negativo porque puede generar mayores niveles de cercanía y<br />

compenetración, pero funcionan como clubes cerrados y exclusivos. Allí entran<br />

plataformas tan populares como Twitter, Facebook, Instagram, Periscope,<br />

etc., cuya lógica de participación es que hay que ser parte de ellos para<br />

poder interactuar con las cuentas del político. Para influir en esos espacios es<br />

clave generar conversaciones, interacciones y relaciones cotidianas.<br />

· Comunicaciones privadas: no se definen como privadas por su alto grado<br />

de seguridad (ese es otro componente que se desarrollará más adelante) sino<br />

porque su relación con la audiencia no se desarrolla en espacios públicos y accesibles<br />

de Internet sino en ámbitos privados. Se trata de listas de correos que<br />

llegan directo a los buzones de los suscritos, bases de datos, mensajería masiva,<br />

videoconferencias privadas en Skype o Jitsi, grupos en plataformas como<br />

Whatsapp, Signal, Telegram, y cualquier otra comunicación que no genere<br />

una URL ni pueda ser monitoreada públicamente, como Snapchat. Para ser<br />

relevante en esos espacios es importante enfocar la estrategia de contenidos,<br />

ofrecer algún valor agregado por ese nivel de exclusividad y generar relaciones<br />

con las comunidades usuarias suscritas.<br />

Por lo tanto, la 2.0 es la existencia de plataformas digitales que permiten socializar<br />

contenidos generados por usuarios de forma sencilla e inmediata. Permitió<br />

en el fondo un proceso de empoderamiento ciudadano inédito, porque<br />

cada persona con sus cuentas en línea tiene capacidad de construir comunidades<br />

y comunicar públicamente lo que necesite. De esa forma, se ha transformado<br />

la manera en la que las sociedades construyen opinión pública y se<br />

movilizan.<br />

¿Por qué lo 2.0 se quedó viejo?<br />

El término lo acuñó Tim O’Reilly en el año 2004 para describir lo que ya comentamos.<br />

Sin embargo, el tiempo ha pasado y se han ensayado muchos modelos<br />

de plataformas digitales en estos años. Aunque su base teórica es la misma<br />

(plataformas de publicación de contenidos), su diversidad es impresionante.<br />

Pasamos de plataformas para escribir, como los blogs, subir y compartir videos,<br />

como YouTube, a otras donde básicamente compartimos perfiles públicos<br />

de nuestras vidas y nuestras relaciones, como Facebook y otras redes<br />

<strong>sociales</strong>.<br />

Ese modelo busca varias evoluciones, así que la noción de lo 2.0 va a dar paso<br />

muy pronto a otras estructuras. Por ejemplo, no solo la mayoría de las propuestas<br />

han migrado al teléfono móvil, sino que los contenidos contienen ya<br />

datos georreferenciados, por lo tanto pueden compilar y ofrecer datos locales,<br />

así como también cruzarlos con las experiencias registradas por nuestros<br />

amigos. Asimismo, la red ofrece contenidos pero también conversaciones en<br />

torno a ellos, así que sus búsquedas también han cambiado para adaptarse<br />

al perfil del usuario, sus patrones de búsquedas históricas y los significados<br />

de las palabras, más que las palabras mismas. (Por ejemplo: buscar «Pastor»<br />

puede dar resultados distintos si eres fanático de la Fórmula 1 o si buscas regularmente<br />

información religiosa). También es materia pendiente la convergencia<br />

de numerosas redes en una sola presencia orgánica de los usuarios,<br />

de manera que no se encuentren tan fragmentados en múltiples espacios e<br />

identidades digitales, como ocurre en estos momentos.<br />

8<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Retos comunicacionales<br />

Pensar estrategias digitales para servidores públicos implica planificar más<br />

bien en el ámbito de una política comunicacional coherente y continua que<br />

pueda tejer relaciones, rutinas y certezas con los electores. La diferencia entre<br />

ser candidato y ser un político en ejercicio es impresionante y la mayoría aún<br />

9<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


1. Venezuela tenía una cifra doble de penetración de Internet: expertos del área<br />

calculaban que 55% de los venezolanos accedía a Internet, poco más de 16<br />

millones de personas. Mientras tanto, Conatel insistía en decir que ya más del<br />

60% de la población navegaba en Internet. La razón es que el organismo estatal<br />

cambió la manera de medir esta variable. No solo restó a los menores de 7<br />

años de edad para reducir la base poblacional, sino que sumó a los usuarios de<br />

Internet a través de teléfonos móviles. Eso significa agregar varios asteriscos a<br />

la cifra, porque así no es homologable con el resto de los países del continente,<br />

que no miden bajo los mismos parámetros, además del riesgo que implica la<br />

posibilidad de contar doblemente a los usuarios de telefonía celular que también<br />

se conectan con computadoras. A eso se le suma que la experiencia de<br />

uso de Internet en teléfonos puede ser limitada para muchos usuarios. Así que<br />

no se trata de «tener Internet» sino de pensar en qué tipo de Internet.<br />

2. Además de la penetración, Venezuela llevaba más de un año y medio estancada<br />

en una velocidad promedio de 2 mbps (megabits por segundo), con el<br />

añadido de que la empresa estatal Cantv tenía una velocidad promedio de 1,87<br />

mbps, según su propio presidente. Eso es preocupante para una empresa que<br />

casi tiene el monopolio del servicio en el país, con más del 85% de las conexiones<br />

nacionales.<br />

Eso significa que Venezuela para 2015 era el país más<br />

lento del continente americano, por debajo de Haití,<br />

Bolivia y Paraguay. Países como Colombia y Ecuador,<br />

por ejemplo, superaban los 6 mbps (más de<br />

tres veces la conexión nacional), mientras que<br />

Uruguay era la puntera de la región,<br />

con 20 mbps.<br />

A estos datos hay que sumar que la baja velocidad y alcance nacional castiga<br />

con más fuerza a las provincias que a la capital. El plan de instalación de fibra<br />

óptica nacional que en 2011 prometía (y ejecutó recursos) instalar 20 mil kilósuele<br />

descuidarse al terminar la campaña electoral. La comunicación es un<br />

proceso constante, así que incluso las redes abandonadas informan, con su<br />

desactualización, una mala gestión del político.<br />

Infraestructura digital venezolana<br />

Para mediados de 2015, Venezuela vivía algunas paradojas en términos digitales<br />

que marcarán el sector telecomunicaciones en los años siguientes.<br />

10<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Los retos más importantes son:<br />

· Lograr un ecosistema de medios digitales que combine los ámbitos donde<br />

quiera desarrollarse el político: públicos, restringidos y privados, como se detalló<br />

en la sección anterior.<br />

· Hacer vinculante la comunicación digital con su desempeño en la función pública.<br />

Internet no es un divertimento ni un accesorio para las campañas: es la<br />

vida misma.<br />

· Entablar relaciones con el electorado comprendiendo las lógicas digitales y los<br />

nuevos poderes de las audiencias. No se trata de salir de cacería… porque en<br />

Internet las presas también tienen escopetas.<br />

· Hacer transparente y accesible la función pública, su agenda y focos de trabajo<br />

para que la rendición de cuentas sea una cultura de trabajo que acerque a la<br />

gente y mejore la gestión.<br />

· Contar historias. Sin importar la plataforma y las innovaciones, la clave es contar<br />

historias que puedan convocar voluntades, influir en la opinión pública y<br />

tejer comunidades.<br />

11<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


12<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

metros de fibra óptica, en 2015 apenas llevaba 11 mil kilómetros. Eso se traduce<br />

en lentitud, colapso y poca respuesta la mayor parte del tiempo. Asimismo,<br />

las operadoras telefónicas se vieron en la necesidad de recortar servicios de<br />

llamadas a larga distancia y servicios como los de Blackberry para centenares<br />

de miles de clientes.<br />

3. Venezuela, además, está rezagada en la actualización de equipos, porque<br />

debido a su economía, el costo de las computadoras, teléfonos y tabletas se<br />

nueva generación se hizo completamente inaccesible para la mayoría de los<br />

usuarios. Mientras el resto de los habitantes del continente puede comprar<br />

un equipo con una fracción o apenas dos meses de salario, en Venezuela un<br />

teléfono de gama alta cuesta más de 7 años de salario. Eso frenó el parque tecnológico<br />

e hizo dependiente a la población de los equipos regalados en campañas<br />

políticas, porque una tableta que para diciembre de 2015 costaba 50 mil<br />

bolívares, requería más de 5 meses de salario para ser comprada, cuando en el<br />

exterior los modelos similares cuestan alrededor de 70 dólares.<br />

4. Sin embargo, ante todos estos escenarios, para la empresa investigadora y<br />

consultora del sector telecomunicaciones, Tendencias Digitales, los venezolanos<br />

siguen siendo uno de los colectivos de usuarios más activos en redes <strong>sociales</strong>.<br />

Aunque se ven afectados para el consumo y producción de videos debido<br />

a la lentitud de sus servicios, la presencia en redes y la capacidad de generar<br />

conversaciones y contenidos es asombrosa. Seguramente es una respuesta a<br />

la escasez de medios de comunicación tradicionales y el volcamiento a la red<br />

de millones de usuarios ávidos de información sobre la coyuntura política.<br />

Por lo tanto, pensar en una agenda nacional de telecomunicaciones pasa por<br />

recuperar el crecimiento y la pujanza del sector, responder a las nuevas necesidades<br />

de los usuarios y elevar no solo la calidad del servicio en su velocidad y<br />

estabilidad, sino también su masificación.<br />

Capítulo 2:<br />

Qué necesita un parlamentario en redes<br />

Rendición de cuentas<br />

La presencia en Internet puede ser vista con fascinación para realizar campañas,<br />

ganar adeptos, comunicarse con ellos y ser parte de la conversación pública.<br />

Sin embargo, una vez se accede al poder y es momento de ser un servidor<br />

público, las estrategias en redes deberían ser coherentes con el nuevo rol.<br />

Es momento entonces de rendir cuentas. La premisa fundamental acá es que<br />

una buen desempeño en el cargo puede significar la reelección y el ascenso<br />

del político en su carrera, por lo tanto el relato digital de su período de labores<br />

debe atender esa narración y hacerla pública. En el caso de los diputados los<br />

insumos para informar son casi infinitos:<br />

· Agendas de trabajo<br />

· Discusión de leyes<br />

· Argumentos publicados que pueden iniciar conversaciones<br />

· Organización de ideas<br />

· Visitas y reuniones con ciudadanos<br />

· Consultas abiertas<br />

· Revisión de presupuestos<br />

De todo eso se puede valer el diputado 2.0 y su equipo de trabajo para crear un<br />

flujo de contenidos que debe ser continuo y aderezado por la actualidad. Debe<br />

responder a la gestión propuesta (planes de trabajo, agendas de leyes, objetivos<br />

del mandato) y combinarse con la coyuntura política del día. Una armonía<br />

entre ambas permitirá desarrollar una voz coherente y mejores estrategias de<br />

contenidos.<br />

Identidad y reputación digital<br />

Cada persona que crea una cuenta en redes digitales alimenta dos dimensiones<br />

nuevas de su imagen pública: su identidad digital y su reputación digital. La<br />

diferencia fundamental entre ambas es que la identidad es autogestionada,<br />

es la que está definida por el protagonista de la cuenta y se construye con<br />

sus imágenes, textos, opiniones, desempeño público, ortografía, lo que decide<br />

compartir, etc.; mientras que la reputación es una percepción externa que<br />

se crea cada una de las personas que lo siguen o pueden ver su trabajo y juzgarlo.<br />

La reputación no es tangible, pero es clave porque de ella depende la<br />

13<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


credibilidad, la capacidad de liderazgo y hasta el alcance<br />

de sus palabras en la opinión pública. La reputación<br />

acumula todas las manchas y errores de las personas,<br />

que podrán enmendar algunas cosas, pero siempre<br />

quedará el registro de su acción.<br />

Es fundamental comprender esta dos dimensiones<br />

porque hay dos premisas que se repiten en el mundo<br />

político:<br />

· La mayoría de los ataques contra los políticos ocurren<br />

contra su reputación, para que sean mal percibidos<br />

y pierdan el capital de confianza que hayan tejido con los ciudadanos.<br />

· La mejor manera de preservar una reputación relevante y positiva, es tener<br />

bien fortalecida la identidad digital, para que ante cualquier ataque, sean los<br />

contenidos, el buen desempeño público y los seguidores quienes salgan en<br />

defensa del agredido.<br />

Por lo tanto, la conducta más recomendable es revisar muy bien todos los datos<br />

que se brindan de la figura pública en sus redes para que jueguen a su favor:<br />

foto de avatar, imagen de cabecero, descripción, biografía, contactos y<br />

toda su información debe ser seleccionada con un fin estratégico.<br />

También hay que monitorear y revisar qué se dice<br />

del político y sus temas de interés en las redes. No<br />

será posible controlar el debate público, pero el<br />

político podrá participar en él, fortalecer alianzas<br />

con sus seguidores y mejorar la percepción pública<br />

que hay sobre el trabajo que desempeña.<br />

Páginas personales y blogs<br />

Independientemente de la página web de la Asamblea Nacional y la del partido,<br />

cada diputado debe contar con un espacio digital absolutamente individual,<br />

asociado a su cargo y que pueda aglutinar toda su actividad legislativa.<br />

Funcionará como una «ensaladera» que agrupe las formas de contacto con<br />

el político y su equipo de trabajo, hará pública su agenda legislativa, guardará<br />

registro de sus acciones y permitirá que sus referencias se posicionen más eficientemente<br />

en los buscadores públicos.<br />

Las estructuras para la página web dependerán de la intención y el presupuesto<br />

con el que cuente el político, pero en realidad no requiere mayores inversiones<br />

en desarrollo, porque se puede trabajar con cualquier gestor de contenidos<br />

gratuito. Donde sí hay que enfocar recursos, talento, tiempo y dinero, es en<br />

la generación de contenidos de calidad. El gestor de contenidos más popular<br />

y sencillo de usar sería la plataforma de Wordpress, usada desde hace años<br />

para blogs. Permite combinar contenidos estáticos y dinámicos, es sumamente<br />

amigable con buscadores, permite posicionar temas, nombres, imágenes<br />

y otros contenidos con más facilidad en Google, y además tienen la<br />

ventaja de ser públicos y permanentes, así que los contenidos están<br />

a la vista de todos, algo que no permiten las redes <strong>sociales</strong>.<br />

De hecho, la mayor parte de las páginas informativas en Venezuela<br />

están basadas en Wordpress y solo cambia su plantilla (diseño), algunas<br />

funcionalidades (plugins) y la cantidad de gente que produce contenidos<br />

para ellas. Pero un blog puede ser mantenido de forma individual cuando solo<br />

se requiere producir contenidos.<br />

Un blog de gestión política debe contener los elementos que se han mencionado<br />

anteriormente, pero además su espíritu de bitácora será de gran ayuda<br />

para que el político pueda narrar con periodicidad no solo lo que hace, sino<br />

también sus opiniones e interpretaciones de la coyuntura cambiante del<br />

país. Ese espacio ayudará no solo en la visibilidad del autor, sino que además<br />

le permitirá tejer una relación de mayor confianza con los seguidores. El blog<br />

trasciende la fugacidad y la inmediatez de Twitter, y posiciona en buscadores<br />

como no lo hace Facebook.<br />

14<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Si se trata de alguien de pocas capacidades textuales y más bien está fascinado<br />

por los videos, es importante que esta página o blog guarde registro de eso,<br />

y de ser posible, incluya extractos y fragmentos escritos que den cuenta del<br />

contenido de los videos que está produciendo para otras plataformas. Si no,<br />

será inaccesible y difícil de explorar posteriormente.<br />

15<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Cuentas en Twitter<br />

La presencia en Twitter se hizo indispensable desde que forma parte del ecosistema<br />

de medios globales. Twitter ha ocupado rápidamente un sitio de honor<br />

en el espacio público informativo porque satisface las necesidades de<br />

comunicación inmediata de la audiencia y funge como un sistema nervioso<br />

mundial. No era su objetivo cuando se fundó en 2006, e incluso una década<br />

después no termina de concretar un modelo de negocios sostenible que le garantice<br />

larga vida, pero es evidente el rol que ha jugado en los últimos años y los<br />

esfuerzos que le han dedicado numerosas personalidades en todo el mundo.<br />

Twitter combina la brevedad del discurso y la presencia a cuentagotas con el<br />

uso del tiempo real para informar al instante en un espacio con visibilidad. En<br />

el caso venezolano, además, es una plataforma legitimada por ambos bandos<br />

políticos así que es un espacio con presencia plural.<br />

Hay al menos tres perfiles distintos que puede adquirir una cuenta Twitter para<br />

la gestión política:<br />

· Cuentas personales: administradas directamente por el político o por su<br />

equipo, pero donde la voz cantante es el individuo y la gente se comunica con él.<br />

· Cuentas de campaña: se realizan para narrar minuto a minuto la campaña<br />

electoral o la actividad de la persona a la que hace seguimiento, sin usar<br />

su cuenta personal para no ser tan ruidosa. Está destinada a los militantes o<br />

periodistas que necesitan información más continua de los eventos públicos<br />

donde participa el político. También hace relatoría de sus declaraciones a medios,<br />

arengas y acciones en calle, así como hace seguimiento de su agenda. La<br />

administra un equipo.<br />

· Cuentas oficiales de gestión: son las cuentas asociadas a las instituciones<br />

o al cargo. Suelen trascender a las personas y son realmente útiles cuando se<br />

16<br />

necesita que hable la institución o se trate de declaraciones oficiales. No es lo<br />

mismo la cuenta de la persona que es circunstancialmente presidente o gobernador,<br />

que la cuenta de la Presidencia y de la Gobernación y que narrarán lo<br />

que allí ocurra sin importar quién ocupe el cargo. Debería ser casi un deber que<br />

eso exista porque es parte de la investidura del cargo y proporciona información<br />

que puede ser considerada.<br />

Un caso híbrido es la cuenta de @Pontifex, que no pertenece al Papa Francisco,<br />

sino al Obispo de Roma, es decir, al Papa, pero puede ser Benedicto XVI,<br />

Francisco o quien venga después. La cuenta será la misma.<br />

Actualmente los tuits han evolucionado e incorporan múltiples lenguajes, además<br />

del texto de 140 caracteres. Hoy un tuit puede tener:<br />

· Texto (además de los @nombres y #etiquetas)<br />

· Enlaces<br />

· Imágenes (hasta 4 fotos o una animación)<br />

· Videos (insertos desde múltiples plataformas)<br />

· Presentaciones (con slideshare)<br />

· Encuestas (de hasta 4 opciones, con una duración de 24 horas)<br />

· Ubicación geográfica<br />

· Y las novedosas Twitter Cards, que permiten hacer publicidad, llevar tráfico a<br />

páginas web, bases de datos y fortalecer casi cualquier campaña.<br />

Asimismo, es una herramienta que ha evolucionado para adaptarse perfectamente<br />

a dispositivos móviles, por lo que será cómoda de usar, y tiene una<br />

de las utilidades más importantes para un político en la actualidad: le permite<br />

monitorear contenidos en tiempo real e interactuar con sus seguidores. Esa es<br />

una posibilidad que nunca antes tuvo de esa manera. Twitter puede ser usado<br />

como un termómetro parcial de opinión pública, o un sismógrafo informativo.<br />

Basta definir algunas palabras en su casilla de búsqueda y se podrá seguir minuto<br />

a minuto lo que mucha gente escribe sobre ese tema. Bueno y malo. Con<br />

la crudeza de la libertad. Eso exige del usuario la capacidad de discernir qué es<br />

relevante.<br />

Buenas prácticas para políticos en Twitter:<br />

· El trato debe ser respetuoso en todos los espacios. La descortesía, la<br />

grosería y el desplante son mal recibidos en redes. Como es un espacio público,<br />

el tono debe ser similar al usado en declaraciones a un medio de comunicación,<br />

aunque se vale ser más personal.<br />

17<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


18<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

· Las claves de los buenos mensajes en Twitter tienen que ver con la contundencia,<br />

la claridad y la sincronía con lo que esté ocurriendo. Además,<br />

debe ser parte de una estrategia de comunicaciones que tome en cuenta cada<br />

medio donde participe.<br />

· Un líder político está para liderar, para darle un encuadre a lo que ocurre<br />

y mostrar los mundos posibles. Si se va a quejar como cualquier otro tuitero<br />

perderá valor agregado y relevancia en el debate público.<br />

· Al tratarse de un espacio público: se debe escribir en español comprensible<br />

y respetando las normas ortográficas. Es incorrecto, de mal gusto,<br />

ruidoso y atenta contra la reputación digital, comerse letras, dejar de acentuar<br />

o usar signos de admiración e interrogación iniciales. La mala ortografía no<br />

solo es como el mal aliento, que le parece mal a los demás, sino que además<br />

indica el descuido o la poca preparación de quien escribe.<br />

· El uso de #etiquetas es versátil: sirve para aglutinar en torno a un mismo<br />

término una conversación en una comunidad. Así la información no queda dispersa<br />

y se puede acumular masa crítica para posicionar un tema público. No<br />

es válido usar numerosas etiquetas como en la red Instagram, ni hacer etiquetas<br />

irrelevantes, incomprensibles o extremadamente personalizadas.<br />

· Las tendencias (trending topics) son palabras o conjuntos de palabras que<br />

aumentan su frecuencia de uso en un período corto de tiempo entre los tuiteros<br />

que están activos en ese momento. Por lo tanto, hay que lidiar con una paradoja:<br />

es más fácil posicionar una tendencia en momentos donde hay menos<br />

gente conectada, pero también será vista por menos personas.<br />

· No hay una «mejor hora para tuitear». El mejor momento para decir algo<br />

es ya mismo, y si es importante, se replica más tarde de otra forma. Las horas<br />

de mayor conexión a Twitter en Venezuela son después de la cena, pero también<br />

se compite con más gente que genera una mayor avalancha de contenidos.<br />

Así que es mejor estar presente a lo largo del día.<br />

· Twitter no es una emisora de radio. Es absurdo automatizar mensajes repetitivos<br />

para distintas horas del día como si fuese publicidad. Cualquier cosa<br />

que le luzca ruidosa a la audiencia será desechada.<br />

· Es importante responderle a la gente en un tono respetuoso y no engancharse<br />

en peleas inútiles, sobre todo con anónimos. A la gente se le<br />

puede responder por mensaje directo, en respuesta a sus tuits, retuiteando<br />

sus mensajes o mencionándola directamente en un tuit que la nombre.<br />

· Cada político debe encontrar una voz propia para comunicarse. En<br />

redes son ridículos los tonos épicos y las promociones continuas. La gente<br />

espera cercanía. Tampoco se disfrace de juventud para parecer moderno. Las<br />

redes más bien sinceran lo que hace y lo que es. Sus seguidores necesitan saber<br />

que están en contacto con alguien auténtico o que al menos se trata de un<br />

canal confiable.<br />

· Dosifique su vida privada. El uso de información personal o familiar debe<br />

ser coherente con el resto de las comunicaciones. La exposición de detalles e<br />

intimidades le abre la puerta a su interpelación pública así que si no desea eso,<br />

evite mezclar ámbitos públicos y privados en sus redes.<br />

· Evite automatizar cosas en Twitter y en sus redes <strong>sociales</strong>. Puede ser<br />

tentador, pero no resulta orgánico ni honesto. Evite los agradecimientos automáticos<br />

por recibir seguimiento, los tuits de servicios que avisan cuántos<br />

seguidores nuevos o retuits tuvo en un día, las noticias automatizadas que replican<br />

todo lo que se diga de usted. Cualquiera de esas herramientas, lejos de<br />

facilitar su trabajo, abren brechas de seguridad y se pueden salir de control en<br />

cualquier momento.<br />

· Procure que alguien de confianza tenga también acceso y control sobre<br />

sus cuentas, en caso de que necesite entrar remotamente y administrarla.<br />

· Utilice contraseñas seguras y vigile quién tiene acceso a su cuenta y desde<br />

qué equipos.<br />

· Jamás utilice la excusa de que ha sido hackeado si en realidad no<br />

sabe qué ocurrió. Numerosas equivocaciones, arrepentimientos y excesos<br />

se achacan luego a hackers y eso solo es motivo de chiste en la comunidad.<br />

· Un seguidor no es un voto ni un fanático. Es solo alguien que decidió seguir<br />

su cuenta. Tampoco es alguien que lo lee con detalle a cada minuto. Procure<br />

ver sus métricas de impresiones de tuits, que muestran cuántas veces ha<br />

sido visto. Se dará cuenta de que en promedio sus impresiones no superan el<br />

5% de sus seguidores, así que no se llame a engaños.<br />

· Los 140 caracteres son un reto a la brevedad y a la contundencia. Si no<br />

puede decir algo en 140 caracteres, seguramente no lo está pensando correctamente.<br />

· Deje en Twitter los mensajes de Twitter. Otras plataformas como Facebook,<br />

Instagram, entre otras, permiten otras estructuras narrativas, más espacio<br />

y otros abordajes. Respete el diseño de mensajes adaptados para cada<br />

plataforma.<br />

19<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


· Brinde cifras, datos verificables y vaya al meollo del asunto. De los líderes<br />

se espera claridad, no generalidades. Lo mismo con las recomendaciones<br />

a leer artículos más extensos. Es mejor explicar en una oración de qué se trata,<br />

y generar curiosidad, que invitar a leer una columna de prensa.<br />

· Tomarse un tiempo para responder preguntas, agradecer y leer la cotidianidad<br />

de la gente, será recompensado con mayor cercanía y respeto<br />

de sus seguidores. Twitter no es el espacio correcto para las polémicas, pero si<br />

siente que su posición puede quedar bastante clara y no necesita 10 tuits para<br />

explicarse, permítase participar.<br />

· Gane sus seguidores de manera orgánica, ofreciendo buen contenido.<br />

Jamás los compre. No solo es fraudulento sino también inútil. Sería como<br />

llenar una plaza con maniquíes.<br />

· La visión personal de las cosas tiene un valor importante.<br />

· Cuídese mucho de replicar, responder ni dar por cierta la información<br />

que no ha verificado. Constantemente se le tienden trampas a las figuras<br />

famosas para alterar un poco el orden de las cosas. En un entorno de escándalos<br />

e información absurda que resulta verosímil, es mejor tener bien entrenada<br />

la duda metódica y la capacidad de revisar lo que se va a decir. No es excusa<br />

escudarse en comentarios del tipo «como me llegó se los comparto», y mucho<br />

menos el recurso irresponsable de «esto no ha sido verificado aún, es un rumor»<br />

porque será tomado como parte de una campaña de desinformación.<br />

· La honestidad y la transparencia juegan a favor de cualquier político<br />

en redes.<br />

Facebook permite publicar contenido multimedia y últimamente está beneficiando<br />

más a los videos nativos (subidos directamente a su plataforma), pero<br />

su ritmo de consumo es distinto al de Twitter. Mientras en la red de los 140<br />

caracteres una persona puede publicar decenas de tuits diarios, en Facebook<br />

hay que cuidarse de no ser ruidoso. Una media de entre 1 a 3 contenidos diarios<br />

puede ser más que suficiente para mantener una actividad constante en la<br />

página sin bombardear de forma repetida a quienes tienen menos contactos.<br />

Facebook permite tres modos de hacer presencia:<br />

· Perfiles: Son para las personas. Todo usuario tiene en principio un perfil. Allí<br />

brinda su información y teje relaciones con sus amigos, con un límite de 5000.<br />

· Páginas: Son para personas famosas, marcas comerciales, organizaciones,<br />

campañas, causas, etc. No tiene límite de seguidores y además ofrece estadísticas.<br />

· Grupos: pueden participar muchos perfiles en él y cualquiera puede publicar<br />

contenido. Sirve para fortalecer agrupaciones y tener contenidos colaborativos.<br />

Lo recomendable para cualquier político es tener su propia página. Al inicio<br />

quizás sea difícil conseguir seguidores, pero conforme produzca contenidos<br />

relevantes que atraigan a los votantes, más se fortalecerá la comunidad. Otra<br />

opción, más avanzada que la generación de contenidos diarios, es la compra<br />

de publicidad en Facebook. Eso permitirá proyectar la información deseada<br />

a nichos específicos de audiencia (por edad, ubicación geográfica, género y<br />

temas de interés) y ganar seguidores.<br />

Presencia en Facebook<br />

La gran red social muchas veces es olvidada por la fascinación que despiertan<br />

otros espacios digitales, pero lo cierto es que Facebook cuenta con más<br />

usuarios que cualquier red social, además de que llega a múltiples edades y<br />

estratos <strong>sociales</strong>. Su enorme diferencia radica en que construir comunidades<br />

allí lleva más trabajo, pero sus resultados pueden ser impresionantes.<br />

Lo más importante que se debe entender en Facebook es que está diseñado<br />

para tejer hilos de conversaciones constantemente. Así que el contenido debe<br />

planificarse para que guste y sea compartido, pero también para que genere<br />

conversaciones. Esa interacción es la que convierte a seguidores en comunidades<br />

con vínculos más estrechos.<br />

Una estrategia clave de la campaña del presidente argentino, Mauricio Macri,<br />

en 2015, fue convertir su facebook en un medio de comunicación. Muchos<br />

meses antes de la campaña su página en Facebook se convirtió en un espacio<br />

de publicación constante de textos con sus opiniones sobre distintos temas<br />

de coyuntura. Eso le permitía a la gente saber qué pensaba y decía sobre las<br />

20<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

21<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


22<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

cosas. Ninguno era directamente una campaña ni una invitación a votar. Se<br />

trataba sencillamente de una figura pública hablando de la cotidianidad. Cuando<br />

la campaña empezó, ya ese espacio era referencia para la prensa, los seguidores<br />

y los recién llegados. Ahora lo acompaña durante la gestión.<br />

Facebook ha llegado a sustituir la bitácora diaria que antes estaba en los blogs,<br />

sin embargo hay que tener cuidado de no abandonar los blogs porque sus<br />

contenidos aparecen en Google. Facebook, en cambio, es relevante solo para<br />

quienes están dentro de él. Son ámbitos distintos.<br />

En la página de Facebook el diputado puede tener seguidores, a los que sus<br />

contenidos diarios se mostrarán en un porcentaje de 10-20% de ellos. El resto<br />

no está conectado a esas horas, por eso es bueno dosificar durante el día.<br />

También se puede invitar a esos seguidores a suscribirse a las notificaciones.<br />

De esa manera sí sabrá al instante si algún contenido nuevo se ha publicado.<br />

Solo funciona con los más cercanos e interesados en la campaña o la gestión,<br />

así que justamente por eso tampoco hay que abusar de las actualizaciones.<br />

Otro componente importante es el botón «compartir», que le permite a la<br />

gente llevarse a su propio muro lo que ve en la página. Las claves para que<br />

un contenido sea viral y, por lo tanto, la gente se lo lleve, es que sea seductor,<br />

contundente y recoja con mejores palabras lo que la gente quisiera decir. Ese<br />

sentido de identificación del estilo «así me hubiese gustado decirlo» o «esto es<br />

lo mejor que he leído sobre ese tema» es poderoso en el ámbito de la persuasión<br />

política.<br />

Los líderes están para liderar opiniones y también para escuchar. Los comentarios<br />

en Facebook son también importantes porque permiten que la gente<br />

interactúe, participe, llegue a acuerdos entre ellos, discuta y convierta esa<br />

página en su espacio público. Esa fuerza de enjambre hará que Facebook<br />

considere a ese sitio como más relevante y aumentará su exposición a otros<br />

usuarios.<br />

Lo mejor que puede hacer un político en Facebook y casi en cualquier red digital<br />

es ayudar a la gente a entender qué está pasando. Ser de utilidad para ellos.<br />

Ponerlos al tanto de los cambios, de las discusiones, de lo que está en juego.<br />

Brindar datos empodera y les permite tomar decisiones y moverse por su propia<br />

cuenta. Tome en cuenta que las imágenes son muy poderosas en esta red,<br />

así que no descarte explorar el mundo de las infografías, las animaciones, los<br />

videos y cualquier contenido gráfico que explique mejor algo que ocurre.<br />

Sobre todas las cosas, mida los impactos de lo que publique. Compárese contra<br />

semanas anteriores y contenidos similares. Vea qué ha funcionado mejor<br />

y qué le gusta más a la audiencia. No es bueno quedarse con un solo tipo de<br />

contenidos sino abordar los temas de distintas maneras.<br />

Si se trata de un acto público, fotografíe también a la gente. Sus rostros, expresiones,<br />

lo que hacen, lo que ocurrió en el sitio. Así los tendrá recorriendo sus<br />

álbumes de fotografías, etiquetándose y compartiendo con otros.<br />

Al igual que Twitter, en Facebook no hay «mejores horas» para publicar, porque<br />

los contenidos se muestran por relevancia y no por actualidad. Así que es más<br />

factible que a las 8 de la noche, la hora con más tráfico de usuarios, esté bien<br />

posicionada una publicación hecha durante el día que ya ha cosechado muchos<br />

«me gusta» y comentarios, que una recién hecha. Sin embargo, las 8 p.m.<br />

y siguientes son las mejores horas para interactuar, responder comentarios,<br />

conversar con la gente y hacerles sentir que están en vivo.<br />

Si aumenta sus interacciones, atraerá más audiencia y será una bola de nieve.<br />

Al final, será su propio medio de comunicación autónomo e independiente.<br />

¿Se necesitan otras redes?<br />

Constantemente hay que explorar innovaciones y nuevos espacios para interactuar,<br />

porque las audiencias migran a las plataformas que les resulten más<br />

divertidas y satisfactorias.<br />

Instagram, por ejemplo, la red social de fotografías, tiene más<br />

usuarios globales que Twitter. Nunca su relevancia será igual, ni<br />

servirá para marcar la agenda informativa, pero es sumamente<br />

poderosa para tender puentes con otros ciudadanos. Su principio<br />

son las fotografías contemplativas, que apuntan a generar un «me gusta», así<br />

que deben ser estéticamente llamativas, o contener algún elemento importante<br />

que muestre qué se ha hecho durante el día.<br />

LinkedIn es una red social profesional para gente que cuelga sus resúmenes<br />

curriculares y comparte algunas lecturas ocasionalmente. Quizás<br />

un político desee que su currículo sea accesible, así que no está de<br />

más. Pero de resto no es una red para el ejercicio político.<br />

23<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Mailchimp es una plataforma poderosa para el envío masivo<br />

de correos electrónicos. Permite nutrir una base de datos de<br />

contactos, diagramar correos con imágenes y textos bien organizados,<br />

hacerle seguimiento al envío y saber el impacto logrado.<br />

Es gratuito hasta los 2000 contactos y hasta el envío de<br />

6000 correos al mes. Más que eso se debe pagar, pero para empezar campañas<br />

o focalizarlo en grupos especializados puede ser sumamente útil. El envío<br />

de correos, cuando son de utilidad, construye relaciones poderosas y mayor<br />

fidelidad porque llegan directamente a los buzones de la gente.<br />

Ask es una red social juvenil que tiene una sola utilidad: la gente<br />

hace preguntas y usted responde. La ventaja es que las preguntas<br />

pueden estar identificadas o ser anónimas, y la persona<br />

puede responder solo las que desee. Además, puede compartirlas en otras<br />

redes como Twitter o Facebook. Como permite pensar y publicar respuestas<br />

en público, puede ser un buen aliado en algunos momentos en los que necesite<br />

aclarar algunas cosas o, mejor aún, saber sobre qué desea informarse más<br />

la gente.<br />

SnapChat es otra red juvenil, que ha ganado relevancia porque los<br />

chicos descubrieron que sus padres estaban en Facebook y los vigilaban.<br />

Nada de lo que se publica allí puede ser visto con una URL (no<br />

genera una dirección). Su principio es que la información se restringe<br />

solo a quienes se hayan escogido como receptores del mensaje, y su tiempo<br />

de vida es de 24 horas. Después se borra. Algunos medios y personalidades<br />

han experimentado con SnapChat y les ha salido bien. La clave es ser lo más<br />

cercano y auténtico posible.<br />

Periscope: fue la niña bonita de Twitter en 2015. Permite emitir video<br />

en vivo desde el teléfono celular, así que es como tener un canal<br />

de televisión móvil. Puede ser muy poderoso cuando el contenido es<br />

interesante y se cuenta con una buena velocidad de conexión. Es lo<br />

más cercano a acompañar a la gente allí donde esté.<br />

Cómo crear una estrategia para redes<br />

La fórmula de las estrategias es sencilla y replicable, pero serán las necesidades<br />

de la figura pública y su audiencia las que modifiquen todo. Una estrategia<br />

depende de los objetivos que se hayan fijado para la comunicación política, y<br />

su ejecución permitirá evaluar su alcance.<br />

Por lo tanto, los pasos simplificados son los siguientes:<br />

· Determinar objetivos (¿qué se quiere lograr y para qué se van<br />

a comunicar las cosas?)<br />

No es lo mismo informar que hacer campaña. No es lo mismo hacer un desmentido<br />

público que el anuncio de un evento o la búsqueda de más audiencias.<br />

Allí es donde se debe definir bien qué se desea.<br />

· Elaborar mensajes clave<br />

Para saber qué y cómo se van a decir las cosas.<br />

· Escoger los medios para hacerlo<br />

Cada red social y medio de comunicación puede servir para distintos públicos<br />

e intereses. Sin embargo, cada una tiene un lenguaje distinto, así que los<br />

mensajes clave deben adaptarse y aprovechar las características de cada<br />

plataforma.<br />

· Definir las actividades<br />

Para saber quién del equipo hará qué cosa. Con qué ritmo se va a producir.<br />

Cuándo se publican las cosas.<br />

· Definir los elementos a medir<br />

De esa manera se sabe qué se ha hecho y qué no, mientras se mantiene bajo<br />

observación las variables que se van a medir. Por ejemplo, se pueden escoger<br />

las impresiones de un tuit, la cantidad de seguidores ganados o la cantidad de<br />

comentarios recibidos en una publicación. Con eso se construyen métricas<br />

propias, se recogen y luego se analiza qué cambios en los mensajes, medios o<br />

actividades se deben hacer para mejorarlas.<br />

· Ejecutar la estrategia<br />

Se pone en marcha todo, se ve dónde están los problemas y se atienden hasta<br />

que funcione.<br />

24<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Lo más importante en estos puntos es saber que incluso la creatividad es una<br />

rutina de trabajo. La comunicación política es un ejercicio constante que exige<br />

evaluaciones, sobre todo en el terreno digital, y por lo tanto no puede recaer<br />

25<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


solo en el político o en su persona de comunicaciones. Es algo que exige equipos<br />

de trabajo y su tamaño dependerá de la envergadura de los objetivos que<br />

se hayan trazado. Incluso si se trata de publicar en redes los resultados de una<br />

reunión, debe evaluarse la mejor manera de comunicarlo. A lo mejor una aburrida<br />

nota de prensa se explica mejor con una infografía con los tres acuerdos<br />

más importantes de una reunión y listo. Por eso Twitter es un aliado importante<br />

a la hora de concretar maneras eficientes de decir las cosas.<br />

Capítulo 3<br />

Privacidad y seguridad antiespionaje<br />

26<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Conformar un equipo<br />

Cada equipo de campaña o gestión tiene sus propias necesidades, pero en<br />

el mundo digital es recomendable diferenciar roles para evitar sobrecargar o<br />

incurrir en solapamiento de funciones. Lo mínimo que necesita un equipo de<br />

comunicaciones para redes es, además del político, alguien que piense y planifique<br />

los mensajes y alguien que los ejecute en las distintas redes. En el mundo<br />

de comunicaciones digitales, a esos roles se les puede llamar «Estratega de<br />

medios <strong>sociales</strong>» y «Community Manager». Este último, aunque ha sido un<br />

cargo de moda en los últimos años, en realidad ha terminado fungiendo como<br />

una pieza más de un engranaje más complejo. Administrar un conjunto de redes<br />

<strong>sociales</strong> no es lo mismo que armar estrategias, escribirlas, graficarlas o<br />

medirlas. Saber usar Twitter o Facebook no es lo mismo que tener talento para<br />

escribir.<br />

Por esa razón los equipos más grandes incluyen, además, escritores (copys)<br />

que desarrollan textos y mensajes clave de forma comprensible, fotógrafos,<br />

videógrafos, editores, diseñadores, analistas de métricas, monitores de información,<br />

publicistas e igualmente los equipos de asesores para mercadeo,<br />

comunicación, vocería, coyuntura política y lo que se requiera.<br />

Insistimos, todo dependerá de las necesidades de comunicación, el presupuesto<br />

y la envergadura del proyecto. Pero creer que la comunicación digital<br />

no cuesta nada, porque el acceso a esas plataformas es gratuito, sería arriesgarse<br />

a generar crisis comunicacionales por no saber usar las herramientas.<br />

En los últimos años las comunicaciones seguras se han convertido en una<br />

prioridad para las figuras relevantes. Las autoridades que deberían garantizar<br />

la privacidad de las comunicaciones son las mismas que vulneran ese principio<br />

y han hecho del espionaje, la intervención de llamadas y el monitoreo de<br />

redes una actividad cotidiana. Por esa razón es importante elevar los niveles<br />

de seguridad mínimos que se necesitan en la actualidad.<br />

Textos cifrados<br />

La mensajería de texto migró del envío de SMS al uso intensivo de la red de<br />

Blackberry, que luego entró en declive. Las audiencias migraron a WhatsApp<br />

por ser una aplicación multiplataforma (funciona en distintos tipos de teléfonos<br />

inteligentes), pero aún hoy sus niveles de seguridad no son óptimos.<br />

La Electronic Frontier Foundation (eff.org) ha hecho evaluaciones constantes<br />

de herramientas seguras para las comunicaciones y una de las que tiene un<br />

ranking alto es Signal, desarrollada por Open Whisper System. Su seguridad<br />

es aún mayor que la de Telegram. Funciona en teléfonos Android y Apple, así<br />

que abarca las dos familias más importantes de teléfonos inteligentes. Lo más<br />

importante: son sistemas cifrados de punto a punto. Eso significa que el paquete<br />

de datos con el mensaje solo puede ser descifrado en el otro teléfono<br />

cuya identidad haya sido corroborada. Burlará todas las intercepciones en el<br />

medio y establecerá juegos de llaves distintos continuamente para evitar que<br />

sea vulnerado.<br />

27<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Es altamente recomendable migrar de otras plataformas a esta y usarla cotidianamente<br />

para comunicaciones y grupos que necesiten mayor nivel de seguridad.<br />

No solo en las emergencias.<br />

Otra herramienta similar es SilentText. Y en mensajerías basadas en computadoras,<br />

el programa Pidgin con el plugin OTR (Off the record), o CryptoCat.<br />

Llamadas cifradas<br />

Más agresiva que la intervención de mensajes ha sido la pinchada de llamadas<br />

de forma masiva y con uso impune en medios de comunicación.<br />

Un método más seguro que las llamadas de voz son las llamadas de VoIP, que<br />

es la voz convertida en paquetes de datos y que viajan por vía digital. Dentro de<br />

ese mundo, se puede tener comunicación VoIP con altos niveles de encriptación.<br />

Allí entra también Signal, la herramienta ya mencionada. Antes se llamaba<br />

RedPhone, pero ya integró ambos servicios.<br />

Para que funcione sin retrasos es recomendable tener un buen ancho de banda<br />

3G o 4G, o mejor aún, tener el equipo telefónico conectado a una red WiFi.<br />

Para conversaciones seguras es una de las mejores herramientas gratuitas en<br />

la actualidad. Es recomendable instalarlo y probarlo varias veces hasta habituarse.<br />

La seguridad lo amerita.<br />

Una opción paga es SilentPhone.<br />

Videollamadas cifradas<br />

Para superar a Skype de una vez por todas, la plataforma Jitsi ha desarrollado<br />

salas de conversación en video que también están cifradas, funcionan en los<br />

navegadores web de la computadora, son compatibles con las cámaras y micrófonos<br />

integrados a las laptops y ofrecen un nivel excelente de seguridad y<br />

de adaptación al ancho de banda disponible.<br />

Por sobre Hushmail, en estos momentos es recomendable un servicio como<br />

ProtonMail, cuyos niveles de seguridad son más elevados en un servicio que<br />

además es gratuito.<br />

Guía para cifrado de correos PGP: www.ssd.eff.org/es/index<br />

Más información sobre herramientas seguras: www.eff.org/secure-messaging-scorecard<br />

Conexiones seguras<br />

Así como se deben usar plataformas seguras, las conexiones a las redes también<br />

deberían serlo si se está trabajando con información sensible. Hay dos<br />

herramientas importantes que se podrían incorporar a las comunicaciones<br />

políticas: VPN y TOR.<br />

· VPN: Virtual Private Networks, son conexiones que permiten navegar<br />

virtualmente fuera del país, lo que burla los bloqueos locales y el<br />

espionaje en redes WiFi y, además, hace anónima nuestra ubicación<br />

geográfica para las páginas en las cuales navegamos. En Internet se<br />

consiguen VPN gratuitos (como TunnelBear o Hotspot Shield) o de<br />

pago como FrootVPN.<br />

· TOR: The Onion Route es un proyecto con altísimo nivel de seguridad para ciberactivistas<br />

en países perseguidos y hostigados. Es un entramado de comunicaciones<br />

cifradas que rebotan en distintos servidores alrededor del mundo<br />

hasta llegar a su destino. Baja la velocidad de la conexión debido a que tarda<br />

más en llegar y traer las páginas, pero ofrece seguridad y anonimato, algo necesario<br />

en la actualidad. Cada vez es más fácil de instalar y de usar.<br />

Puede descargarse en torproject.org<br />

Basta abrir una sala nueva con un nombre cualquiera y luego compartir esa<br />

dirección con la persona que se desea ver en esa sala. Si quiere un nivel mayor<br />

de seguridad, le puede poner una segunda clave de entrada.<br />

www.meet.jit.si<br />

28<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Correos seguros<br />

El nivel más alto de seguridad para correos electrónicos es la elaboración de<br />

llaves PGP de cifrado, pero no todos necesitan un nivel tan sofisticado de seguridad<br />

para sus comunicaciones.<br />

29<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


Capítulo 4<br />

Qué necesita un infociudadano<br />

para seguir a sus diputados<br />

Los infociudadanos son el centro del poder de las redes. Son la gente que las<br />

constituye y que puede movilizarse para exigir, votar y participar de las decisiones.<br />

Serán los aliados, los votantes y quienes juzguen el trabajo de los parlamentarios<br />

y cualquier servidor público<br />

Su poder se ha hecho más denso conforme pasan los años porque hay cada<br />

vez más gente conectada, con mayor capacidad para informarse, producir información<br />

y movilizarse. Por eso las protestas y las maneras de incidir públicamente<br />

han cambiado recientemente.<br />

Un ciudadano tiene tres tareas importantes para acompañar la gestión de un<br />

político.<br />

Monitoreo<br />

Hace seguimiento de la actividad legislativa del diputado y los temas que le<br />

interesan. Para hacer eso puede activar las Alertas de Google, que permiten<br />

suscribir su cuenta de correo electrónico al envío diario o semanal de un correo<br />

con toda la información nueva que se haya publicado en Internet sobre el<br />

patrón de búsqueda que haya definido, desde los nombres de los diputados de<br />

su localidad hasta las palabras clave de su área de interés. Así se mantendrá<br />

actualizado y Google hará el trabajo por él a diario.<br />

Otra clave es monitorear los canales de información de los diputados. Para eso<br />

puede armar listas de seguimiento en Twitter (en la sección de configuración) o<br />

suscribirse en su página de Facebook o su base de datos de boletines.<br />

Campañas de incidencia pública<br />

Desde el uso de #etiquetas y la recolección de firmas, los ciudadanos organizados<br />

pueden hacer presión para que la atención pública sobre temas urgentes<br />

coincida con la agenda legislativa.<br />

Allí la incidencia pública es fundamental para que los diputados se sientan<br />

acompañados por los electores para los que trabajan.<br />

La gente puede enviar mensajes individuales por correo, por eso es importante<br />

que los políticos sean accesibles y publiquen sus contactos. Además,<br />

deben dedicarle tiempo a revisar lo que llega diariamente a ese buzón. Luego<br />

los ciudadanos también pueden hacer sus propias coberturas de manifestaciones,<br />

protestas y exigencia de reivindicaciones, en las que tienen la posibilidad<br />

de etiquetar a los responsables o a los medios de comunicación para<br />

que lo atiendan. Una clave de las nuevas lógicas digitales es que si medios y<br />

políticos no hacen caso, igual los ciudadanos pueden acumular masa crítica y<br />

tomar por sorpresa la agenda informativa.<br />

En grupos de Facebook o comunidades de Twitter ocurre la alquimia de las<br />

campañas: la gente mejora argumentos, pule mejor las razones por las que<br />

reclama algo y pone en común sus ideas con más gente afectada por la misma<br />

problemática o suma solidaridades.<br />

Un político debe, si no quiere quedarse por fuera, mantener la escucha activa<br />

sobre estas conversaciones y contenidos para saber darles respuesta. Allí se<br />

fortalecen las alianzas y entonces, además de electores, los ciudadanos, incluso<br />

los críticos, serán compañeros a lo largo de la gestión.<br />

30<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice<br />

Adopción<br />

Otra experiencia positiva para activistas es adoptar temas y mantenerse al día<br />

sobre todo lo que ocurre al respecto. Esto servirá para acompañar al político y<br />

servirle de consultor a distancia sobre la agenda de temas que haya definido.<br />

Por ejemplo, si un diputado es parte de la comisión de ciencia y tecnología, un<br />

investigador universitario puede convertir sus redes <strong>sociales</strong> en un centro de<br />

producción continua de informaciones sobre las labores y crisis en esa área.<br />

Así servirá de Pepe Grillo para quienes toman decisiones. Adoptar temas permite<br />

que la red sea más poderosa porque las responsabilidades se delegan y<br />

se tienen más ojos en más partes a la vez.<br />

31<br />

<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para<br />

parlamentarios


<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para parlamentarios<br />

Guía para entender<br />

las alianzas entre políticos<br />

y ciudadanos en la<br />

era digital<br />

1ª edición<br />

Observatorio Económico-Legislativo<br />

Centro de Divulgación<br />

del Conocimiento<br />

Económico «CEDICE», 2015<br />

Coordinación editorial<br />

Rocío Guijarro<br />

Texto<br />

Luis Carlos Díaz<br />

Corrección<br />

Alberto Márquez<br />

Diseño<br />

ABV Taller de Diseño<br />

Carolina Arnal<br />

Ilustración<br />

Idana Rodríguez<br />

Impresión<br />

Tipografía Artetip<br />

Tiraje<br />

500 ejemplares<br />

© Centro de Divulgación<br />

del Conocimiento Económico<br />

«CEDICE»<br />

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY<br />

Deposito Legal: lf5352016600866<br />

ISBN: 978-980-7118-38-5<br />

Caracas, Venezuela 2016<br />

Luis Carlos Díaz<br />

Periodista (UCV) y ciberactivista.<br />

Actualmente acompaña a César Miguel<br />

Rondón en su programa de radio por Circuito<br />

Éxitos a nivel nacional. Fue coordinador de<br />

Comunicación y <strong>Redes</strong> de la Fundación<br />

Centro Gumilla durante 8 años. Pertenece a<br />

los consejos de redacción de sus revistas SIC<br />

y Comunicación. Articulista y facilitador en<br />

talleres y charlas sobre tecnologías,<br />

ciberactivismo y uso de redes <strong>sociales</strong> para<br />

ONG, periodistas y políticos en Venezuela,<br />

America Latina, Estados Unidos y Europa.<br />

www.bit.ly/luiscarlos<br />

Centro de Divulgación<br />

del Conocimiento<br />

Económico CEDICE<br />

Av. Andrés Eloy Blanco (Este 2)<br />

Edificio Cámara de Comercio de Caracas.<br />

Nivel Auditorio, Los Caobos,<br />

Caracas, Venezuela.<br />

Teléfono: +58 (212) 571.3357<br />

Correo electrónico:<br />

cedice@cedice.org.ve<br />

www.cedice.org.ve<br />

Twitter: @cedice<br />

RIF: J-00203592-7<br />

Está permitida la reproducción de<br />

esta publicación, citando la fuente<br />

y con autorización previa del<br />

Centro de Divulgación del<br />

Conocimiento Económico «CEDICE»<br />

32<br />

Observatorio<br />

Económico<br />

Legislativo. Cedice


<strong>Redes</strong> <strong>sociales</strong><br />

para parlamentarios<br />

Guía para entender las alianzas<br />

entre políticos y ciudadanos en la era digital<br />

El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico, A.C. CEDICE<br />

Libertad, es una asociación civil sin fines de lucro, privada e independiente,<br />

fundada en 1984 por personas comprometidas en la defensa de la libertad<br />

individual, la iniciativa privada, los derechos de propiedad, gobierno limitado y<br />

búsqueda de la paz.<br />

El Observatorio Económico Legislativo es el programa de CEDICE Libertad<br />

que tiene como objetivo analizar, monitorear, investigar, hacer seguimiento e<br />

incidir en políticas públicas que fortalezcan el diálogo democrático y la participación<br />

ciudadana.<br />

En esta ocasión ponemos en manos de los legisladores y otros decisores<br />

públicos esta guía escrita por Luis Carlos Díaz, periodista de la Universidad<br />

Central de Venezuela y ciberactivista de reconocida trayectoria, para el buen<br />

manejo de las redes <strong>sociales</strong> que contribuya a la mejor interacción con los ciudadanos,<br />

como un aporte innovador para construir más y mejor democracia<br />

en esta era digital.<br />

J-00203592-7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!