2 Antología - 2017 - Revista LAK-Berna
Segundo tomo de la Antología en que participan autores y artistas que han colaborado y lo siguen haciendo en la revista.
Segundo tomo de la Antología en que participan autores y artistas que han colaborado y lo siguen haciendo en la revista.
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—Tendrá.<br />
Cuatro ojos turbios y una resolución. Dejaron los ponchos en el<br />
suelo, limpiaron la sangre de los aceros, arrancaron pajas y<br />
cardos como haciendo una cancha, lenta y concentradamente se<br />
hicieron la señal de la cruz y corrieron uno hacia el otro, los<br />
párpados entrecerrados y las armas firmes a media altura para la<br />
puñalada inapelable y ciega, para la cornada final.<br />
Él tuvo suerte. El acero que vino se enredó primero en los<br />
bordados gruesos de la corralera y entró por el costado del<br />
costillar, de manera que los huesos desviaron el arma, que siguió<br />
sin embargo penetrando hasta quedar clavada y quieta asomando<br />
la punta bajo el brazo cuando su dueño aflojó.<br />
Al otro lo llevó la desgracia. La hoja se le hundió libre en partes<br />
blandas y subió para alcanzarle la punta del corazón. Ya en el<br />
suelo, la vida le alcanzó para encoger las piernas, que después se<br />
fueron aflojando despacio, como buscándole paz. Estiró todavía<br />
dos patadas cortas contra un cardo joven que así también<br />
terminó sus días y se quedó del todo quieto.<br />
Él también cayó, y mordió el pasto para ahogar el dolor. El<br />
vahído, el resuello, el vómito, hasta que amainó todo y pudo<br />
levantarse.<br />
Alzó la vista al cielo, respiró hondo y miró a sus pies: el otro ya<br />
había dejado de boquear en ese catre postrero de pasto que bien<br />
hubiera podido ser el suyo, y una gota piadosa de sal corrió<br />
hacia la herida de su labio haciéndole sentir que estaba vivo.<br />
Agarró con las dos manos el cabo del facón del otro en un<br />
primer intento para desclavarlo, pero el dolor lo acobardó. No<br />
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