Revista El Mesías - Num 03

El Mesías 2017
Ella ayudo alimentar y vestir a
miles de refugiados que inundaron
Estrasburgo después de su derrota
en la guerra de los campesinos.
Por honestidad debo confesar
que el perfil de esta mujer implicada
en la reforma de la iglesia
me ha impactado y es realmente
el modelo de testimonio que nos
desafía. La federación luterana mundial
tardo casi 500 años en pedirle
perdón a la comunión anabaptista
por la cruel persecución a la que
los luteranos sometieron a este
grupo de hermanas y hermanos.
La voz en soledad de Katherina
Zell a favor de los refugiados
anabaptistas que huían de las posiciones
extremas del mismo Lutero
es impresionante. Esta mujer brilla
con luz propia por su pensamiento
y por sus acciones. Este brillo
no depende por ser la esposa de
alguien o por ser buena ama de
casa o buena madre. Seguramente
cumplió en el espacio privado todas
esas cualidades. Recordamos a
Katherina Zell por su voz profética
en el espacio público, en la misma
iglesia y en su clara identificación
con la teología reformada que no
le impidió sostener posiciones diferentes
en temas secundarios con
el mismo reformador.
Ese es un paradigma valido para
todos nosotros en vísperas de conmemorar
500 años de la Reforma
del Siglo XVI.
Estos son algunos de los nombres
que se comprometieron y lucharon
en favor de los cambios urgentes
que necesitaba la iglesia en el siglo
XVI: Argula Von Grumbach, escritora
de muchas cartas y defensora
de Lutero; ursula Weyd; florentina
von oberweimar; Marie dentiere,
monja agustina; ursula Munstenberg,
ella encabezo un movimiento
para infiltrar la doctrina luterana
en la orden de Magdalena; Catalina
de Bora, esposa de Martin
Lutero; Isabel dyrks, anabautista;
Elizabeth Cruciger, escribió un
himno titulado “El Hijo único del
Elizabeth Cruciger Juana de Albret Margarita de Navarra
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