REVISTA BARRILETE NÚMERO 1

LA FAMILIA
Y UN HIJO CON DISCAPACIDAD
Lic. Blanca Nuñez.
La discapacidad de un hijo pone a la
familia frente a uno de los mayores
desafíos de la vida.
Cada familia es única e irrepetible.
La intensidad de la crisis ante la
problemática del hijo, así como la
capacidad de superarla, varía de una
familia a otra.
El proceso de adaptación a la situación
que tocó vivir es, generalmente,
muy largo y sinuoso, incluso puede
durar toda la vida; tiene mucho de
angustias y dificultades pero, también,
mucho de alegrías y goces.
Cada familia hará su particular proceso
para reacomodarse ante la situación
apelando a sus propios recursos.
No hay fórmulas ni recetas
para ello.
Muchas familias quedan detenidas
en el camino de adaptación dominadas
porsentimientos de tristeza,
frustración, desesperanza, resentimiento,
culpa y entonces, bajan los
brazos.
Para otras, este hijo ocupará el lugar
central de la vida familiar, descuidándose
las necesidades de realización
personal de todos sus demás
miembros.
Ciertas familias inician una carrera
omnipotente por hacer de ese
hijo que tienen delante, un hijo “sin
daño”, movidos por esperanzas excesivas,
expectativas no realistas o
ilusiones de “cura total”.
Algunos padres se revisten de fantasías
de omnipotencia, como “salvadores”
del hijo. Para otros, ese
hijo será la fuente y justificación de
todas sus desdichas y desgracias en
la vida.
Otros viven a ese hijo como “un regalo
del cielo”, casi como un milagro
que les da un sentido único a su vida
personal.
Hay padres que enfrentan la situación
con resignación y sometimiento
total, como “una pesada cruz que
hay que llevar de por vida, sobre los
hombros”.
Muchas parejas buscan negar la adversidad
mediante una salida rápida
de tener otro hijo. Otras, por el con-
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