REVISTA NUMERO 41 CANDÁS MARINERO
Noticias sobre Candás y su concejo Carreño en Asturias
Noticias sobre Candás y su concejo Carreño en Asturias
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Llegada la hora de comer el trabajo de montaje y<br />
avituallamiento estaba realizado: barra dispuesta, mesas<br />
colocadas, planchas probadas, comida y bebida a buen<br />
recaudo… sólo quedaban por traer las tortillas caseras<br />
que ellos mismos, la gente de la peña, aportaban,<br />
abusando en muchos de los casos de la buena mano de<br />
las madres en la cocina. Se habían ganado de sobra unos<br />
culinos frescos. Aunque faltaban aún tres horas para el<br />
comienzo del homenaje, había ya quien avispado y<br />
prematuro merodeaba por el lugar.<br />
La celebración en sí, al igual que la de años anteriores,<br />
éxito total. Entre sardines, empanada, embutido,<br />
mejillones, marisco, tortillas, sidra, vino… mariaxes y<br />
cantarucos –no podían faltar- transcurrió una velada,<br />
para los cientos de güelas y güelos que hasta allí se<br />
allegaron, que sin faltar a la verdad podría calificarse de<br />
cálida y entrañable. Algún reproche hubo, ¡cómo no!,<br />
hecho con ese desparpajo altisonante y ese soniquete<br />
cantarín, arraigado todavía -que no se pierda- en el habla<br />
local, que nos diferencia y hace señero el vocabulario<br />
candasín.<br />
-¡Neenooo! ¿Pa mí noon hay ñocla? ¿O una racionina<br />
de centollo?<br />
- Ya se acabaron señora –Le contestó el siempre<br />
querido y añorado ‘Repe’, que sabía de qué iba el percal y<br />
esperaba respuesta descarada ondulando las puntas del<br />
bigote para ocultar la sonrisa.<br />
- ¡Ma paí! Ma lo que me diz. Pa unes si y pa otres<br />
noon. ¡Nuunca tal lo ví! ¡O tal demonio lo poco!<br />
Llegó la noche y con ella la parte más enrevesada de la<br />
jornada: recoger el tenderete. Siempre había quien se<br />
ausentaba al amparo de las primeras sombras.<br />
Desaparecían sin más. Era habitual e inevitable, ya no les<br />
cogía por sorpresa. Esta vez se echaba en falta, entre<br />
otros, al ‘Xurro’ y al ‘Nin’.<br />
- Esos fistoles seguro que tan pol Galley tomando un<br />
cacharro. Menudo par de púgiles –se oyó decir.<br />
Antes de ponerse a desmantelar decidieron dar<br />
cuenta de la cena previamente apartada: algo de tortilla,<br />
sardines y empanada. Por detrás de la barra, en la<br />
penumbra, andaba Pepe, a tientas, revolviendo entre los<br />
trastos y las cajas vacías. Refunfuñaba y soltaba<br />
exabruptos en tono airado. Por momentos el cabreo le<br />
solapaba el carácter bonancible que siempre mostraba.<br />
-¿Qué te pasa Pepe? ¿Qué busques por ahí?<br />
interpelaron.<br />
-le<br />
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