cuento prueba

población que se sentía traicionada. Con la primera palabra de la presidenta Laura Chinchilla
el rechazo fue eminente, como grupo, como unidad se voltearon dando la espaldas a la
mandataria.
No tuvo tiempo de reaccionar cuando
empezaron los gritos con los reclamos dirigidos hacia
la presidenta, hacia esa figura de autoridad que
violentaba sus derechos. En un abrir y cerrar de ojos,
frente a su rostro empezaron a agredirse dos fuerzas
contrarias, el gobierno contra el pueblo; él seguía
inmóvil viendo como la policía intentaba contener a
las personas que reclamaban y golpeaban el carro de
la mandataria que quería escapar de la situación que se
le escapaba de las manos.
Cuando pasado el tumulto, regresando a sus hogares en el mismo autobus, él miraba
hacia la ventana intentando analizar todo lo que se había vivido, luchando con su sentimiento
de impotencia al saber que faltaron muchas cosas por decir, muchas cosas por hacer. Cuando
menos lo esperaba se levantó una persona dirigiéndose al frente del autobús, aunque no podía
ver su rostro supo que se trataba de una mujer por su vos; dirigiéndose a todas las personas
proclamó-esto no ha terminado, ya la nación sabe que estamos luchando y porque estamos
luchando, esto ha iniciado, el espíritu de
lucha no debe morir, esto solo fue una
batalla, la guerra no se perdido ni
ganado.
Al final de las palabras de la
joven, él empezó a pensar en ella y sus
palabras, todavía falta camino para
poder cumplir nuestros objetivos,
pensado-objetivos no solo míos, sino
también de todos estos rostros, que sin
tener algo en común nos unimos por una