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25 ANIVERSARIO IES PRÍNCIPE DE ASTURIAS

Revista realizada con motivo de la celebración del XXV ANIVERSARIO DEL IES PRÍNCIPE DE ASTURIAS.

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

En demasiadas ocasiones nos dejamos llevar por el vértigo de los días,<br />

intentando cumplir con las tareas diarias y sin detenernos el tiempo necesario<br />

para lanzar nuestra vista un poco más allá de lo que aparece ante nuestros ojos.<br />

Por ello tenemos que aprovechar cualquier ocasión propicia para detenernos,<br />

mirar hacia atrás y hacia adelante, y hacer balance de cómo han sucedido las<br />

cosas y por qué.<br />

La celebración del vigésimo quinto aniversario del <strong>IES</strong> Príncipe de<br />

Asturias es una efeméride que nos invita a completar esa reflexión sobre Lorca,<br />

sobre la educación y sobre nosotros mismos a lo largo de estos últimos <strong>25</strong> años.<br />

¿Cómo hemos cambiado? ¿Ha sido a mejor? ¿Las nuevas generaciones están<br />

aprovechando las oportunidades? Pero también tenemos que preguntarnos:<br />

¿qué es lo que queremos para el próximo cuarto de siglo?<br />

La apertura del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias supuso una revolución para la<br />

educación en nuestro término municipal. No solo ponía a disposición de las<br />

familias lorquinas de determinados barrios o pedanías un centro de secundaria<br />

más próximo y cercano, sino que apostaba por una nueva manera de enseñar<br />

a la cabeza del catálogo educativo regional. La llegada de la LOGSE o la<br />

convivencia de secundaria y formación profesional fueron solo los primeros<br />

pasos de la aspiración constante por innovar, ser distintos para ser mejores, que<br />

ha definido y sigue definiendo a este centro en la actualidad.<br />

Al mismo tiempo Lorca ha ido cambiando y prácticamente un barrio<br />

entero ha ido surgiendo sobre el antiguo canal de San Diego, junto al <strong>IES</strong> Príncipe<br />

de Asturias, apoyándose en este centro para su crecimiento a través de recursos<br />

como, por ejemplo, el Centro de Lectura.<br />

3


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

En los <strong>25</strong> años transcurridos desde su fundación hemos cambiado hasta<br />

de rey; el entonces príncipe Felipe que dio nombre al centro y lo inauguró es<br />

ahora Felipe VI. Los alumnos que hoy recorren las aulas no habían nacido en<br />

aquel lejano 1992 y no recuerdan aquella época en la que los centros de<br />

secundaria lorquinos eran “masculino” y “femenino” o se bautizaban con<br />

simples números atendiendo a la fecha de fundación. Esos alumnos de hoy son<br />

bilingües, hacen de las competencias digitales herramientas esenciales para el<br />

estudio, piensan de manera global y caminan por el mundo de manera firme,<br />

conscientes de que las fronteras ya no son sinónimos de barreras. En cualquiera<br />

de esas transformaciones el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias ha sido protagonista<br />

imprescindible, siempre a la cabeza del progreso aplicado a la mejora de la<br />

docencia y con el alumno como único protagonista.<br />

Al hacer balance llegamos a una conclusión: el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias<br />

se ha convertido en un instrumento esencial para Lorca, formando a miles de<br />

personas y dinamizando la vida cultural de Lorca. Por ello tenemos que entregar<br />

la más sincera felicitación hacia quienes lo han hecho posible con su esfuerzo a<br />

lo largo de este último cuarto de siglo: cada uno de los profesores, equipos<br />

directivos, AMPAS, trabajadores, servicios auxiliares, comunidad educativa y,<br />

por supuesto, a todos los estudiantes que han participado de manera activa en<br />

la vida del instituto.<br />

Pero además de satisfacernos con los méritos alcanzados, hay que<br />

lanzar la vista más allá y plantear nuevas metas hacia las que caminar en los<br />

próximos años. No sabemos lo que nos deparará el futuro, es imposible conocer<br />

los caminos por los que nos conducirá la educación e incluso la propia<br />

sociedad. Sin embargo, podemos estar seguros de que el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias<br />

seguirá siendo un espacio innovador a la cabeza de la vanguardia educativa<br />

4


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

y seguirá aportando muchísimo a nuestra ciudad gracias a nuevas<br />

generaciones de docentes y de alumnos que tomarán el relevo para<br />

protagonizar nuevos éxitos a la altura de los conseguidos hasta la fecha.<br />

Esta efeméride se merece una conmemoración desde el recuerdo y el<br />

cariño, pues <strong>25</strong> años no se cumplen todos los días. Quiero pues sumar mi<br />

enhorabuena como amigo y como alcalde, brindar el más sincero<br />

agradecimiento hacia quienes han hecho posible estos logros, así como<br />

entregar mi ánimo para seguir alcanzando retos en torno el <strong>IES</strong> Príncipe de<br />

Asturias gracias a su comunidad educativa.<br />

Felicidades y celebradlo con orgullo.<br />

Fulgencio Gil Jódar<br />

Alcalde de Lorca<br />

5


Recepción de los alumnos del intercambio con Francia en el Ayuntamiento.<br />

Visita de los alumnos a la Asamblea Regional, Cartagena<br />

6


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Ahora que me corresponde escribir algunas palabras para<br />

conmemorar el XXV Aniversario del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias pienso en los<br />

compañeros de letras, que son capaces de adornar sus pensamientos con<br />

algún poema o con expresiones de gran belleza literaria, pero esta prosa llana<br />

es lo que tengo.<br />

Empezaré por dar gracias a Dios, que me ha concedido esta vocación<br />

por la enseñanza, y así he procurado seguir las recomendaciones de San Juan<br />

Bosco cuando se refiere a la educación de los jóvenes: “Mantengamos sereno<br />

nuestro espíritu, evitemos el desprecio de la mirada, las palabras hirientes;<br />

tengamos comprensión en el presente y esperanza en el futuro”. Desde el primer<br />

día he estado haciendo aquello que siempre me ha gustado: enseñar y trabajar<br />

con jóvenes. Realmente esta es una profesión bonita donde las haya.<br />

Llegué en julio de 1993 y me presenté a la secretaria, Dª Matilde Ayuso,<br />

y lo primero que pregunté fue por la biblioteca y si se impartía Teatro, a lo que<br />

ella me dijo: “Pero tú eres de Física y Química, ¿no?”. Con esta entrada en el<br />

Centro se puede entender mi trayectoria en el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

El director, D. Rafael González, me propuso asumir la Jefatura de<br />

Actividades Extraescolares, eso me permitió empezar a organizar la biblioteca y<br />

formar el primer grupo de teatro (dos de mis grandes aficiones). El siguiente<br />

director, D. Juan Manzanares, me mantuvo como Jefe de Actividades con lo<br />

que pude seguir con la misma trayectoria y tener ese contacto directo y<br />

próximo con los alumnos que tanto me ha satisfecho en mi vida profesional.<br />

En 1997 accedí a la dirección del Instituto. Han sido 20 años de ilusiones y<br />

proyectos, mejoras y modernización de instalaciones, revolución tecnológica y<br />

de comunicaciones. Aventura que ha valido la pena: he aprendido mucho y<br />

además he tenido la gran suerte de rodearme de personas de una valía<br />

9


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

extraordinaria en los distintos equipos directivos con los que he trabajado (Luis<br />

Sánchez, Isabel, Julia, Benito, Gracia, Mª Jesús, Alfonso, Manuela, Antonio<br />

Martínez, Martín, Luis Nicolás y Andrés García), los jefes del Departamento de<br />

Actividades (Antonio Campoy, Andrés Ruiz, Eva Jiménez, Alberto Casas) y con<br />

los que he desarrollado una intensa labor de grupo, además de estrechar con<br />

ellos lazos de profunda amistad. Por otra parte, el Claustro, la AMPA, siempre<br />

colaboradora, el IMJU<strong>DE</strong> y el INFORMAJOVEN del Ayuntamiento de Lorca, junto<br />

con el alumnado que hemos tenido todos estos años, (incluidos esos alumnos<br />

con más dificultades a los que hemos dedicado muchas horas de atención, con<br />

sus sinsabores y sus satisfacciones) han hecho bastante llevadera la tarea de la<br />

dirección.<br />

La labor de nuestro centro, a lo largo de sus <strong>25</strong> años, ha tenido no solo<br />

una finalidad académica, sino que en todas sus etapas se ha caracterizado por<br />

la integración en su Proyecto Educativo de las preocupaciones que observaba<br />

en su entorno inmediato, fomentando la apertura del centro al barrio,<br />

contribuyendo a realizar una función social. Por ello, nuestro profesorado está<br />

orgulloso de haber sido el elemento que ha permitido a muchos de nuestros<br />

alumnos, algunos con serios condicionantes sociales, llevar a cabo un proyecto<br />

de vida y laboral mucho más alto de lo que hubieran sospechado sus propias<br />

familias. Es justo, también, agradecer el esfuerzo de estas en la mejora no solo<br />

de la formación académica de sus hijos sino en la mejora global del Centro.<br />

Al analizar los distintos logros que se habían llevado adelante por parte<br />

del Centro, aparece una lista interminable, que me ha permitido observar que<br />

nuestro centro ha ido transformándose a lo largo de los <strong>25</strong> años al hilo de los<br />

acontecimientos acaecidos en nuestra sociedad.<br />

Nuestro instituto ha sido y será siempre un ente vivo que ha ido adecuando<br />

sus estrategias educativas a las nuevas realidades.<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Valoramos de verdad ese saludo afectuoso de muchos exalumnos que<br />

nos expresan su reconocimiento y cariño y que recuerdan los años en el Instituto<br />

como muy entrañables en su vida. Todo esto nos compensa posibles sinsabores<br />

y crisis que también se tienen en educación.<br />

La realidad del Instituto no es única: en nuestro centro existen <strong>25</strong><br />

nacionalidades distintas.<br />

A pesar de las dificultades, el Instituto nunca ha dejado de llevar<br />

adelante proyectos muy distintos dirigidos al alumnado: proyectos<br />

medioambientales, Proyecto de Salud, Proyecto de Biblioteca, Proyecto de<br />

Lectura (FLIPA), participación en distintos concursos y olimpiadas (Ortografía,<br />

Literarios, Química, Matemáticas, Economía, Belenes, Aprender a Debatir,<br />

Rétame y Aprendo, Young Business,…), proyectos europeos (Comenius,<br />

Erasmus+), intercambios, participación en el Proyecto de Recuperación de<br />

Pueblos Abandonados, Rutas Literarias, Congresos Federico García Lorca,<br />

participación con el grupo de teatro en todos los certámenes de teatro de<br />

institutos de Lorca, Jornadas Interculturales, Deporte Escolar, ... y un sinfín de<br />

proyectos y actividades imposibles de enumerar.<br />

Por último, estoy convencido de que nuestro centro continuará como hasta<br />

ahora, afrontando con espíritu constructivo todas las nuevas realidades que<br />

quedan por venir, como lo ha hecho durante estos ya pasados <strong>25</strong> años.<br />

REFLEXIONES EN EL XXV <strong>ANIVERSARIO</strong> <strong>DE</strong>L <strong>IES</strong> <strong>PRÍNCIPE</strong> <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong>.<br />

Juan Ferrando Blanquer<br />

Director del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

<strong>25</strong> años es un tiempo significativo para hacer memoria y, si cabe,<br />

procurar mantener y mejorar los logros y rectificar con vistas a no repetir errores.<br />

Dada mi situación actual de jubilado, no voy a entrar en esos análisis,<br />

pues ya no formo parte del Claustro de Profesores del Instituto. En estas líneas<br />

solo quiero compartir algunos recuerdos de mi paso por este centro.<br />

La cosa empieza en Puerto Lumbreras, en el instituto “Rambla de<br />

Nogalte”, donde una mañana de junio recibo una notificación oficial de<br />

nombramiento de director del nuevo instituto de Lorca, el número cuatro, sin<br />

que hubiese ninguna consulta previa; me descoloco, pues mis planes eran otros.<br />

Los inicios fueron algo complicados al no conocer a los compañeros<br />

que venían destinados, salvo a Matilde; además, el nuevo instituto no lo era ni<br />

de BUP ni de FP, sino que anticipaba las nuevas enseñanzas reguladas por la<br />

LOGSE, ley que aún estaba por desarrollar. Una alegría. Y algunos veníamos de<br />

institutos en los que se experimentaba la reforma de las enseñanzas medias.<br />

El edificio estaba aún en obras, se trabajaba en tres turnos para poder<br />

entregarlo a tiempo. En el mes de agosto el Ministerio de Educación empezó a<br />

enviar cargamentos de material para las aulas, los despachos, oficina, … Por fin<br />

se pudieron empezar las clases un 15 de octubre tras varios aplazamientos.<br />

Recuerdo cómo los compañeros se ofrecían permanentemente para colaborar<br />

en lo que fuese necesario. El equipo directivo del instituto número 3, actual<br />

“Ramón Arcas Meca” así como el del Centro de Profesores, nos acogieron en<br />

sus instalaciones para que pudiéramos hacer la matrícula al alumnado, además<br />

de facilitarnos todo tipo de material, pues carecíamos de todo absolutamente.<br />

En realidad aquello salió adelante por la buena voluntad, el esfuerzo y la<br />

colaboración de los implicados y del entorno. El Ayuntamiento de Lorca<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

también nos ayudó bastante, contando siempre con la colaboración de la<br />

concejala Mercedes Ruiz.<br />

Una tarde de septiembre de 1992, mientras organizábamos el<br />

mobiliario, llamó a la puerta una joven acompañada de un señor mayor, se<br />

presentó como Juana, la maestra de apoyo. Automáticamente le dije que no<br />

podía ser, que se encontraba en un instituto, no en un colegio, que debía<br />

tratarse de un error, que fuese a la Delegación de Educación a Murcia y lo<br />

consultase allí. Al día siguiente volvió al instituto, su destino, y aprendimos algo<br />

nuevo sobre las nuevas enseñanzas que nos tocaba anticipar.<br />

Otra tarde, previa al comienzo de las clases, se presentó en el instituto<br />

la jefa de protocolo de la casa del Príncipe de Asturias, fue María José Martín<br />

quien la atendió. Venía a revisar las instalaciones dado que, según dijo,<br />

próximamente recibiríamos a S. M. el príncipe Felipe de Borbón que vendría a<br />

inaugurar el centro. María José le indicó que no se encontró con las puertas<br />

cerradas porque ella tenía trabajo esa tarde en el instituto, que no había<br />

ninguna notificación sobre la visita ni sobre la inauguración. Es cierto que en la<br />

calle se decía que el Príncipe vendría a inaugurar el centro, pero no se puede<br />

funcionar a base de rumores. Nos encontramos con que el instituto se iba a<br />

llamar “Príncipe de Asturias”, y nosotros sin saberlo. Lo cierto es que al cabo del<br />

tiempo recibimos una notificación de la Casa Real en la que se nos requerían<br />

los acuerdos de Consejo Escolar y de Claustro de Profesores aceptando el<br />

nombre. El Claustro de Profesores se portó, no haciendo menos al<br />

Ayuntamiento, y se acordó ese nombre para el instituto.<br />

A lo largo de estos veinticinco años han ocurrido muchas cosas, han<br />

pasado por el instituto miles de alumnos, centenares de profesores y no tanto<br />

personal de administración y servicios. La panorámica del centro ha ido<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

transformándose, de la misma forma que lo ha ido haciendo la sociedad que lo<br />

rodea. Es un elemento vivo que cambia permanentemente y espero y deseo<br />

que lo vaya haciendo para mejorar.<br />

Lo mejor de todo ha sido el encuentro con las personas, tanto alumnos,<br />

como profesorado y personal de administración y servicios; incluso padres y<br />

madres. Han sido muchos los que me han enriquecido con su trato y su afecto.<br />

No personalizo porque la lista es muy larga pero, no obstante, no quiero terminar<br />

sin reconocer lo mucho que han supuesto para mí desde el primer momento<br />

Matilde Ayuso y María José Martín.<br />

Que os vaya muy bien y que no se os agote la ilusión.<br />

Rafael González Sánchez<br />

Primer director del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

El <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias comenzó su andadura docente en el curso<br />

1992-1993, estando ya vigente la Ley Orgánica General del Sistema Educativo<br />

(publicada en el BOE del 4 de octubre de 1990) que sustituyó a la Ley General<br />

de Educación de 1970, en la que estudiamos todos los profesores que<br />

inauguramos este nuevo instituto en la ciudad.<br />

Nuestro <strong>IES</strong> fue el primero en Lorca en aplicar esta nueva Ley de<br />

Educación, con las dificultades que supone no tener apenas referencias sobre<br />

las que trabajar, sobre todo cuando el segundo Equipo Directivo (del que formé<br />

parte con José Avellaneda, José Antonio García Murcia y Elena Gómez), en el<br />

curso 94-95, tuvo que implantar los nuevos bachilleratos y los módulos de<br />

Formación Profesional, que pasaron a ser posteriormente “ciclos formativos”, de<br />

Comercio Interior y exterior que sustituían a las antiguas etapas de Formación<br />

Profesional.<br />

Recuerdo las dificultades para aplicar los nuevos currículos debido a la<br />

práctica inexistencia de libros de texto, ya que las editoriales, en su mayoría aún<br />

no tenían preparados los materiales necesarios para una guía del proceso de<br />

enseñanza-aprendizaje. Ni siquiera teníamos boletines de notas, por lo que los<br />

fabricábamos nosotros en un programa de edición pirata que teníamos en un<br />

ordenador. Hay que tener en cuenta que en los nuevos bachilleratos, como en<br />

los cursos anteriores, tercero y cuarto de ESO, ya existían asignaturas optativas<br />

con los que trazar itinerarios formativos.<br />

Creo que todo el profesorado, en general, realizó un esfuerzo<br />

importante para enfrentarse al nuevo reto que suponía, además de poner en<br />

funcionamiento un nuevo <strong>IES</strong>, programar y concretar una nueva ley a la<br />

práctica docente. Si además tenemos en cuenta que no existía en nuestro<br />

15


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

municipio otro centro que ya hubiese experimentado la reforma educativa, la<br />

tarea fue ardua, aunque gratificante. Porque hay que señalar, además del<br />

esfuerzo de la comunidad educativa, la buena actitud y aptitud de los<br />

estudiantes, la mayoría de ellos procedentes de las pedanías del norte, el barrio<br />

de san Cristóbal, y algunos colegios de zonas de la huerta.<br />

Alumnado ejemplar, como lo demuestra el hecho de lograr un cien por<br />

cien de aprobados en la selectividad de los primeros titulados de bachillerato<br />

LOGSE, del curso 1995-1996. Por cierto, a bastantes de estos alumnos los vemos<br />

en buenos y remunerados trabajos para gran satisfacción de los que, de alguna<br />

manera, hemos colaborado en su formación. Antiguos estudiantes del <strong>IES</strong><br />

Príncipe de Asturias, ahora son: licenciados y graduados en Óptica, Medicina,<br />

Económicas, Filología… y trabajan en comercios, oficinas o bancos, entre otras<br />

actividades. De verdad que se experimenta una gran satisfacción, sobre todo,<br />

cuando los ves convertidos en profesores en el mismo instituto donde nosotros<br />

hemos trabajado.<br />

Equipo Directivo del <strong>IES</strong> Príncipe de<br />

Asturias de Lorca en los cursos 1994-95,<br />

1995-96 y 1996-97.<br />

De izquierda a derecha: Elena Gómez,<br />

Juan Manzanares, José Antonio García y<br />

José Avellaneda.<br />

No fue mal del todo la antigua LOGSE, recuerdo como una de las<br />

medidas más interesantes y justas la obligatoriedad de la escolarización hasta<br />

los 16 años, con la creación de la etapa de Enseñanza Secundaria Obligatoria<br />

que evitaba que los alumnos se fueran al mundo del trabajo a temprana edad.<br />

16


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

La autonomía que daba a los centros permitió que elaboráramos un<br />

Proyecto Educativo de Centro donde colaboraría toda la comunidad<br />

educativa. La participación de los distintos departamentos didácticos, el<br />

claustro de profesores y también los padres a través de su representación en el<br />

Consejo Escolar del Centro, fue un hecho fundamental para el funcionamiento<br />

del nuevo <strong>IES</strong>.<br />

Una innovación importante fue la creación de un grupo de<br />

diversificación curricular, atendido fundamentalmente por el departamento de<br />

Orientación, que sirvió para paliar la lógica heterogeneidad de las clases y<br />

ayudar a los alumnos que entraron al nuevo centro con cierto retraso curricular.<br />

Fue una pena que esta ley Orgánica de Educación que tan buenos<br />

objetivos planteaba no fuera, en su tiempo, acompañada de unos fuertes<br />

recursos económicos para atender correctamente a la diversidad escolar.<br />

Este escrito, esta pequeña aportación (debido a las entendibles<br />

exigencias para la inclusión de este texto en la revista del XXV aniversario), no<br />

puede terminar si dar un sincero agradecimiento a los promotores de estos actos<br />

conmemorativos, por querer recoger unas notas, ya casi históricas, de la vida<br />

de este magnífico instituto.<br />

¡Enhorabuena y muchas gracias!<br />

Lorca, enero de 2017, veinticinco años después.<br />

BREVES NOTAS, CASI HISTÓRICAS, SOBRE EL <strong>IES</strong> “<strong>PRÍNCIPE</strong> <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong>” <strong>DE</strong> LORCA<br />

PARA EL XXV <strong>ANIVERSARIO</strong><br />

Juan Manzanares Rael<br />

Segundo director del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

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Con el paso de los años y los avances en las nuevas tecnologías, las aulas han ido cambiando<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Cuando en el año 92 veía las obras del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias al pasar<br />

en el tren para trabajar en Lorca, no imaginaba que 4 años después obtendría<br />

mi primera definitiva en el Departamento de Orientación de este instituto, como<br />

profesor de Ámbito Científico. Era un trabajo totalmente nuevo para mí pero<br />

con la ayuda de los compañeros del Departamento de Ciencias, de Física y<br />

Química y de mi propio Departamento de Orientación lo encontré bastante<br />

fácil.<br />

A los pocos años, por una serie de casualidades, pasé a Jefatura de<br />

Estudios. Eso me permitió trabajar activamente en tres proyectos que recuerdo<br />

con más satisfacción en mi estancia en el Príncipe de Asturias: Desayuno<br />

Saludable, Sección Bilingüe de Francés (intercambios) y la Noche de los<br />

Planetas. El Desayuno Saludable fue posible con la extraordinaria colaboración<br />

de los delegados de curso y del profesor responsable de actividades<br />

extraescolares, que permitieron la hazaña de que cada alumno bajara su silla<br />

al patio para tomar el desayuno sentado y la volviera a subir a su clase en<br />

tiempo record y sin accidentes.<br />

Bajar las sillas al patio fue probablemente lo más original o lo más raro<br />

que se nos ocurrió en esa época, pero estaba apoyado en firmes convicciones<br />

pedagógicas. No sé si en esa época o poco después, me comentaba un<br />

profesor francés (de los intercambios) que se levantaban toda la familia a la<br />

misma vez para conseguir desayunar juntos y que los niños aprendieran a no irse<br />

a clase en ayunas. En esa época se empezó a divulgar que el desayuno era la<br />

comida más importante del día ya que tanto el alumno como los trabajadores<br />

en general, necesitan una cantidad de glucosa en sangre para hacer un<br />

trabajo con seguridad y eficacia. Y precisamente al iniciar el día es cuando más<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

tiempo llevamos sin comer. Se trataba por lo tanto de hacer comprender que<br />

había que dedicarle el tiempo y la atención necesaria al desayuno. Y en el<br />

modelo pedagógico que queríamos desarrollar no basta utilizar solo palabras,<br />

sino hechos. Optamos por reforzar el desayuno de la dieta mediterránea,<br />

poniendo aceiteras, tomate y pan en las mesas, huyendo del desayuno de<br />

bollería industrial demasiado rico en grasas saturadas. Para prepararse cada<br />

uno su propia tostada de aceite y tomate era necesario estar sentado, poner<br />

atención y gastar tiempo y lo más importante: obtener una satisfacción propia<br />

en todo el proceso. Eso fue posible con la colaboración especial del<br />

Departamento de Ciencias, del Departamento de Tecnología y de mi propio<br />

Departamento. Tuvimos suerte, salió bien.<br />

Años después cuando empezamos a hacer las evacuaciones para<br />

incendios fue muy fácil con la colaboración de los delegados que se sentían<br />

importantes y encantados de colaborar. Evidentemente como en toda acción<br />

educativa lo realmente importante fue la colaboración y el empeño que<br />

pusieron todos los profesores del centro. No cito a ninguno por temor a olvidar<br />

algún nombre.<br />

En cuanto a la Sección Bilingüe de Francés y los viajes a Aurillac,<br />

recuerdo una mañana que íbamos para Lorca en la que un compañero nos<br />

comentó que había visto en el periódico que la consejería ponía en marcha<br />

secciones bilingües. Había que llamar por teléfono a la consejería. Esa misma<br />

mañana empezamos y el curso siguiente después de reuniones, visitas del<br />

inspector, etc. tuvimos sección bilingüe. Como consecuencia había que<br />

preparar un intercambio con un instituto francés. Fue bastante fácil a partir del<br />

momento en que la profesora de español de un instituto de Aurillac (Michelle)<br />

se puso en contacto con el departamento de francés de nuestro instituto. En<br />

esos primeros años vinieron también a Lorca los profesores franceses Gabriel,<br />

22


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Agnés, Madame Lafond, Michelle B. y otros muchos que yo ya no conocí. Entre<br />

las cosas curiosas que desarrollamos en esos primeros intercambios fue la<br />

medida de la longitud de la sombra de una vara de madera simultáneamente<br />

en Lorca y Aurillac para “intentar calcular” a partir de esos datos y la distancia<br />

Lorca Aurillac, el Radio de la Tierra por el método de Eratóstenes.<br />

En este instituto, tuve la oportunidad de impartir la materia de<br />

Astronomía. Pero lo más interesante eran los viajes a Murcia, con los alumnos, en<br />

tren al Museo de la Ciencia y las observaciones nocturnas en acampada o en<br />

el patio del instituto o incluso en la acera, con varios telescopios, para observar<br />

una extraordinaria conjunción planetaria con la ayuda de mi amigo Paco Reyes<br />

de la Asociación de Astronomía de la Región de Murcia. No sabría decir cuántos<br />

alumnos y profesores participaron pero muchos más de los que yo esperaba<br />

que podrían venir esa noche…<br />

En esos años pasaba 2 horas todos los días en coche para ir y venir a<br />

Lorca con los compañeros que vivían en Murcia, primero Juan, Damián, Tita y<br />

después, Gracia, Isabel, Pilar y Paco, fijos durante varios años y algunos otros<br />

que venían en la rueda cada año. Y cuando ya los viajes diarios en coche<br />

empezaban a pesar demasiado conseguí trabajo en Murcia y un año después<br />

en el <strong>IES</strong> Mariano Baquero y plaza definitiva en el <strong>IES</strong> Alfonso X de Murcia dónde<br />

me he jubilado.<br />

Pero el Instituto en el que más he desarrollado mi acción educativa y mi<br />

propia formación, con la ayuda de todos los compañeros que estaban y<br />

pasaron por allí en esa época es, sin duda, el Príncipe de Asturias de Lorca. Por<br />

ello les doy las gracias a todos.<br />

MI ESTANCIA EN EL <strong>IES</strong> PRINCIPE <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong> <strong>DE</strong> LORCA<br />

Benito Guirao García<br />

Exprofesor del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Cumplir años es siempre una experiencia gozosa, y si se trata de cumplir<br />

veinticinco años y esos de un centro docente, como es el <strong>IES</strong> “Príncipe de<br />

Asturias”, será una experiencia multiplemente gozosa, pues significa llevar nada<br />

menos que un cuarto de siglo al servicio de la ciudad de Lorca, trabajando en<br />

la formación de alumnos con el objetivo de que sean personas honestas, libres<br />

y con criterio, que ejerzan como ciudadanos capaces de construir un mundo<br />

mejor.<br />

La invitación de escribir unas líneas en la conmemoración del XXV<br />

Aniversario del Instituto Príncipe de Asturias es un privilegio para una profesora<br />

que participó en la puesta en marcha del mismo, allá por el mes de septiembre<br />

de 1992, año carismático dentro de la historia de España.<br />

En ese curso 1992/1993 llegamos destinados al nuevo Centro docente<br />

de Lorca un puñado de profesores, con mucha ilusión y con amplias<br />

expectativas, puesto que éramos conscientes de la novedad que suponía<br />

iniciar un curso con una nueva Ley Orgánica, la famosa LOGSE, que además se<br />

anticipaba en un único Centro de la localidad y ese Centro era el nuestro.<br />

Todo era a estrenar ese curso: el edificio, con su entrada imponente; las<br />

enseñanzas que se implantaban, en ese primer año la ESO, según la Ley<br />

Orgánica General del Sistema Educativo, aprobada en octubre de 1990; los<br />

profesores recién destinados y, por supuesto, los alumnos, evidentes<br />

protagonistas de todo el proceso.<br />

El acto de inauguración del instituto tuvo como invitado al actual rey<br />

de España, a D. Felipe de Borbón, príncipe de Asturias entonces, en honor del<br />

cual se puso el nombre al Centro. De dicho acto queda constancia en la placa<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

conmemorativa colocada a la entrada, así como en las fotografías que ese día<br />

de noviembre se realizaron.<br />

Recuerdo las largas sesiones de los claustros, donde teníamos que<br />

debatir sobre tantos temas prácticos, que estaban por diseñarse, o que aún no<br />

se habían publicado en el BOE. Esas sesiones tenían el sabor de la novedad,<br />

todo cociéndose en el horno de la ilusión, porque si algo define aquellos días<br />

está claro que es la emoción, sentíamos que trabajábamos para mejorar, y<br />

creíamos en esa mejora.<br />

En años posteriores, se implantó el Bachillerato LOGSE, con un diseño<br />

novedoso y amplio de asignaturas optativas, y también dos Ciclos Formativos<br />

de Formación Profesional, entonces denominados “módulos”. En esa etapa<br />

tuve el honor de formar parte del equipo directivo del instituto, y de trabajar<br />

desde la jefatura de estudios en la nueva andadura.<br />

Creo que tuvimos un buen ambiente de trabajo, y que ese ambiente<br />

favorecía el desarrollo en nuestro alumnado, quienes a pesar de ser “los<br />

conejillos de indias” del municipio, demostraron que del Príncipe salían tan bien<br />

formados como de cualquier otro de los institutos de Lorca.<br />

Quiero felicitar a todas las personas que han formado parte de la<br />

comunidad educativa del Instituto Príncipe de Asturias, desde su creación hasta<br />

el momento actual, porque cada una de ellas ha puesto su granito de arena<br />

para que en la Ciudad del Sol haya un centro docente de referencia, con<br />

personas comprometidas por el avance en la educación de tantos y tantos<br />

grupos de alumnos que por sus aulas ha pasado.<br />

No quiero acabar sin dar las gracias a los organizadores de este XXV<br />

Aniversario por la invitación a participar en este homenaje, y congratularme con<br />

<strong>25</strong>


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

el profesorado por pertenecer a esta hermosa profesión, en la que, en palabras<br />

de Séneca, “homines dum docent discunt” los hombres mientras enseñan<br />

aprenden.<br />

Elena Gómez Pérez<br />

Exprofesora de Lengua y Literatura<br />

26


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

En el año 2018 se celebra el XXV aniversario del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias<br />

de Lorca y también se conmemora el centenario de la creación de otro instituto,<br />

el Instituto-Escuela de Madrid, un centro oficial creado a modo de ensayo<br />

pedagógico integrado por dos secciones, una correspondiente a enseñanza<br />

primaria y otra de bachillerato. A pesar de que tuvo una efímera vida -<br />

desapareció en 1936- su influencia se ha dejado notar en la educación<br />

española.<br />

Hay dos aspectos que siempre llamaron poderosamente mi atención<br />

sobre ese centro madrileño: el nombre del nuevo instituto y la excelente labor<br />

educativa desarrollada por el profesorado. El nombre (Instituto-Escuela) es<br />

especialmente significativo ya que implicaba que la enseñanza secundaria, el<br />

bachillerato de entonces, debía ser una continuación de la educación primaria<br />

y que el profesorado tenía que integrarse en un instituto que fomentaba el<br />

espíritu de “escuela” y, por tanto, colaborar en toda la labor educativa con<br />

otros maestros y maestras, profesores y profesoras “especiales” (los que se<br />

responsabilizaban de la enseñanza de idiomas, Educación Física, Música o<br />

Educación Artística) y catedráticos. Era un centro que pretendía educar antes<br />

que instruir; que el currículum abarcara todas las enseñanzas necesarias para<br />

conseguir una formación integral del alumnado; que fomentaba el uso de libros<br />

de lectura, consulta y estudio en castellano y en otros idiomas; que el alumnado<br />

realizara de forma habitual actividades musicales, deportivas o excursiones a<br />

museos, a la montaña o al campo.<br />

En cuanto al segundo aspecto citado, los historiadores de la educación<br />

destacan al analizar el trabajo realizado por el profesorado de dicho centro<br />

educativo su compromiso, entusiasmo, ilusión, brío y ardor que ponían en la<br />

27


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

acción educativa, la puesta en práctica de nuevos enfoques didácticos que<br />

despertaban el interés y la curiosidad del alumnado, su intervención activa, que<br />

enseñaran a pensar y a razonar con rigor mediante el ineludible esfuerzo y<br />

trabajo personal a través de la lectura y el estudio. Antiguos alumnos de ese<br />

centro destacan de estos profesores su competencia, vocación pedagógica,<br />

dedicación, espíritu abierto, sencillez, afabilidad en el trato y capacidad de<br />

educar.<br />

Este año se conmemora también el XXV aniversario del <strong>IES</strong> Príncipe de<br />

Asturias. Tuve la suerte de formar parte del claustro de profesores y profesoras<br />

de ese centro desde 1995 a 2001. Eran todavía años de implantación de la<br />

LOGSE -que ampliaba la enseñanza obligatoria hasta los 16 años dentro de un<br />

modelo educativo que incluía la comprensión de la diversidad y la atención a<br />

la misma-, donde se llevaba a la práctica una reforma curricular que afectaba<br />

a los contenidos de enseñanza (conceptuales, procedimentales y actitudinales<br />

y de valores) y a los denominados temas transversales desde la perspectiva de<br />

una educación integral, a los métodos de enseñanza y a las formas y criterios<br />

de evaluación del alumnado. Fueron años en los que afrontábamos la dificultad<br />

de la heterogeneidad del alumnado debida a la desigualdad económica,<br />

social y cultural con unos mecanismos de atención a la diversidad que trataban<br />

de favorecer el éxito escolar y la integración escolar y social, pero que<br />

resultaban claramente insuficientes debido a las restricciones y limitaciones<br />

presupuestarias. Eran muchas las disfunciones y problemas planteados por la<br />

aplicación de esa ley educativa sin la financiación necesaria. También fueron<br />

años en los que demandábamos más inversiones en la enseñanza pública, la<br />

adecuación de las plantillas de los centros a las necesidades educativas del<br />

alumnado o la mejora de las condiciones de trabajo del profesorado.<br />

28


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Tuve el inmenso placer de poder vivir en Lorca, en el “Príncipe de<br />

Asturias”, algunas experiencias que, de alguna manera, están relacionadas con<br />

lo dicho anteriormente respecto al Instituto-Escuela de Madrid. Por una parte,<br />

poder ser testigo de la profesionalidad, ilusión y entrega que, en general, ponía<br />

el profesorado en las actividades lectivas, complementarias, extraescolares<br />

(deportivas, musicales, artísticas, etc.) y … festivas. La verdad es que estas las<br />

hubo con asiduidad (creo que nunca falté, entre otras más, a la Serenata del<br />

Viernes de Dolores). Pude disfrutar del buen ambiente y clima reinante en el<br />

centro, la camaradería entre el profesorado, el trato con el alumnado, cómo se<br />

enfocaban las actividades de enseñanza de las diferentes materias, etc. Pude<br />

comprobar en y desde la práctica que en el instituto se fomentaba ese espíritu<br />

de “escuela” del que hablaba anteriormente. Trabajar gratamente junto a otros<br />

compañeros y compañeras, de forma colaborativa, en equipo, tratando de<br />

conseguir que el alumnado recibiera una enseñanza -diríamos ahora- de<br />

calidad. Por lo menos lo intentábamos. Por encima de las discusiones por las<br />

diferencias de opiniones (políticas, religiosas o pedagógicas), tratábamos de<br />

que el interés hacia el instituto y hacia su alumnado no se resintiera.<br />

Por estos recuerdos imborrables: gracias a todos por todo.<br />

RECUERDOS INOLVIDABLES<br />

J. Damián López Martínez<br />

Exprofesor del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

29


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Contar algo de la historia de este instituto me llevaría a escribir casi una<br />

enciclopedia… hay mucho y muy intenso, vivencias y experiencias que marcan<br />

para siempre.<br />

Mi destino en el Príncipe no fue por casualidad. Aunque siempre me<br />

sentí bien en los tres centros por los que pasé anteriormente, cuando conocí el<br />

proyecto de este junto a un complejo deportivo que también se iba a construir,<br />

“el Europa” –al que luego cambiaron el nombre y no sé por qué-, tenía claro<br />

que ese sería mi destino. Un <strong>IES</strong> nuevo, de acuerdo con los mínimos que<br />

marcaba la LOGSE, con aulas específicas, laboratorios, tecnología, dibujo y<br />

plástica, música, etc.; y, por supuesto, además de las pistas polideportivas, un<br />

aula para la Educación Física, es decir, su pabellón deportivo. Esto no era lo<br />

normal en aquellos tiempos.<br />

Además, con la construcción del C. D. Europa al lado, se convertía en<br />

el mejor modelo de centro educativo, soñado por cualquier profesor de<br />

Educación Física.<br />

Desde el primer momento, llegamos a acuerdos con el Ayuntamiento,<br />

nosotros les dejábamos nuestro pabellón y pistas para la gimnasia de<br />

mantenimiento, para el Deporte Escolar y para encuentros federados; a<br />

cambio, nuestros alumnos disfrutaban de las instalaciones del Europa para la<br />

natación, gimnasio o sala de judo. Un centro a la altura de los mejores, incluso<br />

de los institutos nórdicos.<br />

Otro aspecto importante, desde el principio, fue su programa de actividades<br />

complementarias y extraescolares. Programa planificado por niveles, teniendo<br />

en cuenta que el alumno desde que entraba al instituto y hasta su salida, podría<br />

realizar la mayor variedad de estas. Los años que estuve al frente del<br />

30


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Departamento de Actividades Extraescolares fueron bastante intensos: este<br />

centro creía en el valor formativo de las mismas, y para ello, había que echar<br />

mano de los organismos autónomos del Ayuntamiento, en un principio el<br />

Instituto Municipal de Juventud y Deportes, que luego se segregó en Juventud<br />

y en Deportes (IMJUVE e IMJU<strong>DE</strong> respectivamente), además de otras<br />

Concejalías; pero también con otras asociaciones deportivas o juveniles de<br />

nuestro entorno (senderista, orientación, parapente, escalada, ciclismo, ...);<br />

también, de clubes náuticos, de piragua, camping o albergues… En general,<br />

una línea de actividades en la naturaleza.<br />

Un orgullo trabajar con todos los departamentos del Centro implicados;<br />

me gustaba presumir en las numerosísimas reuniones que teníamos con los<br />

concejales y numerosos trabajadores de esos entes autónomos del<br />

Ayuntamiento, de la implicación de todo el profesorado de mi centro. Así, se<br />

consiguieron importantes programas que incluían charlas, talleres (fotografía,<br />

periodismo, teatro, masaje, …), exposiciones, “vistas del cielo nocturno”,<br />

“desayuno saludable”, “itinerario histórico-poético de Lorca”, numerosos<br />

concursos de diferentes materias y muchas de las actividades deportivas<br />

mencionadas anteriormente. A veces, faltaba calendario para tantas<br />

actividades.<br />

Nació como centro pequeño-mediano, con implicación del<br />

profesorado que, a pesar de estar toda la semana juntos y los viernes de 8 a<br />

14:<strong>25</strong>h, continuábamos juntos charlando y debatiendo a partir de esa hora en<br />

la cantina del centro, al tiempo que comíamos algo. Lo normal era que nos<br />

interrumpiesen los alumnos que desde las cuatro menos cuarto comenzaban a<br />

llegar para jugar las competiciones internas. Más de una tercera parte de los<br />

alumnos acudía los viernes por las tardes hasta que se ponía el sol.<br />

31


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Más adelante el Centro creció… llegaron los recortes. Al igual que<br />

ocurrió con el resto de centros de Lorca, le añadieron unos pegotazos en forma<br />

de aulas, con el beneplácito o el silencio de los diferentes estamentos. Así<br />

masificaron los centros de alumnos, pero no de profesores; esto implicó más<br />

horas dedicadas a la docencia y menos para las necesarias horas<br />

complementarias; los mismos espacios a repartir entre más grupos. Los jardines<br />

de rosas fueron desapareciendo.<br />

Antes, los viernes no era el único día que los alumnos iban al Centro por<br />

las tardes, además de las numerosas actividades mencionadas, alguna tarde<br />

iban a pintar pistas o arreglar los goteros para regar los árboles, pintar el<br />

pabellón o cambiar árboles porque los que lindaban con la pista nos pinchaban<br />

los balones nada más estrenarlos… o a preparar la revista o al taller de teatro. Y<br />

también a participar en el Deporte Escolar. Este centro fue varias veces<br />

galardonado por ser el de mayor participación.<br />

Con este panorama, precioso, no es de extrañar el cariño y aprecio que<br />

muestran nuestros exalumnos, dispuestos a seguir colaborando con el Centro de<br />

forma desinteresada cuando se les llama. Es emocionante ir por un extremo de<br />

una avenida y escuchar, desde el otro, tu nombre y es un exalumno que te<br />

saluda o que acudan los exalumnos a visitar en el centro a sus exprofesores.<br />

No se pueden olvidar las horas vividas en una caminata de un día bajo<br />

la lluvia o una caminata desde la salida del sol hasta que anochece. Quizá por<br />

eso algunos alumnos se hicieron amantes y defensores de la naturaleza.<br />

32


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Tampoco se puede olvidar el olor a humo de barbacoa cuando<br />

asábamos nuestra comida cocinando con los alumnos… ni las horas metidos en<br />

una cueva o descendiendo ríos o barrancos… Decía Benito Pérez Galdós: “No<br />

es lo mismo admirar la naturaleza desde la ventanilla de un tren o desde la<br />

terraza de un hotel, que contemplar… con absoluta libertad de espíritu,<br />

sintiéndose el espectador tan bravío y salvaje como lo que contempla, y siendo,<br />

en verdad, parte o complemento del paisaje, ser de su ser, pincelada de su<br />

pintura, rima y cadencia de su poesía.”<br />

<strong>25</strong> AÑOS <strong>DE</strong>L <strong>IES</strong> <strong>PRÍNCIPE</strong> <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong>.<br />

Antonio Campoy Reverte<br />

Profesor de Educación Física.<br />

33


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Corría el año 1994 cuando, a principios de septiembre, nos<br />

incorporamos al Departamento de Orientación del Príncipe de Asturias, en el<br />

que ya estaba Tita como PT desde el curso anterior.<br />

El Instituto había nacido como único centro LOGSE en Lorca, con todo<br />

lo que ello conllevaba desde el punto de vista legal: Departamento de<br />

Orientación, tutorías, obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años,<br />

integración, nuevos programas como la Diversificación…<br />

Fue el comienzo de una experiencia nueva tanto en lo personal como<br />

en lo profesional, que para alguna de nosotras aún hoy se prolonga. Nuestra<br />

finalidad era que los alumnos consiguieran, al menos, el título en Educación<br />

Secundaria Obligatoria antes de incorporarse activamente a la vida adulta.<br />

A lo largo de esos años comprobamos que el Instituto era un reflejo<br />

directo de la sociedad para la que trabajaba. Esa sociedad era cambiante y<br />

diversa y, por lo tanto, también los alumnos eran diferentes. Esa fue la seña de<br />

identidad de un centro joven que iniciaba su camino con alumnos de<br />

necesidades educativas especiales (sordos, visuales, motóricos, con dificultades<br />

y psíquicos) que compartían espacios, tiempos, actividades y aprendizajes con<br />

el resto de compañeros. No resultó fácil trabajar con alumnos que,<br />

tradicionalmente, el sistema educativo derivaba al mundo laboral de forma<br />

prematura. Tampoco los profesionales de los institutos estábamos preparados<br />

para este tipo de alumnado, rompedor para la comunidad escolar, pero, sobre<br />

todo, para los profesores que los encontramos por primera vez en nuestras aulas.<br />

Fueron años en los que el Centro se convirtió en referencia por la forma<br />

de trabajar, con la incorporación de especialistas en las clases, tales como<br />

intérpretes de lengua de signos, personal de la ONCE, especialistas en<br />

34


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, etc. Todo esto no habría sido<br />

posible sin la colaboración de tantos compañeros de otros departamentos que<br />

se implicaron.<br />

Con el paso del tiempo tenemos la satisfacción de comprobar que<br />

muchos de esos alumnos, que no lo tuvieron fácil y que a lo largo de los años<br />

formamos, ahora los encontramos trabajando en distintos lugares y guardan un<br />

grato recuerdo de su paso por el Instituto.<br />

María Luisa Matilla (Pedagogía Terapéutica), Lola Pérez (Ámbito<br />

Sociolingüístico) y Lola Abellán (Orientadora).<br />

35


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Cuando preparaba las oposiciones de acceso al cuerpo de<br />

profesores de Filosofía llegó a mis oídos el proyecto de un nuevo instituto en el<br />

arrabal de la ciudad de Lorca. Desde entonces quedé seducido por la idea de<br />

acabar trabajando allí, y eso que era un boceto aún sin nombre.<br />

Al otro lado del río Guadalentín se encuentra el barrio de San Cristóbal,<br />

los Ángeles, San Diego, Apolonia y sus gentes. Pero todo el mundo, en la Ciudad<br />

del Sol, menta “el barrio” para referirse a esta singular zona, y “rabaleros” a sus<br />

moradores. El instituto se encuentra en una zona inundable (diecinueve años<br />

antes algunos navegaron por la zona en lanchas neumáticas. Era 1973, año del<br />

desbordamiento del río), frente a un centro comercial que ha hecho las delicias<br />

de muchos alumnos y alumnas salidos de los ciclos formativos de comercio,<br />

también se encuentra pegado el centro de salud de San Diego que,<br />

desgraciadamente, ha perdido recientemente el servicio de urgencias, y unos<br />

metros atrás la iglesia de San Diego, cuyo campanario vieron derrumbarse<br />

millones de televidentes el día del gran movimiento sísmico; y, junto a ella, la<br />

Residencia del mismo nombre, para personas mayores. Al otro lado, penetrando<br />

por un túnel, que esquiva la vía del tren, nos encontramos con el complejo<br />

deportivo Europa, que limita con nuestro centro por su vertiente sur, y que ha<br />

servido de práctica deportiva a nuestros discentes durante muchos cursos.<br />

El centro comenzó su andadura el año 1992. Aunque debo matizar que,<br />

para los que nos hallamos envueltos en el mundo educativo, los años van desde<br />

septiembre hasta junio del siguiente año. Por tanto, nuestro año-curso de<br />

nacimiento fue el que media entre septiembre de 1992 y junio de 1993, aunque<br />

en septiembre de este último año es cuando, en verdad, culmina el curso con<br />

las últimas repescas de los rezagados.<br />

36


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

El instituto comenzó aplicando la nueva legislación en materia<br />

educativa, la LOGSE, más inclusiva e igualitaria, con más medios y, sobre todo,<br />

con nuevas metodologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje.<br />

Este era el centro en el que recalé en el curso 1995-96 para culminar en<br />

su primera promoción con unos magníficos resultados en selectividad. La prensa<br />

local se hizo eco del prestigio adquirido gracias a la destreza intelectual de<br />

nuestros alumnos. Sorprendió que un centro con chicos y chicas de familias<br />

mayoritariamente humildes y de extracción obrera lograra este hito, pero así<br />

fue. Cabe reseñar, también, que, por aquel entonces, acudían muchos alumnos<br />

de las pedanías del norte. Aún no se había construido el <strong>IES</strong>O de La Paca ni el<br />

nuevo centro en el antiguo cuartel de artillería.<br />

Mucho ha cambiado la tipología del centro desde entonces como<br />

reflejo ineludible de los cambios en la sociedad: la incorporación a la UE, el euro,<br />

el boom inmobiliario en España -y, en consecuencia, en Lorca-, la venida de<br />

inmigrantes del Magreb, -principalmente de Marruecos, de América del Sur,<br />

Ecuador mayoritariamente, de Europa del Este-, supuso una transformación<br />

espectacular de las caras, entonaciones, vestimentas y colores que<br />

zigzagueaban por nuestros largos pasillos. Lorca y su barrio cambió y, por tanto,<br />

también lo hizo el <strong>IES</strong>. Como la magnífica y bellísima canción del chileno,<br />

miembro del grupo Quilapayún, Julio Numhauser, “Cambia, todo cambia”<br />

nuestro instituto también cambió. ¡Vaya que si cambió! Hubo, como en todas<br />

partes, chicos que prefirieron el enriquecimiento rápido -trabajando en el<br />

ladrillo- a la formación y la cultura para forjarse un futuro más sólido, material y<br />

espiritual. Profesores y profesoras que por razones variadas abandonaron el<br />

centro: jubilaciones, traslados y comisiones de servicio, como fue mi caso<br />

durante nueve años, etc. La plantilla aumentó hasta superar los cien profesores,<br />

37


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

para luego descender vertiginosamente cuando se aplicaron los recortes en<br />

educación.<br />

Y es que, tras el espejismo de la época dorada del boom inmobiliario<br />

sobrevino una brutal crisis que transformó el aspecto de nuestra urbe y, por<br />

ende, de nuestro centro. Las oficinas de las inmobiliarias desaparecieron, al igual<br />

que las grúas y el cemento. La cementera de Serrata cerró, las oficinas<br />

bancarias desaparecieron de la noche a la mañana y, en su lugar, aparecieron<br />

locales de compra-venta de oro. Cerraron comercios, locales, bares y<br />

restaurantes. El paro hizo estragos. El semblante y ánimo de la gente cambió y<br />

el aire que se respiraba por las calles de Lorca se tornó gris y triste. Todo cambia.<br />

Y llegó la puntilla, el terremoto que agrietó las paredes y los corazones<br />

de nuestra ciudad. También afectó, aunque en menor medida que a otros<br />

centros, al <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias. Hubo que exigir un arreglo que no acababa<br />

de llegar.<br />

El golpe fue demoledor y multiplicó los<br />

efectos de la crisis económica que ya<br />

padecíamos. La población se estancó.<br />

Hubo retorno de inmigrantes a sus<br />

países de origen, especialmente a<br />

Ecuador.<br />

Este instituto en el que he desarrollado la mayor parte de mi vida laboral<br />

forma parte de mis sueños, de mis recuerdos, de frustraciones, de muchas<br />

alegrías y de mis luchas. Los jueves verdes con nuestras camisetas en la puerta<br />

del instituto para reclamar los derechos perdidos y defender la Escuela Pública<br />

forman parte del compromiso social y, además, sirve de ejemplo pedagógico<br />

38


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

a nuestros pupilos. Guardo un grato recuerdo de mis alumnos y alumnas,<br />

especialmente de los sordos que, con tenacidad se han esforzado por aprender<br />

y lo han conseguido. Alguno incluso, posteriormente, ha obtenido<br />

brillantemente titulación universitaria. De mis compañeros y compañeras de<br />

faena, incluidos los conserjes y los trabajadores de secretaría, así como los que<br />

han pasado por nuestra cantina, sólo quiero hacer una mención genérica<br />

porque correría el riesgo de dejarme a alguien sin mención y no quiero cometer<br />

tamaño tropiezo. Han sido una familia que, como toda familia, tiene sus cosas,<br />

sus dimes y diretes, pero en lo esencial nos hemos mantenido solidariamente<br />

unidos y hemos sido cómplices de nuestro amor a la enseñanza. He tenido la<br />

enorme suerte de reincorporarme al centro en el momento oportuno para<br />

desplegar lo mejor de mí mismo en el arte de enseñar. De la pizarra tradicional<br />

y la tiza, con su polvillo blanco entre los dedos, al tablero digital, con su grueso<br />

lápiz electrónico, he asumido, sin estupor, el cambio. Además, he podido ver a<br />

mi hijo titular bachillerato y a mi hija encauzarse, satisfactoriamente. Bueno, en<br />

este último caso, aún tendré que realizar esfuerzos para que se enderece y no<br />

se tuerza.<br />

Veinticinco años enseñando y aprendiendo, porque se aprende<br />

enseñando. Todo cambia. Quienes antaño eran alumnos míos, hoy, enseñan en<br />

el mismo centro con pasión y dedicación. Y es que, solo el que enseña con<br />

pasión puede aprender, al tiempo, con intensidad y, sobre todo, ser feliz.<br />

CAMBIA, TODO CAMBIA<br />

José Antonio Pujante Diekmann<br />

Profesor de Filosofía.<br />

39


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Cuando me animé a escribir sobre mi trayectoria como profesora del<br />

Instituto Príncipe de Asturias, me planteé cuáles serían aquellos aspectos que de<br />

manera significativa han marcado mi vida profesional y personal durante los<br />

años que llevo en el centro.<br />

Llegué cuando el instituto abrió sus puertas, comenzando<br />

prácticamente mi carrera profesional aquí. Desde el principio pude percibir lo<br />

que a lo largo de los años se han ido configurando como señas de identidad<br />

del centro: la familiaridad, la cercanía al alumnado, la acogida y la disposición<br />

a innovar entre otros aspectos.<br />

Como profesora de Música podría centrarme en cómo se ha<br />

desarrollado la vida musical del Centro durante estos <strong>25</strong> años; desde los<br />

concursos de villancicos, las audiciones de final de curso, los recitales de música<br />

y poesía y nuestra Semana Musical, que desde hace once años, cada<br />

primavera nos acompaña.<br />

Pero me gustaría ir más allá. Si algo me ha mantenido aquí es darme<br />

cuenta de que el Príncipe de Asturias representa lo mejor de la educación<br />

pública en la que yo creo, la que nos hace más iguales. La diversidad de<br />

nuestros alumnos ha sido un reto al que nos hemos enfrentado no sin dificultades<br />

pero siempre abordándolo sin darle la espalda. Abrimos las puertas a los<br />

alumnos con necesidades educativas especiales que hoy se enorgullecen de<br />

haber estado en este centro, hemos conseguido que la diversidad cultural sea<br />

una oportunidad para que nuestros alumnos aprendan a convivir y a respetarse,<br />

hemos apostado por sacar lo mejor de cada uno. Por eso, hemos tenido<br />

alumnos brillantes por su expediente académico y otros que han brillado por su<br />

40


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

espíritu de superación. El apostar por todos los “brillos” es lo que me ha<br />

mantenido anclada a este instituto.<br />

Espero jubilarme aquí. Esta es mi casa y mis compañeros mi segunda<br />

familia.<br />

Carmen Ayala Druet<br />

Profesora de Música.<br />

Celebración de la Semana Musical.<br />

41


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Hi everybody!!!!<br />

Soy Mari Huertas García Murcia, una de las teachers del Departamento<br />

de Inglés del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias. Aunque no llegué al Centro el mismo año<br />

que empezó, me siento casi “socia fundadora de esta empresa”, pues llegué al<br />

curso siguiente (1993-94). Prácticamente llevo toda mi vida laboral aquí, lo cual<br />

celebro con alegría (¿dónde iba a estar mejor?).<br />

De este centro quiero destacar varias cualidades que le han hecho<br />

tener su propio carácter. En primer lugar, yo diría que es un centro diverso. Con<br />

esto quiero decir que tenemos mucha diversidad en muchos aspectos, sobre<br />

todo en alumnado. También diría que es un centro activo. Yo creo que nadie<br />

hace más actividades extraescolares y salidas que nosotros. Varios han sido los<br />

recuerdos, el primero de ellos fue Juan Ferrando, nuestro actual director, que en<br />

aquellos tiempos me convenció para irme de viaje de estudios a París con una<br />

colega de Francés para acompañar a los alumnos de la primera promoción. El<br />

Centro también es emprendedor: cuántos proyectos, planes innovadores y<br />

programas han pasado por aquí con el fin de facilitar el aprendizaje a nuestro<br />

alumnado. Yo he participado en muchos pero, sobre todo, debo señalar mi<br />

experiencia en los diferentes proyectos Erasmus, que siempre ha sido muy<br />

enriquecedora. Esto debo agradecérselo a mi colega Carmen de Paco y a mi<br />

gran compañero de sufrimientos y alegrías Luis Sánchez. Finalmente yo diría que<br />

es un centro simpático y acogedor. Creo que la gran mayoría de alumnos,<br />

profesores y personal no docente que han pasado por él tienen un buen<br />

recuerdo de su estancia aquí.<br />

Cómo no hablar de mi experiencia en mi querido departamento. Tengo<br />

que decir que mis compañeras (digo compañeras porque casi siempre han sido<br />

42


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

chicas) son lo que no está escrito: las quiero a todas, a las que están y las que<br />

han estado. Pero cómo no nombrar a mis queridas María José, Mati,<br />

Cristina, Carmen de Paco, Leonor … Ah, y aunque no están aquí ya, a mis<br />

queridas Consuelo, Míriam y Marisa. Cuántas reuniones de Departamento en la<br />

cantina siempre peleando a ver quién habla más. Muchas veces con risas, a<br />

veces algo más serias … María José siempre quejándose de que no manda lo<br />

suficiente porque al final quien dice lo que hay que hacer es Leonor (aunque<br />

no lo parezca).<br />

Pero no puedo hablar bien solo de mi departamento, siempre he<br />

sentido el cariño de todos mis compañeros. Bueno y qué decir de mi hermano.<br />

Siempre es bueno tener a alguien de la familia cerca. Esto es gracioso, casi<br />

todos los años algún alumno me hace la misma pregunta: Maestra, ¿es que eres<br />

hermana del Murcia?¡Pues no os parecéis en na!<br />

Bueno, como he dicho antes, ya llevo añicos aquí y eso significa que he<br />

enseñado inglés a padres, hijos y quién sabe si a algún nieto… También puedo<br />

hablar de la experiencia de tener compañeros ahora que fueron alumnos antes.<br />

Uno de ellos es José Tomás, que como él mismo me ha recordado alguna vez,<br />

tuve que abandonar a mitad de curso porque mi segunda hija quiso nacer<br />

antes de tiempo y tuve que irme a reposar a casa.<br />

Dicho todo lo anterior, concluyo diciendo que este centro ha sido<br />

siempre parte de mi vida. Me casé trabajando aquí, mis hijas nacieron estando<br />

aquí, desafortunadamente perdí a mi padre estando aquí también trabajando.<br />

Y siempre en estas ocasiones me he sentido acompañada por mis compañeros.<br />

Qué suerte he tenido.<br />

¡¡¡VIVA NUESTRO CENTRO!!!! ¡¡¡VIVA EL <strong>PRÍNCIPE</strong> <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong>!!!!<br />

Mari Huertas García Murcia<br />

Profesora de Inglés<br />

43


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Junio de 1992. Acaba de salir el concurso de traslados. Tengo suerte.<br />

Me han dado el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias. Por segunda vez me conceden la<br />

primera opción que pido. He de trasladarme a Lorca por cuestiones familiares y<br />

decido solicitar en primer lugar un centro de nueva apertura. ¡Es un <strong>IES</strong>!. ¡Qué<br />

locura! Soy de BUP y ni idea del nuevo sistema de enseñanza. Pero tengo 28<br />

años.<br />

No conozco a nadie en Lorca y en un centro nuevo todo el personal,<br />

tanto docente como laboral, vamos en las mismas circunstancias. Eso me hace<br />

decantarme por esta opción.<br />

Me dirijo al <strong>IES</strong> Ramón Arcas. Me han dicho que es allí donde puedo<br />

encontrar a algún otro profesor del futuro claustro. En él hay un aula que este<br />

centro ha cedido al “Príncipe” para que sus trabajadores empiecen con la<br />

gestión del mismo. El edificio todavía no está terminado. Me presentan a Rafael<br />

González, el director.<br />

Solo tengo una obsesión: “las cajas rojas”. Me han dicho que en ellas<br />

está todo sobre la LOGSE y que lo primero que tengo que hacer es<br />

estudiármelas. ¡Por fin! Ya las tengo.<br />

Veo a Rafael dos veces más y así, sin esperármelo, me propone la<br />

Jefatura de Estudios. Tiene que formar el Equipo Directivo ya y tiene a la<br />

secretaria, Matilde Ayuso, pero la Jefatura está desierta, y no tiene más personal<br />

a mano para hacer la propuesta. Decido aceptar. Mi vida es una competición<br />

conmigo misma. Nunca me permito un no por indolencia o cobardía.<br />

Bueno, así empezó todo.<br />

He pasado casi toda mi vida profesional en este centro. Tengo muchos<br />

recuerdos. No todos buenos. He sufrido también mucho. Pero nuestro cerebro,<br />

44


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

tiene la bendita capacidad de recordar lo bueno y apartar de la memoria lo<br />

malo.<br />

He tenido la enorme suerte de trabajar en lo que más me gusta. Soy<br />

“maestra”. Esa palabra que aprendí en este centro cuando llegaron los primeros<br />

terceros de la ESO y así se dirigían a mí. En los cinco anteriores cursos, destinada<br />

en La Unión y Cartagena, ningún alumno usó ese término para hablar de y con<br />

nosotros los docentes. Sí, maestra, de Inglés, pero maestra. Pronto esos alumnos<br />

me enseñaron mi profesión, que por un azar de la vida había tropezado con el<br />

inglés pero que posiblemente podría haber impartido otra asignatura porque lo<br />

que realmente me gusta es estar delante de un grupo de alumnos y tratar de<br />

establecer una relación con ellos.<br />

Pues a todos y cada uno de los alumnos de este centro, a los que he<br />

tenido el placer de conocer, y a los que conoceré, les doy las gracias y les grito<br />

¡enhorabuena! Vosotros sí que habéis sido mis profesores. Me habéis enseñado<br />

a que hay que ser tolerante, paciente, caritativa, condescendiente y mucho<br />

más.<br />

A todos y cada uno de vosotros, muchas gracias y feliz aniversario.<br />

María José Martín Ros<br />

Profesora de Inglés.<br />

45


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

En primer lugar, quiero felicitar al <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias por su fecunda<br />

trayectoria en estos <strong>25</strong> años de andadura.<br />

Mi llegada al <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias fue un poco casual, claro, por ser<br />

maestra. Me vais a permitir hacer un poco de memoria. ¿Quién no recuerda<br />

la llegada de los primeros y segundos de la ESO a los <strong>IES</strong>? ¡Aquello era una<br />

locura! ¿A quién se le había ocurrido semejante hazaña?, pensábamos todos.<br />

!Eran niños demasiado pequeños para convivir con alumnos de bachillerato y<br />

de ciclos formativos!<br />

Pues bien, corría el año 2000 y aquellos “locos bajitos” llegaban sin más<br />

premura a los centros de secundaria. A la misma vez los institutos se preparaban<br />

para recibirlos. Puedo imaginar los claustros con su profesorado interviniendo,<br />

“¡Qué vienen ya!”, pues sí, aquel momento que todos habíamos esperado con<br />

cierta incertidumbre y zozobra había llegado.<br />

Era el momento de apagar las luces, bajar el telón y mientras<br />

abandonaba aquel lugar miraba hacia atrás recordando tantos momentos<br />

vividos en el colegio, “ya te vas, para no volver”. Paralelamente, los claustros<br />

de los colegios también nos despedían con cierto sentimiento.<br />

Recuerdo que fue uno de los veranos con más incertidumbre que he<br />

pasado en mi vida.<br />

Había estado en ese colegio 13 años y había sido muy feliz. Era difícil<br />

decir adiós a aquel lugar donde había aprendido tanto. Por otra parte, pensaba<br />

constantemente de qué forma recibirían a los maestros en los institutos. Era un<br />

volver a la casilla cero, al punto de partida.<br />

46


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Llegó septiembre y esos “locos bajitos” hacían su aparición, pero junto<br />

con ellos llegaba otro paquete, “sus maestros”, y ahí estaba yo, dispuesta a un<br />

nuevo desafío, por supuesto desconocido.<br />

Imagino que para los profesores de los institutos también sería un poco<br />

difícil, pero en este centro pronto aprendieron a querernos y a vernos como unos<br />

más de los suyos.<br />

Aterrizamos en el Príncipe un buen equipo de maestros jubilosos, con<br />

ganas de trabajar y dispuestos a desafiar nuevos retos en nuestra vida<br />

profesional.<br />

Algunos de estos maestros ya se han ido y otros ya se han jubilado. !Ya<br />

quedamos pocos! Es preciso destacar aquella “generación”, aquel equipo de<br />

maestros que fueron incorporándose al <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias, unos antes y<br />

otros después, pero en dos años todos estábamos perfectamente ubicados.<br />

Cómo no hablar de Juan de Educación Física, que por desgracia no nos<br />

acompañó durante mucho tiempo, Asensio, Gloria, Martín, Lázaro, Alicia o Mari<br />

Huertas.<br />

Éramos un cuerpo a extinguir. Aquel año se abrieron las puertas de los<br />

<strong>IES</strong> para recibir a los maestros, pero inmediatamente después se cerraban para<br />

nunca más volver a abrirse. Aquel fue nuestro momento, increíblemente un<br />

golpe de suerte, nunca más llegarían maestros a un centro de secundará (ni<br />

para hacer sustituciones). Éramos todos diferentes y de distintas especialidades.<br />

Pronto nos hicieron un sitio en sus tertulias, en sus reuniones, en sus comidas, etc.<br />

Me gustaría decir y expresar muy alto que siempre me sentí muy bien<br />

acogida y, por qué no decirlo, incluso querida! había tenido mucha suerte de<br />

llegar a este centro!<br />

Muy pronto nos hicimos nuestro sitio, algunos de ellos pronto ocuparían<br />

cargos directivos, como es el caso de Martín, otros tenían otras<br />

47


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

responsabilidades, incluso formarían a los profesores de secundaria, como es el<br />

caso de Lázaro, sabía más de medios informáticos que nadie en el Centro,<br />

pronto empezó a organizarnos y a impartir cursos de formación para el<br />

profesorado del Instituto<br />

En mi caso, Juan contaba siempre conmigo para experimentar (muy<br />

propio de él) algunos proyectos que en aquel momento eran novedosos: PROA,<br />

PRC, etc. Recuerdo que nos decía: “Los maestros tenéis mucho tacto para llevar<br />

a cabo este tipo de proyectos”.<br />

En fin, he convivido en este centro durante diecisiete años y tengo que<br />

agradecer enormemente además de al equipo directivo por su buen hacer, a<br />

ese “pedazo de Departamento de Inglés” lo bien que me hicieron sentir desde<br />

el primer momento.<br />

Pronto hicimos una simbiosis perfecta. Yo aportaba mi experiencia de<br />

la forma de trabajar en el colegio y por otra parte yo bebía de sus<br />

conocimientos, metodología. Rápidamente me sentí contagiada por sus ganas<br />

de trabajar y de ese buen ambiente que se respiraba en el Departamento de<br />

Inglés.<br />

Siempre les estaré enormemente agradecida a mi Departamento, al<br />

equipo directivo y a todos los compañeros de este centro por su trato, su cariño<br />

y por haberme hecho sentir en todo momento como si estuviera en “mi<br />

colegio”. Muchas gracias.<br />

Matilde Hernández Martínez<br />

Profesora de Inglés.<br />

48


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Llegué a este instituto por obligación en septiembre de 1994. Con<br />

destino definitivo en el actual <strong>IES</strong> San Juan Bosco, llegó el jefe de estudios al aula<br />

donde estaba impartiendo clases y me dijo que me trasladaban al <strong>IES</strong> Príncipe<br />

de Asturias en comisión de servicios para poner en marcha la implantación de<br />

los Módulos Experimentales de nivel II y III de la especialidad de Comercio y<br />

Comercio Exterior dentro de la Nueva FP.<br />

Junto a dos profesores, me trasladé al <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias, con el<br />

curso iniciado y, lo más grave, sin alumnos. Fue una odisea que salió adelante<br />

por la juventud y ganas que pusimos; no teníamos libros, ni materiales y ni<br />

siquiera una programación o boletines de notas; tuvimos que hacerlo todo,<br />

incluso iniciar la Formación en Centros de Trabajo (FCT); fue un año de locos.<br />

Recuerdo incluso que algunos compañeros nos decían si veníamos del<br />

Ayuntamiento, pues ni siquiera ellos sabían qué enseñanzas impartíamos.<br />

Lo peor fue cuando nos comunicaron que al año siguiente<br />

desaparecían los Módulos Experimentales y se convertirían en Ciclos Formativos<br />

de Grado Medio y Superior de Comercio, y Comercio internacional. Otra vez a<br />

empezar de nuevo.<br />

Durante estos años hice varios cursos en Madrid para formarme en estas<br />

enseñanzas, pues yo aprobé la oposición por otra especialidad y no había<br />

ninguna otra formación, ni siquiera en la universidad.<br />

Hicimos marketing para poder atraer a alumnos, al no ser nada<br />

conocida al nueva FP y nos fue bastante bien. Es muy reconfortante encontrar<br />

a antiguos alumnos en empresas donde han puesto en práctica sus<br />

conocimientos profesionales.<br />

49


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Durante este tiempo he sido jefa de Departamento tres años, cuatro<br />

jefa de Estudios adjunta y quince secretaria. Así que he vivido de todo: trabajo,<br />

esfuerzo, alegrías, penas, logros, desengaños, pero sobre todo satisfacción<br />

personal y profesional por poder participar no solo en las maneras de actuar y<br />

de pensar de los alumnos, habilidades, valores e ideales que forjan su<br />

personalidad, sino también en la adquisición de capacidades y aptitudes para<br />

el desarrollo de la actividad en un campo profesional y facilitar su adaptación<br />

a las modificaciones laborales que pueden producirse a lo largo de su vida.<br />

Isabel Cuadrado Reverte<br />

Profesora de Organización y Gestión Comercial.<br />

Visita de los alumnos a empresas colaboradoras<br />

50


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

El <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias fue el primer centro de la Región de Murcia<br />

que incorporó por primera vez en el curso 1994/95 la recién creada Familia<br />

Profesional de Comercio y Marketing con la creación de los Módulos<br />

Experimentales de Nivel 2 de Comercio y Nivel 3 de Comercio Exterior,<br />

transformándose en el curso 1995/96 en los Ciclos Formativos de Grado Medio<br />

de Comercio (hoy Actividades Comerciales) y Grado Superior de Comercio<br />

Internacional.<br />

En estos <strong>25</strong> años la sociedad y el entorno del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias han<br />

sufrido una enorme transformación que se ha visto reflejada en la evolución de<br />

las enseñanzas de Formación Profesional.<br />

Entre los aspectos más destacables de dicha evolución destacaríamos<br />

la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s)<br />

al proceso de enseñanza, la actualización de los ciclos formativos (en el formato<br />

LOE ambos ciclos tienen la duración de dos cursos académicos) y la ampliación<br />

de la oferta a la Formación Profesional Básica de Servicios Comerciales), la<br />

heterogeneidad del alumnado (alumnos que acceden del grado medio al<br />

superior, alumnos que cursan los estudios para completar su formación<br />

universitaria o para reciclarse tras una carrera profesional truncada por la crisis<br />

como mejor vía para reintegrase en el mercado laboral, etc.) y la mejora de la<br />

imagen de la formación profesional que hoy día se contempla como una vía<br />

formativa de gran interés pero que en los inicios era percibía como una “vía<br />

menor” de formación.<br />

Un aspecto clave del éxito de la formación profesional es que sus<br />

estudios (ya sean de ciclo formativo –grado medio o superior-, FP Básica o<br />

incluso los módulos experimentales impartidos en los primeros años incorporan<br />

51


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

prácticas en empresas (Formación en Centros de Trabajo) que se han<br />

convertido en una vía de inserción laboral. Podemos afirmar, sin caer en la<br />

complacencia, que nuestros alumnos titulados tienen un alto grado de inserción<br />

laboral en parte por las prácticas ya que un número significativo de ellos se<br />

queda trabajando en la misma empresa donde las realiza.<br />

Gracias a la confianza que las empresas han depositado en nuestro<br />

instituto y su compromiso de colaboración, hemos logrado formar con garantías<br />

a nuestros alumnos. Por ello queremos agradecerles su participación, porque sin<br />

el trabajo conjunto no hubiera sido posible.<br />

En el caso del ciclo de Comercio Internacional algunos realizan desde<br />

hace años prácticas mediante el programa Erasmus, principalmente en Dublín<br />

donde ya tenemos una “pequeña colonia” de murcianos que tras sus prácticas<br />

continúan allí su carrera profesional.<br />

Queremos agradecer el interés y esfuerzo de todas las promociones de<br />

alumnos que han pasado por nuestras aulas y que en su mayor parte han<br />

conseguido labrarse un futuro profesional en los sectores afines a nuestros<br />

estudios.<br />

Por parte del profesorado del Departamento de Comercio y Marketing<br />

(y de los compañeros de inglés que imparte clase en FP) deseamos que en los<br />

próximos <strong>25</strong> años la Formación Profesional se revalorice y se perciba por la<br />

sociedad como una vía formativa que garantiza una formación integral y<br />

adaptada a las necesidades de las empresas y de la sociedad en su conjunto.<br />

Departamento de Familia Profesional de Comercio y Marketing<br />

<strong>IES</strong> <strong>PRÍNCIPE</strong> <strong>DE</strong> <strong>ASTURIAS</strong><br />

52


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Aún recuerdo la primera vez que entré al Príncipe de Asturias. Tenía 16<br />

años. Iba con mi padre, un día de septiembre de 1996, para matricularme en 4º<br />

de ESO. La incertidumbre y el miedo de los primeros días enseguida<br />

desaparecieron. Mis compañeros, pronto amigos, y mis profesores, me<br />

acogieron desde mis primeros instantes en el Instituto. No podía imaginar que,<br />

parafraseando a García Márquez, muchos años después había de recordar<br />

aquella tarde y, cosas de la vida o del azar, lo hago en el mismo sitio en el que<br />

entonces estaba, en mi instituto.<br />

Pensar en mi etapa como estudiante de bachillerato y secundaria me<br />

produce nostalgia y satisfacción al mismo tiempo. Nostalgia por los buenos<br />

momentos vividos con mis compañeros, hoy amigos, que rescatamos cada vez<br />

que nos vemos y hablamos del instituto: los viajes con Antonio Campoy, aquel<br />

premio que ganamos con Juan Manzanares y gracias al cual hicimos ese<br />

recorrido por las radios y televisiones locales, la presentación de candidaturas al<br />

Consejo Escolar, y otras muchas cosas. Satisfacción por haber tenido la suerte<br />

de recibir una educación pública de calidad por parte de unos profesores que<br />

primero me enseñaron Matemáticas, Lengua o Historia y, años más tarde, la<br />

mejor forma de transmitir esos conocimientos e inculcarles valores a mis alumnos<br />

como compañero y profesor del Centro.<br />

Como docente, empecé haciendo las prácticas del entonces<br />

denominado CAP y, dos años más tarde, inicié mi carrera profesional al amparo<br />

de algunos de mis antiguos profesores como Tana, Celia, Carmen Ayala,<br />

Antonio Campoy, Lola Abellán o tantos otros que ahora pasaban a ser mis<br />

compañeros. No pude evitar sentir cierta extrañeza la primera vez que traspasé<br />

la puerta del Departamento de Lengua y Literatura, era raro, me sentía fuera de<br />

55


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

lugar, aunque mucho más extraño fue la vez en que algún conserje me<br />

preguntaba al salir a la calle a quinta hora o en un recreo que dónde iba yo sin<br />

pedir permiso, y yo, no sin rubor y un poco de vergüenza, contestaba que a mi<br />

casa o al Eroski, naturalmente. Ya no era un alumno aunque, seguramente, es<br />

lo que parecía.<br />

Son muchas las cosas que podría destacar del Instituto, los proyectos<br />

en los que me he involucrado y sigo estando pero, sin duda, hay una a la que<br />

debo referirme en estas líneas: la biblioteca. Confieso que, a veces, en esos<br />

momentos solitarios, donde solo tengo libros alrededor y un ordenador delante<br />

con un montón de cosas por hacer, he pensado lo curioso que resulta que en<br />

esa misma sala, hoy convertida en biblioteca, haya hecho tantos y tantos<br />

exámenes de Inglés, Historia, Arte o Lengua. Hace ya algunos años tuve la suerte<br />

de que confiaran en mí para, primero formar parte de ella y luego pasar a ser el<br />

coordinador, por cierto, de un equipo fabuloso. No hay nada que me reconforte<br />

y que me guste más, mis compañeros lo saben, si alguien me busca, es fácil, en<br />

la biblioteca, siempre en la biblioteca. Una biblioteca siempre viva y llena de<br />

alumnos que, afortunadamente, forma parte de la vida del centro, de su día a<br />

día, de su pulso vital. La apuesta que, ya hace algunos años, el equipo directivo<br />

hizo, y el trabajo arduo e intenso del primero equipo de biblioteca, con la<br />

profesora Julia Balsalobre a la cabeza, ha sido y es digno de encomio. A sus<br />

decisiones y trabajo le debemos que hoy la biblioteca sea el corazón del<br />

Príncipe de Asturias.<br />

Recordando así mi historia en el Príncipe, me vienen a la memoria<br />

aquellas nubes de las que hablaba Azorín, siempre las mismas y siempre distintas.<br />

Vivir es ver volver y las vueltas muchas veces son positivas.<br />

Para finalizar, me gustaría destacar el entusiasmo por la educación, las<br />

ganas de mejorar y la profesionalidad que he percibido a lo largo de estos años<br />

56


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

en muchos de mis compañeros que trabajan en el Centro. Es esta, sin duda, la<br />

clave de un éxito que debe traer otros <strong>25</strong> años de innovación y calidad<br />

educativa.<br />

José Tomás Ríos<br />

Profesor de Lengua y Literatura.<br />

Primeras revistas editadas en el <strong>IES</strong> (años 97- 99)<br />

57


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Desde que en 1972 se inaugurara el <strong>IES</strong> Francisco Ros Giner, en Lorca<br />

existían dos institutos de Enseñanza Media: uno masculino, el Ros, y otro<br />

femenino, el José Ibáñez Martín, construido en 1944, monumento a la<br />

arquitectura racionalista en nuestra ciudad. También se estudiaba desde 1956<br />

en la Escuela de Maestría Industrial, icono del arquitecto Miguel Fisac,<br />

lamentablemente desaparecido. Más adelante estos estudios fueron<br />

trasladados al San Juan Bosco, quedando el edificio de la antigua Escuela de<br />

Maestría como <strong>IES</strong> Ramón Arcas Meca. Con la llegada de la Democracia, en<br />

1981, se eliminó la división del alumnado por sexos -viejo recuerdo del régimen<br />

franquista- y los institutos volvieron a ser mixtos.<br />

El crecimiento urbano y demográfico de Lorca en los años 80 generó la<br />

necesidad de crear un nuevo instituto, siendo en 1988 cuando el Ayuntamiento<br />

solicita al Estado la construcción del nuevo centro. Se contemplaron varias<br />

opciones para su ubicación, eligiéndose finalmente unos terrenos existentes en<br />

la barriada de San Diego, entonces en plena expansión, y aprovechando una<br />

operación urbanística ligada a la construcción de un gran centro comercial.<br />

Dicha operación suponía la recalificación de los terrenos del futuro<br />

centro comercial de zona verde a equipamiento comercial. Como<br />

contraprestación, el Ayuntamiento obligó a los promotores a ceder suelo en sus<br />

proximidades para construir varios centros públicos: un polideportivo (el Felipe<br />

VI), un centro de salud (el de San Diego) y un instituto de enseñanza secundaria<br />

(el Príncipe de Asturias). Además, el parking del centro comercial debía tener<br />

uso público para todos los usuarios.<br />

58


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Mientras se construía nuestro instituto, el alumnado excedente del Ros y<br />

del Ibáñez se ubicó en el Ramón Arcas junto a la Escuela de Adultos, la<br />

Universidad Popular y el Centro de Profesores y Recursos de Lorca.<br />

Nuestro instituto fue proyectado por el arquitecto Cristino Guerra López<br />

sobre una parcela de 14.000 m 2 , de los que 5.800 m 2 corresponden al edificio<br />

principal. El presupuesto de las obras ascendió a 380 millones de pesetas (2,28<br />

millones de euros). El Centro se construyó en un tiempo récord: en apenas diez<br />

meses, y se convirtió en uno de los más modernos de la Región de Murcia por<br />

sus infraestructuras. Se organizó el complejo educativo entorno a un gran<br />

edificio que dispone de un amplio vestíbulo y dos alas laterales, donde se<br />

situaron 24 aulas con una capacidad inicial para 960 alumnos, además de<br />

laboratorios, zona administrativa, salón de actos (que siempre resultó<br />

insuficiente), aseos y salas polivalentes. Además, fue dotado de salidas de<br />

emergencia, calefacción central y un ascensor para alumnos con movilidad<br />

reducida, una novedad en Lorca. En el patio trasero se situó la vivienda para el<br />

conserje, una cantina y un gimnasio con vestuarios de 540 m 2 de superficie;<br />

también dos pistas polideportivas, y se proyectó un jardín botánico con estación<br />

meteorológica. Recientemente el instituto ha sido ampliado.<br />

Pronto, el centro se convirtió en un referente por su arquitectura<br />

funcional abierta a la ciudad, recibiendo por ello el premio al instituto mejor<br />

diseñado en España en 1992.<br />

En su interior se puede apreciar un lenguaje visual depurado,<br />

destacando la diafanidad y luminosidad del vestíbulo y los retazos brutalistas<br />

que aparecen al mostrarse el hormigón en bruto en los pilares interiores. En los<br />

pasillos y aulas, las paredes se alicataron con azulejos mate en verde oliva. La<br />

transición entre ambos espacios quedó resuelta mediante grandes cristaleras<br />

superiores que proporcionan luz natural a los pasillos, luminosidad a la que<br />

59


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

ayudan las ventanas ciegas con piezas de vidrio pavés. Para proteger las<br />

diferentes estancias del sol y las altas temperaturas, las ventanas, correderas,<br />

fueron cubiertas por persianas enrollables o persianas movibles de lamas que<br />

recuerdan a las tradicionales de madera, muy propias de la arquitectura<br />

mediterránea.<br />

El flamante instituto fue inaugurado por el entonces Príncipe de Asturias<br />

(de ahí su nombre) y actual Rey de España, Felipe de Borbón y Borbón, el 20 de<br />

noviembre de 1992, una efeméride para la historia de nuestra ciudad,<br />

coincidiendo con el 550 aniversario de la promulgación de Lorca como Noble<br />

Ciudad por parte del Rey Juan II de Castilla. Además, fue el primer instituto de<br />

Lorca adaptado a la nueva legislación educativa (LOGSE) en la que se<br />

contemplaba la implementación de la Educación Secundaria Obligatoria.<br />

60


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Mi paso por el Instituto<br />

De mi paso por el Instituto guardo muchos y agradables recuerdos,<br />

muchas anécdotas, tanto de mis compañeros como de mis profesores.<br />

Resaltaría el buen ambiente de trabajo, las ganas por aprender y, sobre todo,<br />

el hecho de que muchos de aquellos compañeros hoy son mis mejores amigos.<br />

Resaltaría aquellas amistades que son para toda la vida. De vez en cuando,<br />

cuando nos juntamos, seguimos recordando nuestro paso por el instituto, con<br />

nostalgia, pero también con satisfacción y alegría, porque muchos de nuestros<br />

propósitos hechos en aquella época, hoy son realidad, conseguidos con mucho<br />

trabajo y esfuerzo.<br />

De mi paso por el instituto destaco tres cosas: nuestra revista “Tipp-Iex”,<br />

el premio que ganamos a nivel regional sobre la Asamblea Regional y mi etapa<br />

como representante de los alumnos, junto a mi compañero y amigo José Tomás<br />

Ríos, en el Consejo Escolar. Cada vez que vuelvo por el centro como profesor<br />

de Cáritas en el Programa de Infancia que allí se imparte por las tardes, es<br />

inevitable que aquellos recuerdos vuelvan. En definitiva, mi paso por el instituto<br />

ayudó a forjar mi futuro profesional y enriqueció mi crecimiento personal.<br />

¿CÓMO SE GESTÓ LA CONSTRUCCIÓN <strong>DE</strong> NUESTRO INSTITUTO?<br />

Joaquín David Romera Franco<br />

Antiguo alumno del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

61


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Al viajar al pasado y recordar mis años en el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias, lo<br />

primero que viene a mi memoria son las personas que me acompañaron en esa<br />

etapa. Los compañeros y profesores son los protagonistas de cada imagen, de<br />

cada recuerdo, de cada vivencia en el centro.<br />

Corría el año 1995 y yo era una chica de 14 años que pisaba por primera<br />

vez ese lugar. Todo era extraño, desconocido, y eso me causaba una mezcla<br />

de emociones: nerviosismo, incertidumbre, inseguridad…; pero al mismo tiempo<br />

me hacía sentir mayor y con muchas ganas de descubrir.<br />

Me dirigí a mi clase, que estaba llena de chicos y chicas de mi edad,<br />

todos desconocidos para mí, pero que en poco tiempo se convirtieron en mis<br />

compañeros y, muchos de ellos, en mis grandes amigos.<br />

Mi paso por el Príncipe de Asturias supuso un gran crecimiento personal,<br />

tanto a nivel académico, pues adquirí nuevos conocimientos y senté las bases<br />

para la Universidad; como -y si cabe, mucho más importante- a nivel personal,<br />

pues me permitió potenciar las relaciones sociales, el compañerismo, la<br />

amistad, la empatía, la complicidad, la confianza; valores que con el tiempo<br />

adquirirían una gran importancia en mi vida.<br />

Es muy difícil resumir mis años en el Instituto en pocas palabras, puesto<br />

que son muchos los recuerdos que perduran en mi memoria, pero tengo que<br />

destacar a algunas personas que marcaron ese tiempo. Mis grandes amigas:<br />

Vane, María Dolores e Isa; mis amigos Jaime y toda su peña; José Javier y Pedro;<br />

Diego, Pascual, Ramón, los compis de la Hoya, la Paca, Coy y Doña Inés. Por<br />

supuesto, mis queridos profesores: Damián, María José, Celia, Juan, Ascensión,<br />

Tana, Mari Luz… Con ellos y entre ellos, multitud de vivencias, como el viaje a la<br />

nieve (no pude reír más), las clases de Comunicación Audiovisual o las de<br />

62


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Teatro, que nos permitieron representar en el Guerra la magnífica obra Los unos<br />

vs. los otros; y ¡cómo olvidar las clases de Francés!, cuando Ramón copió todo<br />

el examen de Vane y, al darle la nota, Mari Luz le agradeció el cantazo: se había<br />

copiado hasta del nombre, pero literalmente -en el nombre puso: “Je suis<br />

Vane”-. Yo creo que el pobre no sabía ni lo que significaba.<br />

Durante aquellos años estudié mucho pero, sobre todo, me reí y me<br />

divertí a lo grande. Risas y diversión, siempre acompañadas de respeto a los<br />

demás, pues jamás atacábamos a un compañero o insultábamos a un profesor.<br />

Procurábamos ayudarnos entre todos y jamás hicimos que nadie se sintiera<br />

aislado. Jamás formó parte de nuestro rollo. Que tampoco forme parte del tuyo.<br />

Gracias <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias por todo lo vivido y aprendido. Siempre<br />

formarán parte de mí “aquellos maravillosos años”.<br />

María del Carmen Ruiz Jódar<br />

Antigua alumna del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

Programa Intercambios Sección Bilingüe Francés.<br />

63


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

-¡Una empanada!<br />

-¡Medio de tortilla!<br />

-¡Para mí uno de magra!<br />

-Jaime, atiende tú a estos que voy a ponerle el café a los maestros.<br />

Trabajando con quince años, ¿explotación?<br />

No, mis padres me dejan, los profes también,<br />

y saco buenas notas, te lo digo yo.<br />

Protagonista en teatro, en Tecnología el mejor,<br />

que te lo diga Pepe que trabajar me vio,<br />

deportista y apuesto, simpático y contento,<br />

y sobre todo… muy modesto.<br />

Pasando de curso, hasta Rafael me aprobó,<br />

el inglés se me escapa,<br />

y aunque la maestra es muy guapa,<br />

me va mejor español.<br />

Si el arte te da, está de moda el rap,<br />

con monopatín y un spray,<br />

¡cuánto podemos destrozar!,<br />

pero el ojo te ve y el vecino también,<br />

que con el fijo llamando…<br />

informa a Manzanares y a Juan Ferrando<br />

- ¡Así empiezan los de la ETA!<br />

64


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Pues no existía Hamás, ni Al Qaeda,<br />

ni Internet te contaba lo que pasaba ahí fuera.<br />

Alguna te fugas, no voy a entrar a “to”,<br />

con los recreativos enfrente… demasiada tentación.<br />

Ser delegado es lo más, te votan los compañeros y sale el más popular.<br />

Si hay suerte y tienes reunión te libras de alguna clase que sea un tostón.<br />

La enseñanza ha cambiado, nada era como hoy,<br />

a escribir diario te ponía el Campoy,<br />

no había partes, ni otra amonestación,<br />

el pescozón pasó de moda, y ya no se dice “don”.<br />

La convivencia de centros en el Huerto se instaló,<br />

actividades para todos por un mundo mejor,<br />

a media mañana de gustarnos dejó,<br />

fuimos al Erosky y se inventó el botellón.<br />

- Algún alumno tiene que ir a Argentina<br />

que aprender idioma da mucha salida.<br />

- Si el viaje es pagado yo lo tengo todo aprobado.<br />

- Pues si nadie más sale, a Jaime vamos a mandar,<br />

que aunque tenga malas compañas no es mal zagal.<br />

En el Príncipe fui preparado<br />

con conocimientos y vivencias,<br />

ante vientos y tormentas,<br />

todo aquello establecido.<br />

65


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Ahora enseño lo enseñado,<br />

pues de mis profesores he aprendido,<br />

preguntando lo no entendido,<br />

que no es más listo el que más sabe,<br />

sino el que más ha vivido.<br />

Y si alguno se me pasa, recuerde que lo recuerdo,<br />

pues después de estar muerto y con la mente perdida<br />

volver al Príncipe mi memoria activa,<br />

persigo a quien un cinco hubiera puesto y le digo esto:<br />

- Ahora soy tu compañero, ¡qué vueltas da la vida!<br />

Y EL <strong>PRÍNCIPE</strong> SE HIZO REY<br />

Jaime García García.<br />

Antiguo alumno del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

66


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Miedo. Esa fue la primera sensación que recuerdo acerca de mi llegada<br />

al <strong>IES</strong>. El cambiar de centro de educativo con apenas 13 años supuso un<br />

abandono rotundo de la que por aquel entonces era mi zona de confort. Nadie<br />

imaginaría que saldría de allí cargado de valentía y preparado para afrontar las<br />

desavenencias de la vida universitaria.<br />

Mis compañeros y yo fuimos recibidos con los brazos abiertos desde el<br />

primer día y, pronto, esa sensación de miedo se fue desvaneciendo hasta dar<br />

paso a un sentimiento familiar. Porque así nos sentíamos y nos sentimos<br />

actualmente: una gran familia. La vida en el <strong>IES</strong> nos brindó la oportunidad de<br />

formar esa familia a través de todos los eventos que se organizaban. Además,<br />

como integrante de la sección bilingüe, la familia planeaba el gran<br />

acontecimiento del año que era el intercambio con nuestros correspondientes<br />

franceses, el cual esperábamos siempre con grandes expectativas e ilusión.<br />

En nuestra memoria también hay espacio para las tartas del concurso<br />

de Santo Tomás de Aquino, la excursión a la casa de Miguel Hernández y las<br />

clases de natación en el polideportivo Europa que tanto nos ayudaban a<br />

desconectar.<br />

Lo mejor de todo es que esa familia sigue más viva que nunca después<br />

de casi de 10 años y los que una vez fuimos simples compañeros, se convirtieron<br />

a lo largo de los cursos en personas con las que hoy contamos para todo en la<br />

vida. Pero si hay una cosa que valoramos de esa época es la relación que nos<br />

brindó el maravilloso equipo humano que conformaba el instituto. Muchos de<br />

nuestros profesores consiguieron que confiáramos en ellos y contarles asuntos<br />

personales con mucha confianza. Siempre recordaré los grandes consejos<br />

vitales que recibí de ciertos profesores y ahora más que nunca los valoro, puesto<br />

67


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

que he cruzado ‘al otro lado’ y, como profesor universitario primerizo, estoy<br />

predicando con el ejemplo de profesionalidad que me mostrasteis.<br />

Tenéis muchos motivos para celebrar este <strong>25</strong> aniversario, pero seguro<br />

que el hacer feliz a una generación completa de jóvenes, es uno de los más<br />

especiales. ¡Feliz <strong>25</strong> aniversario, <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias!<br />

Pascual García Pérez<br />

Antiguo alumno del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

68


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Finalizaba ya el primer curso que se realizaba en el nuevo <strong>IES</strong> Príncipe<br />

de Asturias de Lorca. Durante el curso 92-93 se constituía legalmente el AMPA,<br />

concretamente el <strong>25</strong> de mayo de 1993, comenzaba una andadura de<br />

colaboración con el centro, docentes y equipos directivos que <strong>25</strong> años después<br />

sigue en plena actividad.<br />

Han sido muchos padres y madres implicados en estos años, desde el<br />

primer presidente, Francisco Martínez Serna, hasta el actual, y han sido muchas<br />

actividades las realizadas por el Centro con la colaboración de esta Asociación.<br />

Dando un repaso al libro de actas se puede comprobar que esta Asociación ha<br />

sido bastante activa, ha habido numerosas charlas, actividades extraescolares,<br />

o felicitaciones al centro y docentes como la del año 1996 en la que todos los<br />

alumnos del centro que se presentaron a selectividad en la convocatoria de<br />

junio aprobaron la prueba. También, la disposición de las cuentas bancarias del<br />

AMPA ha sido útil para el pago de viajes, libros y cualquier otra actividad<br />

propuesta por la Dirección o los distintos Departamentos. Por supuesto también<br />

hubo reivindicaciones y quejas que trataron de solucionarse.<br />

Esta Asociación también tuvo sus momentos difíciles, llegaron tiempos<br />

de crisis y esto afectaba a los padres y madres. Fue también menor la<br />

participación e implicación en el AMPA, sin embargo no cesó en su actividad y<br />

siempre hubo personas dedicadas a ella, personas preocupadas por la<br />

educación en general y en la de sus hijos en particular.<br />

Hoy el AMPA del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias de Lorca sigue estando activa,<br />

a la disposición de todos los padres y madres de alumnos, docentes y Equipo<br />

Directivo del Centro, con las ganas y ánimos de participar en todo aquello que<br />

71


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

nos sea posible y allí donde podamos aportar nuestro granito de arena para el<br />

buen funcionamiento de la actividad escolar y del centro en general.<br />

Hoy, <strong>25</strong> años después, seguimos …<br />

COLABORANDO<br />

<strong>25</strong> AÑOS <strong>DE</strong> AMPA.<br />

Juan Carlos Quiñonero Martínez<br />

Presidente AMPA <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias.<br />

Día del libro<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Actualmente tenemos dos hijos en el <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias. Uno está<br />

en primero de bachillerato y el otro en el Aula Abierta. Queremos felicitar al <strong>IES</strong><br />

Príncipe de Asturias no solo por su veinticinco aniversario, sino también por el<br />

buen funcionamiento del Centro en general. Estamos contentos y satisfechos<br />

de que nuestros hijos estudien en este instituto.<br />

Nos gustaría, sobre todo, hablar de nuestro hijo José Carlos. Él es autista<br />

y hace ya cinco años lo acogisteis dentro de un proyecto nuevo para vosotros,<br />

el Aula Abierta. Era la primera en un instituto público en Lorca. Supongo que al<br />

principio tendríais vuestras dudas, lo desconocido a veces asusta, pero desde<br />

luego no ha podido funcionar mejor.<br />

Nos recibisteis con mucha ilusión y ganas de trabajar cada día.<br />

Además, habéis conseguido integrarlo en actividades y hacerle partícipe de<br />

numerosas actividades y, lo más importante, le habéis dado la oportunidad de<br />

seguir con su educación en un centro ordinario y público.<br />

Sin duda alguna a mi hijo le está beneficiando mucho el instituto y<br />

aunque a veces le cueste, sobre todo algunos cambios, está aprendiendo a ser<br />

mucho más autónomo en la cocina, el huerto, durante las excursiones, en su<br />

clase de referencia, y en muchísimas cosas más… Vemos cómo va cambiando,<br />

cómo va evolucionando y sobre todo lo vemos muy contento.<br />

Ha tenido mucha suerte con todos los docentes que han estado y con<br />

todos los que están trabajando con él. No nos queda duda sobre vuestra gran<br />

labor diaria, ni tampoco sobre la buena elección que hicimos como padres al<br />

decidirnos por vuestro centro. Lo vemos tan feliz e integrado, que para nosotros<br />

como padres es una gran satisfacción y tranquilidad.<br />

Gracias de corazón.<br />

Micaela Correas Bravo y Juan Antonio Millán Miñarro.<br />

AMPA<br />

73


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Oí hablar del Príncipe, como se le suele llamar, cuando los primeros<br />

niños de doce años pasaban al instituto. Ese mismo año, a mi hijo mayor le tocó<br />

entrar en el primer curso que se hacía en la ESO. Puedo decir que cuando nos<br />

dieron la primera charla, mi intranquilidad se fue, salimos del salón de actos muy<br />

animados con lo que los profesores y el director nos hicieron sentir. Nos<br />

transmitieron tranquilidad, eran los primeros que se iniciaban en esa andadura<br />

en un instituto que estaba pensado para cuando fuesen un poco más mayores.<br />

Desde entonces hemos vivido muchas anécdotas con nuestros hijos a<br />

través del instituto como viajes al extranjero que no salen y se forma revuelo,<br />

concurso de tartas, concurso de cómics, congresos que les hacen pensar en<br />

cómo puede ser su futuro, noches eternas de exámenes de bachillerato, la<br />

alegría y los nervios de ir a recoger las notas, intercambios con otros países, el<br />

chocolate de Santo Tomás y mucho más.<br />

Sufrimos un terremoto que dañó el edificio pero, por suerte, no resultó<br />

tan grave como en otros centros de la ciudad. Como consecuencia, en ese<br />

momento, se nos presentó un problema, la incertidumbre de no saber dónde<br />

iban a hacer nuestros hijos el examen de selectividad, además de la falta de<br />

unas condiciones mínimas de estudio para poder prepararse y sacar buena<br />

nota. Sin embargo, puedo decir que siempre tuvimos la información que<br />

necesitábamos y, nuestros hijos, el apoyo del profesorado.<br />

Yo, como madre, no puedo estar más agradecida, puesto que mis hijos<br />

en este instituto no solo han tenido profesores sino también espejos en los que<br />

mirarse. Los he visto hablar de profesores con ilusión de seguir sus pasos, no en<br />

la docencia sino a la hora de disfrutar de lo que estudian y que le guste lo que<br />

hacen, no son todos, pero si un alto porcentaje de ellos.<br />

74


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

Así que, felicidades por estos veinticinco años de trabajo, gracias por<br />

enseñar a nuestros hijos con paciencia y tranquilidad, que no es fácil en esa<br />

edad, además de aguantarnos como padres y darnos la confianza de poder<br />

hablar con vosotros y resolver nuestras inquietudes. Por esta razón, siempre os<br />

estaré agradecida y espero dentro de otros veinticinco años poder escribir de<br />

nuevo.<br />

Juana Martínez Gázquez (AMPA)<br />

75


Departamento de Orientación y Aula Abierta.<br />

Actividades llevadas a cabo gracias a la colaboración del AMPA.<br />

76


<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

El grupo “<strong>25</strong> aniversario <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias” ha sido desde el<br />

momento de su creación el catalizador de toda la actividad generada<br />

alrededor de este acontecimiento. Nos ha permitido concentrar las<br />

aportaciones de todos aquellos que, a lo largo de veinticinco años, han<br />

formado parte de nuestra comunidad educativa, agilizando el intercambio de<br />

información y ofreciendo en su muro una muestra significativa de todo lo<br />

acontecido en nuestro centro a lo largo de toda su trayectoria.<br />

Cerca de un millar de miembros han colaborado con sus comentarios,<br />

imágenes y videos, de manera que, lo que hasta hace poco eran recuerdos<br />

casi privados, ahora también forman parte de nuestro patrimonio colectivo, y<br />

nos permiten rememorar los grandes momentos que hemos disfrutado juntos.<br />

Por todo ello, gracias a todos por compartir vuestros recuerdos, por haber<br />

aprendido, enseñado, trabajado y vivido en el Príncipe.<br />

FACEBOOK Y EL XXV <strong>ANIVERSARIO</strong><br />

Nuestra Historia en un escaparate.<br />

JEFATURA <strong>DE</strong> ESTUDIOS<br />

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<strong>25</strong> años de innovación y calidad educativa<br />

EQUIPOS DIRECTIVOS<br />

1992-1994<br />

Director: Rafael González Sánchez.<br />

Secretaria: Matilde Ayuso Rivero.<br />

Jefa de Estudios: María José Martín Ros.<br />

1994-1997<br />

Director: Juan Manzanares Rael.<br />

Secretario: José Avellaneda Bermejo.<br />

Jefatura de Estudios: José Antonio García Murcia y Elena Gómez Pérez.<br />

1997-2017<br />

Director: Juan Ferrando Blanquer.<br />

Secretaría (por orden de incorporación): Luis Sánchez Cañizares, Isabel Cuadrado Reverte<br />

y Andrés García López.<br />

Jefatura de Estudios (por orden de incorporación): Benito Guirao García, Isabel Cuadrado<br />

Reverte, Julia Balsalobre Marzo, Mª Gracia Martínez Vizcaíno, MªJesús Gavilán Ciudad,<br />

Antonio Martínez Hernández, Alfonso Cabrera Cánovas, Martín Jiménez Simón, Manuela<br />

Pallarés Ruiz, Luis Nicolás Ortiz y Luis Sánchez Cañizares.<br />

Equipo Directivo del <strong>25</strong> aniversario<br />

(de izq. a dcha: Luis Nicolás Ortiz,<br />

Juan Ferrando Blanquer, Manuela<br />

Pallarés Ruiz, Luis Sánchez Cañizares<br />

y Andrés García López).<br />

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Inauguración del <strong>IES</strong> Príncipe de Asturias el 20 de noviembre de 1992 por D. Felipe de<br />

Borbón, príncipe de Asturias.<br />

Claustro de profesores del <strong>25</strong> aniversario.<br />

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