Motor7 Noviembre 2017

PRUEBA
PRUEBA
UN REAL ADN MUSTANG
Comparado con la generación anterior, el Mustang evoluciona significativamente. Especialmente su frente que está inspirada en
un tiburón. La mirada es impresionante, el capó parece desproporcionado y las curvas afirman más el aspecto * GranTour *. Aún
así, el arco toma distancia del modelo anterior. Es por eso que preferimos la parte trasera, realmente muy exitosa, especialmente
aquellas luces que recuerdan el primer Mustang. Las dimensiones son americanas 4,784 metros de largo y 1,916 metros de
ancho.
El ambiente interior es bastante crudo, especialmente este tablero bastante masivo. Los guiños retro son agradables, como los
interruptores de plástico cromados, el botón de presión para iniciar la bestia y la instrumentación trabajada. La ergonomía es
generalmente satisfactoria, pero lamentamos las pocas aproximaciones del mapeo GPS. El Ford Mustang marca un progreso en el
acabado. Los plásticos espumados aparecen junto con los plásticos rígidos, mientras que los produc- tos de cuero son ahora más
favorecedores. Las inserciones falsas de cromo son, sin embargo, bastante frágiles.
Para ser un * Coupé Gran-Tourismo *, en el Ford Mustang no se pierde la habitabilidad. El espacio es muy generoso en la parte
delantera y los asientos traseros están lejos de ser ridículos y no demasiado rígidos, incluso si el protector del techo se mantiene
en la media en la versión Fastback . Y con un maletero de (332 litros en el cabriolet - 408 litros en el Fastback coupé) se pueden
proyectar con calma las salidas y viajes.
Fotografías: Copyright Motor7
LA ELECCIÓN de una MECÁNICA
Las limitaciones relacionadas con las emisiones de CO 2 son hoy una dura realidad. Proponer un motor de 4 cilindros debajo del
capó de Mustang ya no excepcional, especialmente porque esta arquitectura ya ha sido probada en el pasado con más o menos
éxito.
El 2.3 litros es el último motor que también sirve para el Ford Focus RS. Este turbo ofrece un buen rendimiento. 314 cv. En
la puesta en marcha, este nuevo Ecoboost inevitablemente aficiona a los grandes desplazamientos. El sonido de cámara lenta
finalmente es bastante aleatorio y el motor es muy lineal. Sin embargo, una presión sobre el acelerador le trae sus cartas de
nobleza apoyado por una gestión computarizada. La banda sonora es más deportiva y el pesado Mustang (1,655 kg en 2,3 Ecoboost)
muestra todo su potencial energético. Las actuaciones y el placer son una agradable sorpresa. Una sorpresa aún mejor
al cambiar a los V8 5.0 litros de 421cv . Aquí, la musicalidad es verdaderamente estadounidense, la flexibilidad ejemplar y el lado
enojado de un 8 cilindros modernizado están en la cita.
UN RIGOR EUROPEO
Los trenes de aterrizaje del Ford Mustang están haciendo su revolución. Las suspensiones delantera y trasera ahora son independientes
(se ofreció una opción en algunas versiones en los años 80), el aumento de la rigidez y el equilibrio de masas se establece
en el 53% para la parte delantera y el 47% para la parte trasera.
Hemos esperado mucho tiempo este Ford Mustang. Y está claro que esta expectativa ha sido recompensada. El estadounidense
ofrece tanto el rigor de un deportivo europeo, con el exotismo y los precios del Tío Sam. Un cóctel entrañable.
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