Contralínea 458
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ARTÍCULO<br />
OPINIÓN<br />
En 2010 se informó que las actas “ultrasecretas”<br />
de las reuniones entre altos funcionarios de<br />
ambos países en 1975 muestran que el entonces<br />
ministro de Defensa de Sudáfrica, Pieter Willem<br />
Botha, solicitó ojivas nucleares, y que el entonces<br />
ministro de Defensa israelí, Shimon Peres, respondió<br />
ofreciéndoselas “en tres tamaños”.<br />
Los documentos fueron descubiertos por un<br />
académico estadunidense, Sasha Polakow Suransky,<br />
en la investigación para un libro sobre la estrecha<br />
relación entre los dos países, cuya publicación<br />
Israel intentó impedir.<br />
En 1977, Sudáfrica firmó un pacto con Israel<br />
para la fabricación de al menos seis bombas nucleares.<br />
La Conferencia de Examen y Extensión del<br />
TNP de 1995 también pidió “el pronto establecimiento<br />
por las partes en la región de una zona<br />
libre de armas nucleares y otras armas de destrucción<br />
masiva en Oriente Medio”.<br />
La comunidad internacional ignoró estas resoluciones<br />
al no presionar a Israel para que renunciara<br />
a sus armas nucleares. De hecho, todo pedido<br />
por una zona libre de armas nucleares en Oriente<br />
Medio tuvo la oposición de Israel y Estados Unidos.<br />
La Conferencia de Examen del TNP de 2000<br />
instó a “India, Israel y Pakistán a adherirse al Tratado<br />
de No Proliferación como Estados sin armas<br />
nucleares con prontitud y sin condiciones”. Los<br />
Estados parte también acordaron “hacer esfuerzos<br />
decididos” para lograr la universalidad. Pero<br />
desde entonces poco se ha hecho para lograr que<br />
los tres países se adhieran al Tratado.<br />
Durante la Guerra Fría, la Organización del<br />
Tratado del Atlántico Norte se negó a descartar<br />
el primer uso de las armas nucleares debido a la<br />
proximidad de las fuerzas soviéticas a las capitales<br />
europeas. No obstante, esta política no se ha revisado<br />
desde el fin de la Guerra Fría.<br />
Existen reiteradas y creíbles versiones de que el<br />
Departamento de Defensa de Estados Unidos ha<br />
considerado el uso de armas nucleares antibúnker<br />
para destruir las instalaciones nucleares de Irán.<br />
Durante los últimos 2 mil años y más, la humanidad<br />
intentó definir cuáles son los requisitos para<br />
una guerra justa. En las últimas décadas, algunos<br />
de esos principios fueron consagrados en acuerdos<br />
y convenios internacionales jurídicamente<br />
vinculantes. Entre éstos se incluyen el Pacto de<br />
la Sociedad de Naciones, tras la Primera Guerra<br />
Mundial, el Pacto de París (1928) y la Carta de las<br />
Naciones Unidas.<br />
Algunas ideas son comunes a todos estos instrumentos,<br />
como el hecho de que toda acción militar<br />
debe basarse en la defensa propia, ser de conformidad<br />
con el derecho internacional, proporcionada,<br />
una cuestión de último recurso y no atacar a<br />
civiles y no combatientes. También se pone énfasis<br />
en el arbitraje, la renuncia a ser el primero en el<br />
uso de la fuerza en la solución de controversias, y<br />
el principio de legítima defensa colectiva.<br />
Resulta difícil ver cómo el uso de las armas nucleares<br />
podría ser compatible con cualquiera de<br />
estos requisitos. Sin embargo, a pesar de los numerosos<br />
pedidos internacionales para el desarme<br />
nuclear, los Estados nucleares se negaron a cumplir<br />
con las disposiciones del TNP y a deshacerse<br />
de sus armas.<br />
En su primer discurso de política exterior importante,<br />
realizado en Praga, República Checa,<br />
el 5 de abril de 2009, el presidente Obama habló<br />
sobre la eliminación de las armas nucleares.<br />
“La existencia de miles de armas nucleares es<br />
el legado más peligroso de la Guerra Fría... Hoy<br />
en día, la Guerra Fría ha desaparecido, pero miles<br />
de esas armas no. En un extraño giro de la historia,<br />
la amenaza de una guerra nuclear mundial ha<br />
menguado, pero el riesgo de un ataque nuclear<br />
ha crecido”, reconoció entonces.<br />
“Así que hoy declaro claramente y con convicción<br />
el compromiso de Estados Unidos para buscar<br />
la paz y la seguridad de un mundo sin armas<br />
nucleares”, anunció.<br />
Lamentablemente, esos sentimientos nobles<br />
no se pusieron en práctica.<br />
Por el contrario, todas las potencias nucleares<br />
siguieron fortaleciendo y modernizando sus arsenales<br />
nucleares. Si bien sancionaron con energía,<br />
de manera selectiva, a los países que eran sospechosos<br />
de desarrollar armas nucleares, no han<br />
cumplido con su parte del trato para deshacerse<br />
de sus propias armas. (Traducción de Álvaro<br />
Queiruga)<br />
www.contralinea.com.mx 19