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Cuento de Amor<br />
El bizcocho de la abuela<br />
Como Silvia Aprendió a Leer<br />
Las Hormigas Laboriosas<br />
El rescate en la nieve
El bizcocho de la abuela<br />
Esther era la abuela que todo niño desearía<br />
tener. Tenía el pelo blanco recogido en un<br />
gran moño y una cara de ángel que reflejaba<br />
su carácter bondadoso. Sus nietos pequeños<br />
disfrutaban de cada visita que ella hacía en las<br />
fiestas navideñas, cuando la casa se llenaba<br />
de aromas y platos deliciosos.<br />
Y es que Esther era muy buena cocinera, ¡la mejor! Había aprendido de su abuela<br />
y no había platillo que se le resistiera. Disfrutaba sobre todo haciendo pasteles y<br />
tortas para sus nietecitos, que la miraban con fascinación mientras ella cocinaba<br />
y les explicaba sus recetas.<br />
Un año la abuela llegó emocionada pensando hacer un bizcocho de chocolate<br />
para sus nietos, pero pronto se dio cuenta de que estos mostraban poco interés<br />
en ayudarla.<br />
– “Abuela preferimos salir a jugar”,- dijo el nieto. “Sí, mis amigas me están<br />
esperando para que les enseñe mi muñeca nueva”, – replicó la pequeña.<br />
La abuela se sintió triste de que sus nietos no quisieran ayudarla, pero se<br />
propuso hacer el mejor bizcocho que podía para sorprenderlos.
Así fue como ideó una receta especial y se puso manos a la obra. Comenzó a<br />
mezclar todos los ingredientes: azúcar, huevos, harina, aceite, yogur, levadura,<br />
ralladura de limón, trocitos de nueces, chocolate y el ingrediente secreto, una dosis<br />
de mucho amor.<br />
Luego de un par de horas el bizcocho comenzó a oler y los nietos que se<br />
encontraban en el salón, se acercaron expectantes ante aquel dulce que olía tan<br />
bien. Estaban inquietos frente a la puerta cuando vieron salir un impresionante<br />
bizcocho navideño.<br />
Era un bizcocho inmenso, revestido de una capa verde de azúcar con la forma de un<br />
árbol de navidad. Encima tenía todo tipo de dulces que decoraban el árbol como si<br />
fuesen adornos navideños. En el centro había un letrero de chocolate negro que<br />
decía: – “Para mis amados nietos por Navidad”.<br />
Los nietos se sintieron muy apenados de no haber ayudado a su abuela y corrieron<br />
a darle un fuerte abrazo. En lo adelante cada año la ayudarían a realizar un<br />
bizcocho como este, que fue declarado ese año como el postre de la Navidad.
¿Como Silvia Aprendió a Leer?<br />
Silvia era una niña dulce, atenta y<br />
cariñosa. Sus padres no tenían ninguna<br />
queja de ella, excepto que era<br />
demasiado perezosa. Le gustaba<br />
perder el tiempo cazando mariposas o<br />
simplemente haciendo nada.<br />
Esto se convirtió en un problema cuando Silvia empezó a ir al colegio. No se esforzaba<br />
en aprender a leer, ni tan siquiera mostraba un poco de interés. Su mamá incluso<br />
contrató a una profesora que se pasaba largas horas intentando que al menos se<br />
concentrara.<br />
– “No sirve de nada”, – le decía la señora a la madre de Silvia, – “no le interesa<br />
aprender”. – Ya casi estaba a punto de darse por vencida la profesora, cuando ocurrió<br />
lo inesperado.<br />
Resulta que un día asistió al encuentro con Silvia, llevando a su hijo que era un poco<br />
mayor. El corazón de Silvia latió fuerte al verlo y no supo nunca por qué, sus ojos<br />
brillaron de una manera que solo su madre supo descifrar.
Aquel día la niña prestó toda la atención que pudo, hasta que terminó el<br />
encuentro y se dirigió al patio donde se encontraba el niño esperando.<br />
– “Hola Silvia”– dijo el niño, –“¿cómo te fue hoy? Sé que mi mamá ha estado<br />
enseñándote a leer pero dice que no quieres aprender”.<br />
Silvia apenada lo miró y consintió. Nunca había sentido vergüenza en su vida.<br />
Pasaron los días y los niños se hicieron buenos amigos, montaban patines en<br />
el parque y disfrutaban de lo lindo. Llegaron las vacaciones estivales y el niño<br />
tuvo que irse a casa de su papá, donde iba a pasar el verano. Antes de irse<br />
prometió enviarle una postal y un regalo a Silvia.<br />
Pasaron las semanas y Silvia cada vez se esforzaba más, para sorpresa de su<br />
madre. Un día llegó el cartero con una caja en la que Silvia anhelaba que<br />
estuviese la postal prometida. Sobre ella se encontraba rotulado “Para Silvia<br />
Mathew. Si puedes leer lo que dice en el exterior de esta caja, entonces te<br />
puedes quedar con lo que contiene”.<br />
Y como Silvia pudo leer cada palabra con total claridad y fluidez, pudo<br />
disfrutar de la postal que le enviaba su amigo, junto a la que se encontraban<br />
unos hermosos patines.
Las Hormigas Laboriosas<br />
Eran los últimos días de verano y David<br />
había sido invitado a la celebración del<br />
cumpleaños de uno de sus primos<br />
mayores. El festejo fue enorme, había una<br />
gran tarta, una búsqueda del tesoro y<br />
muchísimas diversiones más. Después de<br />
corretear por toda la casa y participar en<br />
sus juegos favoritos, David y los otros<br />
niños fueron hacia el jardín, a donde se<br />
había trasladado la fiesta.<br />
Mientras los adultos conversaban, los niños seguían corriendo y haciendo travesuras.<br />
De repente llamó la atención de David una enorme fila de diminutas hormigas, que<br />
iban muy atareadas transportando pequeñas cantidades de comida.<br />
Se quedó mirando fijamente a las hormigas durante algunos segundos, hasta que<br />
agarró una para verla más cerca y casi de inmediato intentó aplastarla entre sus<br />
dedos.
Afortunadamente para la hormiga, la madre lo llevaba observando un buen<br />
tiempo y en cuanto se dio cuenta de sus intenciones, lo detuvo.<br />
David miró a su madre con cara de desconcierto, al igual que los demás niños<br />
que habían presenciado la escena y se agrupaban alrededor. La madre con tono<br />
dulce le dijo al niño:<br />
– ¿Por qué las lastimas, acaso te han hecho daño? ¿No ves lo duro que están<br />
trabajando para recolectar comida para el invierno? – La madre se volvió y dijo al<br />
resto de los niños que la miraban con atención.<br />
– Nunca debemos intentar dañar a un animal solo porque podemos. En cambio<br />
debemos cuidarlos e intentar aprender de ellos. Las hormigas por ejemplo, a<br />
pesar de ser tan pequeñas, son de los insectos más laboriosos y fuertes que<br />
existen en la naturaleza. ¿No ven cómo colaboran todas juntas para transportar<br />
cargas mucho más grandes que su tamaño?<br />
David de inmediato se sintió arrepentido por la mala acción que casi había<br />
cometido y prometió a su mamá que nunca más intentaría dañar a un animal, por<br />
pequeño que este fuese. Sus amigos, al igual que David, aprendieron aquel día<br />
una valiosa lección que recordarían toda la vida.
El Rescate en la Nieve<br />
Érase una vez un campesino que habitaba con sus dos hijos en un lugar muy<br />
distante, cercano al paso de una montaña. El campesino siempre había tenido<br />
mal carácter, pero con los años este había empeorado e incluso se había vuelto<br />
cruel con sus animales, a los que maltrataba sin razón, en especial a los perros a<br />
los cuales golpeaba y apedreaba.<br />
Un día de invierno, sorprendió a uno de los hijos que regresaba del pueblo, una<br />
gran tormenta de nieve. El clima era terrible y el joven perdió el camino de<br />
regreso a su cabaña en medio de las montañas nevadas, por lo que vagó sin<br />
rumbo hasta caer inconsciente en la nieve.<br />
Estaba a punto de morir congelado, cuando sintió en su rostro un aliento cálido y<br />
húmedo que lo hizo despertar. Frente a él se encontraba un vigoroso perro de<br />
robusta constitución, que llevaba una manta en el lomo.
De inmediato el joven se apresuró a envolverse en la manta y con un poco de<br />
esfuerzo se tumbó sobre la espalda del animal, que con mucho trabajo logró<br />
trasladarlo el resto del camino.<br />
La tempestad no mostraba clemencia y el campesino temía por la vida de su<br />
hijo sin poder hacer nada más que esperar. Ya se encontraba desesperado<br />
cuando sintió frente a la puerta lo que parecía ser un ladrido. Con sorpresa<br />
descubrió que uno de los perros a los que tanto maltrataba le había salvado la<br />
vida a su hijo, no sabía qué pensar.<br />
De inmediato tomó a su hijo en brazos y lo cubrió de mantas frente al fuego.<br />
Luego regresó por el perro, que se encontraba tendido en la entrada<br />
desfallecido sin fuerzas y lo atendió con igual devoción. En lo adelante el<br />
campesino nunca más dañó a un animal, de hecho creó un refugio para perros<br />
como aquel al que tanto le debía. Le puso como nombre San Bernardo y<br />
muchas historias se han contado de aquellos perros que asistieron y refugiaron<br />
a cientos de caminantes que transitaban por el paso.
¡Felicitaciones eres un Excelente Lector!<br />
Para responder correctamente las preguntas que encontrarás a continuación, debes dar tú opinión, muy bien<br />
fundamentada . Además podrás participar en el concurso mensual “LEER ES DIVERTIDO” y podrás ganar<br />
entretenidos premios.<br />
Recuerda escribir sin faltas de ortografía.<br />
I. Responder en el cuaderno:<br />
LEER ES DIVERTIDO<br />
Ficha N° 1<br />
Nombre de el/ o los cuentos leídos:………………………………………………………………………………………………………………………………………………………<br />
1. ¿Cuál de los tres cuentos te gustó más? ¿Por qué? Fundamenta tu respuesta.<br />
2. ¿Qué tienen en común estos cuatro cuentos? Fundamenta tu respuesta.<br />
3. Inventa un cuento corto en el cual la abuelita con todos sus nietecitos van a visitar al campesino, Silvia es la hija del<br />
campesino y en su casa hay muchas hormigas.<br />
Siempre hay que anotar las palabras nuevas , buscarlas en el diccionario y aprender su significado.<br />
¿TERMINASTE?<br />
LEER ES DIVERTIDO<br />
Solicita tu cupón, a tu profesora y participa en el<br />
concurso mensual “LEER ES DIVERTIDO”<br />
Organizado por la Biblioteca Digital del Colegio.