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Leyenda<br />
38<br />
El recolector de almas<br />
Las primeras experiencias que tengo de la muerte,<br />
fueron tristes imágenes de gente viviendo una<br />
perdida que no estaban preparados a sufrir, recuerdos<br />
de altares el día de muertos llenos con<br />
coloridas ofrendas y blancas calaveras, que ahora<br />
interpreto como un disfraz que nuestra cultura<br />
practica para esconder el temor a la muerte. -Venimos<br />
solos a este mundo y solos nos vamos-rima<br />
un dicho popular. Pero en este ultimo paso estamos<br />
tan concientes que el solo hecho de pensarlo<br />
nos pone a temblar, tal ves por eso los antiguos<br />
faraones preparaban un sequito de gente que los<br />
acompañara a ese ultimo viaje.<br />
Tenia algo así como 12 años cuando murió Doña<br />
Estelita vecina del barrio donde vivía y después<br />
Don Javier; propietario de la tiendita de la esquina,<br />
así en al derredor de 6 meses mi familia y<br />
yo desfilamos en por lo menos 4 velorios mas de<br />
personas de la misma generación, en este caso<br />
de la tercera edad que fueron pasando a mejor<br />
vida, uno detrás de otro.<br />
En mi juventud tuve relación con otro grupo de<br />
gente que falleció, todos de aproximadamente<br />
de 30 años donde solo fueron 3 personas, tres<br />
maestros de mi carrera. Todos en la escuela supimos<br />
que la madre de Gerardo Garza el maestro<br />
de matemáticas, comento sorprendida que días<br />
antes de su muerte el maestro compro un seguro<br />
de vida donde ella era la beneficiada, hecho extraño<br />
que descubrió al ser notificada por la empresa<br />
de seguros; una semana después al darle<br />
al pésame a mi compañero Alfredo, hermano<br />
menor de Roberto Bustos otro maestro fallecido,<br />
comento que su hermano le encargo a sus padres<br />
ya grandes, si algo le pasaba. De la profesora<br />
Sandra se supo que dejo todos sus bienes<br />
heredados, cosa rara para su edad.<br />
Déjenme decirles que mi obsesión particular por<br />
la muerte no se dio de forma espontánea, la principal<br />
razón inicio hace meses con la impactante<br />
noticia de la enfermedad terminal que me comunicaron<br />
tenia mi padre y su decisión de no<br />
tratarse de forma medica por no querer estar en<br />
contra de la voluntad de Dios.-la vida me dio<br />
todo lo que un hombre puede desear, he vivido<br />
plenamente-dijo el, cuando le reclamamos el porque<br />
no se medicaba, a final de cuentas respeta-