El Libro de las Horas

vamente el texto —palabras o imagenes— a base de repetirlo,
recitarlo o memorizarlo, lo cual nos permite adueriarnos del
texto y dejar que el se aduerie de nosotros de un modo plenamente
consciente. El tercer movimiento es la oratio, la expresion
devota y sincera de nuestro agradecimiento, de nuestra
alabanza o de nuestra compuncion, o bien la peticion en
respuesta a la dinamica de la palabra degustada en nuestra
conciencia. Finalmente, la contemplatio consiste en permanecer
de manera entrariablemente ferviente en presencia del
Misterio que se ha manifestado en las imagenes poeticas del
texto, nos ha despertado y nos ha llevado, mas alla de cualesquiera
palabras, imagenes y conceptos, a permanecer
tranquilamente en un silencio en el que esta de mas cualquier
palabra.
Esta practica de la lectio suele describirse a base de metaforas
relacionadas con la fiesta y el banquete, porque la
Palabra de Dios —en todas las diversas modalidades arriba citadas—
es el alimento espiritual de la vida mistica. Merton habla
de la dulzura de la lectio y del placer que proporciona el
degustar y saborear, masticar y digerir la sabiduria divina:
Torque me parece mejor leerlo absolutamente todo.". iCuan
necesario es, por tanto, aprender a leer los textos profeticos
de la Escritura, las puestas de sol, las congojas, las obras esteticas,
las bendiciones y las catastrofes, la prosa y la profecia
y todas las asombrosas y desconcertantes “ palabras de
Dios que incesantemente se hacen historia para nuestra
atenta lectura...! Todo ello nos invita a ser expertos practicantes
del arte de la lectio divina, uno de los principales instrumentos
de la transformacion cristiana, que nos conduce,
tanto en la vigilia como en el suerio, a las fuentes de la contemplacion,
fundamento de nuestra vida de alabanza.
EL FUNDAMENTO DE LA ALABANZA:
EL Yo CONTEMPLATIVO
vQue mis huesos ardan y los cuervos devoren mi came
si me olvido de ti, contemplaciOnAu.
o que Thomas Merton descubrio en la Abadia de Gethsemani
deseaba compartirlo con el mundo entero:
L una vida de profunda experiencia en Dios, que es el
don de nuestra creacion, la razon misma por la que hemos
nacido, una gracia al alcance de todos. Lo cual significaba
para el “la busqueda de la verdad y de Dios... encontrar el
verdadero sentido de ml vida y el lugar que me corresponde
en la creacion de Dios”' 3 . Merton pensaba que el viaje
contemplativo hacia el Dios que nos habita y todo lo abarca
se realiza por los senderos existenciales del propio yo. La
busqueda del Uno es el descubrimiento del Otro en un encuentro
transformador con la imagen y la presencia divinas
en el corazon mismo de nuestro verdadero yo.
Sin embargo, como el propio Merton nos recordaba insistentemente,
todos tenemos la sombra de un yo falso o ilusorio
que desea existir fuera del alcance de la voluntad y el
amor de Dios, fuera de la realidad y de la vida. Esta ficticia
y evanescente creacion de nuestra mente esta narcisistamente
consagrada a rendir culto a la propia sombra en forma de
liturgias de adulacion egocentrica en torno a uno mismo, en
funciOn del cual ordena todas las cosas de su universo. Una
y otra vez, Merton nos alerta en el sentido de que la unica
verdadera alegria en este mundo consiste en liberarse de las
cadenas de esa extraria e irritante entidad que ocupa nuestra
psique y, mediante el amor, entrar “ en union con la Vida
que habita y canta dentro de la esencia de toda criatura y en
el centro mismo de nuestras almas.". Vivir en esta comunion
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