INFORME DEL DISEÑO DE LAS MEMORIAS ARTESANALES

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E
l abuelo Luis es un mago, pero él
no usa un sombrero de punta, ni
una capa que le tape hasta los
pies, tampoco necesita una varita mágica
como la de Merlín para hacer hechizos.
Solamente posee en sus manos unas
chispas coloridas llenas de encanto, que
logran transformar el más simple
ingrediente en algo delicioso, por ejemplo,
con la miel prepara pequeños bocadillos
que deleitan el paladar de quien los prueba.
Con su risa alegra el negocio, con su
entusiasmo atrae a sus amigos, con quienes
jugaba en la infancia y a sus nietos colma
de abrazos esponjosos luego de un día
laborioso.
Una tarde, llegaron sus nietos Lorein y
Nicolás a visitar al abuelo, al abrazarlo
EL DULCE DEL ABUELO
sintieron el exquisito aroma del azúcar y se
les antojó comer dulces.
Muy entusiasmada Lorein le dijo al abuelo
Luis:
-¡Abuelito, abuelito! ¿Podemos ir a
comprar caramelos en la tienda de la
vecina?
-Mmmm…. ¡Caramelos! Mira Lorein los
dulces que venden en las tiendas vienen de
grandes fábricas, estos tienen muchos
químicos. Yo les voy a enseñar a preparar
unos dulces que son muy deliciosos y
nutritivos, porque tienen ingredientes
naturales. Además, les cuento que desde
hace treinta años los sigo preparando con el
nombre de Colaciones de la Cruz verde.
-¡Ohoooo! Abuelito son muuuuuchos años.
SUGERIDO PARA NIÑOS DE 6 A 11 AÑOS
-Sí Lorein, son treinta años del negocio que
me dejaron mi abuela Hortensia y mis
padres, tú no los conociste, ellos hicieron el
primer dulce tradicional de Quito en el año
de...1915, antiguamente los niños se
llevaban a las escuelas, como colación,
estos caramelos redondos y blanquizcos.
Por eso les pusieron el nombre de
“colaciones”.
- ¡Colaciones! Mi mami me manda a la
escuela frutas de colación y mi papi,
chochos con tostado, pero nunca los dulces
que tú haces abuelito.
-No te preocupes Lorein, con nuestras
manos mágicas vamos a elaborar juntos
estos dulces tradicionales de Quito.