pueblo chico - agosto digital

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agraria radical. Se prohibió el cultivo del opio,
legalizó a los sindicatos, estableció una ley de
salario mínimo y les otorgó igualdad de derechos
para las mujeres, permitiéndoles llegar
al Parlamento. Así, el Estado pasó a ser laico.
Todo esto provocaba la insurrección armada
de la mayoría de los fundamentalistas islámicos
afganos, que estaban en contra de estos
cambios; los veían como una amenaza directa
contra su fe y su modo de vida.
Esta lucha de guerrillas obligaría a la urss a intervenir
militarmente en una guerra asimétrica
que pronto se convertiría en un auténtico
infierno. La derrota soviética por Afganistán
aceleró la desintegración interna de la Unión
Soviética y contribuyó a su caída poco tiempo
después. Así, Afganistán siguió siendo un país
fundamentalista hasta la intervención militar
de los Estados Unidos en 2001. País que había
ayudado a los rebeldes dando enormes cantidades
de dinero, armas y consejeros de la cia.
Pero una vez acabado el conflicto, con la conveniente
victoria de los rebeldes afganos, los
norteamericanos se desatendieron de Afganistán
y no aportaron ayuda económica para
la reconstrucción de un país en ruinas.
Esta guerra les costaría a los soviéticos unos
12 mil muertos, 50 mil heridos y enfermos; la
pérdida de 400 tanques, de 300 helicópteros
y casi mil transportes de tropas. Para Afganistán,
la invasión soviética supuso la pérdida de
600 mil vidas (siendo casi un 80% muertes de
civiles) y el desplazamiento a países vecinos
de casi cinco millones de habitantes. Además,
los constantes ataques soviéticos contra zonas
agrícolas destruyeron los sistemas de irrigación,
vitales para la agricultura en este país
tan árido, aumentando exponencialmente la
pobreza y el hambre de toda la nación.