Trabajo Final Brenda

María Guadalupe García Zavala
Historiografía feminista y de la religión
Brenda Jiménez Argüello
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Mujer canonizada
Nombre: María Guadalupe García Zavala
Nacionalidad: Mexicana
Fecha de nacimiento: 27 de abril de 1878
Junio de 1963
Fecha de defunción: 24 de
Beatificación: 25 de abril de 2004 por Juan Pablo II
Canonización: 12 de mayo de 2013 por el Papa Francisco
Nace el 27 de abril de 1878 en la ciudad de Zapopan, Jalisco. Sus padres
fueron Fortino García y María del Refugio Zavala.
Fue preparada para recibir la primera comunión por su tía Librada Orozco, una
catequista. Es probable que su tía Librada -fundadora de las Franciscanas de
Nuestra Señora del Refugio- haya influido en la inclinación que María
Guadalupe tenía hacia los necesitados.
Vivió en una familia acomodada, tuvo estudios y a los 23 años de edad y tras
estar comprometida en matrimonio con Gustavo Arreola, siente la llamada del
Señor para consagrarse a la vida religiosa, por lo que busca a su director
espiritual, el Padre Cipriano Lñiguez, el cual contándole su inspiración por
fundar una Congregación Religiosa para atender enfermos del Hospital, la
invita a comenzar juntos esta labor y es así como fundan la Congregación
Religiosa de “Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres”.
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El trabajo de la Madre Lupita como le llaman de cariño, se enfocó en la ayuda
a los enfermos, a su entrega por los más necesitados.
Su trabajo social fue puesto en prueba en un periodo bastante complejo
políticamente que se vivía en México a partir del año 1911, el cual perdura
algunas décadas, donde el cuadro político- religioso era grave. Con la caída del
presidente Porfirio Díaz, la Iglesia Católica fue perseguida por los
revolucionarios, ante esta situación la Madre Lupita arriesgando su vida y la de
sus compañeras, escondió en el hospital a algunos sacerdotes y al mismo
arzobispo de Guadalajara, también ayudó dándoles alimento, así como
brindándoles ayuda con curaciones a los mismos soldados persecutores, lo cual
conllevo a que los soldados encuartelados cerca del hospital, no mol estaran a
las hermanas y las defendieran.
Durante el período de vida de la Madre Lupita se abrieron 11 fundaciones en la
República Mexicana, y después de su muerte siguió creciendo la Congregación
de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, contando hoy con 22
Fundaciones en México, Perú, Islandia, Grecia e Italia.
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Redes de relaciones de la Madre Lupita
María Guadalupe García tuvo una vida basada en la entrega a los demás, dentro
de su red de relaciones encontramos un noviazgo antes de consagrarse a la vida
religiosa, la relación con su director espiritual, así como con las personas que
fueron parte de la Congregación de Siervas a la que dedicó su vida.
La relación con su director espiritual el Padre Cipriano Lñiguez, nos muestra la
fuente de inspiración que Lupita representaba para él, así como la confianza
que él le tenía no solo por sus características de entrega a la fe, sino por el
gran conocimiento que ella tenía; haciéndola capaz de fundar la Congregación
Religiosa “Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres”, así como ser
proclamada Superiora General de dicha Congregación, cargo que tuvo durante
toda su vida.
Esta red nos permite comprender como la vida de Lupita se encontró dentro de
relaciones sociales, las cuales construyeron gran parte de la visión que poseía
sobre los otros, sus creencias, así como lo fue el camino de la pobreza como
una forma de entrega a la fe. Lupita no solo adquirió la visión de su tía por la
ayuda a los enfermos o la de su director espiritual, sino que también generó
huellas en la vida de muchas mujeres y hombres con los cuales trabajó en los
hospitales como en su Congregación.
Es importante por ende, comprender la vida de Lupita dentro de redes de
relaciones y no como un individuo aislado, ya que la situación social,
económica, política y religiosa en la que se envolvió, estructuró la realidad en
la que basó su vida.
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Categorí a histo rica en Lupita
El contexto nos puede llevar a comprender mejor no solo la visión de dicha mujer, sino
también la construcción de su visión.
A lo largo de la historia el espacio de la mujer ha sido asignado a lo privado, Santas como
María Guadalupe, entregaron su vida al cuidado de los otros, como un espacio de amor que
se ha designado a las mujeres, ya que son estas las que tienen aún en nuestros días el cuido
de los enfermos, niños y ancianos. Esta designación no solo mantiene a la mujer en ese
espacio privado, sino que además conduce la valoración de las mujeres a la entrega por los
demás y no a su valor como sujetos.
Esa construcción o separación mujer (privado) -hombre (público) se encuentra impregnada
en el imaginario social, destinando a las mujeres al cuido del otro, a su posición de entrega
al más necesitado, a una posición de contacto con el cuerpo muy específico de la
designación religiosa de lo carnal -lo “pecaminoso”- a lo femenino.
Ejemplos como el cuido de los enfermos, realizado por María Guadalupe durante muchos
años, responde inconscientemente a la reproducción del modelo social hegemónico.
Comprender la historicidad de María Guadalupe como una mujer que tuvo su elección por
el monacato y desde el cual ejerció un cierto poder político y cultural, sin dejar de tener
presente que esta historicidad está inmersa en una construcción social que regula no solo las
acciones, sino los sentires de las mujeres y que muchas de estas elecciones que las mujeres
han tenido a lo largo de la historia, también dependen de la situación socioeconómica en la
que se forman.
El sistema en que nos encontramos inmersos, mediante su sistema de poder, controla esa
construcción histórica.
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El cuerpo en Marí a Guadalupe
Al estar la vida estructurada sobre las normas de género, se valora al individuo
por su adaptación al comportamiento y a las normas establecidas. Encontramos
como ésta configuración ha asignado a las mujeres el espacio de lo impuro,
asiéndolas culpables del mal en el mundo (Eva), así como figuras débiles que
caen en tentación pero que además hacen caer a los hombres en tentación. Esta
asignación ha ejercido control sobre los cuerpos de las mujeres, como una
forma de controlar la vida, pero además de justificar la violencia.
Ese aspecto de entrega a los demás y abandono a las riquezas que encontramos
en Lupita, expresa la necesidad que tienen estas mujeres religiosas de
desligarse del cuerpo como una forma de abandonar lo mundano, lo débil
(siempre representado por lo femenino). Recordemos que La carne se ha
presentado como aquello en donde el pecado cobra vida, es por ello, que
abandonar las riquezas, los placeres, la estética , expresa la importancia que tienen de
liberar el espíritu de ese espacio por donde se concreta el pecado .
La vestimenta utilizada por las mojas es representación de la negación a lo
femenino, un alejamiento a aquello que “genera” tentación, es por ello que
vemos como en las sociedades las violaciones o los llamados “piropos”, son
justificados por la forma de vestir de las mujeres. Por lo anterior, estas mujeres
religiosas siguen el camino de superar esa feminidad como una forma de entrar
a un estadio “superior”; el viril.
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Rupturas a las construcciones sociales de
feminidad por parte de Lupita
La negación que mujeres como Lupita han tenido a las asignaciones impuestas
socialmente, tales como ser esposas y madres, generan preocupación a los
sistema de poder ya que pone en amenaza la estabilidad y la continuidad de la
familia, y por ende de la sociedad.
Su entrega a la fe conllevó la renuncia a una vida conyugal y de madre, la cual
para su época era casi una obligatoriedad-, generando también la renuncia al
placer sexual, como un acto de negación a la feminidad entendida como aquello
contrario a la virilidad y por ende a la conexión espiritual.
Para concluir es importante hacer mención a que la construcción de las
identidades dentro del marco cultural de asignación, también conlleva a
comprenderlas desde aquellos espacios de libertad y de rebeldía de las mismas,
tales como la tuvo María Guadalupe y de la cual hoy sabemos de su historia.
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La subjetividad se hospeda y es al mismo tiempo, un cuerpo con un significado cultural y
social, por ende es un cuerpo histórico (Lagarde, 1998).
“El propósito de cada acto de violencia, de cada reducción del otro —de la otra—
de la condición de «tú» a la de «algo» es controlar a ese otro ser humano.” pp. 18-20
(A.P.COOPER)
A lo largo de la historia las mujeres han creado una red de relaciones con otras mujeres
como una forma de enlazar esfuerzos contra la opresión.
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