bill-hamon-profetas-y-profecia-personal

18. Impedimentos Para el Cumplimiento
de la Profecía Personal 223
La Razón por las cuales no se Cree en las Profecías
Personales y sus Causas
Las Creencias Humanas se Oponen a las Profecías Verdaderas
Impedimentos de la Imagen Propia y las Obstrucciones del Alma
La Impaciencia Produce Ministerios del Tipo "Ismael"
La Profecía Mal Aplicada y Mal Interpretada
El Autoengaño, Agradando a Otros y Proyectando Culpa
Impedimentos de Cuatro Clases de terreno del Corazón Humano
19. La Profecía Personal con Relación
a la Vida y la Muerte 241
Principios Correctos para Profetizar
Dificultades al Profetizar de la Doctrina del Logos
Las Profecías Personales Presuntuosas traen Consigo Problemas
20. Exhortación y Conclusión Profética 249
Caminando en la Palabra y Moviéndose en el Espíritu
Profetas y Profecía Personal son para Purificar y Preparar
La Madurez Espiritual: Ya no un Privilegio, Sino una Prioridad
PRÓLOGO
Me alegra saber que el libro Profetas y Profecía
Personal está siendo publicado en español.
Cuándo estuve como misionero en Bolivia
durante los años cincuenta y sesenta, el ministerio de la
profecía era casi totalmente desconocido en Latinoamérica.
De hecho, yo no creía que los profetas modernos existían.
Pensé que el oficio del profeta había cesado con la era
apostólica. Otras partes del mundo, en ese tiempo, con la
excepción de algunas regiones de África, estaban al igual
que Latinoamérica. Fue sólo en los años ochenta que el
don profético y el papel del profeta comenzó a ser
reconocido ampliamente por el cuerpo de Cristo. Esto no
quiere decir que no había profetas antes de los años
ochenta. Dios a través de las edades le ha dado a la iglesia,
los profetas. Mi amigo, Bill Hamon, ha sido uno de aquellos
que ministraba como profeta aun mucho antes de los años
ochenta, sufriendo criticas y reproche lo cual era inevitable
en esos días. Su experiencia con la profecía es amplia y
profunda. No conozco a otra persona que esté más
capacitada para escribir un libro de texto sobre la profecía
que Bill Hamon. Déjeme decirle lo que Profetas y Profecía
Personal significan para mí personalmente. Fue solo a
finales de los ochenta que finalmente me convencí que la
profecía era para hoy. Fui muy terco y resistí lo más que
pude. Era un profesor de seminario en ese tiempo y había
sido entrenado a ser muy cauteloso. Pero eventualmente, a
través de una serie de circunstancias, abrí mi mente a la
realidad de la profecía. Al poco tiempo de haber
experimentado por primera vez el ministerio de la profecía,
me gustó lo que vi y deseaba más. Pero enfrentaba un
9