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Dr. Emanuele Cannistraci: La presentación de la
profecía personal más completa y grandiosa que jamás se
haya escrito. Millones de cristianos creen que Dios se ha
comunicado con ellos y que el Espíritu Santo los ha
dirigido. Los preceptos dados en este libro para reconocer y
para relacionarnos a una palabra verdadera de parte de
Dios son necesarios para aquellos que desean madurez
espiritual.
Dr. Gary Greenwald: El Dr. Bill Hamon es uno de los
profetas con más experiencia y uno de los más acertados en
la Iglesia de hoy. Su ministerio fluye con amor divino y
sabiduría. Él es el precursor y padre de muchos en la
compañía de profetas de hoy. Las declaraciones de los
profetas transformarán a la Iglesia de un valle de huesos
secos a un ejército del Señor grandioso y unificado (Ez. 37).
Dra. Cindy Jacobs: El Dr. Bill Hamon es el padre del
movimiento profético en América y en muchas naciones del
mundo. Este libro es práctico y capacitará al mundo de
habla hispana con el pleno conocimiento del don profético.
Él es mi amigo y recomiendo altamente este libro.
Dr. Hedor Torres: Este libro es como una Biblia para los
profetas y el ministerio profético.
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PREFACIO
La formación religiosa de Bill Hamon puede ser descrita
como la de un "pagano Americano". En su temprana
edad, ni sus padres ni ninguno de sus cuatros hermanos,
iban a la iglesia. Viviendo en una finca de 160 acres en la
parte rural de Oklahoma, él nunca había entrado a una
iglesia. Pero todo cambió el 29 de Julio de 1950 - el día
que cumplió los dieciséis años.
Bill había asistido por espacio de cuatro semanas a
unas reuniones evangelísticas que se estaban llevando a
cabo en un campo al sudeste de Oklahoma. Una noche al
arrodillarse al lado de su cama él aceptó a Jesucristo como
su Señor y Salvador. Dos noches después, pasó al frente
por el "sendero de aserrín" entre las bancas hechas de viga
de madera puesta sobre troncos recortados. En esa parte de
la comunidad aún no había electricidad, así que las
lámparas de petróleo colgaban de los postes que sostenían
las ramas que hacían de techo. Un acordeón y varias
guitarras estaban tocando mientras que los santos cantaban
los coros de invitación.
Al llegar al frente, Bill se arrodilló ante el rústico altar
de tabla y comenzó a orar. En pocos minutos él fue
gloriosamente lleno del Espíritu Santo y comenzó a hablar
en una lengua celestial.
Bill había comenzado su vida como cristiano y anduvo
de esta manera por varios años antes de que el resto de su
familia se convirtiera. Fue el primer fruto, pero en los
siguientes diez años llevó al resto de su familia al Señor con
excepción de su hermano mayor, que se convirtió mientras
que Bill estaba en el colegio bíblico. Después de graduarse
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