23-12-2018
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Opinión<br />
ANÁLISIS Y REFLEXIÓN<br />
María Elena Torres<br />
Cuevas<br />
Profesora investigadora de la<br />
UAEH<br />
MUJERES EN LA CIENCIA, MUJERES SOBRESALIENTES<br />
Alice Guy-Blaché, primera mujer cineasta<br />
“¡Mi juventud, mi inexperiencia,<br />
mi sexo, todo conspiraba contra mí!”<br />
El hombre desde su nacimiento empieza<br />
a adquirir hábitos, costumbres, prácticas,<br />
forma de ser, de comportarse, de<br />
vestirse, etcétera, y todo eso va formando<br />
parte de su cultura, la que es un conjunto de<br />
informaciones y habilidades que posee cada<br />
persona, la cual ha sido asociada a la civilización<br />
y al progreso; existen muchas cosas<br />
más que van aumentando la cultura de cualquier<br />
persona.<br />
El cine es cultura popular, arte y espectáculo.<br />
El cine ocupa un lugar menospreciado,<br />
también suele decir con frecuencia, llamado<br />
el “séptimo arte”. Una película se compone<br />
de millones de elementos diferentes que en<br />
su conjunto, forman una narración llena de comentarios<br />
y reflexiones. La mujer ha tenido un<br />
papel muy significativo en todo eso. Sin embargo,<br />
la situación de la mujer en el cine ha<br />
pasado por todos los altibajos posibles, sobre<br />
todo invisibilidad.<br />
Lo que es cierto, es que actualmente existen<br />
cada vez más mujeres cineastas, directoras<br />
y productoras, y el cine refleja, con mayor<br />
fuerza una forma de plantear el mundo y sus<br />
conflictos en los que la mujer es cada vez más<br />
visible ya sea como directora o productora.<br />
Y la historia de la mujer en el cine se inicia,<br />
con la aparición de Alice Guy, quien nació en<br />
Saint-Mandé (Francia) en 1873. Fue la quinta<br />
hija de un editor y dueño de una cadena de librerías.<br />
Su infancia la pasó entre Francia, Chile<br />
y Suiza. Alice se mudó a París tras la muerte<br />
de su padre, entró a trabajar como secretaria<br />
en la empresa de fotografía de León Gaumont,<br />
uno de los pioneros de la industria del cine.<br />
En marzo de 1895, los hermanos Lumière<br />
invitaron a Gaumont y a Guy a ver una demostración<br />
de su cinematógrafo, un nuevo invento<br />
que habían construido, una cámara que<br />
hacía que las fotos fijas se convirtieran en movimiento.<br />
Pero allí donde los Lumière solo alcanzaban<br />
a ver una innovación técnica, Alice<br />
Guy descubrió un medio para contar historias<br />
(El Periódico, 2017).<br />
Contando tan solo con <strong>23</strong> años, Alice le<br />
expresó a Gaumont que ella podía demostrar<br />
lo que debía de hacerse con el cine para atraer<br />
al público; era únicamente contar pequeñas<br />
historias, así que le permitieron inventar lo que<br />
ella propuso, pero sería únicamente ese trabajo<br />
y por los domingos, con la finalidad de que no<br />
abandonara sus tareas como secretaria. Posteriormente<br />
y junto con la ayuda de un grupo de<br />
amigos actores, en 1896 nació El hada de las<br />
coles que fue la primera película que combina<br />
la ficción teatral con la imagen en movimiento<br />
(Martínez-Salanova).<br />
Ese innovador acontecimiento tuvo tanto<br />
éxito que los equipos de la empresa de Gaumont<br />
comenzaron a venderse estupendamente,<br />
lo que causó que Gaumont le encargará a Blanchéque<br />
que pusiera en marcha un departamento<br />
de cine narrativo. Su trabajo fue tan arduo que<br />
llegó a producir dos cortos semanales hasta que<br />
en 1905 fue nombrada supervisora de los demás<br />
directores de la compañía, por su conocimiento<br />
adquirido en tan poco tiempo.<br />
Dos años después, en 1907, ella contrajo<br />
matrimonio con Herbert Blaché, un camarógrafo<br />
británico que dirigía las oficinas de la<br />
Gaumont en Inglaterra y Alemania. El matrimonio<br />
se trasladó a Estados Unidos y durante<br />
tres años Alice abandonó sus días como cineasta<br />
para dedicarse a las labores del hogar<br />
y tuvo a sus dos hijos, Simone y Reginald.<br />
Tiempo después volvió a la dirección y fundó<br />
con su propio dinero la productora Solax<br />
Company, en la que realizó todo tipo de películas.<br />
Se dice que Alice dirigió o produjo poco<br />
más de mil películas en su vida, de las cuales,<br />
en la actualidad se han recuperado y se conservan<br />
casi la mitad, ya que se han ido encontrando<br />
poco a poco esas producciones (El Periódico,<br />
2017).<br />
Pero todo tiene un momento, tiempo y<br />
época, porque hacen su aparición las películas<br />
producidas por Hollywood, a partir de 1919,<br />
y se hizo imposible competir con Hollywood;<br />
fue el comienzo del fin de su etapa en la industria<br />
independiente, ya en 1922 regresó a Francia,<br />
tras divorciarse de Blaché y jamás pudo<br />
regresar nuevamente al cine.<br />
En 1964 regresó a los Estados Unidos donde<br />
quiso buscar y recuperar sus películas, pero<br />
no encontró casi ninguna, y algunas de las<br />
que encontró, para su sorpresa, se escondían<br />
bajo la dirección a nombre de sus compañeros<br />
(Martínez-Salanova).<br />
Alice Guy fue pionera en los efectos especiales,<br />
la ciencia ficción fílmica, el lenguaje cinematográfico<br />
(planos, iluminación, attrezzo,<br />
montaje, caracterización...) y fundadora de lo<br />
que más tarde se ha considerado la profesión<br />
de productor o productor ejecutivo. Asimismo,<br />
fue la primera persona que logró mantenerse<br />
económicamente a través de dicha profesión.<br />
Alice falleció en New Jersey a los 94 años<br />
(Martínez-Salanova).<br />
Hay muchos méritos que atribuirle a Alice<br />
Guy Blaché, aunque los historiadores, e incluso<br />
sus compañeros de profesión, se los negaron<br />
durante años.<br />
Hasta nuestros días su vida sigue estando<br />
encerrada en un mito, y también en controversia.<br />
Por otro lado, ha sido aceptada generalmente<br />
como la primera mujer cineasta, pero se<br />
dice que existe mucha controversia en lo que se<br />
refiere a que si en verdad ella fue la autora de la<br />
primerísima película de tipo narrativo de la historia.<br />
Cabe destacar que ella tuvo la primicia en<br />
la producción de las primeras películas sonoras,<br />
pero es claramente advertido que en esa parte<br />
del tipo de producción, no es tomada en cuenta<br />
y casi siempre cuando se habla del cine sonoro<br />
es totalmente ignorada.<br />
También, por otra parte, se le debe dar reconocimiento<br />
por haber sido la primera y única<br />
mujer que fue propietaria y directora de su estudio<br />
de cine.<br />
Tristemente se vuelve a reflejar un tipo de<br />
violencia hacia las mujeres, como en ese caso,<br />
que, siendo la autora e iniciadora de las películas<br />
de cine, no se le dé el crédito que bien merecido<br />
lo tiene; no es posible que sus amigos y<br />
compañeros que fueron invitados por ella, le<br />
hayan dado la espalda registrándose como verdaderos<br />
autores de las primeras películas, dejando<br />
a Alice en el completo olvido adjudicándose<br />
un invento que no fue de ellos.<br />
“Alice Guy-Blaché, borrada de la historia<br />
por ser mujer”<br />
Alejandro Galindo<br />
Sandoval<br />
QUINETOSCOPIO<br />
Peatonal Junín<br />
Un punto neurálgico; calle que destina<br />
seis cuadras de su cuerpo al tránsito<br />
exclusivo del peatón que se pasea<br />
diariamente para alimentar su sueño, o consumarlo<br />
en el corredor de vitrinas que incitan<br />
al consumo.<br />
La peatonal Junín cuenta con una superficie<br />
de adoquín a cuadros pequeños en mosaico colocados<br />
decorativamente en colores que oscilan<br />
entre el gris y blanco; rojo quemado y marrón.<br />
A manera de camellón reposan algunas palmeras<br />
enanas al centro sobre pequeñas jardineras y<br />
bancas largas de madera maciza.<br />
En las esquinas, en los rincones, en el medio,<br />
o en cualquier espacio idóneo, se alista el<br />
comercio ambulante que ofrece “chipacitas”<br />
(bolitas de harina con queso), “churros”, “panchos”<br />
(hot-dog simple, más largo, sin rajas de<br />
chile, ni jitomate, solo los aderezos y papas fritas<br />
finas encima); estrenos cinematográficos en<br />
versión pirata, joyería en fantasía, herbolaria, artesanía<br />
hippie y protectores de vinil generalmente<br />
usados por los argentinos para colocar su<br />
DNI (Documento Nacional de Identidad).<br />
Sería interesante (por no decir ocioso) contabilizar<br />
la cantidad de pisadas al día, que los citadinos<br />
propinan a diario en la peatonal. En hora<br />
pico; la mañana y la tarde-noche, el mencionado<br />
corredor se mantiene a su máxima capacidad.<br />
En ese horario, poco sirven los semáforos<br />
que en cada esquina regulan el paso alternado<br />
en sus intersecciones.<br />
Hace unos días, con Lea acordamos dar una<br />
vuelta por Junín. Lea gusta de mirar las vidrieras<br />
(vitrinas), como buena chica tiquismiquis<br />
que da un vistazo a los productos de la temporada<br />
otoño-invierno 2011 (temporada contraria a<br />
nuestro hemisferio norte). Con ella pude conocer<br />
los adentros de las miniplazas comerciales<br />
en Junín y sus alrededores: “La casa de las camperas”<br />
(chamarras), una veterinaria donde los<br />
cachorros (caniche, dice Lea) french poodle se<br />
movían con enternecedora gracia como haciéndose<br />
publicidad propia.<br />
En una tienda de artículos de la cultura China<br />
se encuentra resguardando la entrada al popular<br />
Pomberito, extraño, porque ese personaje<br />
no tiene nada que ver con los orientales. Es<br />
un duendecillo de leyenda local guaraní que se<br />
comparte en la región del Paraguay, Brasil y<br />
nordeste Argentino. Puede ser amigo o enemigo<br />
del ser humano según su conducta; cuando<br />
se ha hecho una especie de contrato con él, pidiéndole<br />
algún favor, habrá que ofrendarle tabaco,<br />
miel o caña; si por alguna razón el interesado<br />
se olvida de esa ofrenda diaria, el Pomberito<br />
se encargará de hacerle maldades por el incumplimiento.<br />
Según cuentan, no ha sido para algunos<br />
una simple leyenda. Los diarios locales han<br />
publicado casos inexplicables donde se le ha<br />
visto, incluyendo testimoniales de víctimas.<br />
Detrás del Pomberito hay una escalera<br />
con cortinas misteriosas que conducen a una<br />
sex shop, con el aviso de solicitar compañía<br />
para ingresar.<br />
Tomamos un helado en la esquina con Catamarca.<br />
Ella eligió un granulado muy sabroso<br />
y yo un decepcionante barquillo que contenía<br />
aire. Una espuma empalagosa caliente y<br />
desagradable. Me dejé llevar por la pantalla. No<br />
obstante, la plática fue linda. Lea viboreó a un<br />
chico amanerado que atendía también en la heladería<br />
¡yo juraba que era una señora…!<br />
En una esquina llamó nuestra atención la<br />
pintoresca escena de una chica chipacera (ven-<br />
dedora de chipacitas) perfectamente aclimatada<br />
con una laptop posicionada en una base de su<br />
puesto móvil, cómodamente chateando y checando<br />
el Facebook (feisbuc).<br />
Continuamos hasta el final, en la última cuadra<br />
hacia la calle Salta, un grupo animado de jóvenes<br />
fanáticos, y por lo visto extasiados por el<br />
baile y la verbena, hacían proselitismo en favor<br />
de la reelección de Cristina Fernández al frete del<br />
gobierno nacional para 2011. Gritaban por el peronismo<br />
y ensalzaban heroicamente la figura del<br />
fallecido Nestor Kirchner.<br />
Toda una experiencia, andar por la peatonal<br />
Junín. Cabría mencionar que esa singularidad<br />
no es exclusiva de Corrientes. No sé si en<br />
todas, pero por lo menos en la ciudades argentinas<br />
que he tenido el placer de visitar poseen<br />
una estructura similar en cuanto a la configuración<br />
de su centro urbano: Aceras construidas<br />
con adoquín a cuadros de formas varias y colores<br />
afines; una peatonal comercial; calles que<br />
llevan el nombre de las provincias y próceres<br />
de la historia Argentina escritos en placas frecuentemente<br />
azul marino con letras blancas y<br />
similar tipografía; ni hablar de las metrópolis<br />
que gozan de un río homenajeado con una costanera<br />
o malecón. Además, en las ciudades capitales<br />
no ha faltado la casa de gobierno provincial<br />
que en uniformidad con la Casa Rosada, en<br />
Buenos Aires, se erigen en la misma tonalidad.<br />
@AlejandroGasa<br />
alejandro.gasa@gmail.com