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Opinión<br />

ANÁLISIS Y REFLEXIÓN<br />

María Elena Torres<br />

Cuevas<br />

Profesora investigadora de la<br />

UAEH<br />

MUJERES EN LA CIENCIA, MUJERES SOBRESALIENTES<br />

Alice Guy-Blaché, primera mujer cineasta<br />

“¡Mi juventud, mi inexperiencia,<br />

mi sexo, todo conspiraba contra mí!”<br />

El hombre desde su nacimiento empieza<br />

a adquirir hábitos, costumbres, prácticas,<br />

forma de ser, de comportarse, de<br />

vestirse, etcétera, y todo eso va formando<br />

parte de su cultura, la que es un conjunto de<br />

informaciones y habilidades que posee cada<br />

persona, la cual ha sido asociada a la civilización<br />

y al progreso; existen muchas cosas<br />

más que van aumentando la cultura de cualquier<br />

persona.<br />

El cine es cultura popular, arte y espectáculo.<br />

El cine ocupa un lugar menospreciado,<br />

también suele decir con frecuencia, llamado<br />

el “séptimo arte”. Una película se compone<br />

de millones de elementos diferentes que en<br />

su conjunto, forman una narración llena de comentarios<br />

y reflexiones. La mujer ha tenido un<br />

papel muy significativo en todo eso. Sin embargo,<br />

la situación de la mujer en el cine ha<br />

pasado por todos los altibajos posibles, sobre<br />

todo invisibilidad.<br />

Lo que es cierto, es que actualmente existen<br />

cada vez más mujeres cineastas, directoras<br />

y productoras, y el cine refleja, con mayor<br />

fuerza una forma de plantear el mundo y sus<br />

conflictos en los que la mujer es cada vez más<br />

visible ya sea como directora o productora.<br />

Y la historia de la mujer en el cine se inicia,<br />

con la aparición de Alice Guy, quien nació en<br />

Saint-Mandé (Francia) en 1873. Fue la quinta<br />

hija de un editor y dueño de una cadena de librerías.<br />

Su infancia la pasó entre Francia, Chile<br />

y Suiza. Alice se mudó a París tras la muerte<br />

de su padre, entró a trabajar como secretaria<br />

en la empresa de fotografía de León Gaumont,<br />

uno de los pioneros de la industria del cine.<br />

En marzo de 1895, los hermanos Lumière<br />

invitaron a Gaumont y a Guy a ver una demostración<br />

de su cinematógrafo, un nuevo invento<br />

que habían construido, una cámara que<br />

hacía que las fotos fijas se convirtieran en movimiento.<br />

Pero allí donde los Lumière solo alcanzaban<br />

a ver una innovación técnica, Alice<br />

Guy descubrió un medio para contar historias<br />

(El Periódico, 2017).<br />

Contando tan solo con <strong>23</strong> años, Alice le<br />

expresó a Gaumont que ella podía demostrar<br />

lo que debía de hacerse con el cine para atraer<br />

al público; era únicamente contar pequeñas<br />

historias, así que le permitieron inventar lo que<br />

ella propuso, pero sería únicamente ese trabajo<br />

y por los domingos, con la finalidad de que no<br />

abandonara sus tareas como secretaria. Posteriormente<br />

y junto con la ayuda de un grupo de<br />

amigos actores, en 1896 nació El hada de las<br />

coles que fue la primera película que combina<br />

la ficción teatral con la imagen en movimiento<br />

(Martínez-Salanova).<br />

Ese innovador acontecimiento tuvo tanto<br />

éxito que los equipos de la empresa de Gaumont<br />

comenzaron a venderse estupendamente,<br />

lo que causó que Gaumont le encargará a Blanchéque<br />

que pusiera en marcha un departamento<br />

de cine narrativo. Su trabajo fue tan arduo que<br />

llegó a producir dos cortos semanales hasta que<br />

en 1905 fue nombrada supervisora de los demás<br />

directores de la compañía, por su conocimiento<br />

adquirido en tan poco tiempo.<br />

Dos años después, en 1907, ella contrajo<br />

matrimonio con Herbert Blaché, un camarógrafo<br />

británico que dirigía las oficinas de la<br />

Gaumont en Inglaterra y Alemania. El matrimonio<br />

se trasladó a Estados Unidos y durante<br />

tres años Alice abandonó sus días como cineasta<br />

para dedicarse a las labores del hogar<br />

y tuvo a sus dos hijos, Simone y Reginald.<br />

Tiempo después volvió a la dirección y fundó<br />

con su propio dinero la productora Solax<br />

Company, en la que realizó todo tipo de películas.<br />

Se dice que Alice dirigió o produjo poco<br />

más de mil películas en su vida, de las cuales,<br />

en la actualidad se han recuperado y se conservan<br />

casi la mitad, ya que se han ido encontrando<br />

poco a poco esas producciones (El Periódico,<br />

2017).<br />

Pero todo tiene un momento, tiempo y<br />

época, porque hacen su aparición las películas<br />

producidas por Hollywood, a partir de 1919,<br />

y se hizo imposible competir con Hollywood;<br />

fue el comienzo del fin de su etapa en la industria<br />

independiente, ya en 1922 regresó a Francia,<br />

tras divorciarse de Blaché y jamás pudo<br />

regresar nuevamente al cine.<br />

En 1964 regresó a los Estados Unidos donde<br />

quiso buscar y recuperar sus películas, pero<br />

no encontró casi ninguna, y algunas de las<br />

que encontró, para su sorpresa, se escondían<br />

bajo la dirección a nombre de sus compañeros<br />

(Martínez-Salanova).<br />

Alice Guy fue pionera en los efectos especiales,<br />

la ciencia ficción fílmica, el lenguaje cinematográfico<br />

(planos, iluminación, attrezzo,<br />

montaje, caracterización...) y fundadora de lo<br />

que más tarde se ha considerado la profesión<br />

de productor o productor ejecutivo. Asimismo,<br />

fue la primera persona que logró mantenerse<br />

económicamente a través de dicha profesión.<br />

Alice falleció en New Jersey a los 94 años<br />

(Martínez-Salanova).<br />

Hay muchos méritos que atribuirle a Alice<br />

Guy Blaché, aunque los historiadores, e incluso<br />

sus compañeros de profesión, se los negaron<br />

durante años.<br />

Hasta nuestros días su vida sigue estando<br />

encerrada en un mito, y también en controversia.<br />

Por otro lado, ha sido aceptada generalmente<br />

como la primera mujer cineasta, pero se<br />

dice que existe mucha controversia en lo que se<br />

refiere a que si en verdad ella fue la autora de la<br />

primerísima película de tipo narrativo de la historia.<br />

Cabe destacar que ella tuvo la primicia en<br />

la producción de las primeras películas sonoras,<br />

pero es claramente advertido que en esa parte<br />

del tipo de producción, no es tomada en cuenta<br />

y casi siempre cuando se habla del cine sonoro<br />

es totalmente ignorada.<br />

También, por otra parte, se le debe dar reconocimiento<br />

por haber sido la primera y única<br />

mujer que fue propietaria y directora de su estudio<br />

de cine.<br />

Tristemente se vuelve a reflejar un tipo de<br />

violencia hacia las mujeres, como en ese caso,<br />

que, siendo la autora e iniciadora de las películas<br />

de cine, no se le dé el crédito que bien merecido<br />

lo tiene; no es posible que sus amigos y<br />

compañeros que fueron invitados por ella, le<br />

hayan dado la espalda registrándose como verdaderos<br />

autores de las primeras películas, dejando<br />

a Alice en el completo olvido adjudicándose<br />

un invento que no fue de ellos.<br />

“Alice Guy-Blaché, borrada de la historia<br />

por ser mujer”<br />

Alejandro Galindo<br />

Sandoval<br />

QUINETOSCOPIO<br />

Peatonal Junín<br />

Un punto neurálgico; calle que destina<br />

seis cuadras de su cuerpo al tránsito<br />

exclusivo del peatón que se pasea<br />

diariamente para alimentar su sueño, o consumarlo<br />

en el corredor de vitrinas que incitan<br />

al consumo.<br />

La peatonal Junín cuenta con una superficie<br />

de adoquín a cuadros pequeños en mosaico colocados<br />

decorativamente en colores que oscilan<br />

entre el gris y blanco; rojo quemado y marrón.<br />

A manera de camellón reposan algunas palmeras<br />

enanas al centro sobre pequeñas jardineras y<br />

bancas largas de madera maciza.<br />

En las esquinas, en los rincones, en el medio,<br />

o en cualquier espacio idóneo, se alista el<br />

comercio ambulante que ofrece “chipacitas”<br />

(bolitas de harina con queso), “churros”, “panchos”<br />

(hot-dog simple, más largo, sin rajas de<br />

chile, ni jitomate, solo los aderezos y papas fritas<br />

finas encima); estrenos cinematográficos en<br />

versión pirata, joyería en fantasía, herbolaria, artesanía<br />

hippie y protectores de vinil generalmente<br />

usados por los argentinos para colocar su<br />

DNI (Documento Nacional de Identidad).<br />

Sería interesante (por no decir ocioso) contabilizar<br />

la cantidad de pisadas al día, que los citadinos<br />

propinan a diario en la peatonal. En hora<br />

pico; la mañana y la tarde-noche, el mencionado<br />

corredor se mantiene a su máxima capacidad.<br />

En ese horario, poco sirven los semáforos<br />

que en cada esquina regulan el paso alternado<br />

en sus intersecciones.<br />

Hace unos días, con Lea acordamos dar una<br />

vuelta por Junín. Lea gusta de mirar las vidrieras<br />

(vitrinas), como buena chica tiquismiquis<br />

que da un vistazo a los productos de la temporada<br />

otoño-invierno 2011 (temporada contraria a<br />

nuestro hemisferio norte). Con ella pude conocer<br />

los adentros de las miniplazas comerciales<br />

en Junín y sus alrededores: “La casa de las camperas”<br />

(chamarras), una veterinaria donde los<br />

cachorros (caniche, dice Lea) french poodle se<br />

movían con enternecedora gracia como haciéndose<br />

publicidad propia.<br />

En una tienda de artículos de la cultura China<br />

se encuentra resguardando la entrada al popular<br />

Pomberito, extraño, porque ese personaje<br />

no tiene nada que ver con los orientales. Es<br />

un duendecillo de leyenda local guaraní que se<br />

comparte en la región del Paraguay, Brasil y<br />

nordeste Argentino. Puede ser amigo o enemigo<br />

del ser humano según su conducta; cuando<br />

se ha hecho una especie de contrato con él, pidiéndole<br />

algún favor, habrá que ofrendarle tabaco,<br />

miel o caña; si por alguna razón el interesado<br />

se olvida de esa ofrenda diaria, el Pomberito<br />

se encargará de hacerle maldades por el incumplimiento.<br />

Según cuentan, no ha sido para algunos<br />

una simple leyenda. Los diarios locales han<br />

publicado casos inexplicables donde se le ha<br />

visto, incluyendo testimoniales de víctimas.<br />

Detrás del Pomberito hay una escalera<br />

con cortinas misteriosas que conducen a una<br />

sex shop, con el aviso de solicitar compañía<br />

para ingresar.<br />

Tomamos un helado en la esquina con Catamarca.<br />

Ella eligió un granulado muy sabroso<br />

y yo un decepcionante barquillo que contenía<br />

aire. Una espuma empalagosa caliente y<br />

desagradable. Me dejé llevar por la pantalla. No<br />

obstante, la plática fue linda. Lea viboreó a un<br />

chico amanerado que atendía también en la heladería<br />

¡yo juraba que era una señora…!<br />

En una esquina llamó nuestra atención la<br />

pintoresca escena de una chica chipacera (ven-<br />

dedora de chipacitas) perfectamente aclimatada<br />

con una laptop posicionada en una base de su<br />

puesto móvil, cómodamente chateando y checando<br />

el Facebook (feisbuc).<br />

Continuamos hasta el final, en la última cuadra<br />

hacia la calle Salta, un grupo animado de jóvenes<br />

fanáticos, y por lo visto extasiados por el<br />

baile y la verbena, hacían proselitismo en favor<br />

de la reelección de Cristina Fernández al frete del<br />

gobierno nacional para 2011. Gritaban por el peronismo<br />

y ensalzaban heroicamente la figura del<br />

fallecido Nestor Kirchner.<br />

Toda una experiencia, andar por la peatonal<br />

Junín. Cabría mencionar que esa singularidad<br />

no es exclusiva de Corrientes. No sé si en<br />

todas, pero por lo menos en la ciudades argentinas<br />

que he tenido el placer de visitar poseen<br />

una estructura similar en cuanto a la configuración<br />

de su centro urbano: Aceras construidas<br />

con adoquín a cuadros de formas varias y colores<br />

afines; una peatonal comercial; calles que<br />

llevan el nombre de las provincias y próceres<br />

de la historia Argentina escritos en placas frecuentemente<br />

azul marino con letras blancas y<br />

similar tipografía; ni hablar de las metrópolis<br />

que gozan de un río homenajeado con una costanera<br />

o malecón. Además, en las ciudades capitales<br />

no ha faltado la casa de gobierno provincial<br />

que en uniformidad con la Casa Rosada, en<br />

Buenos Aires, se erigen en la misma tonalidad.<br />

@AlejandroGasa<br />

alejandro.gasa@gmail.com

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