IMPROVISA2 Power trío de humor 150:CENTRAL
PERFILES La primera vez que hicieron temporada en Mar del Plata tenían apenas 20 años y poca experiencia en actuación. Sin embargo, ya sabían que para tener un buen debut en nuestra ciudad debían trabajar duro. Eso se traducía en salir a volantear, armar gacetillas para la prensa y “pegatinear” cuanta pared se pudiera. El esfuerzo no fue en vano. Crecieron como actores y personas, ganaron premios y, por sobre todo, el reconocimiento del público local. Su espectáculo de improvisación ya es una !ja en la temporada de verano, y este 2019 no fue la excepción. A 15 AÑOS de su primera presentación en “La Feliz”, Mariana Bustinza, Gabriel Gavila y Tomás Cutler hablaron, almuerzo de por medio en barrio La Perla, de la génesis y presente de su compañía teatral, sus gustos artísticos, espectáculos favoritos y el poder la autogestión. TXT: David Akerman EL COMIENZO ¿Quién propuso hacer temporada en Mar del Plata? Tomás (T): Había una opción de un hotel acá y Gabriel pensó en hacer improvisación, que es algo que no necesita tanta producción. Venir a Mar del Plata era un gasto grande de alojamiento, comida, ¡de todo! Así que vinimos en tren -con una cuarta “improvisada” (que ya no está)- a buscar sala. Íbamos a un teatro, con el que ya habíamos hablado, y nos volvíamos a la mañana siguiente. Como esa reunión no funcionó, decidí quedarme un día más y ver dos teatros, que !nalmente fueron en los que debutamos: el recordado Museo del Mar y la Bodega del Teatro Auditorium, que fue su primer año y no era lo que es hoy. Mariana (M): El Museo del Mar fue un gran hallazgo, antes no había teatro ahí. Entonces, que haya personas haciendo improvisación, en un lugar oculto, era como un mito. Eso fue lo que nos disparó. Venía mucha gente del barrio Los Troncos a vernos. Gabriel (G): Fue increíble, fueron entre seis y siete temporadas, llegamos a hacer de lunes a lunes, catorce funciones semanales en los últimos años que estuvimos ahí. T: En la primera temporada eran tres funciones en el Museo y dos en el Auditorium. ¡Cargada la primera temporada! T: ¡Ese era el tema! El día libre no se factura, entonces es un día de gasto. Éramos inexpertos en cuestiones de producción y el espectáculo tenía el mismo nombre en el museo y el teatro. El Auditorium nos llamó para suspender la temporada, porque no se podía hacer el mismo show en dos salas. Por eso, decidimos cambiar de nombre: “Improvisados lounge” en la Bodega e “Improvisados twist” en el Museo del Mar. G: Hicimos un musical distinto para cada obra y también dos "yers. De hecho, hace 15 años que trabajamos con una imprenta ubicada en Belgrano y San Luis (Copy Centro) y su dueño, Martín, ¡nunca fue a ver Improvisa2! (risas). El otro día me dijo que este año nos iba a ver y le respondí “mirá, me parece que no, mejor no vengas” (risas) ¡Ya está, es por una cuestión de cábala! A él le va bien con la imprenta y a nosotros con lo nuestro (risas). Entonces, la primera temporada fue positiva. T: Sí, fue muy buena. El público respondió y nos volvimos (a Capital) motivados. M: Veíamos los frutos. Volanteábamos y nos reencontrábamos con la gente en el teatro. ¿Siempre tuvieron músicos en escena? T: En la primera temporada, como no teníamos plata, ¡teníamos CDs! ¡Alrededor de 50! Uno por estilo. G: Decíamos “¡película de terror!” y el tipo tenía que buscar y poner el disco correspondiente. Lo peor era que los rotulaba Tomi, que para escribir… ¡es como si tuviera un problema mental! Todos estaban mal escritos. Uno decía “Momento íntimi” en vez de íntimo. T: En una temporada, me pasó con el “Ya comienza” en la pantalla gigante… G: ¿¡Te acordás!? Jajaja T: Viene una persona a avisarnos que podíamos arrancar la función y nos dice “vamos que ya ‘comineza’” Nos miramos, le contestamos “¿¡qué!?” y nos responde “¡ya ‘comineza’, como dice la pantalla!” Jajaja ¡Creían que era apropósito y me había equivocado! Jajaja 151:CENTRAL CENTRAL:69