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LOS ANCIANOS DE LA IGLESIA<br />
<strong>iglesia</strong>. Si Job —el hombre <strong>de</strong> paciencia y fe sin igual—<br />
tenía sus límites, lo mismo le suce<strong>de</strong> a tu gente.<br />
Cuando sepas que un miembro está capeando una<br />
gran tormenta en su vida, es hora <strong>de</strong> actuar. ¿Está ese<br />
hermano o hermana recibiendo apoyo <strong>de</strong> otros miembros,<br />
quizá amigos o miembros <strong>de</strong> un estudio bíblico?<br />
¿Hay necesida<strong>de</strong>s prácticas que los diáconos pudieran<br />
abordar? ¿Se está orando en <strong>la</strong> congregación por <strong>la</strong>s<br />
tribu<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> ese miembro? Como <strong>ancianos</strong>, a menudo<br />
<strong>la</strong> mejor forma <strong>de</strong> servir a un miembro que está<br />
luchando es alertar y movilizar al cuerpo, aun cuando<br />
nosotros mismos nos estemos acercando para apoyar<br />
con oración y consejo.<br />
Es increíble <strong>de</strong> qué manera <strong>la</strong>s ovejas renqueantes<br />
agra<strong>de</strong>cen incluso los gestos más pequeños <strong>de</strong> preocupación.<br />
Un abrazo y una oración en el recibidor <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
<strong>iglesia</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> reunión, una nota <strong>de</strong> ánimo, o una<br />
breve visita pue<strong>de</strong>n fortalecer a un miembro herido<br />
para seguir luchando por un mes más. Precisamente <strong>la</strong><br />
semana pasada, le pregunté a una mujer <strong>de</strong> nuestra<br />
congregación acerca <strong>de</strong> su marido. Él había tenido problemas<br />
<strong>de</strong> salud importantes que en algunas ocasiones<br />
le impedían venir a <strong>la</strong>s reuniones. La hermana me actualizó<br />
sobre su estado, y luego pasó a a<strong>la</strong>bar a uno <strong>de</strong><br />
nuestros <strong>ancianos</strong> que se había tomado el tiempo <strong>de</strong> ir<br />
a visitarles. Esa simple visita les había aumentado <strong>la</strong> fe<br />
y les había dado fuerzas para perseverar.<br />
Todo cuenta, aun <strong>la</strong>s cosas más pequeñas. Cuando<br />
el Señor te traiga miembros heridos, actúa.<br />
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