ESCAPULARIO octubre 2019

C olaboración
o abandonados por el arresto del profesor Brandsma; el alambre de espino de
los campos de concentración; los colores cálidos que muestran quizás la vida
interior del p. Tito o tal vez el fuego de los campos de exterminio; la aureola
de la santidad (en la que no pueden entrar los alambres) dentro de la cual
aparece el retrato más conocido del beato con el hábito carmelita y la capa
blanca; y, por último, el horizonte abierto a la esperanza que Tito siempre
mantuvo hasta en los momentos más difíciles.
Asimismo, Trum elaboró dos de las obras más significativas del Memorial
Titus Brandsma de Nimega en sendas fases. En 2004 nuestro artista creó
seis amplios paneles con escenas de
la vida del beato Tito que se muestran
permanentemente en el interior de la
Iglesia 1 : con su familia en la granja natal,
como carmelita, en las cataratas del Niágara (ante las que escribió una hermosa
reflexión), como periodista, como prisionero y, en la placa final, como un alma
que se abre a la luz y a la libertad definitiva y eterna. En 2010, Arie Trum diseñó
y dirigió la elaboración del monumento central del Memorial. De este modo,
el conjunto se compondría del muro (que circunscribe la pequeña plaza que
hace las veces de atrio de la iglesia) con las placas de agradecimiento a todas
las comunidades carmelitas del mundo que colaboraron con la construcción
del memorial, el monumento de Arie Trum en el centro de la misma y la
muestra permanente en el interior de la iglesia. Con cierto sentido del humor,
Arie cuenta que varias veces pensó que Tito desde el cielo le susurraba que
1 Esta iglesia (llamada actualmente “Titus Brandsma Gedachteniskerk”, y anteriormente
-desde su construcción en 1909- “Sint Josephkerk”) fue adquirida por los carmelitas en 2006.
Hasta entonces había sido atendida por los jesuitas. Por tanto, no es ésta la iglesia del antiguo
convento carmelita Oldendaal en el que Tito vivió y que sería seriamente dañado en la guerra.
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