You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
“Uno de los obstáculos a los que se enfrentan las políticas de conciliación es que, ajenas<br />
a la realidad de la “doble presencia”, no incluyen la sincronía temporal que acompaña a<br />
la organización y realización cotidiana de la carga total de trabajo. Trabajo remunerado y<br />
trabajo doméstico-familiar no son dos jornadas sobrepuestas. Los hombres tienden a<br />
vivir el tiempo de trabajo de forma diacrónica, en función de sí mismos: las mujeres, en<br />
cambio, viven sincrónicamente los tiempos de sus trabajos (actividad laboral y de<br />
reproducción). La demanda de sincronización está bastante generalizada. Las mujeres<br />
son nuevamente las que suplen estas desincronías y, en definitiva, las que se encargan<br />
de conciliar los tiempos de las distintas personas de la familia. Pero las desincronías, en<br />
realidad, afectan a todos, no sólo por la naturaleza del trabajo reproductivo, sino<br />
también a consecuencia de los horarios o la estructura de las instituciones de<br />
reproducción social (colegios, hospitales, administración pública), de los tiempos de las<br />
ciudades (mercados, comercios, transportes) o del tiempo de trabajo asalariado.” 11<br />
Así, las políticas deberían incluir los tiempos de la vida cotidiana, las situaciones diarias que<br />
enfrentamos hombres y mujeres en nuestras conciliaciones y gestiones, y no sólo las<br />
situaciones excepcionales, como lo plantea Sonia Rubio:<br />
“Esta oferta pública de servicios a la vida diaria, además, debe estar acompañada no sólo<br />
de los permisos laborales de los que actualmente gozamos, sino de unas políticas de<br />
tiempo que atiendan a los criterios antes reseñados. Aquí la conciliación muestra sus<br />
claras limitaciones porque sólo tiene en cuenta permisos laborales para tiempos<br />
excepcionales. Y la relación de tiempo y trabajo es algo que requiere no menospreciar la<br />
cotidianidad y la lógica de sincronía o simultaneidad con la que operan todas las<br />
combinaciones posibles en esa relación, tal como antes se ha comentado. Se hace<br />
necesario, pues, plantear unas reducciones horarias de la jornada laboral con carácter<br />
sincrónico y cotidiano. (...) Obviamente, tales demandas de tiempo variarán en función<br />
del distinto peso que la carga total de trabajo adquiere a lo largo de los distintos<br />
momentos del ciclo de vida de las personas.” 12<br />
No sólo las políticas públicas con equidad de género son fundamentales para una conciliación<br />
realmente (re)estructurada sobre principios de equidad entre hombres y mujeres. Este es un<br />
trabajo que involucra toda la sociedad, además las personas trabajadoras y las entidades<br />
empleadoras. Es una problemática social que afecta a todas y todos y por todas y todos deberá<br />
ser resuelta, o por lo menos, minimizada. El Foro Ciudades para la Conciliación 13 indica algunas<br />
de las medidas que pueden ser asumidas por cada actor social involucrado:<br />
11 Rubio, Sònia. La conciliación de la vida familiar y laboral a debate. Riesgos y oportunidades desde una perspectiva de<br />
género in http://www.equalitaca.org/nuevaitaca/novedades/enlaces/49/documentotecnicoforo.pdf Página 45/118<br />
12 Rubio, Sònia. La conciliación de la vida familiar y laboral a debate. Riesgos y oportunidades desde una perspectiva de<br />
género in http://www.equalitaca.org/nuevaitaca/novedades/enlaces/49/documentotecnicoforo.pdf Página 46/118<br />
13 http://www.equalitaca.org/nuevaitaca/novedades/enlaces/49/documentotecnicoforo.pdf<br />
Módulo 01 Texto de apoyo. http://www.surt.org/maletaintercultural/index.php?vlg=0&vmd=0 11