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“La fotografía para mí no es mirar, es sentir. Si no puedes sentir lo
que estás mirando, entonces nunca lograrás que los demás sientan
nada cuando miren tus fotografías”.
Don McCullin
Don McCullin. Nació el 9 de octubre de 1935. Fotoperiodista inglés. Su trabajo se distingue
por sus crudos reportajes de guerra, mostrando el desgarro de quienes más sufren los
efectos devastadores de las guerras; gente desarraigada, trabajadores pobres, y marginados
a los que los desastres bélicos les afectan siempre en mayor medida. Confiesa sentirse
cansado y apesadumbrado por toda su historia vivida como fotógrafo, y por no haber
podido hacer algo más por aquellos/as que en un momento crítico hubieran necesitado
auxilio. Confiesa vivir con cierto desgarro interior, y en más de una ocasión ha manifestado
su necesidad de olvidar los horrores que sus ojos vieron. Actualmente se refugia en la
fotografía evasiva; flores, paisajes, quietud... como un medio de evadirse de tanta miseria y
sufrimientos narrados con su cámara.
Sus trabajos más reconocidos han sido aquellos que captó en la Guerra de Biafra, las
víctimas del SIDA en África. También cubrió hechos de la guerra de Vietnam, o el conflicto
de Irlanda, entre otros. Es autor de varios libros relacionados con sus experiencias vividas,
llevando siempre su cámara encima. Como colofón a tan dilatada experiencia
fotoperiodística, sus últimos trabajos están relacionados, fundamentalmente, con el paisaje,
retratos y bodegones, entre otros. Proyectos meramente visuales, sin violencia ni espantos.
Tiene en su haber varios premios: World Press Photo Award(1964) por su trabajo en la
guerra de Chipre, Warsaw Gold Medal (1964), Orden del Imperio Británico (1993), Cornell
Capa Award (2006).
Año 2020
Vol. IV
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Melancolías marítimas
No había razones para la espera...
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Cuando el rumor del mar nos
habla, y se hace idioma universal
en nuestros sentidos.
El lenguaje del mar
requiere silencio;
no sólo para ser escuchado;
sobre todo, para ser entendido...
Réplica de la Torre Eiffel.
Parque de Europa
(Torrejón de Ardoz)
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Entre la soledad y tú,
sólo es posible una rosa...
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Seremos memoria remota, de una barca
que la mar dejó varada en tierra,
en la última playa de nuestras sueños...
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COMUNICÁNDONOS CON LA LUZ
En esencia, la Fotografía tiene mucho de filosofía zen, y descuidar esta apreciación
hace que, a menudo, una imagen bien hecha pase desapercibida. En ciertas doctrinas
budistas, se dice que el amor sólo habría que hacerlo cuando la mente y el cuerpo se
encuentren en perfecta armonía; con la Fotografía ocurre algo parecido; una fotografía
sólo habría que hacerla cuando nuestra mente y nuestra predisposición para
comunicarnos con la luz, se encuentren en un momento de íntima armonía. Quizás
penséis que sublimo en exceso el arte de la Fotografía; no obstante, estoy seguro de
que si meditáis sobre este tipo de percepciones, que a mi juicio requieren ciertas
fotografías, los nuevos hallazgos que consigáis como fotógrafos/as, puede que os
resulten sorprendentes si conseguís que se impregnen de esa mágica comunicación
que requiere una buena fotografía. La Luz siempre acaba aliándose con quienes la
entienden, pero sobre todo, con quienes buscan su esencia y su querer interpretarla.
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Cuando la mirada pregunta,
y sólo el alma nos contesta...
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DESTELLOS NOCTURNOS
Hay noches que fotográficamente resultan
mágicas, dependiendo del lugar en el que nos
encontremos. Madrid, por ejemplo, tiene sus
magias y sus duendes, y en ello tienen mucho
que ver ciertos barrios y lugares concretos
que guardan esencias de evidente pasado
histórico. Un algo quieto que nos atrae
fotográficamente hablando. Hay pocas
ciudades que se resistan a las fascinaciones
de la noche con sus cielos y sus luces, y es
un momento muy especial para decidirnos a ir
al encuentro de esas sombras y luminarias
que a menudo nos sorprenderán.
La imagen está hecha en Alcalá de Henares; un lugar
lleno de encantos; esencias cervantinas, cisnerarianas,
y halos de literatos barrocos, que aún permanecen
prendidos en el recuerdo de su interesante historia.
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Las tardes de Madrid,
con sus soledades y silencios...
Andanzas por aceras y asfaltos,
ajustando los pasos a los ritmos
que nos marca la gran ciudad.
Cada cual con su prisa, sus
silencios, y sus pensamientos más
secretos, prendidos en la sombra
de sus zapatos...
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La calle es un eterno teatro.
Espacios por los que deambulan
curiosas paradojas y dramas...
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Museo Guggenheim (Bilbao)
Algún día, las arquitecturas de nuestra civilización empequeñecerán los cielos...
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Puerto de Santa Pola (Alicante)
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... Y por los siglos de
los siglos, los rayos
de luz siguieron
penetrando en las
estancias.
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A duras penas, su mano menuda
conseguía hendir el punzón en la
corteza del árbol. Aún así, siguió
largo tiempo insistiendo en esa
paciente artesanía destinada a
ser historia.
Por qué será que casi todos los
nombres de nuestros primeros
amores, constan en el inventario
de un parque, en letras gastadas
por el tiempo, el rigor de los
veranos y la lluvia.
Nunca queda nada de nuestras
infancias amarillas, donde los
primeros amores fueron un
manojo de anhelos que el tiempo
terminó convirtiendo en ceniza.
Los parques; eternos museos de
fugaces infancias y olvidos...
...Y heredaréis la tierra.
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La luz languidece, y la
tarde declina con su
acostumbrado requiebro
de melancolía.
Las primeras uvas van
y vienen hacinadas en
los cestos. El umbral del
otoño, es ya un clamor
de viento fresco y vino...
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LA BELLEZA DEL COLOR Y EL MAGNETISMO DEL BLANCO Y NEGRO
El color y el Blanco y Negro, definen los gustos y el estilo de cada fotógrafo/a. Un corresponsal de
guerra, por ejemplo, puede trabajar con ambas modalidades; decantarse por una u otra,
dependerá de lo que busque transmitir en sus reportajes, apoyándose en la fuerza de la imagen y
el contenido de la noticia. Se podría decir sin miedo a equivocarnos, que cada foto tiene su color.
Si el reportero fotografió en Blanco y Negro, quizás fue porque optó por la sobriedad y el drama
en su reportaje, y eso le llevó a "vestir" la noticia con el contundente desgarro que siempre
transmite el Blanco y Negro. Si optó por el color, quizás fue porque eligió la contundencia y el
impacto directo sin camuflajes plásticos ni exceso de estética; presentar la cruda realidad con
todos los elementos en su estado de realismo más contundente. El Blanco y Negro es para
muchos, la manifestación del carácter más plástico y artístico que tiene la Fotografía. Trabajar con
las luces y las sombras, obviando el color, aporta más tensión a la escena, y la sugerencia
plástica que transmite, cabría decir que en gran parte funciona mejor, al sustraerse a la
elocuencia que la mayoría de las veces se atribuye al color.
El color en la fotografía de paisaje, por ejemplo, pretende fundamentalmente incidir en las
emociones, y de ese modo consigue impactar de forma contundente en el estado anímico del
observador. El color es la vida misma, con los tonos y mixturas que la Luz nos ofrece y nuestros
sentidos interpretan. La imagen en color puede ser; y de hecho lo es, igualmente creativa, pero es
sobre todo portadora de una realidad natural que sólo pretende captar la atención del espectador.
Informar del instante captado. Podría decirse que el color lleva implícita una música que sólo
exige dejarse llevar...
Ya en la fase final del revelado, el tratamiento de cualquier imagen, influirá de forma determinante
en la fuerza y el mensaje final de la fotografía.
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Las tormentas eclipsan los rojos del atardecer, y la lluvia aviva las nostalgias...
Cazador de crepúsculos. (Un homenaje a J. Cortázar)
"Si yo fuera cineasta me dedicaría a cazar crepúsculos. Todo lo tengo estudiado
menos el capital necesario para el safari, porque un crepúsculo no se deja cazar así
nomás, quiero decir que a veces empieza poquita cosa y justo cuando se lo
abandona le salen todas las plumas," J. Cortázar
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"Aquella tarde de noviembre, en medio de
una difusa nube amarilla que surgió de
repente, su anatomía comenzó a adquirir
movimiento. Sintió que flotaba dentro de la
ajada barca que había quedado varada en
la arena hacía ya muchos años, tras el
desastroso naufragio que provocó el
violento temporal.
Se apresuró a bajarse de la pequeña
embarcación con la intención de empujarla y
echarla de nuevo a la mar, y de ese modo
poder volver; quién sabe si a faenar, o a la
vida. No era consciente de todos los años
que habían pasado, y que aquellos tablones
secos y carcomidos, era cuanto quedaba de
su vieja barca; metáfora doliente de su
propia historia. Miró por encima de la proa, y
clavó sus ojos en la pequeña luna incipiente
que brillaba lejana en el cielo, como la luz
de un faro inalcanzable instalado en los
confines de otro mundo. Con una de sus
manos, se agarró con fuerza al enorme
clavo que sobresalía de una de las
maderas, en un intento estéril por levantarse
e invocar nuevamente a la vida. la
herrumbre del metal tiznó su mano de un
color oscuro, y eso le hizo recobrar por un
instante cierta lucidez.
Su rostro se inundó de melancolía, mientras
se sentaba sobre los restos de la envejecida
barcaza, y observaba fijamente el rojo del
cielo, que a esa hora parecía estar flotando
sobre la confusa lejanía; la misma que
durante tanto tiempo tuvo como única
referencia y destino. Fue en ese instante
cuando tuvo conciencia de que todo lo que
quedaba de él y su azarosa historia, habían
quedado atrapadas para siempre en las
tripas de aquel ajado armazón, en una playa
irreconocible en la que, ahora, sólo se oía el
tenue sonido del viento, y la lejana
rumorosidad del mar que la intermitencia de
las olas le hacían llegar a sus oídos, para
recordarle de nuevo el fatídico naufragio y el
trágico final de su historia.
Con un gesto de ausencia, se ovilló sobre las
viejas tablas de la barca a la espera de que
el tic tac del reloj del tiempo, lo envolviera de
nuevo en su matraz invisible; tal vez hasta
llegar el momento de un nuevo renacer.
Así sucedieron los hechos, y al poco rato su
historia volvió a quedar muda bajo las
estrellas, y el húmedo frío de aquel día de
noviembre...".
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METÁFORA VISUAL
¡¡RESISTENCIA!!
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Las ventanas del cielo...
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CRÓNICA DE UN OLVIDO
Un adiós sin abrazos.
Un silencio espeso en la habitación.
Sólo los fantasmas deambulan.
Puertas desencajadas entreabiertas.
Sentidos marchitados a destiempo.
Sueños que se han ido,
como un vuelo veloz de pájaros nocturnos.
No esperaba nada, y la Nada lo arropó.
Paredes manchadas de olvido.
Un silencio frío sobre los muebles.
Una bombona de gas sin abrir
sobre un balcón cerrado...
Un reloj sin horas, no quiso ya despertarlo...
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A menudo, el tiempo y la erosión realzan la belleza...
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Se consumó el sacrificio a la hora y el día señalados,
con los verdugos y los jueces de espaldas a la ejecución...
La vida roturada, sin apenas nadie alrededor...
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La tarde presagiaba frío y lluvia. Un viento
desabrido comenzó a levantarse por
sorpresa, y los matojos del llano
comenzaron a hacer vibrar sus secos
ramajes, como si estuvieran escuchando una
música traída en brazos del viento.
Sobre la aridez del paisaje, me chocó la
prestancia de aquellos dos almendros. Era
el único portento visual al alcance de mi
cámara. Me aproximé hasta ellos, y me
sorprendió su vistoso porte, a pesar de que
ya habían dado sus frutos, y el otoño había
entrado con fuerza.
El viento también les invitó a entrar en
danza, y me quedé absorto mirando como
los troncos se mecían, y sus ramas se
buscaban en un intento por consumar el
beso.
Sus hojas iban y venían, enredándose entre
ellas; luego se soltaban de nuevo, como si
ya hubieran culminado el rito.
La lluvia, poco después, apaciguó la
ventisca, y el paisaje volvió a quedar mudo.
La lluvia estaba empapando el llano...
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CAVILACIONES DISPERSAS EN CLAVE DE IMÁGENES
Toda imagen es una ventana al pensamiento. Pensamos en clave de imágenes, y
esa secuencia va forjando un pensamiento, una reflexión, un éxtasis, una
retrospectiva imaginativa, un delirio...
En la película futurista Soylent green (1973) del director Richard Fleischer, los
lugares para morir, reunían todas las condiciones necesarias para un tránsito
póstumo indoloro, y de ese modo el viaje hacia la muerte, tras haber tomado una
pócima, se producía de forma placentera y sin sufrimiento.
Sobre una enorme pantalla les proyectaban bellas imágenes que correspondían a
un bello pasado, lleno de vida y colorido; es decir, correspondencias visuales de
nuestro mundo actual. Agua, mares, verdes praderas, animales corriendo libres a
lo largo y ancho de ellas, bellos paisajes abiertos; las esencias de la luz,
descubriendo un mundo paradisíaco, con cuyas imágenes el moribundo iba
cerrando los ojos paulatinamente, hasta entrar en el sueño definitivo.
Las imágenes son generadoras de sensaciones capaces de influir en el ánimo de
quien las contempla. Ocurre algo parecido con la música, y con otras muchas
disciplinas del arte. Lo mejor de la especie humana es nuestro potencial creativo,
nuestra omnipresente capacidad imaginativa para formular nuevas trayectorias
estéticas; en el caso de la Fotografía crear, por ejemplo, poesía visual y
estremecernos con su belleza...
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De cuando el mar bajo la lluvia...
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Amanecer en el Mediterráneo.
Cuando el mar acuna a los crepúsculos...
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TARDES DE VIENTO Y LLUVIA
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SOLEDADES Y MEMORIA
Esa tarde hacía frío, mucho frío.; aún así, me habría
gustado sentarme en mitad del barbecho, y observar
atentamente la caída de la Luz, hasta extinguirse por
completo la plenitud arbórea de las deshojadas siluetas;
árboles sencillos y desaliñados, con sus ramajes preñados
de invierno, y un entorno rebosante de quietud
proyectando magnetismos y silencios.
Emocionante la austeridad del paisaje, que me hicieron
recordar momentos y músicas de infancias evanescentes.
Por un momento el tiempo se comprimió en mi memoria,
y poco a poco fui consciente de la importancia y la fuerza
que a veces puede llegar a tener una imagen.
¡Qué portentosa es la luz! que nos descubre momentos
irrepetibles. Hay imágenes que son como libros abiertos,
en los que cada letra es una abstracción llena de mensajes
dispersos para recreo de nuestra imaginación y memoria...
Una imagen bien podría ser la viva expresión de un
poema.
Me asombra gratamente, descubrir como algunas
imágenes, no sólo pueden llegar a contar una historia; a
veces, también dejan en nuestros sentidos, un grato sabor
de apetecible plenitud y poesía...
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Las ausencias captadas en Blanco y Negro, enfatizan la soledad...
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MISCELÁNEA VISUAL
Llevaba el tibio calor de su mano enlazado en mis dedos.
El atardecer hacía ya tiempo que buscaba su poniente,
pero no quisimos ser conscientes ni del lugar ni del tiempo.
El crepúsculo culminaba su camino,
y súbitamente un segundo, pasó a ser un universo infinito...
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VOLVER A LA VIDA ES VOLVER AL COLOR...
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La sencillez de la tierra, y sus campos abiertos reverdecidos por la luz y la lluvia...
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EN CLAVE DE PINTURA
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PARAJE NATURAL
CLOT DE GALVANI
Elche (Alicante)
Un espacio protegido, muy
apetecible para poder
pasear sin ruidos por sus
numerosas sendas, con la
posibilidad añadida de
poder observar numerosas
aves acuáticas en pequeños
humedales.
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PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA Y TORREVIEJA
Pensando en clave de pintura. (Imagen texturizada)
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Y EN ESTE DÍPTICO...
TAL VEZ PENSABA EN EDWARD .HOPPER
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FÁBRICAS DE LAS PERIFERIAS
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Esperas crepusculares...
Sendas otoñales...
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...Y DE NUEVO EN LAS CIUDADES
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PALACIO REAL (Madrid)
El pasado palpitante,
el tiempo devastando la piedra.
Una hoja voló desde un árbol,
y se posó sobre la historia...
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ALCALÁ DE HENARES
GRAN VÍA (Madrid)
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MUSEO GUGGENHEIM (Bilbao)
MUSEO REINA SOFÍA
(Madrid, septiembre 2013)
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ALICANTE (Abril 2012)
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PLAYA DE LA CONCHA
San Sabastián (España)
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Hay quienes afirman que todos los enigmas de la vida,
están al alcance de nuestras manos.
Tal vez en los pequeños universos con los que convivimos,
encontremos un día todas las respuestas...
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